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Visitas domiciliarias de Enfermería en pacientes de Psiquiatría

Visitas domiciliarias de Enfermería en pacientes de Psiquiatría

RESUMEN: La atención domiciliaria es una intervención asistencial en el domicilio y/o entorno del paciente; y estamos muy familiarizados con ella en el ambiente comunitario de enfermedades físicas; por ello se quiere presentar y dar información acerca de la labor comunitaria a domicilio llevada a cabo por el personal de Enfermería de los equipos de salud mental comunitaria. Evidenciando la eficiencia del servicio por medio de las mediciones de las demandas, intervenciones y apoyos realizados por el equipo de Enfermería.

AUTORES:

Isabel González Alabarce. Diplomada universitaria de Enfermería.

Olga López Morón. Diplomada universitaria de Enfermería.

Francisco Ramón Herrera Sánchez. Diplomado universitario de Enfermería.

PALABRAS CLAVE: visita domiciliaria, salud mental, trastorno mental severo, apoyo clínico.

INTRODUCCIÓN: Entre las atenciones que requieren las personas con trastorno mental (TM) se encuentra la atención domiciliaria (AD). En ocasiones, las personas con trastorno mental requieren atención domiciliaria ya que, pese a ser ambulantes, algunas no tienen  conciencia de enfermedad o no acuden al centro de salud ni toman la medicación, por lo que, si no hay seguimiento o búsqueda activa, personas con enfermedad mental que lo requieran no van a tener acceso a la atención médica  ni a otros servicios. En otros casos, las personas con enfermedad mental requieren para su adecuado tratamiento la intervención en el entorno próximo. Recordando que  la atención domiciliaria forma parte de la cartera de servicios de salud mental.

Se entiende por atención domiciliaria, la intervención asistencial en el domicilio (lugar de residencia) y entorno próximo del individuo.

Dentro de la atención domiciliaria se pueden distinguir dos modalidades de asistencia:

– Visita domiciliaria programada: Dirigida a una atención integral (prevención, tratamiento, educación sanitaria, promoción del autocuidado y rehabilitación) para usuarios en situación de enfermedad o de riesgo socio-sanitario.

– Visita domiciliaria espontánea o a demanda: Con carácter urgente (crisis), abandono del tratamiento, no asistencia a sus citas programadas, etc.

OBJETIVOS

Valorar la eficiencia de la atención domiciliaria en la Unidad de Salud Mental Comunitaria.

– Detección y captación activa de los grupos de riesgo que sean susceptibles de cuidados domiciliarios.

– Prestación de cuidados sanitarios en el domicilio del paciente.

– Ofertar cuidados específicos de salud mental en el ámbito domiciliario, tanto en su vivienda como en su entorno.

– Evitar que el paciente se pierda en la red sanitaria.

– Dar apoyo a los cuidadores formales o informales de los pacientes con trastorno mental.

– Proporcionar información a los familiares o cuidadores de los pacientes con trastorno mental.

METODOLOGÍA:

La valoración de dicha eficiencia, se va a realizar de forma subjetiva mediante la satisfacción de los pacientes atendidos en las visitas domiciliarias; y de forma objetiva con una entrevista al personal fijo de Enfermería que normalmente atiende las demandas telefónicas y urgentes de los pacientes que en estos momentos están siendo visitados por sus respectivos enfermeros referentes.

DESARROLLO:

La Unidad de Salud Mental Comunitaria (USMC) actualmente tiene en su equipo de Enfermería dos enfermeros, una auxiliar de Enfermería y una residente de Enfermería de salud mental. Se realizan las visitas domiciliarias cuatro días a la semana (de lunes a jueves inclusive).

En cada visita se trabajan diferentes aspectos de la enfermedad mental, que los agruparemos según los 11 patrones funcionales de Margori Gordon.

– Patrón 1: Percepción – manejo de la salud: se incluye en él, las prácticas preventivas de todo tipo (hábitos higiénicos, vacunaciones, alergias, etc), la adherencia a tratamientos médicos prescritos y la evitación o control de prácticas sociales perjudiciales para la salud (consumo de drogas, alcohol, tabaco, etc). En concreto, mediante la valoración de este Patrón pretendemos determinar las percepciones sobre salud del individuo, el manejo general de su salud y las prácticas preventivas.

– Patrón 2: Nutricional – metabólico: Mediante la valoración de este Patrón, se pretende determinar las costumbres de consumo de alimentos y líquidos, en relación con las necesidades metabólicas del individuo, y las posibilidades de disponibilidad de aquellos. También se explorará los posibles problemas en su ingesta. Asimismo, se determinará las características de la piel y mucosas, y su estado. Se indagará sobre talla, peso y temperatura.

– Patrón 3: Eliminación: Describe el patrón de la función excretora (intestinal, urinaria y de la piel) y todos los aspectos relacionados con ella: rutinas personales, uso de dispositivos o materiales para su control o producción y características de las excreciones.

