Inicio > Oncología > Técnicas no farmacológicas para niños recientemente diagnosticados de cáncer y para sus padres

Técnicas no farmacológicas para niños recientemente diagnosticados de cáncer y para sus padres

Técnicas no farmacológicas para niños recientemente diagnosticados de cáncer y para sus padres

El cáncer infantil es una enfermedad neoplásica caracterizada por la proliferación anormal de las células en el niño.

AUTORES

  1. Mireya Layunta Hernández. Enfermera en Hospital Materno – Infantil (Zaragoza).
  2. Carlos Alberto Luna Gandú. Máster de Iniciación en Investigación en Ciencias de la Enfermería. Enfermero en Hospital Materno – Infantil (Zaragoza).
  3. Andrea Remacha Rodríguez. Máster de Iniciación en Investigación en Ciencias de la Enfermería. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).
  4. Cristina López Hernández. Enfermera en Hospital Universitario Miguel Servet (Zaragoza).

RESUMEN

El diagnóstico supone un impacto tanto físico como psíquico para él y sus padres por lo que es de vital importancia una intervención inmediata para tratar la enfermedad y sus consecuencias.

Objetivo: Analizar diferentes técnicas no farmacológicas para niños diagnosticados recientemente de cáncer y sus respectivos padres para favorecer una buena adaptación a la hospitalización en el trascurso de la enfermedad así como la mejora de su calidad de vida.

Metodología: Se ha realizado una búsqueda bibliográfica en diversas bases de datos: Pubmed, Science Direct y Web Of Science; libros, Guías de Práctica Clínica (GPC) y en páginas web oficiales.

Conclusión: El proceso de hospitalización del niño tras el diagnóstico de cáncer infantil es complejo. El niño se encuentra en un ambiente extraño y sus padres, generalmente, desconocen el proceso de la enfermedad por lo que se ha de atender a las necesidades que surgen en ese momento. Las terapias no farmacológicas son un buen método para tratar problemas sin generar efectos secundarios.

Palabras clave: Cáncer infantil, niño hospitalizado, oncología pediátrica.

ABSTRACT

Childhood cancer is a neoplastic disease characterized by an abnormal growth of cells in children. The diagnosis causes a great impact on both physical and mental health for the child and his parents, for this reason it’s extremely important to provide immediate healthcare in order to treat the disease and its consequences.

Objetive: To analyze non-pharmacological methods in order to treat children who have been recently diagnosed with cancer and his parents so as to make easier their adaption to hospitalization during the course of the disease as well as improve their quality of life.

Methodology: literature review in many databases: Pubmed, Science Direct and Web Of Science; Clinical Practice Guidelines (CPG), books and official websites have been consulted.

Conclusion: The hospitalization process in children after cancer diagnosis is hard to deal with. Children often feel in a strange environment and their parents usually know almost nothing about the course of the diasease so attention should be given to children and parents’ needs. Non-pharmacological therapies are good methods without side effects to treat troubles about this disease.

Key words: childhood cancer, hospitalized child, pediatric oncology.

INTRODUCCIÓN

El cáncer infantil es una enfermedad neoplásica caracterizada por la proliferación anormal de las células en el niño (1).

El diagnóstico de cáncer en el niño es siempre una experiencia inesperada y traumática para toda la familia. Actualmente, el cáncer infantil se puede tratar y, en muchas ocasiones, curar, sobre todo cuando se diagnostica de forma precoz. Sin embargo, dicha enfermedad sigue siendo fuertemente estigmatizada, llena de incertidumbre y asociada a mal pronóstico, sufrimiento y muerte inminente.

Desde Enfermería podemos trabajar con diferentes técnicas no farmacológicas que ayuden a lidiar con situaciones desagradables durante la hospitalización del niño recién diagnosticado.

Epidemiología

El cáncer se puede definir como una enfermedad neoplásica con transformación de las células, que proliferan de manera anormal e incontrolada. Este hecho se produce debido a que los mecanismos de control de reproducción y diferenciación no detectan el proceso (1).

Esta enfermedad afecta a toda la población independientemente de la edad. Especial relevancia presenta en la población infantil, ya que se sitúa como una de las principales causas de muerte en los países desarrollados. Basándonos en las directrices establecidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer infantil es aquel que afecta a individuos de entre 0 y 14 años (1, 2).

Anualmente se diagnostican alrededor de 160.000 nuevos casos de cáncer infantil en el mundo y casi 100.000 niños mueren antes de cumplir los 15 años debido a la enfermedad (3). En Europa se diagnostica cáncer infantil en 15.000 niños anualmente, siendo en los países desarrollados la primera causa de muerte infantil por enfermedad a partir del primer año de vida (4).

