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La prevención de la infección del sitio quirúrgico. Estrategias

La prevención de la infección del sitio quirúrgico. Estrategias.

Las Infección del Sitio Quirúrgico (ISQ) en algunos hospitales es la de mayor incidencia entre las infecciones nosocomiales, aumentando la morbilidad, la mortalidad de los pacientes, los costos de atención, incrementando las estancias hospitalarias de los pacientes.

The prevention of surgical side infection. Strategies.

 Autor: Cristian Rábago Pérez. Diplomado en Enfermería.

Resumen

La ISQ es un proceso complejo en el que los factores ambientales del huésped, de la sala de operaciones, de la propia cirugía y de los microorganismos involucrados interactúan de tal forma que permiten su desarrollo. La prevención de estas infecciones mediante determinadas estrategias es una prioridad para los profesionales sanitarios y  seguridad de los pacientes.

Palabras clave: Infecciones del Sitio Quirúrgico, Prevención, Estrategias, Seguridad del Paciente.

Abstract

The Surgical site infections is among the highest incidence of nosocomial infections in some hospitals. The Surgical Site Infection increases morbidity, mortality of patients, healthcare costs, as well as the length of hospital stays.

The genesis of this infection is a complex process, and many factors originating from the environment, the operating room, the surgical procedure, and the microorganisms involved all interact to promote the development of them. The prevention of surgical site infections with certain strategies is a priority for healthcare professionals and patient safety.

Key Words: Surgical Site Infections, Prevention, Strategies, Patient Safety.

Introducción

Una ISQ (antes denominada Infección de la Herida Quirúrgica), es la infección de una herida tras una cirugía. Se puede desarrollar dentro de los primeros 30 días después de la cirugía, o en el plazo de un año si se dejó un implante. Cerca del 50% de las ISQ se presentan la primera semana y casi el 90% se diagnostica dentro de las dos semanas siguientes a la cirugía, por lo que un porcentaje no despreciable de ISQ se manifiesta al alta del paciente.

La ISQ puede afectar a heridas o tejidos superficiales o profundos. En casos más graves, la ISQ puede afectar a un órgano.

Factores de riesgo

El aumento de la probabilidad de contraer una ISQ ha sido vinculado a factores de riesgo del paciente, tipo de cirugía y el ambiente del pabellón quirúrgico. Conocer estos factores de riesgo es útil para utilizar con eficacia las medidas de prevención. Existen dos tipos:

  1. Intrínsecos: Edad extrema, desnutrición, diabetes, tabaquismo, obesidad, inmunosupresión, transfusión periquirúrgica de ciertos productos sanguíneos, duración de la internación prequirúrgica.
  2. Extrínsecos: Preparación de la piel, vestimenta, duración de la cirugía, profilaxis antimicrobiana, ventilación, esterilización, drenajes, técnica quirúrgica y asepsia.

Estrategias de prevención de la ISQ

En todos los pacientes se toman medidas universales para prevenir infecciones, pero el riesgo de aparición de ISQ es mayor en ciertos casos, de modo que es importante valorar en forma apropiada e individualizada este riesgo y extremar los cuidados.

Baño prequirúrgico. Limpieza

Al producirse la incisión quirúrgica en la piel, los microorganismos que colonizan la superficie cutánea pueden contaminar los tejidos y generar una infección. En la piel encontramos microorganismos adquiridos por contacto que pueden ser fácilmente removidos mediante lavado con jabón.

No hay pruebas para indicar si el número duchas y el calendario de preoperatorio afecta a la tasa de ISQ, pero muchos estudios coinciden en la importancia de la ducha, que debe tener lugar el día de la cirugía y debe realizarse al menos con agua y jabón.

Rasurado y antisepsia de la piel para la cirugía

La eliminación del vello es una práctica muchas veces necesaria para una correcta visualización o acceso al sitio de incisión, pero la menor tasa de infección se obtiene cuando no se corta el vello.

De esta forma, en casos en los que está indicado el rasurado, el método utilizado debe minimizar al daño de la piel. La remoción de vello puede llevarse a cabo mediante el uso cortadora de pelo al ras con máquina de afeitar tipo “clipping”, o cremas depilatorias, en zonas de difícil corte se puede utilizar tijera curva.

