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Cuidados de enfermería al recien nacido en el paritorio

Cuidados de enfermería al recien nacido en el paritorio

Resumen:

El momento del nacimiento de un bebé es un episodio muy importante en la vida de los padres y familiares, son momentos en los que los profesionales sanitarios debemos de tener las destrezas necesarias para poder actuar correctamente por lo que en el presente trabajo nos hemos planteado como objetivo dar a conocer cuáles son los cuidados por parte de enfermería dentro del paritorio y para ello hemos realizado una revisión de la bibliografía a través de artículos extraídos de las bases de datos Scielo y Pubmed.

Autores:      Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Sara Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Lorena del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

 

Palabras clave: Recién nacido, parto obstétrico y atención de enfermería.

Introducción:

El nacimiento de un hijo se corresponde con uno de los momentos más importantes en la vida de los padres, el cual esperan con muchas ganas e ilusión y pensando siempre que todo vaya bien. Para ello nosotros como profesionales de la enfermería debemos de proporcionar todos los cuidados necesarios para que el bebé pueda adaptarse a la vida extrauterina.

El recién nacido en el momento de nacer sufre diversos cambios fisiológicos ya que deben adaptarse a ese nuevo ambiente frío y con luz. El momento del parto y el postparto inmediato se corresponde con uno de los momentos críticos tanto para la madre como para el bebé por lo que debemos de llevar a cabo los cuidados necesarios que se requieren en dichos momentos.

Objetivos:

El objetivo que nos hemos planteado en la realización de dicho trabajo es dar a conocer cuáles son los cuidados que cómo enfermeras debemos de proporcionar al recién nacido en el paritorio.

Metodología:

Hemos realizado una revisión bibliográfica a través de la búsqueda de diversos artículos relacionados con los cuidados de enfermería en el paritorio que hemos encontrado en diferentes bases de datos como son Scielo y Pubmed.

Desarrollo:

Actualmente lo más importante una vez que la madre tiene a su bebé es iniciar lo más rápido posible el contacto piel con piel, donde el recién nacido se coloca encima de su madre. Este contacto se iniciaría siempre y cuando obtengamos un test de Apgar con buena puntuación, por lo que no sería necesario realizar maniobras innecesarias. Y además en el puerperio inmediato deben de estar vigilados siempre por profesionales expertos por alguna posible complicación (durante dos horas aproximadamente).

Podemos definir el test de Apgar, comentado anteriormente, como aquel examen realizado al recién nacido en el primer y en el quinto minuto después del nacimiento del bebé donde la puntuación máxima es de 10 puntos y donde se mide:

  • A: Actividad: tono muscular. El bebé nace con las extremidades encogidas y debe resistirse a cualquier intento por estirárselas.
  • P: Pulso.
  • G: Reflejos: irritabilidad refleja.
  • A: Aspecto: color de piel. Todos los bebes nacen azulados y van cambiando a color rosado poco después de la primera respiración.
  • R: Respiración: Un bebé maduro llora espontáneamente a los 30 segundos del nacimiento. Al minuto uno, el bebé mantiene rápidas respiraciones regulares.

En dicho test como hemos comentado la puntuación máxima es de 10 puntos, cuando nos encontremos con una puntuación de entre 7 y 10 consideramos que es normal, entre 4 y 6 el recién nacido podría necesitar monitorización y alguna maniobra de resucitación (como podría ser un poco de oxígeno) y ante una puntuación menor a 3 es necesario realizar maniobras de resucitación.

Los cuidados que se realizan en el paritorio por parte de enfermería se denominan cuidados inmediatos dentro de los cuales incluimos:

  • Asegurarnos de que la vía aérea se encuentre libre.
  • Ver que el recién nacido presenta una buena temperatura corporal: es muy importante mantener una buena temperatura corporal en el recién nacido debido a que los bebés sufren descensos de temperatura que pueden provocar problemas de tipo metabólico. Al nacer nos encontramos cubiertos de líquido amniótico que puede enfriarse por tanto debemos de secar muy bien al bebé y en numerosas ocasiones se le coloca un gorro en la cabeza. Una vez realizado esto se suele colocar en contacto piel con piel que ayuda también a la termorregulación.
  • Pinzar y cortar el cordón umbilical: el pinzamiento del cordón se realiza con dos pinzas diferentes:
    • Pinzas de Kocher: se coloca a unos 10 cm del abdomen del bebé y la otra a unos 15 cm de la misma y entre ambas pinzas se realiza el corte del cordón. Al seccionar el cordón debemos de visualizar dos arterias y una vena.
    • Pinzas de plástico, donde la más frecuente es la de Hollister la cual se coloca a unos 2 cm del recién nacido. Tenemos que asegurarnos que se encuentra bien anclada para evitar que sangre y además sí en el cordón umbilical encontramos gran cantidad de gelatina de Wharton se colocan dos pinzas.

