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El consumo de proteínas comerciales en el ejercicio

El consumo de proteínas comerciales en el ejercicio

Hoy en día el consumo de proteínas tanto en deportistas y como en no tan deportistas se ha visto incrementado ya que éstas juegan un papel muy importante en el ejercicio puesto que sirven  como reparador muscular tras la realización de ejercicios de alta intensidad. Además se asimilan mejor que cualquier alimento proteico tanto por el organismo como por el propio músculo.

AUTORES.

Nuria Pérez Rodríguez; D.U.E.

Mª del Mar Domínguez Ibáñez; D.U.E.

Sonia Félix Gómez; A.U.X de Enfermería.

PALABRAS CLAVE: Proteínas, deporte, abuso.

INTRODUCCIÓN.

Las proteínas son sustancias orgánicas formadas por moléculas simples llamadas aminoácidos (aa). Hay unos 300 aa en la naturaleza, de los cuales tan sólo 20 se emplean para formar proteínas. Los aa se unen en cadenas de entre 2 y 10 para formar péptidos, éstos se unirán y formarán polipéptidos y finalmente la unión de estos últimos dará lugar a proteínas. Las proteínas están compuestas por hidratos de carbono (C), hidrógeno (H), oxigeno (O) y nitrógeno (N).

Las funciones de las proteínas son:

Función de energía: Aporta 4kcal/gr.

Función transportadora: Participan en el equilibrio acido-base y transportan el O2 en la sangre y en los músculos.

Función inmunitaria: Los anticuerpos son proteínas y se encargan de defender al organismo frente  agentes patógenos.

Función reguladora: Regula diversos procesos hormonales, endocrinos e inmunitarios que tienen lugar en el organismo.

Función estructural o plástica: Forman tejidos; muscular y esquelético. Así mismo permite la contracción muscular mediante la unión de la actina y la miosina.

CONTENIDO.

Las proteínas presentan beneficios en lo que a realización de ejercicios de cierta intensidad se refiere, ya que favorece al mantenimiento de la masa muscular y mejora los tiempos de recuperación del músculo. Así mismo, el consumo de proteínas en el ejercicio aumenta las proteínas musculares durante un tiempo más prolongado, favorece la estimulación de síntesis de proteínas durante el ejercicio y con ello facilita la respuesta del músculo al mismo y mejora el entrenamiento.

Las proteínas comerciales tienen  diferentes formas de presentación; pueden ser comprimidos, polvos para hacer batidos, barras, geles, líquidos en forma de batidos o yogures hiperproteicos. Las proteínas con las que se comercializan suelen ser sustancias naturales que normalmente provienen del suero de la leche, la caseína de la leche, la soja o del huevo. La más utilizada en el mundo del deporte es la proteína Whey. Se trata de una proteína derivada del suero de la leche con muy buena capacidad de absorción.

En su composición estos suplementos alimenticios tienen un alto porcentaje de proteínas, un bajo o nulo porcentaje en grasas y cantidad variable de hidratos de carbono.

Actualmente la recomendación sobre la ingesta de proteínas es variable, pero supone alrededor del 15-20% del valor calórico total (VCT). Las necesidades diarias de proteínas según la FAO/OMS son unos 0.8-1.2 gr/kg de peso/día para los adultos independientemente del peso. Estas recomendaciones se pueden ver incrementadas en algunas situaciones como enfermedad, crecimiento, etc.

Por todos los beneficios que aportan las proteínas al ejercicio y por poderse adquirir de forma fácil y sencilla el consumo de proteínas en sus diferentes formatos comerciales se ha visto incrementado exponencialmente en poco tiempo en el mundo del deporte. Sin embargo, el exceso en el consumo de proteínas tiene consecuencias negativas en el organismo, como:

Cardiovasculares: el aumento en el consumo de proteínas de origen animal (huevo, leche, carne, pescado) va unido al consumo de grasas saturadas que hacen que aumente la obesidad, el colesterol y como consecuencia se obstruyan las arterias, lo que se conoce como arterosclerosis. Dando como resultado daño en los vasos sanguíneos derivando en una HTA y pudiendo llegar al IAM.

Sobrecarga del hígado y sobre todo riñón ya que son los órganos encargados de metabolizar y eliminar los productos de desecho que resultan del metabolismo de las proteínas. Estos son; urea, amoniaco y ácido úrico.

Cansancio, cefaleas, nauseas, debido a la presencia de productos de desecho como el amoniaco.

Descalcificación ósea: el amoniaco como producto de desecho del metabolismo de las proteínas es una sustancia ácida, por tanto tiende a acidificar el Ph de la sangre. El organismo utiliza una sustancia alcalina para compensar y así poder equilibrar dicho Ph. En este caso se trata del el Calcio. El calcio se obtiene tanto de la dieta como del propio hueso dando lugar a la descalcificación del mismo cuyas consecuencias son un aumento de la fragilidad del hueso asociado por tanto a una mayor probabilidad de fracturas.

Las purinas son sustancias que se encuentran en ciertos alimentos (carnes, pescados, mariscos, etc) que al absorberse por el organismo dejan como producto residual el ácido úrico. Las dietas hiperproteicas son ricas en purinas, de manera que se produce un aumento de este producto residual que tiende a cristalizar en las articulaciones produciendo gota o incluso en las vías urinarias dando lugar a cálculos renales.

Insuficiencia renal a medio plazo: el riñón se ve sobrecargado para filtrar las bases nitrogenadas de las proteínas. Por encima de 2 gr/kg de peso/día la proteína es eliminada por el sistema renal siendo complicado para éste la eliminación de todos sus productos de desecho, dando lugar a problemas renales a largo plazo como la Insuficiencia Renal Crónica.

Deshidratación: ya que para eliminar los productos que resultan del metabolismo de las proteínas se necesita más cantidad de agua de la que bebemos normalmente.

Gases.

Acné.

Por ello el consumo de proteínas extra sólo es necesario y recomendable cuando la dieta es insuficiente en proteínas o necesita un aporte difícil de conseguir a través de ella. Sólo aquellos que dediquen 2 horas al día 6 días a la semana de ejercicio intenso deberían añadir proteínas a su dieta.

BIBLIOGRAFÍA.

Manual CTO de Enfermería. 6ª edición. Grupo CTO. CTO editorial.

Pon proteínas en tu mesa. Claves para adelgazar con dietas hiperproteicas saludables. Sofía Pérez, Rocío Mateo, Victoria Marco, Fernando Civera. Prensas de la Universidad de Zaragoza, edición 1. 2015.

Alimentación y deporte. Guía práctica. Marcia Onzari. Editorial El Ateneo. 2010.

Nutrición en el deporte. Un enfoque práctico. Burke. Editorial Panamericana.

Alimentación para la actividad física y el deporte. Marta Onzari. Editorial El Ateneo. 2012.