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Índice de Masa Corporal y prevalencia de caries dental  en un grupo de niños

Índice de Masa Corporal y prevalencia de caries dental  en un grupo de niños

Se presenta resultado de investigación cuyo objetivo fue conocer la relación de la caries dental y el índice de masa corporal en los niños de 6 a 12 años, estudio realizado en la escuela primaria “América” T.M. de Ciudad Juárez, Chihuahua, donde se evaluó el peso y la talla para posteriormente obtener el índice de masa corporal (IMC), así como también se realizó la revisión bucal en los alumnos de dicha institución. Cabe mencionar que, para una mejor obtención de datos sobre la nutrición de los alumnos, se envió a los padres de familia una encuesta sobre el tipo de alimentación que llevan a cabo los alumnos dentro y fuera de sus hogares.

Mauricio Serrano Cristhian Monserrat 1, Hernández García Tania Dolores 2, Fornelli Martin del Campo Luis Felipe 3, Constandse Cortes Denise 4.

  1. Cirujano Dentista
  2. Especialista en Odontopediatria
  3. Especialista en Ortodoncia
  4. Especialista en Endodoncia

Resumen.

En la parte teórica de este trabajo se trata el efecto de la dieta, principalmente el consumo de la sacarosa y la llamada “comida rápida” como factor etiológico importante y principal para el desarrollo de la obesidad, el sobrepeso y la caries dental.

De igual manera se exponen investigaciones semejantes que se han realizado anteriormente. Se concluye que la obesidad puede jugar un papel importante en el desarrollo de la caries dental, sin embargo, no es un factor predisponente para el desarrollo de esta, ya que existen otros factores que pueden intervenir para desarrollar dicha enfermedad.

Antecedentes.

En la actualidad la caries dental se encuentra entre las enfermedades de salud pública con mayor incidencia en la población, en México el 97% de las personas ha sufrido de caries dental; de igual manera la obesidad, se han convertido en el mayor problema de salud pública a nivel mundial y tan solo en la república mexicana el 70% de la población adulta padece esta enfermedad, esta epidemia que además reporta un crecimiento elevado entre los niños llevando a ocupar los primeros lugares de obesidad infantil.  Entre estas afecciones existe un factor que las relaciona entre sí: la dieta; el efecto que esta tiene sobre estas enfermedades es indudable ya que ambas se deben al alto consumo de carbohidratos, los cuales son considerados un factor de riesgo para el desarrollo de la obesidad y de la caries dental donde el problema no se encuentra solo en la cantidad, sino también en la frecuencia y el tiempo en que estos permanecen en boca.

Ingesta de alimentos y su relación con la caries dental.

La dieta no sólo es importante para su salud general, sino también para su salud oral. Si no se sigue una dieta adecuada, es más probable que se desarrolle caries dental y enfermedades periodontales. Esto es aplicable a cualquier etapa de la vida, en el caso de los niños, por ejemplo, la adquisición de hábitos alimentarios es fundamental para prevenir la aparición de caries entre otras cosas. Del mismo modo, las mujeres embarazadas necesitan una dieta adecuada para que el desarrollo de los dientes de sus hijos se lleve a cabo normalmente. Factores socioeconómicos e incluso la obesidad son señalados como factores de riesgo para el desarrollo de caries dental. En niños existe especialmente una relación de riesgo entre la presencia de desnutrición con las caries y la cronología de la erupción.

La malnutrición influye desfavorablemente en lo referente al crecimiento y desarrollo craneofacial y constituye un antecedente adverso que puede conllevar diversas secuelas entre las que se encuentran: alteraciones en la calidad y textura de ciertos tejidos (hueso, ligamento periodontal y dientes). El estado de salud bucal se asocia de forma significativa al estado nutricional (déficit pondoestatural) pudiendo determinar aparición más elevada de caries dental, mayor prevalencia de gingivitis en los niños e incremento de la frecuencia de mal oclusiones. Podemos encontrar defectos del esmalte dental asociados a endocrinopatías desnutrición proteica, hipocalcemia, déficits vitamínicos y minerales, en el contexto de enteropatías (enfermedad celiaca, diarrea no específica).

