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Evidencia científica sobre el mejor cuidado del cordón umbilical

Evidencia científica sobre el mejor cuidado del cordón umbilical

Las recomendaciones sobre el cuidado del cordón umbilical en el recién nacido son muy variadas, estando el uso de alcohol y otros antisépticos  ampliamente extendido, no habiendo unidad entre los centros y profesionales sobre cuál es la mejor manera de realizar la cura del cordón umbilical.

AUTORES: 1 Samuel Berrouet Domínguez, 2 Sara Cuevas Antuña, 3 Eduardo Alonso Martin, 4 Alba Felgueroso Palacio, 5 Clara Aldecoa Llaneza, 6 Alfonso Puente Alonso.

  • 1 Samuel Berrouet Domínguez. Graduado en Enfermería por la Universidad de León. Enfermero del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA).
  • 2 Sara Cuevas Antuña .Graduada en Enfermería por la Universidad de León. Enfermera del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA).
  • 3 Eduardo Alonso Martín. Graduado en Enfermería por la Universidad de León. Enfermero del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA).
  • 4 Alba Felgueroso Palacio. Graduada en Enfermería por la Universidad de León. Enfermera del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA).
  • 5Clara Aldecoa Llaneza. Graduada en Enfermería por la Universidad de León. Enfermera del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA).
  • 6 Alfonso Puente Alonso. Graduada en Enfermería por la Universidad de León. Enfermera del Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA).

RESUMEN

Se realiza una revisión bibliográfica a partir de bases de datos en español y en inglés para determinar cuál es la manera más efectiva de llevar a cabo la cura del cordón umbilical, llegando a unas conclusiones que determinan que no hay motivos para desaconsejar los cuidados naturales del cordón umbilical del recién nacido, siempre y cuando se mantengan una serie de medidas de asepsia.  Estos cuidados naturales consisten en dejar secar al aire sin aplicar ningún producto e higiene con agua y jabón.

Pese a que la cura con antisépticos reduce la probabilidad de onfalitis, esta tiene otras desventajas, como es que retrasa la caída del cordón umbilical. Sin embargo, estaría aconsejado en lugares donde las condiciones de higiene son menores.

Los profesionales de la salud debemos de optar por la realización de técnicas, como es el caso de la cura del cordón umbilical, bajo un criterio basado en la evidencia científica y una atención humanizada a los pacientes alejándonos en lo posible del intervencionismo.

Palabras clave

  • Umbilical cord (Cordón umbilical)
  • Omphalitis (Onfalitis)
  • Cord separation (Separación del cordón)
  • Dry care (Cura en seco)
  • Antiseptic (Antiséptico)

INTRODUCCIÓN

Definiciones:

Cordón umbilical: es una estructura única que conecta la circulación fetal con la de la placenta. El cordón contiene dos arterias y una vena, y un rasgo característico: su estructura helicoidal. Esta morfología parece cumplir un papel importante  en el movimiento del flujo sanguíneo desde la placenta hasta el feto. (1)

-Onfalitis: infección del cordón umbilical generalmente debida al estafilococo dorado. (2)

Signos de onfalitis: se caracteriza por eritema umbilical, edema y secreción maloliente a los 3-4 días de vida. Puede ser potencialmente mortal, se debe tomar muestra para identificar bacteriológicamente el germen e iniciar tratamiento antibiótico inmediato. (3)

Ombligo: es una cicatriz que traduce la evolución postnatal de la región atravesada en el feto por los elementos que lo unen a la madre. El ombligo siempre está situado en la línea mediana, más cercano al pubis que a la apófisis xifoides. Su forma varía un poco de un individuo a otro. Tiene un rodete circular cutáneo. que domina una depresión en cuyo fondo sobresale el tubérculo umbilical, separado del rodete por el  surco umbilical. (4)

  1. Anatomía del cordón umbilical

El cordón umbilical es una estructura tubular de unos 50 cm. de longitud  que está formada por dos arterias que saliendo del bebé se dirigen a la placenta y una  vena que originándose en la placenta se dirige de regreso al bebé, todo esto rodeado de una gelatina firme (Gelatina de Wharton) recubierta por un fino envoltorio. Al hablar de arterias y venas inferimos que el CU es un componente vascular que permite el flujo sanguíneo entre el bebé y su placenta.

