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Anemia y gestación

Anemia y gestación

La anemia es la alteración hematológica más diagnosticada durante la gestación, por lo que todas las gestantes están en riesgo de padecer anemia en el embarazo, siendo más frecuente en países subdesarrollados.

Autores: Aragón Núñez, María Teresa. Cubillas Rodríguez, Inmaculada. García Rojas Inmaculada. Matronas del Hospital Materno Infantil de Málaga.

Palabras clave: gestación, anemia, nutrición

Resumen: Estudios clínicos revelaron que la anemia en el embarazo se asocia con complicaciones en la madre, en el feto y el recién nacido, relacionándose con mayor morbimortalidad fetal y perinatal.

INTRODUCCIÓN

La anemia es una de las complicaciones más frecuentes relacionadas con el embarazo, especialmente en los países subdesarrollados. Con frecuencia se inicia el embarazo con bajas reservas de hierro debido a la pérdida de sangre por el flujo menstrual, aunado a una dieta deficiente en hierro y proteínas. Por esta razón la anemia más común es la ferropénica, mientras que la anemia megaloblástica por deficiencia de ácido fólico es menos frecuente.1

A partir de su sexta semana de gestación, la mujer embarazada presenta aumento en su volumen plasmático y en la masa eritrocitaria. Sus valores se incrementan aún más a medida que la gestación avanza.

Sin embargo, existe un desequilibrio entre dichos parámetros, ya que mientras el volumen plasmático aumenta un 40%, la masa eritrocitaria lo hace en un 25%. Estos cambios se explican por la estimulación de la secreción de aldosterona y por el aumento de la actividad de la eritropoyetina plasmática, estimulada a su vez por el lactógeno placentario. En consecuencia, aun cuando la masa eritrocitaria aumente, paradójicamente se produce una anemia por dilución.2

DEFINICIÓN

La anemia es una alteración en la sangre, caracterizada por la disminución de la concentración de la Hb, el hematocrito o el número total de eritrocitos.3

Durante un embarazo normal se produce un descenso en los niveles de hemoglobina (Hb) que no siempre constituirán anemia. Por esta razón, sería incorrecto considerar las cifras de Hb estipulados como límites para el diagnóstico de anemia en una mujer adulta no grávida, y aplicarlo a las mujeres embarazadas. Es más racional entonces utilizar valores de Hb < 11 g/dl para establecer este diagnóstico en las mujeres grávidas, cifra que se considera como estándar por la mayoría de los sistemas sanitarios.

Si una mujer embarazada presenta valores de Hb < 11 g/dl, existe un incremento del riesgo tanto para ella como para su hijo.2

La mayoría de los autores consideran que existe anemia cuando la concentración de hemoglobina desciende por debajo de 10 g/dL o cuando el hematocrito cae por debajo del 30 %, en cualquier momento del proceso gestacional.

La OMS considera que una gestante está anémica cuando la hemoglobina es Inferior a 11 g/dL y hematocrito inferior a 33%.4

De acuerdo a los niveles de Hb, la clasifica en:

  • anemia leve (Hb de 10 a 10,9 g/dl)
  • anemia moderada (Hb de 7 a 9,9 g/dl)
  • anemia grave (Hb menos de 7 g/dl)5.

MANIFESTACIONES CLÍNICAS

Los Signos y Síntomas son los comunes de la Anemia: Palidez, Fatiga, Anorexia, Debilidad, Abulia, Disnea y Edema.4

En casos graves, puede ocurrir empeoramiento de los síntomas y cefalea severa, lipotimia, parestesias y anorexia.3

Las complicaciones de la anemia en el embarazo se encuentran dadas por la disminución en la capacidad de transportar oxígeno, la cual tiene gran importancia durante el período gestacional, dado que el feto es dependiente del transporte de oxígeno para suplir sus necesidades.3

La anemia en el embarazo se ha relacionado con la falta de aumento del volumen plasmático materno, con el consecuente menor riego sanguíneo y función placentaria inadecuada. Esta falla en la expansión del volumen plasmático también puede restringir el crecimiento fetal, lo que puede resultar en aborto y niños con peso bajo para la edad gestacional. La importancia de una adecuada expansión del volumen plasmático parece estar relacionada con una disminución de la viscosidad de la sangre para una mejor irrigación placentaria. Estas alteraciones hematológicas se han asociado con cinco problemas obstétricos: aborto, rotura prematura de membranas, parto prematuro, oligohidramnios y bajo peso al nacer, que se han documentado ampliamente.1

