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Del razonamiento a la práctica: percepciones sobre autocuidado de la salud sexual

 

Del razonamiento a la práctica: percepciones sobre autocuidado de la salud sexual

El presente artículo aborda la temática del autocuidado en la salud sexual y reproductiva (SSR). Se aborda desde una perspectiva interdisciplinar considerando la naturaleza del comportamiento humano y de sus expresiones con relación a su sexualidad.

Flor Ivett Reyes Guillén1

Ana Berónica Palacios Gámaz2

Sadi Abraham García Díaz3

Raúl Vázquez Gutiérrez4

Susana Mondragón Gómez5

  1. Doctora en Ciencias, Ecología y Desarrollo Sustentable. Docente-Investigador de la facultad de Ciencias Sociales Universidad Autónoma de Chiapas, UNACH.
  1. Doctora en Estudios Científico-Sociales. Docente-Investigador de la facultad de Ciencias Sociales Universidad Autónoma de Chiapas, UNACH.
  2. ©Dr. en Salud Pública y Gestión Sanitaria. Instituto de Estudios Superiores de Chiapas.  Universidad Salazar.
  3. Maestro en Psicología. Profesor de Tiempo Completo de la Facultad de Derecho UNACH.
  4. Doctora en Salud Pública y Gestión Sanitaria. Adscrita al Servicio de Planificación Familiar en Hospital de la Mujer Comitán ISECH. Docente en el Colegio de Educación Profesional Técnico Bachiller, Plantel 070, CONALEP-COMITAN.

Resumen

Pero, considerando que el comportamiento sexual genera riesgos para la integridad y calidad de vida del ser humano, desde la Salud Pública es importante hacer este tipo de estudios que permitan la  tipificación de las conductas sexuales de riesgo, ya que cada estudio asume una clasificación distinta. El presente estudio tuvo como objetivo principal el análisis de percepciones, actitudes y prácticas en diversos temas que incluyen ese conjunto de elementos de la SSR, con el propósito de auscultar elementos sensibles y problemáticos sobre la temática, yendo más allá del ámbito puramente médico. En específico se trabajó de forma comparativa con grupos etarios de 15-24 años y de 25-60 años de mujeres y hombres del estado de Chiapas, México.

Abstract

This article deals with the theme of self-care in sexual health and reproductive (SSR). It deals with an interdisciplinary perspective considering the nature of human behavior and their expressions in relation to their sexuality. But, considering that sexual behavior creates risks to the integrity and quality of life of the human being, from the public health it is important to make this kind of studies that allow the classification of sexual risk behaviour, since each study assumes a different classification. Main objective of this study was the analysis of perceptions, attitudes and practices on various topics that include this set of elements of the SSR, in order to examine sensitive and problematic elements on the subject, going deeper than the purely medical field. In particular he worked comparatively with age groups of 15-24 year olds and 25-60 years old for men and women from the State of Chiapas, Mexico.

Introducción

Cuando hablamos de sexualidad, entramos a uno de los ámbitos humanos que exigen una visión amplia del fenómeno y un abordaje interdisciplinario para su comprensión, tanto como para su análisis. Es, sin duda, uno de los ámbitos que hacen explícito el reconocimiento de la otredad, con alta carga subjetiva y el continuo desarrollo de procesos actitudinales que no en todo momento responden a las acciones desencadenadas. Lo complejo se enfatiza desde el momento de considerar que las relaciones sexuales son una fuente de placer que media la expresión emocional en una relación con el “otro”.

Ahora bien, desde el punto de vista de la salud pública, el panorama se torna altamente complejo y de continuo riesgo al estado de salud de las poblaciones llegando incluso a determinar su vida. Hablamos de ello debido a la permanencia de las enfermedades de transmisión sexual, el embarazo adolescente, el embarazo no planeado, el abuso del poder entre géneros, violencia sexual, los conflictos emocionales generados por conductas sexuales no saludables, y todas sus variantes.

