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Intervenciones enfermeras en la incontinencia urinaria femenina: Revisión bibliográfica

Intervenciones enfermeras en la incontinencia urinaria femenina: Revisión bibliográfica

Resumen

La ICS (International Continence Society) determinó una prevalencia de incontinencia urinaria de entre 30-60% en mujeres de mediana edad y edad avanzada(1), y se estima que alrededor de 200 millones de mujeres en todo el mundo la padecen en alguna de sus formas(2). Una cifra muy elevada de la población total femenina.

Autores:

– Tanagra Carcela Salvador. Diplomada en enfermería.

– Ángeles Gutiérrez Macías. Diplomada en enfermería.

Centro de trabajo: Servicio Andaluz de Salud.

Objetivo: identificar las intervenciones enfermeras de evidencia actuales en el ámbito de actuación de la incontinencia urinaria.

Metodología: Se realizó una revisión bibliográfica sobre las intervenciones enfermeras en la incontinencia urinaria, utilizando en su búsqueda bases de datos, tales como: Cochrane, Medline, Scielo y Cuiden. Para ello utilizamos como descriptores: Incontinencia urinaria, intervenciones y enfermería, cuidados. La búsqueda se llevó a cabo desde Noviembre de 2017 a Enero de 2018.

Resultados: De las intervenciones enfermeras encontradas, las que mayor evidencia tenían en la actuación para mejorar la incontinencia urinaria fueron; Ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico con una eficacia del 56 al 75%, la reeducación vesical por los pocos efectos secundarios que conllevan, la utilización de conos vaginales y bolas chinas dado la sencillez de su realización y, por último, el biofeedback como método para asegurarse de que los ejercicios se están desarrollando con eficiciencia.

Conclusiones: La función de enfermería en la prevención, valoración, tratamiento y seguimiento de las mujeres con incontinencia urinaria es básica. La educación para la salud es el primer paso para prevenir la incontinencia urinaria.

Introducción

La North American Nursing Diagnosis Association (NANDA) (2012-2014) selecciona las incontinencias con cinco etiquetas diagnósticas que son: Incontinencia urinaria de urgencia, por rebosamiento, de esfuerzo, funcional y refleja.9 Si nos centramos en la sintomatología, las clases más habituales de IU en la mujer son: IU de esfuerzo o estrés, IU de urgencia e IU mixta. Añadimos, aunque no está recogida en la clasificación o en la taxonomía NANDA, la incontinencia mixta que está definida como la molestia derivada de la pérdida involuntaria de orina asociada a urgencia y a esfuerzo.

La ICS (International Continence Society) determinó una prevalencia de incontinencia urinaria de entre 30-60% en mujeres de mediana edad y edad avanzada(1), y se estima que alrededor de 200 millones de mujeres en todo el mundo la padecen en alguna de sus formas(2). Una cifra muy elevada de la población total femenina. A pesar de no tratarse de una enfermedad grave en sí misma, es ya un hecho evidente que esta situación afecta negativamente al bienestar físico, psicosocial, laboral y sexual, provocando una disminución considerable de la calidad de vida de las mujeres, desembocando en conflictos sociales y sanitarios más graves como son los problemas emocionales y el aislamiento social.

A pesar de todo, la incontinencia urinaria es un problema clínico infradiagnosticado; ya sea por vergüenza, por desconocimiento de las alternativas que existen para tratarla, por miedo a la cirugía, por considerarlo un problema normal de la edad o por la escasa sensibilización de los profesionales sanitarios respecto al problema. Se estima que menos de la mitad de la población que sufre pérdida de orina busca ayuda profesional, y algunos estudios refieren que en caso de detección de incontinencia urinaria, hasta el 70% de los sanitarios no lleva a cabo ningún tratamiento ni prueba diagnóstica(3) para determinar el tipo de incontinencia, la gravedad y las posibles medidas terapéuticas.

Objetivo

Identificar las intervenciones enfermeras de evidencia actuales en el ámbito de actuación de la incontinencia urinaria.

Material y Métodos

Se realizó una revisión bibliográfica sobre las intervenciones enfermeras en la incontinencia urinaria, utilizando en su búsqueda bases de datos, tales como: Cochrane, Medline, Scielo y Cuiden. Para ello utilizamos como descriptores: Incontinencia urinaria, intervenciones y enfermería, cuidados. La búsqueda se llevó a cabo desde Noviembre de 2017 a Enero de 2018. Se encontraron un total de 30 artículos, de los cuales se seleccionaron teniendo en cuenta como método de inclusión; la  pertinencia al tema propuesto en base al objetivo, el idioma español o inglés  y que la fecha de publicación de los artículos no superase a los últimos 5 años. En base a ello, se seleccionaron un total de 10 artículos que cumplieron con los criterios de inclusión expuestos.

