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Caso clínico: ¿Cuándo puedo ofrecer a los niños algo más que el pecho? Dudas sobre la introducción de alimentos

Caso clínico: ¿Cuándo puedo ofrecer a los niños algo más que el pecho? Dudas sobre la introducción de alimentos

Actualmente, la recomendación sobre la situación ideal es que el niño permanezca los 6 primeros meses con lactancia materna exclusiva. Pasado este periodo las necesidades nutricionales se modifican, empiezan a necesitar más reservas de hierro y es necesario que tomen alimentos con más contenido de éste.

AUTORES

–           Esther Cárdenas Feria. Enfermera. Servicio Andaluz de Salud. UGC Andévalo Occidental. Huelva.

–           Ana Mª Limón Morgado. Enfermera y Podóloga. Servicio Andaluz de Salud. Centro de Salud de Valverde del Camino. Huelva.

–           Inés Barrera Boza. Enfermera. Servicio Andaluz de Salud. Centro de Salud de Valverde del Camino. Huelva.

PALABRAS CLAVE: alimentación, lactante, introducción alimentos

RESUMEN

Además, ya está preparado desde el punto de vista psicomotor: se sienta o está a punto de hacerlo y se interesa por las cosas que le rodean echando las manos a lo que le llama la atención, por tanto, es un buen momento para iniciar la administración de alimentos que complementan la lactancia materna.

EXPOSICIÓN DEL CASO

JFM ( Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal.) Acude a nuestra consulta para informarse acerca de la introducción de alimentación complementaria, puesto que su hijo tiene cinco meses y medio y próximamente empezará a comer sólidos.

Hasta el momento, su hijo es lactante, exclusivamente leche materna, con aumento de peso adecuado durante su desarrollo, es un bebé sano, con deposiciones y orina normal.

Ella le ha dado en alguna ocasión un trozo de pan, puesto que el niño manifiesta un gran interés por la comida, acerca las manos a todos los alimentos y chupa fruta si le dan un trozo grande.

No tiene experiencia anterior, puesto que este es su primer hijo y prefiere asesoramiento profesional a recomendaciones de familiares o amigos, por eso decide venir a la consulta.

RESUMEN

Para empezar, debemos decir a la madre que se debe ofrecer el pecho antes de los otros alimentos para que se pueda mantener la lactancia el mayor tiempo posible. La leche materna continúa siendo el alimento fundamental del niño hasta el año de edad y la alimentación complementaria, es eso: complementaria al pecho.

La madre se puede extraer leche después de que mame el bebé y congelarla, para que se pueda utilizar cuando tenga que ausentarse (por trabajo u otros motivos), incluso para preparar papillas.

La alimentación complementaria debe basarse en: alimentos de transición o intermedios, que pertenezcan a los grupos principales de alimentos y adaptados para satisfacer las particulares necesidades del niño.

Debe estar basada en la dieta familiar, si ésta es variada y equilibrada, debiendo adaptarse a la capacidad de comer del niño. El paso de lactancia materna exclusiva a alimentación complementaria y de ésta a la dieta familiar normal debe ser gradual.

Los cereales se pueden mezclar con leche materna, con las verduras o con las frutas, por lo que no es adecuado emplear una “leche artificial” para preparar las papillas de cereales.

RECOMENDACIONES

Siguiendo la información que nos proporciona la madre, informamos de que la mayoría de los bebés: hacia los seis meses se mantiene sentado con ayuda y puede tomar con cuchara “barriéndola” con el labio superior, hacia los ocho meses, pueden masticar y tragar alimentos más sólidos (troceados o triturados exclusivamente con el tenedor, sin necesidad de batidora) y entre los nueve y doce meses empiezan a poder alimentarse de manera más independiente y con mayor cantidad de comida sólida.

Los nuevos alimentos se deben dar triturados, a veces es suficiente machacados con el tenedor, en trozo grandes y con cuchara, no aconsejándose el uso de biberones ni para las papillas, ni para darles líquidos como zumos o agua, ya que pueden tomarlos perfectamente empleando un vasito. Antes de los seis meses si están con lactancia materna exclusiva, no necesitan ningún líquido más, aparte de la leche materna.

Se debe introducir un alimento nuevo cuando el niño tome bien el anterior (entre tres y diez días), para que se acostumbre al nuevo sabor y poder valorar la aparición de intolerancias o alergias.

Se recomienda ofrecer alimentos propios de la zona y según la cultura y los gustos familiares, introduciendo gradualmente una dieta variada y agradable.

Aunque no es importante el alimento que se ofrece primero, es aconsejable ofrecer cuanto antes alimentos que contengan hierro, como las carnes.

En cuanto al gluten (contenido en el trigo, cebada, centeno), lo más adecuado es introducirlo en pequeñas cantidades al mismo tiempo que se continúa dando el pecho, por su efecto protector frente a la enfermedad celiaca.

Evitar al principio alimentos que pueden contener muchos nitratos (como la remolacha, espinacas y zanahoria).

Se puede añadir a los purés de verduras un poco de aceite de oliva.

No se debería añadir azúcar ni sal a los alimentos del bebé durante el primer año. Después es conveniente utilizar pequeñas cantidades de sal yodada.

Si el bebé hace unas 4 tomas de pecho, no necesita otros alimentos lácteos, como yogur, queso o “leches artificiales” en papillas.

Se debe evitar la introducción de leche de vaca y derivados lácteos antes de los 12 meses de edad en niños con alto riesgo de desarrollar alergia a las proteínas de la leche de vaca (antecedentes de alergia en familiares de primer grado). En niños de bajo riesgo alérgico, es aceptable introducir pequeñas cantidades de derivados lácteos con el resto de alimentos, antes de los 12 meses, siempre que no constituya la bebida principal.

No tiene sentido introducir papillas u otros alimentos para que duerma más, ni para que se acostumbre antes de que su madre empiece a trabajar, o para que gane más peso. No olvidemos que el aumento excesivo de peso en las primeras etapas de la vida puede predisponer a obesidad futura.

CONCLUSIONES

Nuestra función como profesionales sanitarios debe ser informar a la madre de las distintas posibilidades de introducción de alimentos y, promover la búsqueda de información en otros medios, para contrastar y así decidir de manera consciente lo que es mejor para su hijo.

La introducción de alimentos sólidos debe ser de manera gradual y, por supuesto, no traumática, no obligando al niño a comer ni hacer del momento de la comida algo desagradable. En niños que al principio son reticentes a los sólidos, no debemos preocuparnos, continuarán con la lactancia y el interés por la comida aparecerá más tarde, sin duda.

Es una buena idea que el niño coma en la mesa con todos, la comida también es un acto social y el niño ve y aprende.

Por supuesto, como en otros ámbitos de la crianza, la introducción de los alimentos debe ser algo personal y/o familiar, dependiendo de cómo realizan las comidas los padres, el interés del niño, el gusto gastronómico dependiendo de las zonas, etc. Y así, cada familia irá adaptando la comida al momento del desarrollo del niño, y poco a poco el niño adoptará las costumbres familiares del resto de los miembros. Una buena educación para la comida empieza por los padres.