También se han señalado defectos en el esmalte dental secundarios a exceso/intoxicación por vitamina D, fluoruros u otros minerales. En la obesidad mórbida, la propia enfermedad y/o las enfermedades asociadas o comorbilidades (reflujo gastroesofágico, antidepresivos, hipertensión arterial, etc.), condicionan un aumento de la incidencia de caries dental, de alteración de los índices periodontales, necesidad de prótesis y vigilancia del flujo salival (cantidad y calidad). (González Sanz, Ángel Miguel; et al…2013)

Existen numerosas evidencias de que la ingesta frecuente de carbohidratos fermentables se encuentra asociada con la prevalencia de caries dental. La evidencia de que los azucares están implicados en la patogénesis de la caries ha sido recolectada de estudios históricos, epidemiológicos, investigaciones clínicas en humanos y experimentaciones en animales. (Seif, Tomas; et al…, 1997) La dieta alimenticia abarca el total de alimentos consumidos en un día y Thoulon-Page (1991) estima que las necesidades reales del niño en edad escolar se deben repartir en: El desayuno proporciona el 25% de las calorías. La comida del mediodía el 30% La merienda del 15-20% y La cena del 25-30%

En la actualidad, según exponen diferentes estudios, parece que los patrones culturales de la alimentación están cada vez más deteriorados debido a una creciente desestructuración de los ritmos y hábitos alimenticios (Fischer, 1979); comidas fuera de casa por causas laborales, avances notorios por distintas razones de la comida rápida (Fast Food), jornada continuada….Todo ello podría traer como consecuencia no solo la perdida de la relación social ya expuesta, sino también la afectiva (algo que repercute de forma especial en los escolares).

De igual forma, influyen negativamente ciertas presiones como pueden ser las “prisas”, los que hace que sentarse a comer con otros no solo contribuya un placer y un beneficio, sino que puede llegar a proporcionar mala sensación.

Con respecto a la población infantil en edad escolar es palpable el desarrollo de una serie de malos hábitos: como el aumento en el consumo de comida chatarra y procesada, mientras que la comida casera y los alimentos de origen natural parecen estar siendo erradicados de nuestras mesas. Podemos considerar a la publicidad como un sistema de comunicación, que permite reconocer productos y estimular su compra y su consumo.  (Burgos, 2007)

Habitualmente, la cantidad de alimentos que se consumen está determinada por los hábitos dietéticos que son aprendidos por el ser humano como parte de su cultura, convirtiéndose en patrones o rutinas de conducta y reforzándose con la repetición. (Toussaint, 2000)

La identificación de los hidratos de carbono como factor de riesgo para el desarrollo de obesidad, funge a su vez, como factor de riesgo para el desarrollo de lesiones cariosas. En donde el problema, no radica solo en la cantidad que se ingiere, sino también, en la frecuencia con que se consume y el tiempo que permanece en la boca. (Mahan & Escott- Stump, 2001)

Por otra parte, la sacarosa que podemos encontrar en alimentos y bebidas, disminuye la absorción de fluoruro, porque estimula la secreción de jugos gástricos, los cuales ocasionan que el fluoruro se diluya; el grado de absorción a su vez, se ve reducido por la formación de complejos con el aluminio, el fosforo, el magnesio y el calcio. Siendo esta una razón importante por la cual se debe tener en cuenta el modo de nutrición y la dieta a la que están expuestos los individuos. (Murray, Rug-Gum, & Jenkins, 1991).

Además, se ha demostrado que los hidratos de carbono pueden tener una afinidad específica por el ion fluoruro, lo que inhibe el crecimiento de cristales de fluorapatita. (Matsumoto, Okasaki, Taira, & Takahashi, 2000) Si a lo anterior se le agrega una higiene bucal deficiente, propia del estigma que se tiene del niño obeso, existe una probabilidad de que la caries dental aumente aunado a las características físicas y dietéticas de este grupo de individuos. (Zelocuatecatl Aguilar, Ortega Maldonado, & De La Fuente Hernández, 2005)

Existe cada vez mayor evidencia en la literatura que demuestra una correlación débil entre los hábitos de dieta y caries en los países industrializados, mientras que, en los países en vías de desarrollo, la correlación entre ambos fenómenos es aparentemente importante (Seif, Tomas; et al…, 1997). Es indudable la importancia de la nutrición en el mantenimiento de la salud de la población, las prácticas nutricionales erróneas se asocian con un deterioro de la salud y, a largo plazo, llevan a la muerte o perjudican la calidad de vida del individuo (Adriano, Ma. del Pilar; et al… 2012).