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El cáncer de laringe

El cáncer de laringe

Resumen:

La laringe es una parte del aparato respiratorio, que se sitúa entre la faringe y la tráquea, y por tanto forma parte de las vías respiratorias superiores. En el presente trabajo queremos dar a conocer que es el cáncer de laringe siendo nuestro principal objetivo. Para ello hemos realizado una revisión bibliográfica a través de la búsqueda de diversos artículos en diversas bases de datos como Dialnet, PubMed y Scielo.

Autores:     Celia Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Sara Garrido Manové. Graduada en Enfermería.

Lorena del Rocío Padilla Camacho. Graduada en Enfermería.

Palabras clave: laringe, neoplasias de cabeza y cuello y atención de Enfermería.

Introducción:

Podemos considerar la laringe como uno de los órganos más importantes de las vías respiratorias y digestivas ya que nos da la capacidad de comunicarnos además del importante papel que juega dentro de la deglución.

El cáncer de laringe es el tumor que se da con mayor frecuencia dentro del área otorrinolaringológica presentando mayor incidencia en países como Polonia, Francia, Italia y España, cuyo principal factor de riesgo es el hábito tabáquico.

Concretamente el cáncer de laringe representa al 2% de los tumores malignos y el 25% de los tumores de cabeza y cuello siendo más frecuente su aparición en hombres de entre 50 y 70 años.

Objetivos:

Con este trabajo nos planteamos como objetivo dar a conocer que es el cáncer de laringe.

Metodología:

La metodología utilizada ha sido la realización de una revisión bibliográfica a través de una búsqueda en la bibliografía de diferentes artículos relacionados con el tema en diversas bases de datos como son Dialnet, PubMed y Scielo.

Desarrollo:

La palabra cáncer es un término muy amplio que abarca más de 200 tipos de enfermedades (tumores malignos). Cada uno de ellos posee unas características particulares, que en algunos casos son completamente diferentes al resto de los otros cánceres, pudiendo considerarse enfermedades independientes, con sus causas, su evolución y su tratamiento específico.

La laringe es una parte del aparato respiratorio, que se sitúa entre la faringe y la tráquea, y por tanto forma parte de las vías respiratorias superiores. Es un órgano hueco que se localiza en el cuello, en su parte media, y en la región anterior, tras la musculatura cervical.

Es un órgano cuya estructura fundamental es muscular y cartilaginosa,  tapizado interiormente por un tejido similar al del resto del aparato respiratorio.

Esta estructura permite no sólo la respiración, sino también la fonación, además de intervenir en la deglución.

El cáncer de laringe puede crecer de diversas maneras:

  • Crecimiento local: el crecimiento local se produce por invasión en profundidad desde el epitelio de la laringe (hacia la capa muscular y cartilaginosa), aunque también puede crecer hacia el interior. Puede afectar a los órganos cercanos (faringe, suelo de la boca…), o bien obstruir la vía aérea.
  • Diseminación linfática: las estructuras supraglóticas poseen un plexo linfático muy rico, por lo que diseminan con frecuencia en los ganglios superiores del cuello (subdigástricos o yugular medio). La glotis no posee ganglios linfáticos por lo que es muy poco frecuente este tipo de diseminación (sólo cuando el tumor se ha extendido por encima o por debajo). La zona por debajo de la glotis posee pocos vasos linfáticos. Suelen drenar a los ganglios inferiores del cuello (yugular inferior).
  • Diseminación hematógena: esta diseminación es poco frecuente y se realiza a través de los vasos sanguíneos, preferentemente hacia el hígado y los pulmones.

