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Actualización en el tratamiento de la diabetes gestacional

Actualización en el tratamiento de la diabetes gestacional

En lo referente al tratamiento de la DMG los tres pilares esenciales son la dieta, el ejercicio y la insulina. Asesoramiento dietético La dieta es la primera opción y el pilar básico de tratamiento para lograr un adecuado control metabólico. Un asesoramiento dietético apropiado es aquel que garantiza que las pacientes, a través de los regímenes alimentarios, reciben la energía y nutrientes necesarios para mantener la concentración de glucosa en sangre en niveles normales, evitar la acidosis y permitir una ganancia de peso acorde.

  • Inmaculada García Rojas. Matrona. Hospital Materno Infantil de Málaga.
  • María Teresa Aragón Núñez. Matrona. Hospital Materno infantil Málaga.
  • Inmaculada Cubillas Rodríguez. Matrona. Hospital Materno Infantil Málaga.

Introducción

La glucosa es la fuente principal de energía para el crecimiento fetal. Manteniendo las concentraciones de glucosa postprandiales bajas el crecimiento fetal excesivo se limita de forma más eficaz. El consumo de hidratos de carbono afecta especialmente a la concentración postprandial de glucosa en sangre. Por consiguiente, la mayor parte de las recomendaciones dietéticas en este tipo de pacientes, se centrarán en su disminución. Los requerimientos nutricios en las pacientes con DMG se encuentran aumentados. En su manejo, es fundamental conseguir una adecuada ganancia de peso, que se estimará teniendo en cuenta el peso que la mujer tenía antes del embarazo.

Palabras claves

Diabetes gestacional, tratamiento, embarazo

Objetivo

Conocer la evidencia disponible relacionada con el tratamiento de la diabetes gestacional.

Resultados

Las recomendaciones generales se desarrollan a continuación:

  1. Relacionadas con la dieta

Ø Adecuar la dieta al peso de la paciente, a las necesidades de gestación, a sus preferencias y al esquema insulínico (si precisase insulina)

Ø La dieta será normocalórica, excepto en las embarazadas con obesidad importante. En ellas, se podrá indicar una cierta restricción calórica, controlando y evitando en todo momento la aparición de cetonuria.

Ø Fragmentar la cantidad total de alimento en seis tomas al día, de forma que no esté más de 2 o 3 horas en periodo de ayuno por el día y por la noche no más de ocho horas, evitando así que la madre utilice grasas y genere cuerpos cetónicos que pueden pasar al feto

Ø Es imprescindible realizar 6 comidas al día. Las tres principales (desayuno, comida y cena) y otras tres tomas intermedias (almuerzo, merienda y resopón o complemento nocturno).

Reparto de los principios inmediatos

Hidratos de carbono

Representan el 40-50% de la ingesta calórica total. Se aconseja ingerir hidratos de carbono complejos o de absorción lenta tales como patatas, guisantes, legumbres, pasta, arroz y pan por que elevan la glucemia postprandial más lentamente que los hidratos de carbono en forma de azúcares simples o de absorción rápida. Dentro de este último grupo se encuentran los refrescos, azúcar, bollería. El índice glucémico (IG) es “la capacidad que tiene un alimento de aumentar la glucemia, es decir, la rapidez con que un hidrato de carbono se digiere, se absorbe y llega la sangre”. El objetivo de los regímenes alimentarios con índices glucémicos bajos es desacelerar la digestión de los alimentos, permitiendo que el organismo se adapte mejor a la carga de azúcar que se produce tras una comida. A través de su consumo y el fraccionamiento de los mismos durante el día, se evitarán tanto picos altos de glucemia como la posible aparición de una hipoglucemia. Los alimentos con un IG bajo (menor de 55) inducen a un aumento gradual de la glucemia debido a la digestión y absorción lentas. Por otra parte, los alimentos con un IG alto (mayor de 70) producen un ascenso rápido en la concentración sanguínea de glucosa. Ejemplos de alimentos con IG bajo son el pan integral y los alimentos lácteos. Los alimentos con IG alto incluyen las patatas, los alimentos con carbohidratos muy procesados como el pan blanco y algunos cereales para el desayuno.

