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Toxoplasmosis en el embarazo

Toxoplasmosis en el embarazo

La toxoplasmosis es una enfermedad parasitaria e infecciosa ocasionada por el protozoo Toxoplasma gondii, un parásito intracelular que puede vivir dentro de las células del ser humano, también en las células de los animales sobretodo felinos como el gato doméstico y en otros animales mayormente de granja.

El protozoo es miembro del grupo Apicocomplexa, clase Sporozoea; existe en la naturaleza bajo tres formas: el ooquiste, los quistes tisulares muy resistentes y el taquizoíto.

 Toxoplasmosis gondii es un parásito intracelular obligado perteneciente al filo Apicomplexa, con una gran capacidad para invadir y multiplicarse en el citoplasma de las células del huésped.

Toxoplasmosis gondii posee tres formas en su ciclo de vida: ooquiste, taquizoito y bradizoito, y dos fases sexuales (una asexual y otra sexual).

 Su ciclo evolutivo comienza cuando el hospedador (tiene como huésped definitivo al gato o felinos)  ingiere algunas de las formas del parasito (carne contaminada con quistes de tejido o ingiriendo ooquistes procedentes en heces de otros gatos). Una vez dentro del intestino del huésped continua su ciclo, los ooquistes liberan zoitos en el interior del intestino del gato que invaden las células epiteliales intestinales  y llevan a cabo un ciclo asexual y otro sexual, y posteriormente una parte puede diseminarse en forma de taquizoitos atravesando el epitelio intestinal y viajando por la sangre colonizando órganos como musculo y cerebro y la mayoría  por otro lado son expulsado al exterior a través de las heces contaminadas por millones de oorquistes, una vez  el ooquiste es esporulado se vuelve infeccioso pudiendo contaminar e infectar a otros animales o humanos a traves de su ingestión accidental.

Los humanos y otros animales pueden adquirir la infección por ingestión de ooquistes a través de las heces de felinos o por la ingesta de agua, vegetales o por los quistes tisulares presentes en carne infectada o también por infección intrauterina, transfusión o algún trasplante de órgano.

En la mujer embarazada, los taquizoitos pueden atravesar la placenta y de este modo alcanzar al feto, produciéndose una toxoplasmosis congénita, lo que da lugar a una serie de daños graves para el feto.

Toxoplasmosis en el embarazo

Autores

-Estrella Alba García Gavilán (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

-Miguel Ángel Gavilán López (DUE en HU Reina Sofía de Córdoba)

-Ángela Gavilán López (DUE en Servicio Andaluz de Salud)

RESUMEN

La mayoría de las personas adultas ya la han padecido la toxoplasmosis, es una de las zoonosis más frecuentes en el hombre y casi todas sin síntomas alarmantes, pero durante el periodo de embarazo puede afectar gravemente al feto pudiendo incluso provocar un aborto.

Si la embarazada ha pasado la enfermedad tiene defensas contra ella no hay problema y no es tan necesario seguir las recomendaciones  pero en el caso de no haberla pasado el personal sanitario recomendará una serie de medidas para evitar el riesgo de infección por toxoplasmosis, como cuáles son los síntomas que pudieran aparecer, cómo se produce el contagio y las distintas maneras de evitarlo.

Toxoplasma gondii se transmite e infecta a gran parte de la población animal y al ser humano en todo el mundo, pero no se considera causa frecuente de enfermedad, ya que la mayoría de las veces se presenta de forma asintomática pudiendo presentarse en algunos casos malestar general, fiebre, mialgias y linfoadenopatías cervicales, los síntomas suelen remitir en varias semanas, y como máximo requieren tratamiento con analgésicos y no produce daño grave para el ser humano.

Pero la toxoplasmosis goldii si pone en riesgo la vida de personas inmunodeficientes y al ser un organismo capaz de atravesar la placenta (vía transplacentaria) es extremadamente peligroso para el feto  produciéndose la toxoplasmosis congénita (cuando el niño se infecta antes de nacer).

El hecho de que la mayoría de las veces se presente de forma asintomática es aún más perjudicial para el feto ya que puede pasar desapercibida y no ser tratada a tiempo para buscarle solución poniendo en riesgo la vida del feto.

Existe un riesgo de un 40% de que la mujer embarazada que contrae la infección por toxoplasmosis goldii pueda contagiar al feto.

Las mujeres embarazadas tienen mayor probabilidad de contraer la toxoplasmosis goldii en el tercer trimestre y en el segundo de gestación del embarazo aunque cuando más perjudicial seria para el feto es en el primer trimestre cuando el embrión es más vulnerable.