– Patrón 4: Actividad – ejercicio: Este patrón describe las capacidades para la movilidad autónoma y la actividad, y para la realización de ejercicios. También describe las costumbres de ocio y recreo. Busca conocer el nivel de autonomía del individuo para las actividades de la vida diaria que requieran algún grado de consumo de energía. Es importante señalar que en este patrón nos podemos encontrar con pacientes en perfectas condiciones físicas para la realización de actividades, pero con limitaciones, en algunos casos muy limitadas, debido a factores puramente mentales como, clinofilia, abulia, anhedonia y otros síntomas negativos que se expresan en muchas de las patologías mentales.

– Patrón 5: Sueño – descanso: Describe los patrones de sueño, descanso y relax a lo largo del día, y los usos y costumbres individuales para conseguirlos. Tiene especial importancia en salud mental el uso de medicación para conciliar el sueño.

– Patrón 6: Cognitivo – perceptual: En él se describe el patrón sensorio-perceptual y cognitivo del individuo. Se observa la adecuación de las funciones visuales, auditivas, gustativas, táctiles y olfativas; comprobando, si fuera el caso, la existencia de prótesis para su corrección. En este patrón también se determina la existencia o no de dolor. Asimismo se comprueban las capacidades cognitivas relativas a la toma de decisiones, la memoria y el lenguaje.

 – Patrón 7: Autopercepción – autoconcepto: Describe el patrón de autoconcepto y las percepciones de uno mismo. Incluye las actitudes del individuo hacia sí mismo, hacia su imagen corporal y su identidad y hacia su sentido general de valía. Observa el patrón de conversación y las manifestaciones del lenguaje no verbal (postural corporal, contactos oculares, etc).

– Patrón 8: Rol – relaciones: Incluye este patrón el papel o rol social, que juega el individuo en el seno familiar, laboral, etc., así como las responsabilidades que tiene que asumir debidas al mismo. Se dará importancia, al valorar este patrón, a la existencia de problemas en las relaciones familiares y/o sociales.

– Patrón 9: Sexualidad – reproducción: Describe los patrones de satisfacción o insatisfacción con la sexualidad, y así mismo, describe el patrón reproductivo y todo lo relacionado con el mismo.

– Patrón 10: Adaptación – tolerancia al estrés: Describe el patrón general de adaptación y efectividad en términos de tolerancia al estrés. Incluye la reserva individual o la capacidad para resistirse a las amenazas para la propia integridad, formas de manejar el estrés, sistemas de apoyo familiares o de otro tipo y capacidad percibida para controlar y manejar las situaciones.

– Patrón 11: Valores – creencias: Describe los patrones de valores, objetivos y creencias (incluidas las espirituales) que guían las decisiones y opciones vitales del individuo. Incluye lo percibido como importante en la vida y la percepción de conflicto en los valores, creencias y expectativas que estén relacionados con la salud.

Se realiza un análisis de la eficiencia de las visitas domiciliarias con los enfermeros habituales de la Unidad de Salud Mental Comunitaria (USMC) en un período de 3 meses.

RESULTADOS: Dada la contratación estable del personal de Enfermería en la Unidad de Salud Mental Comunitaria (USMC), se han visto incrementadas las visitas domiciliarias hasta el 87% del total. El 13% restante que no se realizan es por motivos ajenos al personal o rechazo de la visita por parte del paciente.

Disminuye en un 70% las llamadas al teléfono de apoyo clínico de la Unidad de Salud Mental Comunitaria (USMC) y los profesionales que trabajan en ella verbalizan la mejor eficiencia y cobertura de las visitas domiciliarias en este último periodo.

CONCLUSIONES: Los resultados obtenidos arrojan que aumentando el número de visitas domiciliarias, disminuye considerablemente el número de llamadas telefónicas al teléfono de apoyo clínico de la unidad de salud mental comunitaria. También se puede observar como aumenta la confianza y la accesibilidad de los pacientes cuando se saben atendidos por el mismo profesional de Enfermería que va a visitarlos a sus domicilios.

Por todo ello podemos concluir que la estabilidad laboral del personal de Enfermería en la Unidad de Salud Mental Comunitaria (USMC) beneficia a los usuarios y hace eficiente el trabajo de equipo.

BIBLIOGRAFÍA:

Barbazán Pereira, C.M. y Ándres Senda, J. Apoyo domiciliario y alimentación familiar. Vigo: Ideaspropias; 2012.

Bernarte Benazet, A. y Miret García, M.T. Manual de Enfermería comunitaria. Barcelona: Librosenred; 2005.

González Gromé, E. La atención domiciliaria en los equipos de salud mental comunitaria. Enf Docente. 2005  81:22-25.

Martínez Riera, J.R. y Pino Casado, R. Manual práctico de Enfermería comunitaria. Barcelona: Elsevier; 2014.