Antes de la ligadura del cordón umbilical debemos de obtener sangre para ver a q grupo sanguíneo pertenece y realizar el test de Coombs, el cual detecta la presencia de anticuerpos frente al RH en la sangre de las mujeres que son RH negativo.

  • Y colocar al bebé lo antes posible encima de su madre, como hemos comentado con anterioridad.

Además de dichos cuidados podemos nombrar otros los cuales se consideran innecesarios:

  • Aspiración de secreciones: esta técnica consiste en aspirar las secreciones de boca y nariz al recién nacido, algo que se ha demostrado que no es necesario cuando el recién nacido puede respirar por sí mismo.
  • Paso de sonda orogástrica o nasogástrica para descartar atresia de esófago.
  • Lavado gástrico rutinario: no es recomendable que se haga.
  • Paso de sonda para confirmar la permeabilidad de las fosas nasales.
  • Paso de sonda rectal.

El paso de sondas no es necesario realizarse sí el recién nacido no presenta algún tipo de malformación u otro tipo de patología. Además todas las técnicas citadas anteriormente sólo serían necesarias en el caso de que el recién nacido presentara un test de Apgar con una puntuación baja.

Una vez que nace el bebé es muy importante vigilar que elimina el meconio (las primeras heces del recién nacido).

El contacto piel con piel es muy importante y trae muchos beneficios tanto para el bebé como para la madre:

  • Psicológicamente estimula a la madre y al niño a conocerse el uno al otro, les permite tocarse.
  • Tras el nacimiento los niños se colonizan con bacterias. Resulta ventajoso que el recién nacido se colonice con las bacterias cutáneas maternas y no por las bacterias de los asistentes hospitalarios.
  • Hay que animar al amamantamiento temprano, a ser posible en la primera hora posparto (OMS / UNICEF 1989):
    • El momento de la primera vez dependerá de cuando el bebé esté listo para comer y esto generalmente sucede a los 30 minutos después del nacimiento.

Por parte de enfermería debemos de realizar una asistencia inmediata, en la cual incluimos:

  • Identificación del bebé: mediante huellas digitales y además se coloca la pulsera de identificación tanto a la madre como al recién nacido.
  • Prevención del síndrome hemorrágico del recién nacido: aquí se administra una inyección intramuscular de vitamina K.
  • Prevención de la conjuntivitis neonatal: se le administran unas gotas de nitrato de plata al 1%, antibiótico oftálmico o pomada antibiótica en ojos para prevenir la conjuntivitis que se puede producir por el contacto con las secreciones de la vagina de la madre.

Cuidados que se proporcionan después del parto vaginal: después de un parto vaginal se debe de comenzar en la mayor brevedad posible el contacto piel con piel de la madre con el bebé ya que durante las dos primeras horas el recién nacido se encuentra en un periodo de alerta donde es un buen momento para comenzar con la lactancia materna, acto que ayuda a estimular la producción de leche materna, contrae el útero materno evitando que sangre mucho así como aumenta el vínculo entre madre-hijo.

Cuidados que se proporcionan después de la cesárea: durante la cesárea la madre habitualmente no se encuentra dormida con anestesia general, sino que está bajo anestesia epidural, por lo que dicho contacto piel con piel quizás no se comience directamente al tener al bebé ya que muchos de ellos requieren de la aspiración de nariz, boca y garganta porque presentan dificultades para poder eliminar parte de las mucosidades.

Conclusiones:

Después del parto tanto madre como hijo requieren de una serie de cuidados por lo que como profesionales sanitarios, y más concretamente como enfermeras, debemos de conocer cuáles son dichos cuidados y que nos podemos encontrar en un paritorio para poder actuar de la forma correcta y dando prioridad cómo siempre al inicio precoz del contacto piel con piel.

Bibliografía:

  • De Mudança, N. (2006). La enfermera obstetra y la política de humanización del parto: en busca del cambio en el modelo asistencial. Enfermería global, (9), 1.
  • Lipson, J. (2013). Temas culturales en el cuidado de enfermería. Investigación y Educación en Enfermería, 20(1).
  • De Salud, C. (2005). Embarazo, parto y puerperio: proceso asistencial integrado.
  • Gamba, O., Santana, A. R., Pérez, L. J., & Munévar, R. Y. (2009). Seguimiento de enfermería a la madre y al recién nacido durante el puerperio: traspasando las barreras hospitalarias. Avances en Enfermería, 27(2), 139-149.