Los factores de riesgos que encontramos en el cáncer de laringe son:

  • Tabaco: el consumo de tabaco, independientemente de cómo se consuma (cigarrillos, puros, pipa, tabaco de mascar…) incrementa el riesgo de padecer cáncer de laringe. Este riesgo aumenta a mayor cantidad de tabaco y tiempo de consumo de cada persona.
  • Alcohol: el consumo de bebidas alcohólicas es un factor que aumenta la probabilidad de padecer este cáncer. Y cuando se asocia al tabaquismo, el efecto perjudicial se potencia en gran medida.
  • Edad: como en la mayoría de los tumores, a edad más avanzada mayor es el riesgo, tanto en hombres como en mujeres.
  • Sexo: los hombres tienen mayor incidencia de cáncer de laringe que las mujeres. Probablemente sea debido a que presentan importante consumo tabáquico y alcohólico, hábitos que en la actualidad son más frecuentes que en la población femenina.
  • Dietas inadecuadas: existen evidencias que sugieren que dietas pobres en frutas y verduras incrementan el riesgo de desarrollar cáncer de laringe. Se han implicado déficits nutricionales (falta de vitaminas, minerales…) como posible factor de riesgo. Con frecuencia, los pacientes con alto consumo de tabaco y alcohol tienen mala alimentación y dieta inadecuada. Aunque  es difícil de cuantificar la importancia de este factor.
  • Irritación de la vía aérea: también parecen suponer mayor riesgo para este cáncer diferentes factores que constituyen una agresión o irritación de la zona: (laringitis crónica, mal uso de la voz, reflujo gastroesofágico…).

En la mayor parte de las ocasiones, el cáncer de laringe, localizado en la supraglotis o en la subglotis, se diagnostica cuando los síntomas obligan al paciente a acudir al médico. Sin embargo, el tumor localizado en la glotis puede producir disfonía de forma temprana por lo que es posible diagnosticar el cáncer en fases iniciales.

Los síntomas más frecuentes son los siguientes:

  • Disfonía (alteraciones en la voz o ronquera): es el síntoma más común del cáncer de laringe. El paciente nota cambios en la voz, o ronquera  persistente (sin causa infecciosa aparente). Pero este síntoma es frecuente en personas con hábito tabáquico crónico, ya que la ronquera y la tos aparecen con frecuencia. Por esto, los pacientes generalmente no consultan dichas molestias hasta que no persisten de forma muy importante en el tiempo, o se acompañan de otros síntomas.
  • Adenopatías (afectación de ganglios linfáticos): la enfermedad se disemina con frecuencia a través de los ganglios linfáticos cercanos, de la zona del cuello. Esto provoca que los ganglios aumenten de tamaño, pudiendo apreciarse a veces un bulto o nódulo en el cuello.
  • Dolor: generalmente se produce al tragar, y se suele acompañar de sequedad de garganta. Es inespecífico y puede aparecer en diferentes zonas (a nivel de faringe…) por crecimiento del tumor o de los ganglios linfáticos cervicales.
  • Disnea (falta de aire):a veces, si el tumor crece mucho puede provocar sensación de ahogo (disnea) al obstruir la vía respiratoria.
  • Tos con sangre.
  • Dolor de oídos.
  • Irritación de garganta que no desaparece.
  • Pérdida de peso involuntaria.
  • Sonidos respiratorios anormales.
  • Otros síntomas: cuando el tumor alcanza otras estructuras cercanas a la laringe, puede aparecer disfagia (dificultad para tragar) por afectación de faringe o esófago; tos por alteración traqueal …

Con respecto al diagnóstico del cáncer de laringe podemos decir que las pruebas más habituales que se realizan son:

  • La laringoscopia refleja o indirecta: consiste en visualizar la laringe. En este espejo se reflejan las estructuras de toda la laringe permitiendo que el otorrinolaringólogo pueda visualizar la existencia o ausencia de lesiones a dicho nivel.
  • Endoscopia directa: con ella se puede observar, directamente, la mucosa de la laringe y valorar la existencia o no de lesiones, incluso en aquellas zonas que no se han podido visualizar con laringoscopia indirecta.
  • Biopsia: si el médico observa, durante la realización de la endoscopia, una lesión sospechosa, procederá a extraer una pequeña muestra de tejido de la zona sospechosa. Esta pequeña cantidad de tejido deberá ser estudiada por un anatomopatólogo para poder emitir un diagnóstico de certeza, bien de la existencia de un cáncer como de otra lesión.
  • Citología por punción de un ganglio: en ocasiones, la primera manifestación de la enfermedad es el crecimiento de un ganglio en la región del cuello. Cuando esto ocurre, independientemente de la realización de una endoscopia, es frecuente que se realice una punción.
  • TAC de cuello.
  • Gammagrafía.

