Inicio > Medicina de Urgencias > Manejo del cólico nefrítico complicado en las urgencias de adultos

Manejo del cólico nefrítico complicado en las urgencias de adultos

Manejo del cólico nefrítico complicado en las urgencias de adultos

Las consultas en urgencias por cólicos nefríticos son relativamente frecuentes. El cólico nefrítico, o cólico renal, se define como un dolor espontáneo que se inicia en la fosa lumbar o flanco correspondiente, de gran intensidad, comúnmente descrito como peor que el parto, huesos rotos o heridas de armas de fuego.

Autores:

Inmaculada Herrera Torres, D.U.E., Hospital Universitario Reina Sofía, Córdoba

Eva Carreras Salcedo, D.U.E., Corporación Sanitaria Parc Tauli, Sabadell

Soledad Fátima Vega Pozuelo, D.U.E., Hospital Infanta Margarita, Cabra

RESUMEN

Este dolor está producido generalmente por la presencia de algún cálculo renal alojado en el conducto que va desde los riñones hasta la uretra. El paso de esta piedra, formada por cristales, a través del conducto, provoca una serie de espasmos musculares que son los causantes del dolor.

El objetivo del tratamiento del cólico nefrítico es aliviar el dolor y descartar la existencia de obstrucción urinaria, infección o de un diagnóstico alternativo, como la rotura de un aneurisma de la aorta abdominal.

En el presente artículo describimos las principales actuaciones en urgencias de adultos frente a un cólico nefrítico complicado.

Para ello, se ha realizado una búsqueda bibliográfica y se ha sintetizado la información, ya que consideramos que es importante la actualización y difusión de la información como material de apoyo a las profesionales enfermeras que día a día trabajamos, o podemos trabajar, con personas afectadas por este problema.

PALABRAS CLAVES

Cólico nefrítico, cálculo renal, obstrucción urinaria.

KEYWORDS

Nephritic colic, kidney stone, urinary obstruction.

INTRODUCCIÓN

El cólico nefrítico, o cólico renal, se define como un dolor espontáneo, que se inicia en la parte inferior de la espalda, fosa lumbar o flanco correspondiente, de gran intensidad, comúnmente descrito como peor que el parto, huesos rotos o heridas de armas de fuego.

Este dolor está producido generalmente por la presencia de algún cálculo renal alojado en el tracto urinario superior. El paso de esta piedra, formada por cristales, a través del conducto, provoca una serie de espasmos musculares que son los causantes del dolor. Su duración es muy variable, de minutos a varias horas, y es normal su recurrencia en los días posteriores hasta la expulsión del cálculo.

Cuando una persona acude a urgencias por este motivo suele presentar signos evidentes de dolor: sudoración, palidez, taquicardia, irritación con el movimiento y/o vómitos.

El objetivo del tratamiento del cólico nefrítico es aliviar el dolor y descartar la existencia de obstrucción urinaria, infección o de un diagnóstico alternativo, como la rotura de un aneurisma de la aorta abdominal (debe plantearse esta posibilidad en personas mayores de 50 años).

La presencia de un cólico renal, afecta al individuo física y emocionalmente generando altos niveles de ansiedad. La enfermera tiene un papel fundamental a la hora de realizar un correcto manejo de la situación. Si la profesional posee los conocimientos adecuados, podrá anticiparse en sus acciones para lograr un mayor confort por parte de la persona afectada y una posible resolución temprana del problema.

MATERIAL Y MÉTODO

Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en diferentes bases de datos, así como en páginas web, excluyendo artículos de opinión y documentos poco fiables. Posteriormente, se ha sintetizado la información para su posterior uso.

CÓLICO NEFRÍTICO COMPLICADO

Las siguientes situaciones definen a un cólico nefrítico como complicado: dolor de más de 24h. de evolución, fiebre (Tª ≥38ºC), oligoanuria, hematuria franca o masa renal palpable y cólico nefrítico en un paciente monorreno o con insuficiencia renal previa. La mayoría de las recomendaciones que se mencionan a continuación pueden obviarse en el cólico nefrítico no complicado.

ACTUACIÓN INICIAL

El cuadro siempre se acompaña de dolor y ansiedad. El/la paciente casi siempre encuentra irritación con el movimiento y rara vez encuentra una posición cómoda. Puede sentarse, ponerse de pie, caminar, reclinarse y moverse continuamente en un intento de “eliminar” la causa de la molestia. El pulso puede estar acelerado a causa del dolor y la agitación. La presión arterial puede estar por encima del valor normal en personas cuya presión arterial previa era normal. A medida de lo posible, procuraremos reducir la ansiedad aclarando las posibles dudas que tengan e informando de los procedimientos que se realizan habitualmente en estos casos desde un primer momento.