En nuestro país se detectan alrededor de 1.100 casos nuevos anuales de cáncer en la población infantil. La supervivencia, basada en el seguimiento a partir de los 3 años del diagnóstico y hasta los 5 años tras la detección, alcanzó, al igual que la media europea, el 75% en el curso 2005/2006 (5).

A nivel nacional los tumores más frecuentes en la población infantil son la leucemia (30%) seguida de los tumores del sistema nervioso central (22%) y los linfomas (13%). De menor incidencia son los tumores de tejidos blandos, óseos, renales, de células germinales, retinoblastomas y melanomas.

La incidencia en los tumores infantiles es similar en el resto de Europa. Debido a que en los países desarrollados ha descendido drásticamente la mortalidad infantil por infecciones o desnutrición, la lucha contra el cáncer se ha convertido en una prioridad en la salud pública mundial (4, 6).

Etiopatogenia

El inicio del cáncer o carcinogénesis es el proceso mediante el cual una célula normal se transforma en cancerosa. Esta alteración se produce mediante la interacción entre los factores genéticos del paciente y factores externos o epigenéticos que a su vez se pueden clasificar en físicos (como radiaciones), químicos (como el humo del tabaco) o biológicos (causado por infecciones víricas, bacterianas o fúngicas).

Sin embargo, en el cáncer infantil se ha comprobado que sólo un pequeño porcentaje es debido directamente a causas genéticas o externas (10-25%) permaneciendo, en la mayoría de casos (75-90%), la etiología totalmente desconocida. Por este motivo, la prevención del cáncer en la población infantil es muy difícil de llevar a cabo (1, 8, 9).

Diagnóstico

La detección precoz y el tratamiento adaptado al paciente son factores vitales a la hora de abordar este problema. Sin embargo, el cáncer infantil suele presentarse con síntomas inespecíficos que conllevan un retraso en el diagnóstico y, por lo tanto, en el inicio de un tratamiento adecuado en el cual se incluye cirugía, quimioterapia, radioterapia, trasplante de médula ósea o una combinación de las mismas (7, 8).

El diagnóstico de cáncer infantil tiene un gran impacto tanto físico como psicológico para un niño debido al tratamiento invasivo y sus consecuencias. Algunos problemas psicosociales en el menor pueden manifestarse por unos niveles altos de depresión, ansiedad y otras patologías similares.

Todo ello depende del estadío del tumor y de su situación anatómica ya que el niño se encuentra en desarrollo y esta enfermedad puede interrumpir no solo el desarrollo físico, también el intelectual y emocional dando lugar a problemas en su identidad y deterioro de su autoestima. De esta manera, el niño puede presentar en la edad adulta dificultades en su autonomía así como en su independencia, educación, desarrollo social, sexual… (10, 11).

Repercusión del cáncer en el niño y en su familia

Además, el cáncer no solo repercute en el niño. En sus padres y hermanos crea sentimientos de dolor, temor, tristeza, desesperanza y miedo.

Desde el momento en el que el niño cae enfermo y es diagnosticado de cáncer, la rutina familiar cambia y la calidad de vida de los cuidadores principales se deteriora considerablemente (12, 13). Éstos se dedican al cuidado del niño abandonando en muchos casos su vida laboral y sufriendo agotamiento físico, mental y emocional, además de altos niveles de estrés y síntomas de ansiedad, complicando la comprensión de la enfermedad, el cuidado de sus hijos y su relación con el equipo sanitario.

Estos problemas se intensifican en el tiempo en el que el niño permanece hospitalizado en la unidad de Oncología Pediátrica (14, 15).

OBJETIVO

Analizar diferentes técnicas no farmacológicas para niños diagnosticados recientemente de cáncer y sus respectivos padres para favorecer una buena adaptación a la hospitalización en el trascurso de la enfermedad así como la mejora de su calidad de vida.

ENFERMERÍA EN EL CUIDADO DEL NIÑO DIAGNOSTICADO DE CÁNCER: TERAPIAS NO FARMACOLÓGICAS

El niño es atendido en el hospital por un equipo multidisciplinar que aporta servicios continuados, integrados y organizados. El rol de Enfermería adquiere gran importancia en el proceso de la hospitalización, pues las enfermeras pasan buena parte del tiempo con ellos, pudiendo conocer cuáles son sus necesidades en cada momento. Además, es entonces cuando se les realizan las técnicas más invasivas (16).

Los niños están alejados de sus hogares e incluso, en ciertas situaciones, aislados en su habitación, por lo que no solo se deberá atender a sus cuidados físicos (administración de fármacos o quimioterápicos, prevención de infecciones, control en su nutrición…) también se deberán tener en cuenta los cuidados psicosociales, por ejemplo, con la realización de técnicas que disminuyan su ansiedad o su sensación de dolor o mediante la docencia para que sean conscientes de su enfermedad (17, 18).