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Restauración del suelo pélvico post-parto

Restauración del suelo pélvico post-parto

Resumen

Durante el proceso de embarazo y parto la mujer experimenta una serie de cambios y modificaciones anatómicas y fisiológicas, entre las cuales se ve afectado el suelo pélvico. Es importante conocer estos cambios y tomar conciencia de que han de ser algo transitorio ligado a una etapa concreta en la vida de la mujer. El personal de enfermería puede y debe jugar un papel importante en la restauración del suelo pélvico post-parto siendo una fuente de información y apoyo a la mujer en este proceso.

Camacho Garzón, Ana María; Toda Nolla, Idoia; Arán Martín, Mª Amelia; Cendegui Jaques, Ainhoa; Puigdevall Ramo, Mª Teresa; Aguilera Pozo, Mª Carmen; Segurado Mallafré, Mª Angels.

Palabras clave

Suelo pélvico, embarazo, restauración, cambios, modificaciones, fortalecer, gestación.

Introducción

En el embarazo se producen numerosos cambios fisiológicos en el organismo de la mujer y en este proceso la mayoría de los órganos se adaptan a la nueva situación, incluido el suelo pélvico. Es frecuente que tras la gestación y el parto la mujer acepte el debilitamiento del suelo pélvico y lo normalice como un cambio permanente en su organismo. Más aún si lo acompañamos de otros problemas como sobrepeso, estreñimiento o la edad (progresivamente las mujeres tienden a retrasar la edad en la que tienen a su primer hijo) que a menudo van ligados también con el embarazo y postparto inmediato.

Es de vital importancia que la mujer tome conciencia de que estos cambios han de ser solo una situación transitoria ante la cual se pueden tomar una serie de medidas para que el suelo pélvico vuelva a fortalecerse y recuperar su tono inicial. No se debe normalizar el hecho de que al reír, estornudar o ante mínimos esfuerzos se sufran escapes de orina, esto no es algo normal relacionado con el embarazo y el parto, sino un signo de que el suelo pélvico está debilitado y ha de servir de alarma para buscar las herramientas que sean necesarias para fortalecerlo.

El personal de enfermería, como importante agente promotor de la salud, ha de conocer esta situación, identificarla y ofrecer un apoyo emocional e informativo a la mujer para que pueda hacer frente a dicha situación.

Objetivo

Informar a la gestante de los cambios y modificaciones en el suelo pélvico ligadas al embarazo y parto, así como dar a conocer distintos ejercicios y técnicas para llevar a cabo su mantenimiento y restauración.

Metodología

Estudio descriptivo basado en una revisión bibliográfica consultando distintas bases de datos como PubMed, Cochrane y Cuiden, así como la revisión de manuales de obstetricia y ginecología.

La búsqueda se ha contextualizado en la identificación de los cambios que se producen en el suelo pélvico durante el proceso de gestación y parto y en los diferentes métodos para restaurar y mantener dicha musculatura.

Marco teórico

Suelo pélvico

Se conoce como suelo pélvico al conjunto de músculos, estructuras conectivas y ligamentos que se fijan a la pelvis ósea cerrándola por su parte inferior. Actúa como una hamaca que da soporte y suspensión a los órganos abdominopélvicos. Estos órganos están divididos en tres compartimentos.

El compartimento anterior está formado por la vejiga y la uretra, el medio por el útero y la vagina y el posterior por el recto y el conducto anal. Todas estas estructuras se encuentran fuertemente relacionadas entre sí a través del tejido conectivo.

Funciones

Las principales funciones del suelo pélvico son:

  • Mantener todos los órganos pélvicos citados con anterioridad (incluido al bebé en el proceso de gestación) en la posición adecuada.
  • Hace la función de cierra para evitar escapes de orina, gases y heces.
  • Además realiza funciones complementarias en el embarazo y parto, sexuales y digestivas.

Modificaciones en el embarazo y parto

Durante el embarazo se producen numerosas transformaciones en la mujer, tanto a nivel físico como emocional. Algunas de ellas son más visibles que otras, y las del suelo pélvico suelen ser de las menos perceptibles. Por ello se ha de prestar especial atención, añadiendo el hecho de que con una adecuada actuación se pueden evitar o corregir los problemas que causa el debilitamiento del suelo pélvico.

A lo largo del embarazo los músculos del suelo pélvico se ven sometidos de manera constante (no es algo puntual como al realizar un esfuerzo) a una presión superior a la habitual. Debido al considerable aumento de volumen (el útero aumenta en 24 veces su volumen) y a las hormonas que se segregan durante la gestación (relaxina y progesterona) los ligamentos de la región perineal y abdominal se relajan excesivamente. En consecuencia el abdomen se distiende, disminuyendo así el tono de la musculatura de esta zona. Además el feto empuja hacia abajo a la vejiga, la uretra y los músculos de la pelvis. Por todo ello el periné corre el riesgo de debilitarse.

Por añadidura, existen otros factores que afectan también a las presiones del suelo pélvico y que son bastante frecuentes en las mujeres embarazadas:

  • Estreñimiento: El tránsito intestinal en todas las embarazadas está disminuido. Esta problemática está directamente relacionada con el prolapso de órganos pélvicos. Por este motivo se han de extremar las medidas higiénico-dietéticas.
  • Sobrepeso: Según la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia, el aumento de peso normal en la embarazada debe ser en torno a los 11-12 Kg. Sin embargo, si al comienzo del embarazo existe ya sobrepeso, dicho aumento debería disminuir a 7 Kg aproximadamente. El exceso de ganancia de peso está relacionado con una mayor probabilidad de desarrollar incontinencia urinaria y fecal.
  • Edad: Es una realidad que las mujeres españolas tienden progresivamente a tener su primer hijo acercándose a los 40 años. A mayor edad, más posibilidades de desarrollar patología del suelo pélvico.