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Radiografía de tórax: hallazgos frecuentes

Radiografía de tórax: hallazgos frecuentes

En la radiografía de tórax existen una serie de estructuras que se pueden valorar. El siguiente trabajo se organiza en función de estas estructuras y de los hallazgos más frecuentes que se suelen encontrar en ellas. Los apartados son:

1.- Juan José Delgado Moraleda. Médico Residente de Radiología.

2.- Alberto Alegre Delgado. Médico Residente de Radiología.

3.- Rosa María Piqueras Olmeda. Médico Especialista en Radiología.

4.- Nicolás Albertz Arévalo. Médico Residente de Radiología.

5.- María Victoria Álvarez Martínez. Médico Residente de Radiología.

6.- Macarena Pía Barreda Solana. Médico Residente de Radiología.

  • Patología del parénquima pulmonar.
  • Patología pleural.
  • Patología mediastínica.
  • Patología de la pared torácica.

Parénquima pulmonar

La valoración del parénquima pulmonar es el motivo por el que se piden la mayoría de las radiografías de tórax.

Para su adecuada valoración es necesario conocer la anatomía pulmonar tanto a nivel macroscópico como microscópico y su reflejo en la imagen.

Componentes pulmonares y patrones radiológicos

En el pulmón se pueden distinguir dos tipos de componentes.

  • El intersticio es la red de soporte del pulmón. Consiste en tejido conjuntivo atravesado por vasos sanguíneos y linfáticos.
  • Los alveolos son espacios fisiológicamente llenos de aire que se agrupan para formar acinos. Un conjunto de acinos forman un lóbulo pulmonar. Como de manera fisiológica contienen aire, no se ven en la radiografía, y su ocupación será sinónimo de patología.

Por tanto, se puede clasificar la patología según se afecte uno u otro de estos dos componentes. Como consecuencia, existen dos tipos de patrones radiológicos de enfermedad pulmonar en la radiografía de tórax.

  • Patrón intersticial. Consiste la afectación selectiva del intersticio pulmonar. Los alveolos permanecen llenos de aire y el aspecto es un pulmón normalmente aireado pero con una trama vascular demasiado marcada. La causa más frecuente de este patrón en la urgencia es el edema pulmonar cardiogénico. Los hallazgos radiológicos característicos de esta entidad son los hilios pulmonares congestivos (dando apariencia de corazón velloso) y el aumento de la trama intersticial, especialmente en forma de líneas B de Kerley. En estos casos, puede verse también derrame pleural, que será de mayor frecuencia en el seno costofrénico derecho. Los hallazgos descritos se muestran en las siguientes imágenes (ver imagen 1).
  • Patrón alveolar. Traduce la ocupación por líquido o por tejidos del espacio aéreo contenido en los alveolos pulmonares. La patología que causa más frecuentemente el patrón alveolar en la urgencia son las infecciones respiratorias. Otra posibilidad también muy frecuente es que se trate de atelectasias o de nódulos/masas, siendo difícil el diagnóstico diferencial entre estas entidades. Para poder diferenciarlas será necesario completar el estudio con una tomografía o valorar evolutivamente.

Algunos signos radiológicos característicos que aparecen en ese tipo de patologías son el signo del broncograma aéreo o el de la silueta.

  • Signo del broncograma aéreo. Habitualmente el pulmón se observa como un tejido predominantemente radiotransparente debido a que su principal componente es el aire. En él destaca un cierto reticulado blanco que forma el espacio intersticial. Las ramificaciones bronquiales no se pueden distinguir debido a que contienen aire, al igual que el resto del pulmón. Al tratarse de “aire sobre aire” no son visibles. En cambio, cuando los alveolos se encuentran ocupados por cualquier sustancia de densidad líquida, su densidad aumentar. Si las ramificaciones bronquiales se encuentran rellenas de aire, destacan como un reticulado negro sobre fondo blanco (ver imagen 2).
  • Signo de la silueta. Si dos estructuras que poseen la misma densidad radiológica se encuentren en contacto, muestran borramiento de sus bordes, es decir, no se puede saber dónde termina una estructura y dónde comienza la otra. Este signo es muy útil para saber dónde se encuentra una consolidación o una masa. Si conocemos dónde se encuentra la estructura anatómica cuyo borde está borrado, sabremos que la consolidación se encuentra en contacto con dicha estructura. En las siguientes ilustraciones se muestran radiografías de pacientes diagnosticados de neumonía y cómo el signo de la silueta permite su localización. En ocasiones con esto no basta y es necesario utilizar las proyecciones posteroanterior y lateral para conseguir localizar la lesión (ver imágenes 3, 4 y 5).