Grasas o lípidos

Representan el 30-40% de la ingesta calórica total 28. Los ácidos grasos saturados se deben reducir. Éstos predominan en las grasas animales de carnes, embutidos, lácteos enteros, elaborados de pastelería, etc. También se encuentran en algunas grasas vegetales como el coco y la palma. Se deben incluir ácidos grasos poliinsaturados que se encuentran en los aceites de semillas (girasol, soja, maíz), en los frutos secos (nueces) y en el pescado azul (caballa, atún, sardinas, salmón) que asegura un buen aporte de ácidos grasos omega-3. Asimismo, se deben incorporar ácidos grasos monoinsaturados cuya fuente principal es el aceite de oliva. También se encuentran en el aguacate, aceitunas y algunos frutos secos (almendras). Los alimentos se elaborarán a la plancha, horno, al vapor… para no aumentar su aporte calórico.

 Proteínas

Representan entre el 12-20% de la ingesta calórica total 28. Hay que consumir proteínas tanto de origen animal como vegetal. Las fuentes de proteínas animales recomendadas son las carnes magras, como el pollo, el pavo, otros animales con menor contenido en grasa (solomillo, lomo); pescados blancos y azules; huevos, y lácteos semidesnatados o desnatados. Un pequeño porcentaje de las proteínas procederán de alimentos vegetales (cereales y legumbres).

Fibra

El consumo de fibra produce una disminución de la velocidad de absorción de los glúcidos por lo que es conveniente que esté contenida en la alimentación (pulpa y piel de frutas, ensaladas y verduras).

Lácteos

Deben tomarse abundantes lácteos, semidesnatados o desnatados. El calcio es un elemento indispensable en la formación y el mantenimiento de los huesos. Durante la gestación las necesidades del mismo se ven aumentadas.

  1. Relacionados con el ejercicio físico. Este aumenta el consumo de glucosa y mejora la sensibilidad a la insulina. Durante el embarazo, es frecuente que las mujeres reduzcan los niveles de actividad física a causa de un riesgo percibido para la salud materna o fetal y como consecuencia de los síntomas tempranos del embarazo tales como las náuseas y la fatiga. Todo ello predispone al desarrollo de DMG y a la ganancia excesiva de peso durante el embarazo. Se ha demostrado que el ejercicio durante el embarazo es seguro para la madre y el feto, y al mismo tiempo ofrece beneficios fisiológicos, psicológicos y metabólicos que incluyen una reducción del dolor lumbar, de la retención de líquido y del estrés cardiovascular. El Royal College of Obstetricians and Gynaecologists recomienda que todas las pacientes participen en ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento con el objetivo mantener un buen nivel de estado físico, como parte de un estilo de vida sano durante el embarazo.
  2. Recomendaciones relacionadas con la insulina

El tratamiento adicional con insulina será imprescindible cuando a pesar del establecimiento de la dieta y ejercicio no se alcancen los objetivos del control metabólico. La insulina es el fármaco de elección puesto que ha demostrado de forma más consistente la reducción de la morbilidad materno-fetal cuando se añade al tratamiento nutricional. Asimismo, se podrían utilizar los análogos Lispro, Aspart, Determir y Glargina. El tipo de insulina y el horario de las dosis deben individualizarse para disminuir las concentraciones de glucosa en ayuno y postprandial.

Bibliografía

  1. Herring SJ, Oken E. Ganancia de peso durante el embarazo: Su importancia para el estado de salud materno-infantil. Ann Nestlé [Internet. Disponible en: https://www.nestlenutritioninstitute.org/intl/es/resources/library/Free/annales/a68_1/Documents/04%20Ganancia% 20de%20peso%20durante%20el%20embarazo%20Su%20importancia%20para%20el% 20estado%20de%20salud%20materno-%20infantil.pdf
  2. EFE: salud [Internet]. Madrid: Agencia EFE; Cómo controlar la alimentación de la embarazada con diabetes. Disponible en: http://www.efesalud.com/noticias/como-controlar-la-alimentacion-de-la-embarazadacon-diabetes/
  3. Del Olmo García D, Pérez Pelayo M, Alcázar Lázaro V, Martínez de Icaya P. Importancia de la dieta en situaciones intercurrentes. En: Bellido Guerrero D, De Luis Román DA. Manual de nutrición y metabolismo. 1ª ed. Madrid: Díaz de Santos; 2006. P 120-129.