Diferentes agentes antisépticos están disponibles para la preparación preoperatoria de la piel. Los yodóforos, productos con alcohol y gluconato de clorhexidina, son los agentes usados con mayor frecuencia.

El alcohol en concentración de 70 a 90% tiene actividad germicida contra bacterias, hongos y virus, pero no contra esporas. Una desventaja potencial en el uso de alcohol es la inflamabilidad.

La clorhexidina y los yodóforos tienen amplio espectro bactericida, pero la mayor reducción bacteriana y efecto residual se alcanzaron con clorhexidina tras una sola aplicación. Además, la clorhexidina no es inactivada por la sangre o por proteínas del suero como ocurre con los yodóforos, aunque estos ejercen un efecto bacteriostático mientras estén presentes en la piel.

El antiséptico debe ser aplicado en círculos concéntricos, comenzando en el área de la incisión; el área de la preparación debe ser grande, ya que puede ser necesario extenderla, modificarla o crear nuevas incisiones, dependiendo del paciente.

Asepsia del equipo quirúrgico

Los miembros del equipo quirúrgico en contacto directo con el campo operatorio o instrumental estéril, deben realizar el lavado de manos quirúrgico inmediatamente antes de colocarse batas y guantes estériles.

Estudios recientes sugieren que la técnica para lavado de las manos por dos minutos es tan efectiva como la técnica tradicional de diez minutos para reducir el conteo de colonias bacterianas en las manos, pero la duración óptima del lavado no se conoce.

El primer lavado del día debe incluir el énfasis en la limpieza completa de las uñas. No está claro que tal limpieza sea necesaria en los lavados de manos posteriores durante el día. Después del lavado de manos, deben mantenerse las manos alejadas del cuerpo (brazos flexionados), para que el agua fluya de la punta de los dedos hacia los codos. Deben utilizarse compresas estériles para secarse antes de colocar los guantes estériles.

Profilaxis antibiótica

La profilaxis se refiere a la aplicación de un antibiótico, en curso muy breve, al inicio de la cirugía para reducir la carga microbiana durante el acto quirúrgico a un nivel que no pueda sobrepasar las defensas del paciente.

Para llevar al máximo los beneficios del antibiótico profiláctico deben seguirse cuatro principios:

1.- Utilizar un antibiótico para todas las cirugías o clases de cirugías en las que su uso haya demostrado reducir las tasas de ISQ.

2.- Usar un antibiótico profiláctico que sea seguro, económico y bactericida con un espectro que cubra la mayoría de microorganismos.

3.- La profilaxis antimicrobiana debe administrarse en el tiempo correcto, de modo que se asegure una concentración óptima durante el tiempo que dure la intervención quirúrgica.

4.- Mantener los niveles terapéuticos del antibiótico en la sangre y tejidos durante toda la cirugía, incluyendo el cierre de la incisión o unas horas después de finalizar, puesto que la presencia de coágulos en la herida permite que algunas bacterias resistan a la fagocitosis.

Técnica aséptica e indumentaria quirúrgica

La esterilidad de la técnica es responsabilidad de todos los miembros del equipo debiendo vigilarla y estar alerta para preservarla. Toda contaminación debe remediarse  inmediatamente.

El uso de barreras de protección minimiza la exposición a potenciales patógenos . La indumentaria quirúrgica fundamental es la siguiente:

  1. Uniforme, batas y campos quirúrgicos
  2. Mascarillas faciales.
  3. Gorro y polainas.
  4. Guantes estériles.

Conclusiones

– Actualmente la seguridad del paciente es un tema fundamental que se ha puesto de manifiesto en numerosas investigaciones en los últimos años y los profesionales de Enfermería tienen  un papel fundamental, al estar al lado del paciente y “cuidar” de él.

-Me ha parecido importante destacar la infección nosocomial, y en especial, la del sitio quirúrgico ya que ésta es una de las principales causas de morbilidad en los pacientes  quirúrgicos y el trabajo que se realiza nunca está exento de situaciones imprevisibles, sobre todo en este ámbito.

– Se debe realizar una vigilancia activa de las ISQ en el postoperatorio que permita un diagnóstico y un tratamiento temprano de éstas.

– La prevención de la aparición de ISQ debe ser una actitud activa, continua y primordial para todo el personal implicado en el preoperatorio, el perioperatorio y postoperatorio.

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