Bioetica. Dignidad humana y derechos del adulto mayor
Autor: Vicenta Emilia Fernández | Publicado:  22/05/2008 | Geriatria y Gerontologia , Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria | |
Bioetica. Dignidad humana y derechos del adulto mayor.2

Dignidad humana y sus implicaciones éticas en el adulto mayor.

 

Cada día, los adultos mayores toman conciencia de sus derechos, y solicitan a las instituciones y a las distintas actividades sociales que se le respete. El personal de salud, entre los que se encuentran las enfermeras, debe contar con la opinión de los enfermos al momento de optar por tratamientos. Este personal a de tratar al paciente con el respeto que como persona merece, para lo cual debe establecer un dialogo con él, sobre lo que este necesita. (11)

 

La declaración universal de derechos humanos (D.D.H.H,, 1948) cita: “la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad…”, luego en su artículo menciona que: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”. Así mismo, sus artículos 22 y 23 disponen el derecho de toda persona a obtener del estado, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad, y a recibir una remuneración equitativamente y satisfactoria que le asegure a él y a su familia una existencia conforme a la dignidad humana. (12)

 

El valor intrínseco, de cada uno de los seres humanos, debe ser reconocido independientemente de su condición social, sexo, raza, edad, creencias religiosas y políticas. El respeto a la vida humana, en cualquiera de sus etapas, desde la vida intrauterina hasta la terminal, esta revestida de dignidad y en consecuencia de inviolabilidad, por muchos países y religiones; pero para otros, que aprueban el aborto, la pena de muerte y la eutanasia lo digno es intervenir la vida. Esto demuestra que el concepto de dignidad es simultáneamente fuerte y débil y a veces contradictorio. (13)

 

Valores y principios bioéticos derivados de la dignidad humana

 

Desde la perspectiva ética, un objeto tiene valor, en la medida en que sirve mejor para la supervivencia y mejora del ser humano, ayudándole a conseguir la armonía y la independencia que necesita y a las que aspira. (14) Es por tanto, esencial que los valores que se elijan y que se persigan en la propia vida se correspondan con la realidad del hombre, es decir, sean verdaderos. Porque solo los valores verdaderos pueden conducir a las personas a un desarrollo pleno de sus capacidades naturales. Puede afirmarse que, en el terreno moral, un valor será verdadero en función de su capacidad para hacer más humano al hombre. (15)

 

Si se elige como valor rector la generosidad, concreta en el esfuerzo por trabajar con profesionalidad, con espíritu de servicio, y en la dedicación de tiempo a causas altruistas y solidarias, entonces se favorecerá, la apertura del propio yo a los demás, privando la dimensión social del ser humano y estimulando el crecimiento personal.  Los valores se fundamentan en la dignidad incondicionada de todo ser humano. Una dignidad que como puede deducirse de su propia génesis, no admite ser relativizada, no puede depender de ninguna circunstancia (sexo, edad, salud, calidad de vida y demás cualidades). (16)

 

¿Qué es un principio? En sentido ético o moral,  llamamos principio a aquel juicio práctico que deriva inmediatamente de la aceptación de tu valor. Del valor más básico (el valor de toda vida humana, de todo ser humano, es decir, su dignidad humana), se deriva el principio primero y fundamental en el que se basan todos los demás: la actitud de respeto que merece por el mero hecho de pertenecer a la especie humana, es decir, por su dignidad humana como valor fundamental. (17)

 

Principios bioéticos en el adulto mayor.

Principios de totalidad y de integridad.

 

El adulto mayor es una persona humana y su salud siempre está referida a la unidad sustantiva del ser humano, ubicado en un tiempo y en un espacio determinado, lo que quiere decir con una historia personal que debemos reconocer y respetar. Por lo tanto, el principio de totalidad fisiológico es igual al principio de unidad psico-biológica, del cual habla la ecología humana. (18)

 

Principios de beneficencia

 

El punto de partida de este principio es la “compasión” que un ser humano debe tener por otro de su especie. Tener compasión significa compartir tanto conceptual como sentimentalmente la vivencia de las respuestas ante los estados de salud o enfermedad del adulto mayor. Significa sentir con el otro su sentimiento, asumir sus padecimientos, apropiarse de sus experiencias vitales implicadas en su necesidad de sanación. En otras palabras, buscar el máximo de afinidad y de cercanía con el adulto mayor como personas que libremente interactúa con fines benéficos, pero evitando mutuas transferencias psicológicas que hagan perder la libertad de ambos. (19)

