Inicio > Enfermería > Hiperplasia endometrial: Síntomas y tratamiento

Hiperplasia endometrial: Síntomas y tratamiento

Hiperplasia endometrial: Síntomas y tratamiento

La hiperplasia endometrial es una proliferación o crecimiento excesivo de las células del endometrio, es decir, la capa superficial del útero, especialmente los componentes glandulares.

AUTORES:

Leticia Rivera Moreno. Enfermera. (Complejo Hospitalario Juan Ramón Jiménez).

Juan Manuel Pavón Reyes. Enfermero. (Complejo Hospitalario Juan Ramón Jiménez).

Adrian Vázquez Pérez. Enfermero. (Complejo Hospitalario Juan Ramón Jiménez).

Palabras Clave: Hiperplasia endometrial, síntomas, tratamiento.

Introducción

En la mayoría de los casos la hiperplasia del endometrio resulta por niveles continuamente elevados de la hormona estrógeno,​ conjuntamente con niveles insuficientes de hormonas como la progesterona que normalmente se oponen a los efectos proliferativos del estrógeno. Algunos casos de hiperplasia endometrial pueden evolucionar hacia un cáncer de endometrio, pero la mayoría de los casos son benignos y responden bien al tratamiento con hormonas o cirugía menor.

Objetivo

Describir en qué consiste la hiperplasia de endometrio, conociendo cuáles son sus síntomas para ayudar a la detención precoz de la enfermedad, así como sus posibles tratamientos para abordar estos casos.

Desarrollo

La hiperplasia endometrial representa, al menos inicialmente, una reacción fisiológica del tejido del endometrio a las acciones del estrógeno, el cual promueve la proliferación celular como parte del ciclo menstrual. Sin embargo, las células de un endometrio hiperplásico forman glándulas que con el tiempo van cambiando hacia hacerse predisponentes a transformaciones cancerígenas.

El principal síntoma es el sangrado vaginal anormal (menstruación excesiva, menorragias, sangrado intermenstrual) aunque en algunos casos puede cursar con apenas síntomas. Los síntomas más habituales de la hiperplasia son:

  1. Hemorragia vaginal entre períodos menstruales o después de la menopausia
  2. Sangrado menstrual abundante
  3. Períodos que duran más de lo normal
  4. Dolor durante las relaciones sexuales
  5. Amenorrea (ausencia de períodos menstruales)
  6. Períodos anovulatorios (ciclos menstruales sin ovulación)

El diagnóstico de la hiperplasia del endometrio se hace generalmente sobre la base de estos síntomas. Para su diagnóstico se dispone de tres pruebas:

  1. Ecografía a través de la vagina: Permite ver el estado de la mucosa uterina (endometrio), y según sus características nos hace sospechar una posible hiperplasia endometrial.
  2. Biopsia por aspiración mediante cánulas de aspiración flexibles (legrado por aspiración): permite tomar una muestra del endometrio
  3. Histeroscopia: permite visualizar la cavidad y su mucosa, y dirigir la toma de biopsia, lo que aumenta su rendimiento.

Una vez realizada la prueba diagnóstica se podrá determinar ante qué tipo de hiperplasia endometrial nos encontramos, ya que suele dividirse en cuatro grupos:

 Hiperplasia simple.

 Hiperplasia compleja.

 Hiperplasia atípica simple.

 Hiperplasia atípica compleja.

Cuando las células del endometrio crecen y se multiplican activamente se denomina hiperplasia simple. Pueden retroceder de manera espontánea o con un tratamiento médico y tiene un riesgo bajo de progresar a un cáncer. Si el crecimiento continúa, se forman nuevas células y glándulas, formándose la llamada hiperplasia compleja.

Las hiperplasias no atípicas tienen células y glándulas normales, aunque aumentadas en número y tamaño. Cuando las células sufren cambios que las predisponen a la aparición del cáncer, se habla de hiperplasia atípica (ya sea hiperplasia atípica simple o compleja).

Según datos estadísticos, cada tipo de hiperplasia endometrial tiene un porcentaje diferente de progresar hacia el cáncer de endometrio:

 Hiperplasia simple: progresa en menos del 1% de los casos.

 Hiperplasia compleja: alrededor del 3%.

 Hiperplasia simple atípica: hasta el 8%.

 Hiperplasia compleja atípica: hasta el 30%.

El tratamiento a seguir dependerá del tipo de hiperplasia ante el que estemos y por tanto debe ser individualizado, teniendo en cuenta tanto factores clínicos como histológicos. Se ha de tener en cuenta:

– Edad de la paciente.

– Tipo histológico de la hiperplasia.

– Deseos reproductivos.

– Existencia de patología asociada, ya sea genital o general, que pueda influir en la elección de uno u otro tratamiento.

– Posibilidad de hacer un seguimiento de la paciente.

Para las mujeres con hiperplasia típica, el tratamiento de la hiperplasia endometrial puede incluir la terapia hormonal para proporcionar progesterona extra. Esto ayuda a normalizar la proporción de estrógeno a la progesterona, así como la prevención de crecimiento excesivo del endometrio.

Las mujeres con hiperplasia atípica tienen un riesgo mayor de cáncer de útero y por lo tanto deben considerar un tratamiento más radical. La opción más común es la histerectomía (extirpación quirúrgica del útero), pero las mujeres que desean tener hijos en el futuro podrían preferir otras opciones. Una alternativa común a la histerectomía es una versión más fuerte de la terapia hormonal: Si la mujer quiere tener hijos se suele comenzar con tratamiento hormonal con píldoras anticonceptivas o progesterona y habrá que realizar controles periódicos (aproximadamente cada 3 meses inicialmente, y luego cada año) para controlar la evolución.

Bibiografía

  1. Montgomery BE, Daum GS, Dunton CJ. Endometrial Hyperplasia: A Review. Obstet Gynecol Survey 2004;59(5):368-75.
  2. Fernández J, Bernet E, Cano R. Lesiones precursoras del carcinoma endometrial. Clin Invest Ginecol Obstet 1999; 26:80-7.
  3. Howard A Zacur, Robert L Giuntoli, II, Marcus Jurema, «Endometrial Hyperplasia» from UpToDate Online (accessed 5-26-07)
  4. Richard Cote, Saul Suster, Lawrence Weiss, Noel Weidner (Editor). Modern Surgical Pathology (2 Volume Set). Londres: W B Saunders.