Resultados

– Ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico: Ejercicios de Kegel: Los ejercicios de fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico fueron desarrollados por Arnold Kegel en 1948 (4) y deben ofrecerse como tratamiento de primera línea en la IUE, IUU e IUM. Es muy importante que las pacientes conozcan estos ejercicios, ya que son sencillos, baratos, y nada invasivos, y se ha demostrado su eficacia en diversos estudios con porcentajes de éxito del 56-75%(5,6). Únicamente requieren una correcta educación e información para que se realicen de forma adecuada y sean realmente efectivos.

Es básica la función de la enfermera de educar a la paciente sobre la importancia de esta técnica y sobre cómo realizarlos correctamente. Hay que explicar a la paciente los beneficios de los ejercicios de Kegel, que ayudan a prevenir y disminuir la incontinencia, y además evitan el prolapso de órganos pélvicos y facilitan el trabajo de parto, permitiendo que el suelo pélvico se encuentre en estado óptimo después del embarazo y el parto(7) .  Se ayudará a la mujer a identificar los músculos del suelo pélvico antes mencionados y especialmente el músculo pubococcígeo -que es el principal músculo de la pelvis. Para ello, se le enseñará a la mujer como puede identificar dicho músculo(4,8). El ejercicio consistirá en alternar una serie de contracciones lentas, rápidas y contra resistencia. Una vez conseguido que la paciente realice correctamente los ejercicios, será tan importante como esto conseguir el mantenimiento del entrenamiento.

– Reeducación vesical: Consiste en modificar la conducta vesical de las mujeres para que recuperen o mantengan el control voluntario de la micción, aumentando el tiempo entre micción y micción, el volumen de orina que soporta la vejiga y evitando la sensación de urgencia cuando la vejiga se contrae innecesariamente. Este proceso lleva bastante tiempo, como todo aquel en el que hay que modificar conductas, de ahí la función motivadora de la enfermera. Debe ser un tratamiento de primera línea en la IUU, porque tiene importantes beneficios y no produce efectos secundarios. En la IUE y la IUM, se puede utilizar en combinación con los ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico. Algunas pautas que la enfermera puede dar a las pacientes para la reeducación vesical son(4,9,10)  :

  • Vaciamiento programado: se aumenta progresivamente el tiempo entre micción y micción, aunque alguna de las veces no sienta ganas de ir al baño. Puede comenzar con 1h. e ir prolongando 15-30 minutos la siguiente micción; hasta alcanzar un tiempo de 2-3h. Así, se educa a la vejiga para que aguante un tiempo normal y soporte una cantidad de orina adecuada. Evitar ir al baño por si acaso cuando realmente no se necesita o cuando ha ido hace poco rato. Esto altera los hábitos de la vejiga.  Rellenar el diario miccional.
  • Hacer presión en la región perineal cuando aparecen las ganas de orinar, por ejemplo cruzando las piernas, contraer los músculos del suelo pélvico, inclinarse hacia delante, etc. No hay que correr al baño porque el movimiento brusco va a provocar la salida de la orina. ü Vaciar la vejiga por completo cada vez que se va al baño.

– Conos vaginales y bolas chinas: Otra opción que hay que ofrecer como parte de la fisioterapia de los músculos del suelo pélvico son los conos vaginales y las bolas chinas. Son 2 métodos muy sencillos y prácticos ya que permiten a las mujeres ejercitar el suelo pélvico en su propia casa, una vez que tienen controlados los ejercicios de Kegel. Los conos vaginales con conos de 5cm. de largo y 2cm. de diámetro, pero con distintos pesos (5-70gr.), que las mujeres deben introducirse en la vagina como un tampón, y cuentan con un hilo en su parte más distal para extraerlas. Así, los conos tenderán a caerse por gravedad, por lo que las pacientes deberán contraer los músculos del suelo pélvico para que no se salgan. Se recomienda empezar con los conos de menor peso e ir aumentándolo progresivamente.

Se debe aconsejar a las mujeres que los utilicen durante 15 minutos, 2 veces al día en deambulación, y a ser posible durante las actividades cotidianas, incorporándolos en situaciones de esfuerzo y posiciones varias, pero nunca sentadas. Debe ofrecerse esta opción en la IUE, IUM y en la rehabilitación del suelo pélvico postparto, en aquellas mujeres preparadas para utilizarlos, pero también son complementarios a los ejercicios de Kegel.