 

Principio de no maleficencia

 

Por ningún motivo se puede hacer un mal para obtener un bien, porque el fin no justifica los medios. Tanto el profesional de la salud como su paciente deben interactuar moralmente, evitar cualquier riesgo de daño y por lo tanto, compete asegurar un método científico que con todo rigor, tanto en la investigación básica, en la diagnostica como en la terapia, elimina riesgos para ambos y para el entorno. Al paciente cabe la responsabilidad de cooperar activamente para que las opciones terapéuticas tomadas sean exitosas, que no se malogre el tratamiento por acción u omisión, y estar muy alerta y comunicativo con el profesional   tratante para que se corrijan a tiempo las posibles equivocaciones. (19)

 

Principio de autonomía

 

Tratándose de seres humano, que son relacionalmente autónomos, jamás se puede perder la libertad para tomar decisiones tanto al inicio como al final o durante el proceso de una investigación científico-clínica dirigida a una terapia o a desarrollar conocimiento científico para el futuro. El paciente tiene todo el derecho, lo mismo que todas las personas que intervienen en el proceso de una investigación científica, a recibir plena información para que su adhesión corresponda a una conciencia informada que lleve a una colaboración autoconsciente y libre. La autonomía no es solamente propia del paciente, sino también de todas las personas e instituciones que intervienen en el progreso. Porque toda autonomía es relacional y no absoluta. (19)

 

Justicia distributiva

 

El estado y la sociedad en conjunto con su familia deben proveer o facilitar un acceso igualitario a los servicios de salud, en busca de calidad de vida en el adulto mayor, sin discriminación, al momento de garantizar la salud entre los diferentes grupos de población. La ancianidad es una etapa vulnerable, lo cual requiere respeto en su autocontrol, dignidad, moralidad, autoestima, defendiendo sus derechos consagrados en la constitución  de la República Bolivariana De Venezuela y en la Ley Orgánica de los Derechos Humanos de las personas mayores. (19)

 

Reflexiones bioéticas en la dignidad humana y derechos del adulto mayor.

 

La concepción del adulto mayor como ser holístico debe ir orientada hacia el respeto de su individualidad, considerándolo como un ser con derechos y obligaciones que posee características que determinen su autonomía, libertad, tolerancia, integridad, que deben ser considerados por el personal de salud, entre los que se encuentra el profesional de la Enfermería. En la cotidianidad, algunas enfermeras(os) tienden a descuidar al adulto mayor enfermo,  por las ocupaciones diarias, por el tecnicismo y no poder dedicar tiempo a tratar a cada persona individualmente.

 

La palabra dignidad significa "calidad de digno", merecedor de algo, excelencia, el hombre desde el momento de la concepción tiene derecho a ser respetado, bien tratado, recibir protección entre otros. En el caso del adulto mayor, se hace necesario que el equipo de salud asuma una actitud madura, manifestada a través de la compasión por el deterioro fisiológico que le acompaña con frecuencia enfermedades, afecciones multisistémicas, de alteraciones psicológicas, sociales y discapacidades, además, del sufrimiento por las perdidas pasadas por lo cual se siente débil y vulnerable.

 

La dignidad, propia, del hombre es un valor singular que fácilmente puede reconocerse. Lo podemos descubrir en nosotros o podemos verlo en los demás, pero ni podemos otorgarlo y no está en nuestras manos reiterárselo a alguien. Es algo que viene dado del interior del ser humano, nuestra voluntad reclama de nosotros una actitud proporcionada, adecuada; reconocerlo y aceptarlo como un valor supremo.

 

El equipo de salud movido por los principios de beneficencias y no maleficencia y casi siempre desde una posición paternalistas o contractual, rara vez aunque se lo propongan conseguirán realizar una dialógica con el adulto mayor. Es necesario estar en concordancia con la tecnología, con la ciencia pero sin perder la perspectiva de la otra persona, del sujeto, es decir, la espiritualidad, la benevolencia, respeto y la justicia. La ciencia aplicada a beneficio del adulto mayor. El equipo transdisciplinario de salud participa en asuntos éticos y representan un papel preponderante en la solución de los dilemas éticos, es por ello, que se hace imperativo para encontrar medios para evitar el conflicto entre la aplicación de la ciencia a través del uso correcto de la tecnología y el propósito colectivo de humanizar y resaltar el cuidado de enfermería como un arte.

