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Dislipemia y tratamiento no farmacológico

Dislipemia y tratamiento no farmacológico

Numerosos estudios recogen que las enfermedades cardiovasculares son las responsables de un elevado gasto sanitario en el mundo, sobre todo en Europa donde su afección da lugar a numerosas discapacidades y muertes prematuras.

Autores

Alexa Rojas Álvarez. Graduada en Enfermería.

Belén María Rufián Martínez. Graduada en Enfermería.

María del Rocío Rubio Gómez. Graduada en Enfermería.

Resumen

Teniendo tanta importancia a nivel global, la actuación desde un nivel primario y preventivo se hace muy necesaria, teniendo como objetivo reducir la morbilidad que produce en la población. Para poder actuar desde nivel primario no sólo se debe tener en cuenta la terapia farmacológica sino también el tratamiento no farmacológico.

Palabras clave: Dislipemia, tratamiento no farmacológico, enfermería.

Introducción

Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares forman parte de las primeras causas de muerte en todo el mundo. La enfermedad cardiovascular es la mayor responsable de discapacidad y muerte prematura en Europa, convirtiéndose en una de las enfermedades en las que más recursos sanitarios se emplean para abordarla.

La arterioesclerosis es un proceso inmunoinflamatorio crónico que altera las arterias de forma progresiva, esclerosa las paredes de éstas dando las placas escleróticas características de este proceso, esto produce el estrechamiento de la luz vascular y como resultado su estrechamiento. Debido al estrechamiento aparece una isquemia en la zona o si la placa llega a tener mayores dimensiones, se desprende  dando como resultado una trombosis o embolia, la cual puede desembocar en un infarto o un accidente cerebrovascular.

A las alteraciones del metabolismo lipídico se las conoce como dislipemias, causando desviaciones de los lípidos en el organismo. Las dislipemias pueden ser primarias o secundarias, las primeras se relacionan con la genética y factores del entorno; y las secundarias se relacionan con alguna enfermedad o con la administración de ciertos medicamentos.

Las dislipemias se diagnostican mediante analíticas, se miden los niveles plasmáticos de lípidos, esto se le conoce como perfil lipídico. El perfil lipídico está formado por el colesterol total, los triglicéridos, el colesterol unido a proteínas de alta densidad (cHDL) y el cálculo del colesterol unido a proteínas de baja densidad (cLDL) y se identifica por medio de la fórmula de Friedwald:

  • Colesterol toral – [cHDL + (triglicéridos/5) mg/dl] o colesterol total – [cHDL + (triglicéridos/2,2) mmol/l].

Así pues, se considera que hay dislipemias cuando se encuentran alterados los parámetros anteriores del perfil lipídico. Según la Sociedad Española de Arterioesclerosis (SEA), la hipercolesterolemia leve es cuando los valores de colesterol se encuentren entre 200 y 249 mg/dl y si son superiores a 250 mg/dl será hipercolesterolemia moderada.

Ya que la prevención y el tratamiento de la dislipemia deben estar incluidos de una forma integral en la prevención en las enfermedades cardiovasculares, el objetivo de este trabajo es conocer el tratamiento no farmacológico que se recoge desde atención primaria para las dislipemias.

Metodología

Se realizó una búsqueda bibliográfica en las bases de datos más relevantes en ciencias de la salud: ScienceDirect, Medline, SciELO y en buscadores como google académico o la biblioteca Cochrane Plus. Las palabras claves empleadas han sido: dislipemia, tratamiento no farmacológico y enfermería, combinándolos con el operador booleano AND.

Se consultaron un total de 11 artículos, tanto en español como en inglés, de los cuáles se seleccionaron cinco, comprendidos entre el periodo 2015 hasta febrero de 2018.

Resultados

En el plan terapéutico del paciente con hiperlipemia el primer paso que se establecerá será reducir los lípidos de las concentraciones plasmáticas mediante un cambio en el estilo de vida. Cambiar los hábitos dietéticos irán encaminados a reducir las grasas saturadas y el colesterol.

Dieta

Las medidas irán encaminadas al cambio de conductas y actitudes. Por medio de la entrevista conoceremos el patrón dietético del paciente, adaptando posteriormente la dieta de forma personalizada.

Los ácidos grasos saturados y los ácidos grasos poliinsaturados se reducirán en la ingesta diaria, ya que su exceso está íntimamente asociado al aumento del colesterol de lipoproteínas de baja densidad (cLDL). Ya que la ingesta calórica excesiva es inductora de elevar el colesterol total, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (cLDL) y reducir el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (cHDL), se evitará consumir hidratos de carbono simples como los azúcares. Al contrario, se potenciará más la ingesta con hidratos de carbono complejos como el pan, arroz y alimentos con fibra soluble, para favorecer la acción del cHDL, el cual está asociado a un menor riesgo de aparición de cardiopatías isquémicas.

La dieta recomendada actualmente es la de tipo mediterránea, que servirá como actuación individual y poblacional, tanto de forma primaria como prevención secundaria.

Deporte o ejercicio físico

Esta medida se llevará a cabo de forma específica a cada paciente, teniendo en cuenta sus debilidades y fortalezas, evitando males mayores. La capacidad funcional de cada individuo estará limitada por sus antecedentes médicos anteriores.  Se recomienda hacer una prueba de esfuerzo previo al inicio de la actividad deportiva.

El deporte se recomienda de tres a cinco días a la semana con un mínimo de tiempo de 20 minutos y una duración de al menos una hora. Los deportes aconsejados van desde andar a un buen ritmo, hasta montar en bicicleta, patinar o bailar.

Reducir hábitos nocivos

Dejar de fumar: el tabaquismo es una de las principales causas que ocasionan morbilidad en la población. Siendo evitable su acción si con fuerza de voluntad se deja de fumar, así que educar al paciente sobre los beneficios que encontrará en su salud y economía al dejar de fumar será el primer paso a conseguir.

Fumar aumenta el riesgo de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular y arteriopatías. Al dejar de fumar se aumentan los niveles de cHDL con su posterior beneficio para la salud.

Bajar de peso

Implantar una dieta con un balance energético negativo es primordial, ya que es muy efectiva a largo plazo. Las dislipemias están muy asociadas al sobrepeso y la obesidad, por lo tanto reducir de peso se hace una labor exhaustiva para garantizar el éxito de la terapia. Como objetivo desde enfermería, a parte del aporte en educación para la salud respecto a todas las medidas anteriores, se debe alcanzar un índice de masa corporal más cercano al óptimo que es de 25kg/m2, intentar reducir el porcentaje del peso basal favorecerá a reducir los factores del riesgo cardiovascular.

Referencias bibliográficas

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