Para comprender lo anterior, el comportamiento sexual genera riesgos para la integridad y calidad de vida del ser humano. Al respecto y de acuerdo a revisiones hechas por algunos autores (Bahamón, 2014) no se cuenta con una tipificación de las conductas sexuales de riesgo, ya que cada estudio asume una clasificación distinta (Compote, 2012).

Por la naturaleza del abordaje del tema en este estudio, es necesario definir primeramente percepciones, actitudes, conductas y prácticas con relación a la sexualidad humana. Es así que tomamos al comportamiento sexual como una práctica y las prácticas sexuales como patrones de actividad sexual presentados por individuos o colectivos con la característica de ser predecibles (Lanantuoni, 2008). Es importante también, dejar en claro que para este estudio, se habla de prácticas sexuales, distinguiéndolas de las conductas sexuales, estas últimas con una connotación individual (López, 2003).

Por lo anterior, abordar el tema de Salud Sexual y Reproductiva (SSR) tiene consigo una serie de elementos de interés social, médico, psicológico, antropológico, que lo convierten en un tema altamente complejo. Esta complejidad puede ser de dos tipos tanto para la investigación como para la intervención. Es decir, por una parte el desarrollo de la SSR desde el enfoque de derechos y, por otra parte, la oferta, o la necesidad de la oferta, de un conjunto de servicios y niveles de atención a poblaciones específicas; desde luego atendidas desde los ámbitos educativo y de salud.

Ahora bien, la población adolescente y joven, es especialmente considerada de gran importancia en el estudio de la SSR (Zocarrés y Col, 2009); no obstante en el presente estudio, se hizo énfasis en contrastar las percepciones de jóvenes y adultos sobre el mismo tema. Ello por la necesidad de encontrar respuestas a las formas de construir, compartir  y vivir  sus espacios de relación afectiva, sexual y física.

Algunas cifras actuales emitidas por la OMS, hablan que a nivel mundial (2016):

  1. Cada día, más de 1 millón de personas contraen una enfermedad o infección de transmisión sexual (en este documento las nombraremos como ITS).
  2. Se estima que, anualmente, unos 357 millones de personas contraen alguna de las cuatro infecciones de transmisión sexual (ITS) siguientes: clamidiasis, gonorrea, sífilis o tricomoniasis.
  3. Más de 500 millones de personas son portadoras del virus que provoca el herpes genital tipo 2 (HSV2).
  4. Más de 290 millones de mujeres están infectadas con el virus del papiloma humano (VPH).
  5. En la mayoría de los casos, las ITS son asintomáticas o solo van acompañadas de síntomas leves que no necesariamente permiten un diagnóstico certero.
  6. Algunas ITS, como el herpes genital (HSV de tipo 2) y la sífilis, pueden incrementar el riesgo de contraer el VIH.
  7. Más de 900 000 mujeres embarazadas contrajeron sífilis en 2012, lo que causó complicaciones en alrededor de 350 000 casos, incluidos casos de muerte prenatal.
  8. Más allá del efecto inmediato de la infección en sí misma, las ITS pueden tener consecuencias graves, entre ellas la esterilidad o la transmisión de infecciones de la madre al niño.
  9. La farmacorresistencia, especialmente en relación con la gonorrea, es un obstáculo importante que dificulta la reducción de las ITS en todo el mundo.

Lo anterior, se enmarca dentro de un contexto donde las realidades tienen exposición de relaciones más abiertas en sociedades más plurales e incluyentes; pero que contrastan con la baja consistencia en el conocimiento e información en la población adolescente e incluso adulta, sobre los procesos y riesgos sexuales y reproductivos. Dentro de este panorama, podemos encontrar situaciones de riesgo no solo en aspectos de la salud física, sino también riesgos emocionales, riesgos civiles, riesgos psicológicos de las personas. Por ejemplo, hacemos hincapié a lo que López (2003) y Compte (2012) mencionan, la asimetría de edad en las relaciones sexuales donde las adolescentes son mucho más jóvenes que sus parejas masculinas y las concepciones sobre el uso de métodos anticonceptivos y barreras de protección contra embarazos a temprana edad, interrupción de embarazos y enfermedades de trasmisión sexual; donde estas situaciones específicas pueden desencadenar escenarios dramáticos.

