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Valorando al paciente a nivel neuronal: Escala de Glasgow

Valorando al paciente a nivel neuronal: Escala de Glasgow

En el siguiente trabajo se ha realizado una búsqueda bibliográfica para conocer la escala de valoración neurológica escala de Glasgow y su uso adecuado. Esta herramienta de gran utilidad en los servicios de urgencias y cuidados críticos, está extendida a nivel mundial.

Autores

Belén María Rufián Martínez (Graduada en Enfermería)

María del Rocío Rubio Gómez (Graduada en Enfermería)

Alexa Rojas Álvarez (Graduada en Enfermería)

Palabras clave: escala, glasgow, usos, valoración

Introducción

En los pacientes con daño cerebral de carácter agudo es imprescindible la evaluación del nivel de consciencia. Cuando el paciente presenta un traumatismo craneoencefálico es requerido de un ingreso y una valoración neurológica inicial rápida y efectiva. Esta evaluación rápida marcará una diferencia en la recuperación del paciente. Para ello se usa la escala estandarizada Escala de coma de Glasgow (GCS, por sus siglas en inglés, Glasgow Coma Scale). Esta escala usa unos principios objetivos que se evalúan y se obtiene un valor numérico.

Objetivos

Como objetivos del trabajo se encuentran el conocer qué es la escala de Glasgow y para qué se utiliza. Además de conocer cómo se usa.

Metodología

Se realizó una búsqueda bibliográfica en diferentes bases de datos entre las que se encuentran: Medline, Scielo, Cochrane, y Cinahl, Cuiden y el buscador Google Académico. Las palabras claves empleadas han sido: escala, glasgow, usos y valoración, combinándolos con el operador booleano AND y OR.

Se consultaron un total de 10 artículos, tanto en español como en inglés, de los cuáles se seleccionaron 4 para la muestra, comprendidos entre el periodo 2010-2018.

Resultados

Definición

La escala de Glasgow es una herramienta para la valoración del paciente a nivel neuronal. Evalúa tres aspectos:

  1. Valoración ocular
  2. Valoración verbal
  3. Valoración motora

Para qué se usa

La escala de Glasgow se usa para analizar dos aspectos. Por un lado el estado de alerta, evaluando si el paciente es consciente del sitio en el que está. Por otro lado, el estado cognoscitivo, evaluando si el paciente ha comprendido las instrucciones que se le dan y si es capaz de seguirlas.

La puntuación en la escala puede verse alterada por diversas condiciones entre las que se encuentran: el haber consumido alcohol o drogas, la sedación y tener hipoxia e hipotensión agudas.

Cómo se usa

  • Evaluación de la respuesta ocular

– 4 puntos: apertura ocular espontánea

Si el paciente abre los ojos sin que se produzca ningún estímulo. En el caso de tener los ojos cerrados, al acercarnos al paciente sin hablar y sin tocar, el paciente debe abrir los ojos.

– 3 puntos: apertura ocular al hablar

Si el paciente abre los ojos cuando se le habla, sin tocarlo. En algunas situaciones, la respuesta es mejor cuando es la voz de alguna persona conocida del paciente.

– 2 puntos: apertura ocular al dolor

Cuando al paciente se le toca y mueve y abre los ojos. Si esta acción no es satisfactoria, se le deberá realizar algún estímulo doloroso periférico.

– 1 punto: no respuesta

Si el paciente no abre los ojos frente a ningún estímulo.

  • Evaluación de la respuesta verbal

– 5 puntos: orientado

Se le debe hacer al paciente preguntas básicas como su nombre, si sabe dónde se encuentra, en que mes y año se encuentra, su dirección, etc. Si este responde sin dificultad y con respuestas correctas, se considerará orientado en tiempo y espacio.

– 4 puntos: confundido

Si el paciente no responde correctamente a las preguntas realizadas, aunque esté hablando, se le considerará confundido.

– 3 puntos: palabras inadecuadas

Si a las preguntas realizadas el paciente responde sin sentido, respuestas inapropiadas en el contexto, se incluirá en esta puntuación.

– 2 puntos: sonidos incomprensibles

Si el paciente responde a las preguntas con sonidos, gemidos, llanto, pero sin palabras comprensibles.

– 1 punto: Ninguno

Si el paciente no puede articular palabras, a pesar de estar despierto, se clasificará con un punto.

  • Evaluación de la respuesta motora

– 6 puntos: obedece órdenes

Pedir al paciente que realice movimientos sencillos, como hacer el gesto de sonreír, levantar el brazo, sacar la lengua. Si responde a las instrucciones correctamente, se incluirá en esta puntuación.

– 5 puntos: localiza el dolor

Si al preguntar al paciente, éste localiza el foco del dolor, no es necesario realizar ningún estímulo doloroso central, en caso contrario sí.

– 4 puntos: retirada al dolor

Aplicar un estímulo doloroso y si el paciente hace un gesto de retirada de la fuente de dolor, se puntuará con 4 puntos.

– 3 puntos: flexión anormal o espástica

Si el paciente se encuentra con los brazos flexionados y las muñecas rotadas. Esta postura es también conocida como de decorticación.

– 2 puntos: extensión anormal

Cuando el hombro y la muñeca presentan rotación interna y el codo está rectificado. A veces, las piernas están extendidas y los dedos de los pies apuntando hacia abajo. También se le llama postura de descerebración.

– 1 punto: no hay respuesta a ningún estímulo

Puntos a tener en cuenta

Hay ciertos puntos a tener en cuenta para no cometer errores en la valoración del paciente mediante la escala de Glasgow.

Uno de ellos es la dificultad al hacer la valoración verbal, cuando el paciente está intubado, con una traqueotomía o algún sistema de ventilación invasivo. En este caso, se tratará con la puntuación de 1.

Por otro lado la valoración motora se ve dificultada cuando el paciente tiene algún tipo de sedación o con tratamiento con bloqueantes neuromusculares. Esta situación también influirá en la valoración de la respuesta ocular, por lo que se realizará un informe explicando que no se puede valorar la escala correctamente debido a estas limitaciones.

Bibliografía

  1. Muñana Rodriguez, J. Ramírez- Elías, A. Escala de coma de Glasgow: origen, análisis y uso apropiado. Revista Enfermería Universitaria. 2014; Vol 11: pp 24-35.
  2. Nápoles Smith, Raúl de Jesús, Brossard Alejo, Julio S, Rodríguez Herrera, Ernesto, & Dearriba Romanidi, Manuel. Neurological-anesthetic assessment of patients with cranioencephalic trauma at a pediatric intensive care unit. MEDISAN. 2011; Vol 15: pp 1-9.
  3. Peña ML. Chacón JJ. Fernández AR. Valoración del paciente neurocrítico: escala de coma Four versus Glasgow. Revista salud, historia, sanidad. 2016; Vol 11: pp 17-26.
  4. Sánchez Sánchez, M. Sánchez Izquierdo, R. Sánchez Muñoz, E. Martínez I. Fraile, MP. Arias S. Fiabilidad interobservador de la escala del coma de Glasgow en pacientes críticos con enfermedad neurológica o neuroquirúrgica. 2014; Vol 25: pp 15-23