Procuraremos tumbar a la persona en una camilla en un espacio individual. Si no tolera la posición, intentaremos dejarla sentada en un sillón reclinable, puesto que el dolor puede provocar la pérdida del conocimiento. En todo momento, proporcionaremos el mayor confort posible.

  • Control de las constantes vitales: Tª, FC, TA, SatO2. Controlaremos la diuresis. Pediremos que orinen en una botella en el caso de un hombre o bien primero en la cuña y luego en un bote de orina en el caso de una mujer, y que luego aboquen el contenido en el váter a través de unas gasas, o un filtro, para observar si los cálculos se han desprendido.
  • Colocación de un catéter venoso periférico. Realizar una extracción de sangre para cursar una analítica general. Eventualmente puede ser necesaria la determinación de la PCR y la práctica de hemocultivos en caso de que la persona presente fiebre.
  • Análisis del sedimento o tira reactiva de orina. Siempre que sea posible, pedir a la persona que orine en el tarro para realización de la tira reactiva de orina o bien, si la persona facultativa lo indica, para cursar el sedimento. Debe de limpiarse los genitales con agua y jabón y desechar los primeros mililitros de orina de la micción. En el caso de la mujer que esté menstruando, y si hay disponibilidad,  será necesario utilizar un tapón vaginal para no contaminar la recolección de orina. Valorar la realización de un urocultivo. En este último supuesto, que se realizará bajo prescripción médica, se entregarán unas gasas estériles con povidona iodada para que la persona se realice el lavado antiséptico de los genitales previa la obtención de la muestra.
  • Pruebas de imagen. Radiografías de abdomen. Si el/la paciente cumple criterios de cólico renal complicado y en la RX se observa un cálculo mayor de 10mm, especialmente en situación proximal, o el diagnóstico es dudoso, debe practicarse una ecografía abdominal o una Tomografía computarizada (TC) urgente. Ésta última tiene mayor sensibilidad en la detección de litiasis y sus complicaciones, además de una utilidad superior para descartar otros diagnósticos.
  • Fluidoterapia. La persona afectada permanecerá en ayuno desde el primer momento, y se iniciará el tratamiento farmacológico prescrito, incluida la fluidoterapia, hasta orden explícita de inicio de ingesta. Salvo contraindicación, y bajo prescripción médica, se administrará suero fisiológico 2000ml./día con suplementos de ClK a razón de 15-20mEq con cada 500ml. de suero.
  • Tratamiento farmacológico. Bajo prescripción médica, se administrará analgesia intramuscular y/o intravenosa (diclofenaco, ketorolaco, metamizol, dexketoprofeno, meperidina, cloruro mórfico) y antieméticos en caso de vómitos (metoclopramida 10mg/6-8h). Si es necesario se iniciará tratamiento antibiótico.

OTRAS MEDIDAS

En caso de pionefrosis, hidronefrosis, cualquier grado de obstrucción en un paciente monorreno o transplantado renal, obstrucción bilateral, insuficiencia renal aguda o dolor refractario debe considerarse la consulta urológica urgente para derivación urinaria (nefrostomía percutánea, catéter en doble J).

RECOMENDACIONES AL ALTA

  • La persona deberá de continuar, muy probablemente, con un AINE durante 48-72h. Puede prescribirse un antiemético.
  • Se recomendará la ingesta abundante de líquidos, de dos o trea litros al día, y deberá de vigilar la posible expulsión del cálculo.
  • Puede ser de utilidad la aplicación de calor local en la zona dolorosa.
  • Puede considerarse la administración de corticoides durante una semana.
  • La litiasis de tamaño inferior a 6mm. Suele expulsarse espontáneamente en las siguientes 4-6 semanas. Eventualmente, puede considerarse la administración de tamsulosina para favorecer la expulsión del cálculo, especialmente si se localiza en el tercio distal del uréter. La litiasis de mayor tamaño precisa atención especializada para planificar el tratamiento definitivo (litotricia, extracción endoscópica o quirúrgica.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Pietrow PK, Karellas ME. Medical Management of Common Urinary Calculi. Am Fam Physician 2006; 74: 86-94.
  2. Miller NL, Lingeman JE. M anagement of kidney stones. BMJ 2007; 334: 468-472.
  3. D. García-Gil.; J. Mensa. Terapéutica Médica en Urgencias 2008-2009. ditorial médica panamericana, 2008; 148-149.
  4. Sowter SJ, Tolley DA. The management of ureteric colic. Curr Opin Urol 2006; 16: 71-76.