Inicio > Enfermería > Valoración básica de enfermería al paciente pluripatológico. Guía para atención primaria

Valoración básica de enfermería al paciente pluripatológico. Guía para atención primaria

Valoración básica de enfermería al paciente pluripatológico. Guía para atención primaria

Por regla general y como norma, podríamos definir al paciente pluripatológico como aquel paciente que tiene dos o más enfermedades crónicas.

AUTOR

Esther Cárdenas Feria. Enfermera. Servicio Andaluz de Salud. Unidad de Gestión Clínica Andévalo Occidental. Huelva.

Ana Mª Limón Morgado. Enfermera y Podóloga. Servicio Andaluz de Salud. Centro de Salud de Valverde del Camino. Huelva.

Inés Barrera Boza. Enfermera. Servicio Andaluz de Salud. Centro de Salud de Valverde del Camino. Huelva.

 

PALABRAS CLAVE: Cuidados De Enfermería, Valoración, Pluripatología

METODOLOGÍA

Lectura en bases de datos: Medline y Cuiden fundamentalmente. Búsqueda bibliográfica en las principales bases de datos de las ciencias de la salud.

Página web del Servicio Andaluz de Salud. Consejería de Salud. Junta de Andalucía.

RESUMEN

            En nuestro país, el aumento de estos pacientes está ligado íntimamente al envejecimiento progresivo de la población.

            Estos pacientes demandan una gran cantidad de atención y recursos sanitarios con la intención de mejorar su adaptación a su estado de salud y, como consecuencia, su calidad de vida.

 

VALORACIÓN BÁSICA DE ENFERMERÍA

            Como ya he comentado, son pacientes muy complejos, con diversas patologías, y, que, generalmente tienen afectadas sus necesidades básicas, con lo que ello supone para el desarrollo normal de la vida. Los enfermeros debemos valorar el grado de afectación de su independencia para ayudar al paciente a restablecer y/o mejorar su estado de salud.

            En la consulta de atención primaria, podemos tener unos parámetros de referencia para valorar al paciente rápidamente cuando acude a nosotros, éstos son:

  • Deterioro de la circulación en miembros inferiores.
  • Medicación respiratoria.
  • Alimentación/nutrición.
  • Número y frecuencia de deposiciones.
  • Incontinencia fecal.
  • Tipo de heces.
  • Ayuda para la defecación.
  • Sondas urinarias.
  • Situación física habitual: deambula, sillón-cama.
  • Nivel funcional para la actividad/movilidad.
  • Actividad física habitual.
  • Inestabilidad en la marcha.
  • Falta o reducción de energía para tolerar la actividad.
  • Ayuda para dormir.
  • Estado de vacunación.
  • Caídas recientes.
  • Seguimiento del plan terapéutico.
  • Alteraciones sensoperceptivas.
  • Su cuidador no proporciona apoyo, consuelo, ayuda y estímulo suficiente y efectivo.
  • Se adapta correctamente a los cambios.
  • Aceptación del estado de salud.
  • Participación en aspectos relacionados con su salud.
  • Tiene sensación de amenaza de origen inespecífico o sentimiento de aprensión.
  • Tiene falta de información sobre su estado de salud.

            Para valorar todos estos ítems podemos usar unos cuestionarios o escalas que nos ayuden a estandarizar los cuidados. Estas escalas son:

  • Test de Fageström: es utilizado para medir por medio de seis preguntas el nivel de adicción en los fumadores.
  • Cuestionario Cage camuflado: es un test para la detección del consumo de alcohol. Se trata de un cuestionario con doce ítems dicotómicos, de los cuales solo cuatro son puntuables. Las preguntas no deben formularse seguidas, para evitar posturas defensivas o de rechazo, deben intercalarse durante la entrevista. La existencia de más de dos respuestas afirmativas en las preguntas puntuables constituye el límite para considerar el resultado positivo.
  • Escala de Norton: mide el riego que tiene un paciente de padecer úlceras por presión, valora cinco apartados con una escala de gravedad de 1 a 4 cuyos valores son sumados para obtener una puntuación total que estará comprendida entre 5 y 20. Se consideran pacientes de riesgo a aquellos con una puntuación baja.
  • Índice de Barthel: es un instrumento que se utiliza en terapia ocupacional para la valoración funcional de un paciente y su rehabilitación. Esta escala mide la capacidad de un apersona para realizar diez actividades básicas de la vida diaria, que se consideran básicas, de esta forma se obtiene una estimación cuantitativa de su grado de dependencia.
  • Test de Pfeiffer versión española: Se trata de un test para valorar la memoria del paciente, de cara, fundamentalmente, a descartar que determinados olvidos en su vida diaria sean síntoma de algún proceso degenerativo cerebral (lo que conocemos como demencia).
  • Escala de Goldberg: se utiliza para valorar la depresión y el grado de ansiedad. Es tanto una prueba de detección, con usos asistenciales y epidemiológicos, como una guía del interrogatorio. Se trata de un test que no sólo orienta el diagnóstico hacia ansiedad o depresión, sino que discrimina entre ellos y dimensiona sus respectivas intensidades.
  • Cuestionario Apgar familiar: es un instrumento que muestra cómo perciben los miembros de la familia el nivel de funcionamiento de la unidad familiar de forma global, incluyendo a los niños ya que es aplicable a la población infantil.
  • Cuestionario de Zarit: es un test utilizado para la valoración del estrés o el cansancio, para determinar en qué medida las sufrimos objetivamente.
  • Escala de valoración sociofamiliar.
  • Escala de Braden: evalúa el riesgo de desarrollar úlceras por presión en base a la sensibilidad y humedad de la piel, la fricción del cuerpo con las sábanas, la movilidad, actividad y nutrición del paciente.
  • Índice de Katz: con esta escala medidos el nivel de independencia para las actividades de la vida diaria. Se valoran las actividades funcionales básicas de la vida diaria y existe una tabla clasificatoria en la que se establecen para qué actividades son dependientes los pacientes.
  • Escala de Lawton y Brody: es uno de los instrumentos de medición de la vida diaria más utilizado internacionalmente y la más utilizada en unidades de geriatría en España, sobre todo a nivel de consulta.
  • Test de Yesavage: se trata de un cuestionario utilizado para el cribado de la depresión en personas mayores de 65 años.

