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Abordaje de la introducción a la alimentación complementaria desde la persperctiva del método Baby-Led Weaning

Abordaje de la introducción a la alimentación complementaria desde la persperctiva del método Baby-Led Weaning

El inicio a la alimentación no láctea o alimentación complementaria en la dieta del lactante supone un proceso de gran importancia para el crecimiento y desarrollo del niño.

Autores:

Judit Vera Bailón

Pablo Solana Clemente

Alejandra Pérez Martínez

Lucia Largo Sola

Natalia Sánchez Gallego

Laura Pueyo Galindo

Cecilia Tarragüel Gracia

  1. RESUMEN

Introducción:

A partir de los seis meses de edad la función renal y digestiva, así como las habilidades

motoras orales del niño (ej., Masticar y tragar) se han desarrollado lo suficiente como para

aceptar los alimentos sólidos.

El método Baby-Led Weaning difiere del abordaje tradicional a la introducción de la

alimentación complementaria ya que es el niño quien se alimenta a si mismo desde el inicio de

la introducción de los alimentos sólidos.

Metodología:

La realización de este artículo se ha llevado a cabo gracias a una búsqueda

bibliográfica acerca del método Baby-Led Weaning y la introducción de la alimentación

complementaria en lactantes a partir de los seis meses de edad.

Conclusiones:

El método Baby-Led Weaning supone una forma de introducción de la alimentación

complementaria más respetuosa con los niños y mejor adaptada a sus capacidades y

habilidades motoras que la tradicional alimentación a cuchara.

  1. ABSTRACT

Introduction:

The initiation of non-dairy feeding or complementary feeding diet is a very important

process that can affect the infant’s growth and development. After six months of age renal and

digestive function, as well as the infant’s oral motor skills (Eg. chewing and swallowing) have

developed enough to have solid foods.

Baby-Led Weaning differs from the traditional approach of introduction to

complementary feeding because in this case is the child who feeds himself from the beginning.

Method:

The creation of this article has been carried out by the realization of an extensive

bibliography research about the topic Baby-Led Weaning and the introduction of complementary

feeding on children from six months of age.

Conclusions:

Baby-Led Weaning method is a more respectful way of introducing complementary feeding

in children that is as well better adapted to their abilities and oral motor skills than traditional

spoon feeding.

  1. OBJETIVO PRINCIPAL

Realizar un análisis de los beneficios e inconvenientes de la introducción a la alimentación

complementaria en niños a partir de los seis meses de vida mediante el método Baby-Led

Weaning (BLW).

  1. METODOLOGÍA

La realización de este artículo se ha llevado a cabo gracias a una extensa búsqueda

bibliográfica acerca del método Baby-Led Weaning y la introducción de la alimentación

complementaria en los niños a partir de los seis meses de edad.

Para ello se han utilizado diferentes artículos y libros relacionados con la temática en

cuestión que han sido encontrados a través de la búsqueda en diferentes bases de datos como

son: PubMed, Dialnet y Google Académico utilizando las siguientes palabras clave: Baby-Led

Weaning y Alimentación Complementaria, no siendo útiles todos los resultados encontrados.

  1. PALABRAS CLAVE:

Baby-Led Weaning, Alimentación complementaria, Introducción a la alimentación.

  1. INTRODUCCIÓN

En el año 2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cambió la anterior

recomendación de la introducción de la alimentación complementaria y la introducción de

alimentos sólidos de los 4 a los 6 meses de vida.

Esta variación se produjo a consecuencia de la recomendación de extensión de la fase de

lactancia materna exclusiva de los 4 a los 6 meses (180 días) de vida. [1,2,3]

Aunque se ha producido una gran cantidad de debates a cerca del cambio en la edad a la

que la alimentación complementaria debe ser introducida, se ha prestado poca atención a

como éste cambio ha afectado a la manera en la que la introducción a los alimentos

complementarios debería modificarse debido al cambio sustancial en el desarrollo en la

motricidad gruesa y fina, así como las habilidades motoras orales que se producen entre los 4 y

los 6 meses de vida.

A partir de los seis meses de edad la función renal y digestiva, así como las habilidades

motoras orales del niño (ej. masticar y tragar) se han desarrollado lo suficiente como para

aceptar alimentos sólidos. De hecho, a esta edad la alimentación complementaria se necesita

para ‘complementar’ los nutrientes y energía aportada por la lactancia materna para asegurar

un crecimiento y desarrollo adecuados. [2,3]

Tradicionalmente la introducción de AC se ha realizado mediante la exposición gradual a

alimentos sólidos con diferentes texturas. Esto quiere decir que los niños reciben alimentos en

forma de puré, antes de pasar a alimentos blandos y alimentos picados, siendo los alimentos

enteros poco importantes en la dieta hasta más tarde, normalmente alrededor de los 8-9 meses

de edad.