REPERCUSIONES SOBRE EL EMBARAZO Y NEONATO

Estudios clínicos revelaron que la anemia se asocia con complicaciones del embarazo y del parto en la madre, en el feto y el recién nacido, como mayor morbilidad y mortalidad fetal y perinatal, parto prematuro, peso bajo al nacer, hipertensión arterial, infección genital y de herida quirúrgica, así como bajas reservas de hierro en el recién nacido, lo que provoca desarrollo psicomotor retardado y alteraciones neuroconductuales.1

Sobre las complicaciones perinatales, la amenaza de aborto, la rotura prematura de membranas, trabajo de parto prematuro y oligohidramnios fueron más frecuentes en las madres anémicas; así como el número de neonatos que ameritaron cuidados especiales en la unidad de cuidados intensivos y de cuidados intermedios. Las causas más frecuentes de ingreso fueron parto prematuro, dificultad respiratoria y peso bajo.1

En la madre la duración del parto tiende a ser más prolongada  (ya que el Déficit de Hierro Afecta a la Producción de Prostaglandinas), el Riesgo de Hemorragia (pues la Función Plaquetaria también estaría Afectada) e Infección durante y después del Parto es Mayor.4

Con respecto al grado de anemia, las concentraciones de hemoglobina inferiores a 6 g/dL si que se asocian con mayor morbilidad fetal, a mayor cantidad de mortinatos y neonatos prematuros.4

La mujer con anemia tiene mayor predisposición a las infecciones. En el grupo de madres anémicas, la infección urinaria baja y la pielonefritis aguda ocurrieron con mayor frecuencia que en el grupo sin anemia. La relación causal entre anemia e infección urinaria es desconocida, pero se ha considerado una disminución de los mecanismos de defensa del huésped, que favorece la colonización y la infección.1

La infección y dehiscencia de la herida quirúrgica fueron cuatro veces más frecuentes en las mujeres con anemia.

La hipertensión arterial en el embarazo también fue más frecuente en las mujeres anémicas. Aquí, al parecer, la principal influencia para esta enfermedad se relaciona con deficiencia nutricional crónica, que puede contribuir a una invasión anormal del trofoblasto en el endometrio, daño del endotelio vascular y una respuesta inmunológica anormal.1

Entre las complicaciones que puede provocar la deficiencia de ácido fólico en el feto, únicamente se ha demostrado una asociación entre el déficit de ácido fólico durante el embarazo y defectos en el cierre del tubo neural del feto, siendo necesario para prevenir dicho efecto Iniciar la suplementación con ácido fólico desde un mes antes de la concepción y mantenerla hasta el tercer mes de gestación, a una dosis de 0.4 mg / día, salvo en mujeres que previamente hayan dado a luz a un Hijo con esta malformación y en este caso se aconseja administrar 4 mg / día.4

DIFERENTES TIPOS DE ANEMIA

En las gestantes las anemias que más se presentan son la ferropénica, la megaloblástica y la de células falciformes; siendo la anemia por la deficiencia de hierro la más común en los países subdesarrollados, aproximadamente 75%, debido a la ausencia de una correcta nutrición y la falta de diagnóstico durante el embarazo.3

  • Anemia Ferropénica.4

Alrededor del 80 % de las anemias durante el embarazo se deben a un défict de hierro.