En ocasiones, la entidad que produce el patrón alveolar es demasiado sutil y no llega a producir ninguno de estos signos. Una manera de averiguar su localización es observar la columna vertebral en la proyección lateral. En situaciones fisiológicas, las vértebras inferiores deben ser más radiotransparentes que las superiores debido al mayor tamaño de parénquima pulmonar y por tanto a la mayor cantidad de aire. Si no sucede así y las vértebras inferiores se muestran más radioopacas que las superiores, esto es indicativo de que existe una lesión que está produciendo este aumento de densidad.

Una entidad que observamos con relativa frecuencia en los servicios de urgencias es la fibrosis quística (ver imagen 6). Es habitual que estos pacientes consulten por sobreinfección. En la imagen que se muestra a continuación, destaca también el aumento del espacio claro retroesternal y retrocardiaco por atrapamiento aéreo. Al encontrarse las vías aéreas obstruidas por moco, no se puede expulsar aire adecuadamente y esto da lugar a una retención progresiva, que se muestra en la radiografía como una hiperclaridad pulmonar bilateral y un aumento de los citados espacios.

En el caso de las bronquiectasias o de la tuberculosis (ver imágenes 7 y 8) sucede un fenómeno semejante. Si se realiza una radiografía a un paciente libre de patología pulmonar aguda, es decir, en el estado basal, se observa una hiperclaridad de los segmentos  pulmonares afectos por bronquiectasias o tuberculosis. Sin embargo, si se produce una infección, los espacios aéreos pueden rellenarse de moco o pus. Es el caso de los ejemplos que se muestran a continuación.

La patología infecciosa pulmonar no solamente se manifiesta como consolidaciones alveolares, sino también se puede manifestar como afectación de pequeña vía aérea. Es el caso de la bronquiolitis (ver imagen 9). En la radiografía de tórax el hallazgo característico es el engrosamiento del manguito peribronquial.

Nódulos o masas.

Aunque se trate de una entidad completamente diferente a las infecciones pulmonares, en muchas ocasiones originan problemas de diagnóstico diferencial con consolidaciones y atelectasias. Esto se debe a que la densidad de los tejidos que proliferan es igual a la del agua.

No obstante, en muchas ocasiones aparecen asociadas las masas, las atelectasias y las sobreinfecciones en forma de consolidación. Esto se debe a la  invasión de la vía aérea por parte de un nódulo o masa, lo que produce una atelectasia obstructiva o una consolidación por sobreinfección de un espacio aéreo deficientemente aireado.

La superposición de estructuras, como por ejemplo, las costillas, dificulta el diagnóstico de los nódulos pulmonares. En ocasiones es necesaria la repetición de la radiografía con una angulación diferente para evitar este problema (por ejemplo con el uso de la proyección lordótica para el diagnóstico de los nódulos que afectan al vértice pulmonar) (ver imagen 10).

Asimismo, existen entidades que causan ensanchamiento mediastínico que, en algunos casos, pueden confundirse con masas. Es el caso del ejemplo que se muestra a continuación, en el que un aneurisma de aorta produjo una confusión inicial con una masa pulmonar. La tomografía, permitió el diagnóstico definitivo (ver imagen 11).

 Patología mediastínica.

En el mediastino existen multitud de líneas que representan estructuras anatómicas. Excede el objetivo de este trabajo el análisis exhaustivo de cada una de ellas. Sin embargo, veremos las alteraciones que se encuentran de forma más frecuente en la urgencia.

  • Elongacion y aneurisma de aorta. La elongación es una manifestación anatómica de la hipertensión arterial. Dada la alta prevalencia en la población añosa de hipertensión es muy frecuente encontrar elongación aórtica. Sin embargo, la aparición de un ensanchamiento mediastínico excesivo de morfología redondeada debe hacer pensar en aneurisma, dadas las consecuencias vitales que puede tener para el paciente (ver imágenes 12 y 13).
  • Prótesis valvulares y marcapasos (ver imagen 14). En ocasiones, bien porque el paciente pertenece a otro territorio de salud y no se puede acceder a la historia clínica o bien porque la anamnesis no se puede realizar adecuadamente, se desconoce los dispositivos que porta el paciente. Por ello, es importante describirlos si se encuentran en la radiografía. En cuanto a los marcapasos, ya se mostró un ejemplo anteriormente. En el caso de las válvulas protésicas, no solamente es importante saber que el paciente las lleva, sino que se debería indicar su posición. Las más frecuentes se sitúan en las válvulas izquierdas. Para diferenciarlas, es útil fijarse en su localización, en su orientación y en la disposición que adoptan las valvas durante la apertura.
    • En cuanto a la localización, las prótesis valvulares mitrales se localizan inferiormente a las aórticas, dada la disposición anatómica de las válvulas.
    • En cuanto a la orientación, habitualmente las valvulas mitrales se encuentran perpendiculares a la proyección posteroanterior (por lo que tienen forma de círculo) y paralelas a la proyección lateral (por lo que tienen forma de línea). En el caso de las válvulas aórticas sucede lo contrario.
    • Por lo que respecta a la apertura de las valvas, dado que la válvula mitral se abre en sentido caudal y las válvulas aórticas en sentido craneal, si coincide que la adquisición de la radiografía se realizó con las valvas abiertas, es posible que se vean éstas apuntando en la dirección del flujo sanguíneo.
  • Patología producida por estructuras externas al mediastino que en ocasiones particulares puede invadir el mediastino. Es el caso de los bocios endotorácicos. Corresponden a una expansión excesiva de la glándula tiroides que normalmente se limita al cuello, pero en el caso de los bocios endotorácicos invade el mediastino. Como consecuencia, puede originar diagnóstico diferencial con patología pulmonar o mediastínica, como se muestra en la imagen. En este caso, las grandes dimensiones de la masa producen un desplazamiento de estructuras mediastínicas, como la tráquea (ver imagen 15).
  • Patología esofágica. La más frecuente en la urgencia es la hernia de hiato (ver imágenes 16). Ocasiona una imagen aérea retrocardiaca que se observa mejor en la radiografía lateral.