Las bolas chinas consisten en 2 bolas unidas entre sí por un cordel, con una bolita más pequeña en su interior. Se introducen ambas en la cavidad vaginal y se utilizan siempre al caminar, ya que la vibración que hace la bolita de su interior con el movimiento estimula los músculos de la pared vaginal y aumenta el riego sanguíneo de la zona. Es suficiente con 10 minutos de uso. La diferencia con los conos vaginales es que las bolas chinas producen una contracción involuntaria por la vibración de la bola que tienen en el interior, mientras que los conos estimulan la contracción voluntaria de los músculos para evitar que se salgan

Existe un dispositivo nuevo para ejercitar los músculos del suelo pélvico, que es el Epino. Se utiliza sobre todo en la preparación al parto y en el postparto para fortalecer el suelo pélvico y además ayuda en el momento del parto en la salida del feto por el canal vaginal. Consiste en un balón de silicona con una pera para inflarlo y un manómetro que mide la presión y hace la función de biofeedback para comprobar si se está haciendo bien el ejercicio. Se introducen tres cuartos del balón lubricado en la vagina y se contraen y relajan los músculos con el balón dentro durante 10 segundos. Este ejercicio se repite al menos 10 minutos. Después, se puede hinchar el balón lo que soporte cada mujer por un período de 10 minutos. Finalmente, se relajan los músculos y se va dejando salir el balón de la vagina(11).

– Biofeedback

Con este método nos aseguramos de que los ejercicios se están haciendo bien, ya que permite monitorizar su función. Consta de un equipo que detecta la señal fisiológica que emite la mujer durante el ejercicio, la amplifica, la procesa y la convierte en una señal que se transmite a la paciente, permitiéndola utilizar los músculos correctos. Se puede utilizar un perineómetro, que mediante un manómetro mide la presión intravesical mientras se hacen los ejercicios o la electromiografía-biofeedback, en el cual a través de electrodos de superficie (vaginales o anales) registran la presión de dichos músculos.

Conclusiones.

Es un problema clínico muchas veces oculto, ya que muy poco porcentaje de pacientes buscan ayuda o consultan a los profesionales y el abordaje es escaso.  El tratamiento conservador tiene buenas tasas de éxito demostrado en la prevención, mejoría e incluso la curación de la incontinencia urinaria.  La función de enfermería en la prevención, valoración, tratamiento y seguimiento de las mujeres con incontinencia urinaria es básica. La educación para la salud es el primer paso para prevenir la incontinencia urinaria.

Bibliografía.

  1. Aboitiz Cantalapiedra J, García Carrasco D. Efectividad del entrenamiento de los músculos del suelo pélvico en la incontinencia urinaria: revisión sistemática. Elsevier España S.L. 2012 Febrero; 34(2).
  2. Aguilera U, Fajardo V, Martínez-Gómez M, Quintana E, Rodríguez-Antolín J. Fisiopatología de la incontinencia urinaria femenina. Salud en Tabasco. 2009 Enero-abril; 15(1).
  3. Mañá González M, Mesas Sáez A. Incontinencia urinaria en la mujer: plan de cuidados de enfermería. Enfermería clínica. 2002 Enero; 12(5).
  4. Carballo Moreno N, García Martín AI, González Lluva C, Medina Varela M, Morales de los Ríos Luna P, del Olmo Cañas P. Reeducación del suelo pélvico. ENFURO. 2005 Abril/Mayo/Junio;(94).
  5. Driusso P, Nascimento-Correia G, Santos-Pereira V, Tahara N. Efectos del fortalecimiento del suelo pélvico en la calidad de vida de un grupo de mujeres con incontinencia urinaria: estudio aleatorizado controlado. Actas Urológicas Españolas. 2012; 36(4).
  6. Aboitiz Cantalapiedra J, García Carrasco D. Efectividad del entrenamiento de los músculos del suelo pélvico en la incontinencia urinaria: revisión sistemática. Elsevier España S.L. 2012 Febrero; 34(2).
  7. Crianza Natural. [Online]. [cited 2017 Diciembre 9. Available from: http://www.crianzanatural.com/art/art32.html.
  8. Baena Parejo MI, Fernández Oropesa C, Iglesias Regidor J, Izquierdo Carrasco JM, Lara Villegas A, Martín Leal MJ, et al. Guía de atención enfermera a pacientes con incontinencia urinaria. Segunda ed. ASANEC. Granada; 2004.
  9. Abrams P, Adersson KE, Artibani W, Chapple CR, Drake MJ, Hampel C, et al. European Association of Urology. [Online].; 2010 [cited 2017 Noviembre 17. Available from: http://www.aeu.es/UserFiles/IncontinenciaUrinaria.pdf.
  10. Uroginecología AId. IUGA (International Urogynecological Association). [Online].; 2017 [cited 2017 Noviembrel 10. Available from: http://c.ymcdn.com/sites/www.iuga.org/resource/resmgr/brochures/spa_btraining.pdf.
  11. Promaternity. [Online]. [cited 2017 Diciembre 13. Available from: http://www.promaternity.com/pdf_downloads/ManualDP.pdf.