Esta recomendación ha sufrido pocas variaciones desde que la edad recomendada para la

introducción de AC pasó de los 4 a los 6 meses. Los alimentos en forma de puré eran

necesarios a los 4 meses porque las habilidades de los niños para masticar están limitadas. Sin

embargo, a los 6-7 meses de vida la mayoría de los niños son capaces de masticar, sentarse

por si mi mismos y de llevarse comida a la boca sin ayuda, lo que sugiere que la transición de

alimentos en forma de puré a solidos puede no ser necesaria.

Sin embargo, durante los últimos 10-15 años ha emergido una alternativa conocida como

Baby-Led Weaning (BLW).

El método BLW difiere del abordaje tradicional a la introducción de AC porque anima al

niño a alimentarse a sí mismo desde el inicio de la introducción de los alimentos sólidos.

Aunque la mayoría de los países recomiendan que se introduzca algunos alimentos sólidos

a partir de edades tan tempranas como los 6 meses, generalmente representan un

componente muy pequeño de sus dietas. En cambio, los padres que siguen el método BLW

ofrecen un rango de alimentos más amplio y el niño es quien elige qué alimentos quiere, cómo

comerlos, qué cantidad ingerir y el lugar en que quieren comer. [2,3,4]

  1. OBJETIVOS

Objetivo general:

Realizar una búsqueda bibliográfica para poder llevar a cabo un análisis de los

beneficios e inconvenientes de la introducción a la alimentación complementaria en niños a

partir de los seis meses de vida mediante el método Baby-Led Weaning (BLW)

  1. DESARROLLO

8.1 En que consiste el BLW:

El término BLW fue utilizado por primera vez por Gill Rapley, matrona y enfermera

pediátrica inglesa que, tras años de observar los problemas que surgían cuando se forzaba a

los niños a comer papillas, desarrolló la teoría de una alimentación guiada por el bebe,

directamente con sólidos, dándole el nombre de Baby-Led Weaning que literalmente se traduce

como “destete guiado por el bebe”, no refiriéndose al abandono de la lactancia materna, sino a

dejar su exclusividad para empezar a introducir alimentos sólidos.[3,5,6]

El proceso es mucho más pacífico y agradable tanto para los niños como para los

padres, y es el propio bebe quien decide cuando y como empezar.

Para llevarlo a la práctica han de cumplirse los siguientes requisitos:

  1. El niño ha de ser capaz de sentarse sin apoyo ya que de este modo sus manos

quedan libres para alcanzar la comida en lugar de utilizarlas para mantener la

estabilidad, al mismo tiempo que también empiezan a coordinar sus manos para

agarrar y explorar objetos. Esto suele producirse entorno a los seis meses de edad,

coincidiendo con la recomendación de la OMS de introducir la AC en este

momento.

  1. El siguiente punto a cumplir para ingerir solidos enteros es el desarrollo de la

función motora de la boca, lo que ocurre progresivamente entre los 6 y los 9 meses

de vida a medida que el lactante va practicando. [5]

Los pilares principales del BLW son los siguientes:

– Lactancia materna: El niño será alimentado con lactancia materna exclusiva hasta

los 6 meses de edad siguiendo las recomendaciones de la OMS, aunque también

pueden ser alimentados con leche de formula.

– Baby-Led: el niño es el que toma el control y elige cuando empezar a introducir los

alimentos. Generalmente los alimentos en forma de puré no son consumidos

porque necesitan ser proporcionados con una cuchara por un adulto ya que a los

seis meses de edad el niño no está suficientemente desarrollado para hacerlo por

sí mismo.

– Comida casera: al niño se le ofrece la misma comida que al resto de la familia,

pero adaptada en su forma y tamaño para que sea fácil cogerla con la mano.

– Horarios: Los niños comen a la vez que el resto de los miembros de la familia. [2]

8.2 Beneficios del método BLW frente al abordaje tradicional:

En los últimos años se han realizado numerosos estudios para determinar los

diferentes aspectos del BLW que pueden tener efectos positivos a corto y largo plazo en el

desarrollo y crecimiento del niño.

Los potenciales beneficios del método BLW que se han descrito son los siguientes:

– Menor riesgo de obesidad infantil.

Esto se debe a que el método BLW promueve una mejor autorregulación de la energía,

definida como la capacidad de ajustar la cantidad de alimento ingerido a las necesidades

fisiológicas del consumidor. La dieta basada en lactancia materna exclusiva que los niños

consumen desde el nacimiento les permite controlar cuanta cantidad consumen,

particularmente si son alimentados a demanda. Sin embargo, cuando la alimentación

complementaria es introducida usando el método tradicional de alimentación a cuchara los

padres tienen más control sobre la alimentación del niño y es más probable que los padres

fuercen a los niños a comer la cantidad que ellos consideran como suficiente, en vez de

dejar que sea el niño quien decida qué cantidad comer manejando la respuesta al estímulo

del hambre y saciedad lo que tiene como consecuencia una mejor auto regulación. Existe

evidencia de que una mejor autorregulación está directamente relacionada con un menor

riesgo de obesidad. [2]