Una vez que el parásito atraviesa la placenta e infecta al feto la T.goldii podría provocar graves lesiones a nivel cerebral, el recién nacido puede presentar la tríada de hidrocefalia, calcificaciones intracraneales y coriorretinitis, pérdida de la audición de visión, problemas posteriores en el  aprendizaje del niño, e incluso  producir la muerte del bebé.

Por ello es necesario que la mujer embarazada tenga conciencia de esta enfermedad para poder prevenirla y de esta manera evitar el contagio y el daño fetal.

METODOLOGÍA

Se ha llevado a cabo una búsqueda y revisión bibliográfica acerca de la “Toxoplasmosis en el embarazo” en las principales bases de datos y en los siguientes metabuscadores: Google académico y The Cochrane Library.

PALABRAS CLAVE

Protozoo toxoplasma gondii, toxplasmosis goldii, Toxoplasmosis en embarazo.

ENTORNO DONDE SE ENCUENTRA

  • Reservorio Humanos
  • Mamíferos (felinos, ovinos, caprinos, bovinos, porcinos, roedores) y aves.
  • Suelo, vegetación, agua, alimentos (carne cruda, vegetales contaminados).

CONTAMINACION POR PARASITO TOXOPLASOSIS GOLDII

  • OOQUISTES: A través de la ingesta de verduras, legumbres o frutas contaminadas o en el entorno del felino.
  • TROPOZOITO: Cuando consigue atravesar la placenta de la embarazada, sobretodo en el tercer trimestre de gestación (toxoplasmosis congénita) y a través de trasplantes de órganos o recibir transfusiones sanguíneas.
  • QUISTES: A través de la ingesta de carne cruda o mal cocinada (poco hecha), ahumada de ganado o animales silvestres.

COMO DETECTAR LA TOXOPLASMOSIS, DIAGNOSTICO EN EMBARAZADAS

El diagnóstico para detectar la presencia de toxoplasmosis se realiza mediante pruebas serológicas en gestantes. Las pruebas que miden la inmunoglobulina G (IgG) se utilizan para determinar si una persona ha sido infectada por T.goldii, permiten detectar fácilmente anticuerpos IgG e IgM en concentraciones limitadas.

Normalmente tras confirmar que la mujer está embarazada se le realizara en atención primaria el primer análisis de sangre en el cual es posible obtener información sobre si presenta o no anticuerpos de la toxoplasmosis (IgM). Y si es posible que ya presente infección que pudiera pasar de la madre al feto a través de la placenta.

En caso de detectar que la mujer embarazada ya está contaminada es necesario estimar el tiempo de infección para ello las prueba que miden la inmunoglobulina M (IgM) también se utilizan junto con otras pruebas.

El diagnóstico puede hacerse aunque con menos frecuencia debido a que resulta dificultoso obtener estas muestras, mediante la observación directa del parásito en cortes de tejidos teñidos, el líquido cefalorraquídeo (LCR), o material de biopsia

Los parásitos también pueden ser aislados de los fluidos corporales de sangre o de otro tipo (por ejemplo, el LCR), pero este proceso puede ser difícil y requiere mucho tiempo.

Las técnicas moleculares que pueden detectar el ADN del parásito en el líquido amniótico pueden ser útiles en casos de toxoplasmosis congénita.

PREVENCION DE LA INFECCION CONGENITA

La mujer una vez realizado un test de embarazo positivo debe acudir a atención primaria, en donde le realizaran un análisis de sangre en el cual se determinaran una serie de valores, uno de ellos consiste en determinar si la gestante es seronegativa para toxoplasma.

Si la gestante no ha pasado la toxoplasmosis el personal sanitario le informara sobre la prevención de esta mediante una serie de normas dietéticas y actuaciones simples.

Recomendaciones para gestantes sero-negativos:

– Cocinar adecuadamente la carne, no dejando esta poco hecha y no ingiriéndola cruda. Lavarse las manos tras manipular carne cruda o utilizar guantes para su manipulación. No llevar las manos a la boca y ojos tras tocar la carne cruda.

– Lavar bien la cocina y los utensilios utilizados en el manejo de la carne.

– Lavar bien las verduras y frutas antes de ser ingeridas sobre todo sin son crudas y evitar comer verduras de bolsa ya preparadas. Lavar las verduras si son ecológicas con guantes.

– Ingerir leche cruda de cabra.

– La mujer gestante debe evitar tener contacto con gatos aunque la infección no se trasmite al acariciar al gato. Evitar manipular las heces o materiales que estén en contacto con estas, de no ser posible deben utilizar siempre guantes y lavarse las manos y uñas posteriormente.

– Lavar manos y uñas y utilizar guantes para manipular tierra ya sea de jardines, huertos… (el contagio requiere que se meta las mano sin lavar en la boca).

– Bebiendo agua contaminada con ooquistes esporulados.

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