Las formas más comunes de cáncer de laringe reciben nombres que dependen del tipo de célula del que se derivan.  La mucosa de la laringe está formada por células planas llamadas escamosas, por lo que el tumor derivado de ellas se denominará carcinoma escamoso o epidermoide (estas células recuerdan a las de la piel o epidermis). Es el tipo de cáncer más frecuente en esta localización.

Pero, por otra parte, los cánceres de laringe se clasifican según la zona del órgano en la que se originen. Por esto, se habla de cáncer supraglótico, glótico o subglótico según donde esté localizado.

Los estadios en los que podemos encontrar un cáncer de laringe son los siguientes:

  • Estadio 0 ó carcinoma in situ: es la fase más temprana del cáncer de laringe. Las células tumorales se encuentran situadas en la parte más superficial de la mucosa y en ningún caso la traspasa. No afecta a ganglios linfáticos.
  • Estadio I: el tumor afecta a la mucosa, pero sólo se encuentra en una de las regiones de la laringe, no extendiéndose a ninguna otra de las partes de dicho órgano. En esta etapa el cáncer no afecta a los ganglios linfáticos ni a ningún otro órgano.
  • Estadio II: el tumor afecta a varias de las zonas de la laringe (supraglotis y cuerda vocal, o glotis y subglotis). En esta etapa el cáncer no afecta a los ganglios linfáticos ni a ningún otro órgano.
  • Estadio III: el cáncer está limitado a la laringe con cuerdas vocales fijas (no invade órganos cercanos), aunque puede haber afectado a un ganglio linfático de la zona de origen inicial.
  • Estadio IV: el cáncer se ha extendido, afectando al cartílago tiroides o estructuras cercanas (boca o tejidos del cuello); o bien tiene infiltración por vía linfática de forma importante; o presenta diseminación a distancia (afecta a pulmón, hígado, huesos o a ganglios linfáticos alejados de la zona del tumor).

El grado celular es importante a la hora de decidir un tratamiento.

Una vez que se ha confirmado el diagnóstico de cáncer de laringe y se han realizado las pruebas necesarias para conocer en qué fase está la enfermedad, se debe determinar cuál es el tratamiento más apropiado. El especialista le recomendará y explicará las posibilidades de tratamiento más adecuadas en su caso, para que una vez que haya recibido la suficiente información pueda, junto con su médico tomar una decisión.

Los tratamientos más frecuentemente empleados en el cáncer de laringe son, fundamentalmente, la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia.

Conclusiones:

El cáncer de laringe es un tipo de cáncer del que poco se sabe pero no por ello es menos importante. Desde el punto de vista de la Enfermería podemos trabajar con la población realizando una promoción de la salud a través de programas de educación para la salud acerca de la deshabituación del hábito tabáquico, del abuso del alcohol así como de las dietas inadecuadas. Además de poder trabajar con personas que padezcan este tipo de cáncer mediante un trabajo multidisciplinar para poder ayudar a la persona a ganar en calidad de vida.

Bibliografía:

  • Lefebvre, J.L. (2006). Cáncer de laringe. ElServier, 35(1), pp.1-19.
  • Nazar, G & Cabezas, L. (2003). Cáncer deLaringe. Clínica las Condes, 14 (2), pp.1-12.
  • Hernández, O., Castillo, E., Rodriguez, I., Albert, J.A. & Fernández, R. (diciembre 2014). Factores de riesgo del cáncer laríngeo. Rev Ciencias Médicas, 18 (6), pp.983-996.
  • Gil, M. (2014). Plan de cuidados de un paciente con cáncer de laringe en situación terminal. Reduca, 6 (2), pp.159-216.