Lo anterior, expresa la forma en que abordaremos el tema en el presente artículo, considerando que el presente estudio tuvo como objetivo principal el análisis de percepciones, actitudes y prácticas en diversos temas que incluyen ese conjunto de elementos de la SSR, con el propósito de auscultar los elementos sensibles y problemáticos sobre la temática, yendo más allá del ámbito puramente médico.

Objetivo

Analizar desde un enfoque biopsicosocial las Percepciones, Actitudes y Prácticas con relación a la  Salud Sexual y Reproductiva comparativas en grupos etarios de 15-24 años y de 25-60 años de mujeres y hombres del estado de Chiapas, México.

Método de investigación

Este trabajo se deriva de una investigación cuanti-cualitativa, con un diseño correlacional sobre las opiniones y actitudes de los jóvenes y adultos sobrdiferentes variables centradas en el tema de la salud sexual y reproductiva. Se realizó en las ciudades de Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de Las Casas, Comitán y Huixtla: cuatro de los municipios más relevantes del estado de Chiapas, México. La población objeto se definió jóvenes dentro del grupo etario de 17 a 25  años de edad (AGNU, 2017), y adultos dentro del grupo etario de 25-65 años.

Se utilizó la técnica de muestreo aleatorio simple y un nivel de confiabilidad del 95%. Se obtuvo una muestra de n=800 individuos para el estudio.

El instrumento aplicado fue tipo encuesta multipropósito, con preguntas abiertas y cerradas, diseñado para el presente estudio y se corrobora estadísticamente su fiabilidad, compuesto por  tres partes. El presente artículo expone el análisis relativo a la descripción general del informante y variables relacionadas con el autocuidado de la salud. El instrumento se aplicó a población joven y adulta en general con el diligenciamiento de un consentimiento informado y no se solicitaron datos personales o de identificación de los participantes.

Resultados

De los resultados obtenidos, iniciaremos con los datos generales de la población estudiada. La muestra, n=800, representa a ambos grupos etarios 17-25 y 25-65 años. El primer grupo con una edad promedio de 18 años y el segundo grupo con una edad promedio de 33 años. La participación de mujeres fue en un 60% y 40% del sexo masculino.

Ahora bien, en cuanto a la condición o estado civil, dentro del grupo de los jóvenes, tenemos el 3% casado, 18% en unión libre y 79% solteros. Del grupo de adultos, 36% solteros, 4% divorciados y 60% casados. De los jóvenes, el 12% tienen hijos  (1-2 hijos) y de los adultos 78% tienen hijos (1-2 hijos).

En cuanto al lugar de procedencia, 24% son originarios de Huixtla, 15% originarios de Comitán, 17% de Tuxtla Gutiérrez, 20% de San Cristóbal de las Casas y el resto (24%) de diversas localidades del estado de Chiapas.

Por grado de escolaridad, los jóvenes cuentan con nivel bachillerato (60%) y con carrera técnica el 34%, el resto sin escolaridad. Del grupo de adultos, bachillerato 6%, carrera técnica 20%, 61% con nivel licenciatura, 13% nivel maestría.

Estudios de la madre: 62% con grado primaria; 25% secundaria; 2% preparatoria; 4% universidad, 2% posgrado, 3% sin escolaridad y 2% analfabetas.

Estudios del padre: 56% con grado primaria; 27% secundaria; 8% preparatoria; 4% universidad, 5% analfabetas.

En cuanto a los medios de comunicación preferentes, en el grupo de los jóvenes, el total de los entrevistados prefieren la red internet, mientras que en los adultos prefieren la televisión (45%), seguida de la internet (25%) y a las pláticas, conferencias y radio (30%).

Respecto de la derechohabiencia, el 100% de los jóvenes entrevistados cuentan con acceso al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). De los adultos, 70% al Instituto Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE); 30% a la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA).

En cuanto al empleo en los jóvenes, 7% cuentan con un empleo, siendo estos campesinos, meseros, albañiles y tricicleros (transporte colectivo en bicicleta). De los adultos, el 100% son empleados insertos en el sector salud, educativo y comercial.