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Shock anafiláctico y actuación enfermera

Shock anafiláctico y actuación enfermera

Resumen

El shock es una situación que requiere atención urgente puesto que de no ser así va desencadenando una serie de complicaciones llegando hasta la muerte de la persona. Se pueden diferenciar hasta cuatro tipos de shock. Los objetivos planteados en este artículo han sido conocer en qué consiste el shock anafiláctico con sus respectivos signos y síntomas y averiguar cuál debe ser la actuación enfermera ante un shock anafiláctico. Para ello, se ha realizado una búsqueda bibliográfica de los últimos nueve años incluyendo artículos en castellano.

Autores

María del Rocío Rubio Gómez. Graduada en Enfermería.

Alexa Rojas Álvarez. Graduada en Enfermería.

Belén María Rufián Martínez. Graduada en Enfermería.

Palabras clave: Shock, anafiláctico, signos, síntomas, actuación enfermera.

Introducción

El shock es una situación potencialmente mortal, consecuencia de una hipotensión arterial importante causada por una disminución del volumen de sangre circulante, un inadecuado bombeo del corazón o una dilatación excesiva de los vasos sanguíneos. Esta bajada de tensión repercute directamente en la perfusión de los tejidos, pudiendo quedarse las células rápida e irreversiblemente afectadas y llegando el individuo incluso a la muerte.

Se trata de una emergencia sanitaria aunque cabe decir que existe un rango amplio de afectación en la persona según: el tiempo establecido del shock, la afectación de la perfusión o la causa desencadenante.  Hay  numerosos factores que lo pueden desencadenar pero los síntomas y signos son semejantes, y en todos se encontrará una hipotensión arterial mantenida.

El diagnóstico será fácil de realizar si existe una causa desencadenante clara como en casos de deshidratación, hemorragias, infarto de miocardio, neumotórax, sepsis o la exposición a un alérgeno (fármacos, picaduras de insectos…).

Una atención sanitaria oportuna contribuirá a controlar el shock y que no se desarrolle en su modo más intenso.

Se diferencian los siguientes cuatro tipos de shock:

Hipovolémico, debido a una disminución del volumen circulatorio.

Obstructivo, a causa de una compresión del corazón o de vasos importantes.

Cardiogénico, como consecuencia de una insuficiencia cardíaca.

Distributivo, por una pérdida del tono vascular. En este último se encuentran el shock séptico, neurogénico y anafiláctico.

Objetivos

Principal

  • Conocer en qué consiste el shock anafiláctico con sus respectivos signos y síntomas.

Secundario

  • Averiguar cuál debe ser la actuación enfermera ante un shock anafiláctico.

Metodología

Se realizó una revisión bibliográfica en las siguientes bases de datos: Medline, Dialnet, Cochrane, Cuiden, SciELO y Web Of Science. Los términos empleados han sido: shock, anafiláctico, signos, síntomas y actuación enfermera, combinándolos con el operador booleano AND.

Se consultaron un total de 11 artículos en castellano, de los cuáles se seleccionaron seis, comprendidos entre los años 2008- 2017.

Resultados

Shock anafiláctico: signos y síntomas

El shock anafiláctico se trata de una situación producida por una respuesta inmunitaria propia del organismo a causa de una reacción de hipersensibilidad alérgica a un compuesto, ya sea químico o físico. Es un estado que de no ser controlado a tiempo lleva a la persona a la muerte. Investigaciones afirman entre 400- 800 muertes al año a causa de un shock anafiláctico en los Estados Unidos.

En cuanto a los compuestos que logran desencadenar este proceso se pueden citar los antibióticos, contrastes yodados, vacunas, hemoderivados, anestésicos, analgésicos, hierro parenteral, heparina, insulina, venenos de animales y determinados alimentos como el huevo, chocolate…entre otros.

Para que se dé la reacción anafiláctica es necesario que previamente la persona haya estado en contacto con dicho antígeno que le produce la reacción, en esta primera toma de contacto se producen las IgE. Estas IgE se fijan sobre la superficie de los basófilos y mastocitos del tracto gastrointestinal, respiratorio y en la piel. Con una nueva exposición a dicho alérgeno se daría la situación anafiláctica, donde el antígeno (alérgeno) se une a los anticuerpos de la persona que previamente se hallan unido a los basófilos o mastocitos y provoca en el organismo una liberación de mediadores como la histamina, el factor plaquetario, componentes de la coagulación, factores del complemento, metabolitos del ácido araquidónico y productos de la vía de la lipo- oxigenasa. Estos mediadores van a alterar la permeabilidad capilar sistémica y pulmonar y como consecuencia se formará un edema sistémico y pulmonar. También se dará una vasodilatación generalizada, con hipotensión arterial, provocando en casos graves isquemia miocárdica.

El shock anafiláctico se presenta de manera rápida. Los signos y síntomas que se pueden encontrar son varios así como palidez, hipotensión, eritema cutáneo, ronquera, cianosis, hiperhidrosis profusa, edema, taquicardia, urticaria, ansiedad, parestesia en la lengua, dificultad respiratoria, mareos, náuseas, rinorrea, tos, dolor abdominal y en ocasiones diarrea, vómito y convulsiones.

Intervenciones enfermeras ante un shock anafiláctico

Ante una sospecha de shock anafiláctico es necesario tumbar al paciente con la cabeza recta y los pies elevados para favorecer el retorno venoso y seguidamente controlar las frecuencias cardíacas y respiratorias. Se aflojará cualquier tipo de prenda ajustada que lleve y se le tapará con una manta, pues en este estado sentirá frío. No se le dará nada de beber en caso de sed y si vomita se pondrá al paciente en posición de seguridad para evitar la asfixia. La adrenalina se administrará en el momento que aparecen los síntomas de anafilaxia. La dosis indicada en adultos vía intramuscular o subcutánea (hacer leve masaje local para favorecer absorción) es de 0.3 a 0.5 ml en una solución de 1:1000, es decir, 0.3- 0.5 mg de dicha disolución. Y en niños 0.001 mg / kilo de peso, hasta un máximo de 0.3 mg. La dosis podrá repetirse a los 10- 15 minutos según evolución.

Ya que el shock puede derivar en un colapso cardiovascular es importante estar atento y preparado para cualquier signo de deterioro que requiera soporte vital. Por lo tanto, se hará una evaluación inicial intensa en el ABC (vía aérea, ventilación, circulación) y posteriores re- evaluaciones.

También se hará necesaria la canulación de una vía periférica para la administración de suero fisiológico o expansores del plasma. Asimismo, podrán administrarse medicamentos coadyuvantes como antihistamínicos (Polaramine) y corticoides (Solumoderin, hidrocortisona).

Será preciso tener la vía aérea mantenida con oxigenoterapia e intubación y valoración de cricotiroidotomía en caso necesario.

Referencias

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