DIAGNÓSTICOS DE ENFERMERÍA, OBJETIVOS E INTERVENCIONES.

            En cuanto a los diagnósticos más importantes relacionados con estos pacientes, vamos a seleccionar los que afectan de manera clara al desarrollo de las actividades básicas de la vida diaria, ya que son los que más pueden limitar la capacidad vital del paciente.

  • Riesgo de estreñimiento: relacionado con malos hábitos, desequilibrio electrolítico y cambio en el tipo de alimentos ingeridos.
  • NOC: eliminación intestinal.
  • NIC: manejo del estreñimiento/impactación.
  • Riesgo de deterioro de la integridad cutánea: relacionado con alteración de la circulación, alteración de la sensibilidad, factores inmunológicos, factores mecánicos, inmovilización física y medicamentos.
  • NOC: integridad tisular, piel, membranas y mucosas.
  • Detección del riesgo.
  • NIC: prevención de úlceras por presión.
  • Vigilancia de la piel.
  • Cansancio en el desempeño del rol de cuidador: relacionado con alineación de la familia, amigos y compañeros de trabajo, alta domiciliaria de algún miembro de la familia con importantes necesidades de cuidados y falta de tiempo, manifestado por cambios en actividades de tiempo libre, dificultad para llevar a cabo las tareas requeridas, falta de tiempo para las necesidades personales y no participación en la vida social.
  • NOC: salud emocional del cuidador familiar.
  • Salud física del cuidador familiar.
  • NIC: Apoyo emocional.
  • Apoyo al cuidador principal.
  • Apoyo a la familia.
  • Deterioro de la adaptación: incapacidad para modificar el estilo de vida de forma coherente con un cambio en la situación de salud.
  • NOC: Aceptación del estado de salud.
  • Adaptación psicosocial: cambio de vida.
  • Conducta de cumplimiento.
  • NIC: modificación de la conducta.
  • Aumentar el afrontamiento.
  • Afrontamiento familiar comprometido: la persona que habitualmente brinda el soporte principal (un miembro de la familia o amigo íntimo proporciona en este caso un apoyo, consuelo, ayuda o estímulo insuficiente para que el cliente maneje o domine las tareas adaptativas para manejar su situación de salud.
  • NOC: Superación de problemas.
  • Preparación del cuidador familiar domiciliario.
  • Salud emocional del cuidador familiar.
  • Salud física del cuidado principal.
  • Participación de la familia en la asistencia sanitaria profesional.
  • NIC: Apoyo al cuidador principal.
  • Apoyo a la familia.
  • Manejo inefectivo del régimen terapéutico: patrón de regulación e integración en la vida diaria de un programa de tratamiento de la enfermedad y de sus secuelas que resulta insatisfactorio para alcanzar objetivos específicos de salud.
  • NOC: Conducta de cumplimiento.
  • Conducta terapéutica: enfermedad o lesión.
  • Conocimiento: régimen terapéutico.
  • NIC: Modificación de la conducta.
  • Acuerdo con el paciente.
  • Incumplimiento de tratamiento: conducta de una persona o de un cuidador que no coincide con un plan terapéutico o de promoción de salud acordado entre la persona (familia o comunidad) y un profesional de la salud. Cuando se ha acordado un plan ya sea terapéutico o de promoción de la salud.
  • NOC: Conducta de cumplimiento.
  • Conducta terapéutica, enfermedad o lesión.
  • NIC: Manejo de la medicación.
  • Acuerdo con el paciente.
  • Facilitar la autorresponsabilidad.
  • Deterioro de la movilidad física: limitación del movimiento independiente, intencionado, del cuerpo o de una o más extremidades.
  • NOC: Nivel de movilidad.
  • NIC: Manejo de la energía.
  • Ayuda al autocuidado.
  • Ayuda con los autocuidados: baño / higiene.
  • Ayuda con los autocuidados: vestir / arreglo personal.
  • Ayuda con los autocuidados: alimentación.
  • Ayuda con los autocuidados: aseo.
  • Apoyo al cuidador principal.
  • Intolerancia a la actividad: insuficiente energía fisiológica o psicológica para tolerar o completar las actividades diarias requeridas o deseadas.
  • NOC: Tolerancia de la actividad.
  • Cuidados personales: actividades de la vida diaria.
  • NIC: Manejo de la energía.
  • Fomento del ejercicio.
  • Ayuda al autocuidado.
  • Ayuda con loa autocuidados: baño / higiene.
  • Ayuda con los autocuidados: vestir / arreglo personal.
  • Ayuda con los autocuidados: alimentación.
  • Ayuda con los autocuidados: aseo.
  • Enseñanza: actividad / ejercicio prescrito.

CONCLUSIONES

            Como citamos anteriormente, el paciente pluripatológico es un paciente complejo, con múltiples necesidades para la vida diaria y de difícil abordaje de forma global.

            El personal de enfermería debe centrar sus esfuerzos en realizar una amplia valoración de la persona para detectar las necesidades alteradas y trabajar con el paciente, su familia, la comunidad a la que pertenece, su red social de apoyo en los aspectos fundamentales para la resolución de esos problemas.