 

Los principios éticos de autonomía, beneficencia, justicia guían el equipo de salud en el ejercicio profesional, por lo tanto, la ética forma parte de nosotros, es nuestra esencia personal. El adulto mayor debe disfrutar de los derechos humanos y libertades fundamentales cuando residan en hogares, instituciones, donde se les brinde cuidados o tratamientos, con pleno respeto de su dignidad, creencias, necesidades e intimidades, así como su derecho a adoptar decisiones sobre su cuidado y sobre su calidad de vida. El adulto mayor debe vivir con dignidad y seguridad y verse libre de explotaciones y malos tratos físicos y mentales según las leyes del estado venezolano.

 

Referencias bibliográficas

 

1.     León, Francisco. Dignidad Humana, Libertad y Bioética. Cuadernos de Bioética. Nº 124. Santiago de Compostela. España. Pong. 5 - 22. 1992.

2.     Reich Wt. Contemporany Ethics of Care. Enciclopedia de Bioethics, 2da Ed, Vol I. New Cork, Simon de Shuster / Mac Millan. Pag. 8-13. 1996.

3.     Brunner & Guddarth. Enfermería médico quirúrgica. Vol I. 10 Edición. Editorial McGraw – Hill Mexico. Pág 32. 2005.

4.     Guy Durand. La bioética. Desclei de Brouwer. Bilbao. Pag 29 -34. 1992

5.     Palazzani, L. Bioética de principi e bioética delle virtu: el cliballito a ttuale negli statu uniti. Revista Medicina e Morales. Estatuto di Bioética Della Faculta di Medicina e Chirugia A Gemelli, Rome Nº 11. Pag. 59-85. 1992.

6.     Alfered R, Sonnenfeld. La conciencia y la actitud ética en el oficio del médico. Imabe Quantalsblatter. Institut fur Medizinische Antropologie and Bioethic. Viena. Original publicado en Dentschen. Arte slatt. Arztliche Mitteilungen, 10 V-1990. Revista Nº 9. Enero 1991

7.     J.L. del Barco. Bioética y Dignidad Humana en bioética…. Op cit, Rialp, Madrid. Pág. 15-17. 1992.

8.     Tabeada, P. La dignidad de la persona como fundamento de la ética. Cuaderno de bioética Nº 13. Santiago de Compostela. Pág. 5-22. España. (1992).

9.     Orozco, Antonio. Qué es la persona y cuál es su dignidad. Fundamentos antropológicos de ética racional. Salamanca. Pág. 2-3. 2003.

10.   Roumbold. Gram.Ética en Enfermería. 3ª Ed. Editorial Mc Graw Hill.

11.   Aguiar, Asdrúbal. Desafíos éticos en un mundo global. Memorias II Congreso Iberoamericano y del Caribe sobre Bioética, axiología y derechos humanos. I Seminario Internacional. Venezuela. 2002.

12.   Arroyo, M. P. Cortina, A. Torrealba, M y Zugasti, J. Ética y Legislación en Enfermería. 2da Edición. España. Pág. 38. 1998.

13.   Becker, I, et al, Revista Critical Care Nurses. Experiencias cercanas a la muerte. Actitudes e intervenciones. Volumen 16. Nº 4. 2001.

14.   J. Vidal. Bota. Valores y principios de la dignidad humana y sus implicaciones éticas. Revista Nº 10. Pág. 4. Santiago de Chile. (1996)

15.   P. Erlich. Bioethics: Are our priorities right. Vol. 53. Nº 12. Pag. 1208. 2000.

16.   Thomusma Dc en beyond the ethic of rightness. Pág. 132-173. 2000

17.   Kopelman, L. Bioethics: What makes us one field. Journal of Medicine and philosophy. Vol. 23. Nº 4, Pág. 356-368. 1998,

18.   Celly, Gilberto. Bioética, Humanismo científico emergente. Colección bioética, Colombia. Pág. 120. 2005.

19.   Escola, Elio, L. Camacho. Principios bioéticos en el anciano. Memorias II Congreso Iberoamericano y del Caribe sobre bioética, axiología y derechos humanos. I Seminario Internacional. Mérida. 2002.


Revista Electronica de PortalesMedicos.com
INICIO - NOVEDADES - ÚLTIMO NÚMERO - ESPECIALIDADES - INFORMACIÓN AUTORES
© PortalesMedicos, S.L.
PortadaAcerca deAviso LegalPolítica de PrivacidadCookiesPublicidadContactar