El cordón umbilical tiene una estructura sencilla pero muy especializada, las dos arterias que forman parte de él tienen su origen en dos arterias del bebé (Arterias Ilíacas) y por lo tanto tienen latido propio porque están en relación directa con el corazón fetal. La vena umbilical se genera de la fusión de muchas venas placentarias de menor calibre hasta formarse un solo conducto que saliendo de la placenta se dirige hacia el bebé manteniendo un flujo continuo sin latidos.

El corazón del bebé es el motor que impulsa la sangre fetal, baja en oxígeno y llena de impurezas, hacia las dos arterias umbilicales con el propósito de llevarla a la placenta para que mediante un intercambio a distancia con la madre, la placenta pueda oxigenarla y limpiarla.  La presión intraplacentaria, fenómenos hidrostáticos y efectos circulatorios fetales generan presión suficiente como para que la sangre “renovada” sea conducida nuevamente hasta el bebé.

La gelatina de Wharton y su envoltorio le dan rigidez y elasticidad al CU de manera que no se acode ni se comprima con las movimientos del bebé.  Así mismo, su longitud le permite al feto moverse con libertad sin comprometer su circulación. (4, 5)

  1. Anomalías del cordón umbilical

Son las anomalías estructurales, los quistes y la hernia umbilical.

-Anomalías estructurales del cordón umbilical (Tabla 1): cada una de ellas va asociada a una o varias patologías.

Ver Tabla nº 1: Anomalías estructurales del cordón umbilical y patologías a las que se asocian.

-Quistes en el cordón umbilical: Los quistes en el cordón pueden ser falsos, pseudoquistes y verdaderos. Los quistes falsos son acumulaciones de la gelatina de Wharton liquificada, no tienen una membrana epitelial en su interior y pueden tener un gran tamaño (6cm). Los pseudoquistes se asocian a onfalocele, angiomas y anomalías cromosómicas. Los quistes verdaderos del cordón umbilical son remanentes del alantoides o de la vesícula umbilical. Están ubicados en el extremo fetal del cordón y usualmente desaparecen espontáneamente el primer trimestre de embarazo.

Pueden estar asociados a anomalía de la pared abdominal como son la hidronefrosis, persistencia del uraco, onfalocele, divertículo de Meckel y la persistencia del conducto vitelino. (6)

  • Hidronefrosis: Consiste en la obstrucción del sistema urinario durante la vida fetal debido a una hinchazón. (7)
  • Persistencia del uraco: anomalía que consiste en que no se cierra correctamente el conducto alantoideo, ya sea de forma parcial o total, el uraco produce una secreción amarillenta a través del ombligo del recién nacido. Esta secreción no deja cicatrizar bien la herida umbilical.
  • Onfalocele: Consiste en la herniación del contenido abdominal justo en la raíz del cordón umbilical.
  • Divertículo de Meckel: Consiste en la unión del conducto onfalomesentérico con la parte proximal. Los síntomas más frecuentes son las hemorragias rectales.
  • Persistencia del conducto vitelino: consiste en una comunicación entre la vesícula vitelina del cordón umbilical y el intestino primitivo del recién nacido. (6)

Hernia umbilical: La hernia umbilical aparece cuando el anillo umbilical no se cierra después de la separación del cordón y es debida a una debilidad de las fascies musculares. Las hernias umbilicales en los niños tienden a cerrar espontáneamente hacia los 3 años de edad, por lo que su corrección quirúrgica se sugiere esperar hasta los 4 años de edad. (8)

  1. Pinzamiento y corte del cordón umbilical

No se ha definido aún el momento óptimo del pinzamiento del cordón, sino que varía en función de las diferentes políticas y prácticas clínicas. Hay dos tipos de pinzamiento:

-Pinzamiento precoz: es el que se realiza, generalmente, en los primeros 60 segundos tras el parto.

-Pinzamiento tardío: el que se realiza transcurrido al menos un minuto tras el parto o cuando hayan cesado las pulsaciones del cordón.

Para reducir el riesgo de hemorragia posparto en la madre, la OMS recomienda pinzar el cordón tras observarse la contracción uterina unos tres minutos después del parto. Hay cada vez más pruebas de que el pinzamiento tardío del cordón es beneficioso para el recién nacido y puede mejorar su nivel de hierro incluso hasta los seis meses de vida. Este efecto puede ser especialmente importante para los lactantes que viven en entornos con pocos recursos, con un menor acceso a alimentos ricos en hierro. (9)