En la urgencia también se puede diagnosticar patología tumoral esofágica (ver imagen 17), lo cual es vital para el paciente, como se muestra en el ejemplo.

  • Adenopatías hiliares (ver imágenes 18 y 19). Causan engrosamiento e irregularidad de la silueta mediastínica. Pueden ser un signo de patología local o sistémica. En los ejemplos que se muestran hay casos de patología local, como es el caso de tumores pulmonares, pero también de patología sistémica, como es el caso de la sarcoidosis.
  • Consiste en la presencia de aire en el interior del mediastino. En ocasiones se acompaña de un neumotórax o de enfisema subcutáneo, como es el caso del ejemplo que se pondrá al final del presente trabajo cuando se trate el enfisema subcutáneo.

Patología pleural

La pleura consta de dos capas conocidas como pleura visceral y pleura parietal entre las cuales se encuentra una cavidad habitualmente rellena de una mínima cantidad de líquido que  se conoce como cavidad pleural. Este líquido tiene como función que el movimiento de los pulmones no genere fricción con la caja torácica.

  • Derrame pleural (ver imagen 20). El acumulo excesivo de líquido en la cavidad se conoce como derrame pleural. Un signo radiológico característico de esta entidad es la aparición del signo del menisco, que se produce por la morfología que adopta el líquido dentro de esta cavidad debido a la acción de la gravedad, por lo que solamente será visible en la radiografía realizada en bipedestación. Si se realiza en decúbito,el derrame pleural se manifestará como un velamiento difuso del  hemitorax afecto.

El derrame pleural de escasa cuantía no alcanzará la entidad suficiente como para dar lugar a la aparición del signo del menisco y se manifestará sencillamente como un pinzamiento del seno costofrénico.

  • Neumotórax (ver imagen 21 y 22). Se produce por la introducción de aire en el interior de la cavidad pleural, lo cual despega las dos capas  pleurales y produce un colapso parcial o total del parénquima pulmonar subyacente.

Los signos radiológicos que permiten detectar esta entidad son la detección de la línea pleural, la hiperclaridad presente en la cámara de neumotórax y la ausencia de trama intersticial en ella.

En caso de que el neumotórax no se resuelva pese a recibir el tratamiento correcto, se debe sospechar que exista una comunicación entre la vía aérea y la cavidad pleural, es decir, una fistula broncopleural.

  • Hidroneumotórax (ver imagen 23). Se produce debido a la coexistencia en un mismo hemitórax de derrame pleural y neumotórax. En este caso se puede ver la combinación de los signos de ambas entidades.
  • Paquipleuritis y calcificaciones pleurales (ver imagen 24). Habitualmente traducen patología crónica por exposición a agentes como el asbesto. Se manifiestan con un engrosamiento de la pleura y un aumento de su densidad. En el caso de tumoraciones focales, se debe realizar diagnóstico diferencial con otras entidades como tumores pleurales o metástasis.
  • Enfisema subcutáneo (ver imágenes 25). Se produce por la introducción de aire en el tejido celular subcutáneo o entre los planos musculares. En el segundo caso, se puede ver las líneas que forman las fibras musculares, siendo más manifiesto en el caso de los músculos pectorales.

Sección: Conclusiones

La radiografía de tórax es una de las pruebas más demandadas en la radiología de Urgencias, además de aportar una valiosa información. Por ello resulta imprescindible para el radiólogo estar familiarizado con la anatomía radiológica y conocer la patología más frecuente, tanto aguda como crónica, que se puede hallar.

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Sección: Bibliografía / Referencias

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