La dieta alimenticia puede suministrar entre 0.5 – 1.5 mg, cantidad suficiente para las pérdidas diarias y la hemorragia menstrual, pero insuficiente para formar unos adecuados depósitos medulares de hierro, con lo cual no se cubrirían las demandas del embarazo, que empiezan a ser considerables en las etapas precoces de la gestación, a pesar del aumento de la eficacia de la absorción materna del hierro durante las últimas 10 semanas de embarazo.4

Una vez consumidos los depósitos medulares de hierro (nivel sérico de ferritina £ 15 mg/L) y que el índice de saturación de las moléculas de transferrina por el hierro desciende por debajo del 15 %,y el nivel sérico de hierro es < 55 mg/mL, la eritropoyesis se deteriora, alterándose la síntesis de la hemoglobina y produciéndose la alteración de los índices eritrocitarios: microcitosis e hipocromía.4

  • Anemia Macrocítica y Megaloblástica

Alrededor del 6 %, de las gestantes anémicas presentan anemia macrocítica. En la gran mayoría de los casos, la anemia macrocítica  (VCM entre 97 y 109 fL) en la embarazada es el resultado de un déficit de Ácido Fólico.

La anemia megaloblástica  (VCM ³ 110 fL) se debe a un déficit de vitamina B12, por definición.4

  • Talasemias.3

Las Talasemias son un grupo de enfermedades hereditarias caracterizadas por un fallo en la producción de una o varias cadenas peptídicas que forman parte de la globina.

Con respecto a la Alfa – Talasemia, se distinguen cuatro síndromes clínicos en función del número de genes afectados, variando desde el estado de portador asintomático (un gen afectado) hasta la ausencia total de cadenas a (Enfermedad de Bart).

La Alfa – Talasemia Menor (Deleción o Mutación de dos genes) no se ha asociado con un incremento de la morbi-mortalidad perinatal debiendo tener la precaución de aumentar el aporte de ácido fólico durante el embarazo (hasta 5 mg/día).

En relación a la Beta – Talasemia se puede decir que en su forma Heterocigota  (Beta – Talasemia Menor), las pacientes se hallan asintomáticas o pueden presentar una anemia microcítica leve.

En cuanto al tratamiento, son recomendables los suplementos de ácido fólico, así como el rápido diagnóstico y tratamiento de cualquier circunstancia que pueda deprimir la hematopoyesis materna, como las Infecciones.

La b Talasemia Menor es la segunda hemoglobinopatía más frecuente en las gestantes después del rasgo falciforme. Se caracteriza por una disminución en la síntesis de las cadenas b de la hemoglobina.

Estas Pacientes presentan una anemia hipocrómica y microcítica, con niveles de hemoglobina entre 10.9 – 10 g/dL  (Anemia Leve).4

  • Anemias Hemolíticas

Un Eritrocito normal tiene una vida media de 120 días. Esta esperanza de vida se puede acortar en las anemias hemoliticas debido a la prematura destrucción de los eritrocitos que puede ser:

Intravascular: Anemia Hemolítca Autoinmune Adquirida.

Extravascular: Anemia Hemolítica Microangiopática. 4

CONCLUSIÓN

La anemia en el embarazo es una enfermedad frecuente, que con un buen control prenatal puede prevenirse, diagnosticarse y tratarse antes de llegar al parto. Debe aumentarse la cobertura de la atención prenatal. Corresponde al médico realizar un control correcto, con la prescripción de hierro oral profiláctico y solicitar estudios de biometría hemática seriados para establecer un diagnóstico y tratamiento tempranos y evitar, en lo posible, las complicaciones maternas y perinatales relacionadas con la anemia.1

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1.- Iglesias-Benavides J, Tamez-Garza L, Reyes-Fernández I. Anemia y embarazo, su relación con complicaciones maternas y perinatales. Medicina Universitaria. 2009;11(43):95-8.

2.- Marín GH, Fazio P, Rubbo S, Baistrocchi A, Sager G, Gelemur A. Prevalencia de anemia del embarazo y análisis de sus factores condicionantes. Atención Primaria 2002; 56: 241-6.

3.- Espitia De La Hoz Franklin, Orozco Santiago Lilian. Anemia en el embarazo, un problema de salud que puede prevenirse. Medicas UIS  [Internet]. 2013  Dec [cited  2018  Feb  17] ;  26( 3 ): 45-50. Available from: http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-03192013000300005&lng=en

4.-Doménech Climent, M. Médico Especialista en Obstetricia y Ginecología. Agatángelo soler, J.I. Especialista en Análisis Clínicos. Hospital “Virgen de los Lírios”. Anemias y Embarazo. Alcoy. Alicante. España. Área de Salud 14.