Cura de heridas quirúrgicas con introducción de mechas. Actuación de enfermería
La cura de una herida quirúrgica consiste en la limpieza con antiséptIco de una herida cerrada mediante suturas o grapa.
Autores
– Miriam Domínguez Campos. (Ansalud Onuba S.L)
– Sonia Aljama Noguera. (Ansalud Onuba S.L)
– Penélope Vargas de los Santos (Ansalud Onuba S.L.)
En algunas ocasiones, estas heridas pueden presentar signos de infección, que se manifiestan como:
- Inflamación e hinchazón de los bordes de la herida
- Fiebre
- Dolor en la herida y alrededor de ésta, con la sensación de punzadas
- Malestar general
- Pus
Dependiendo de la zona donde se localice la infección en la herida, podremos clasificarlas en:
- Infección superficial: sólo se encuentra la infección en la piel
- Infección profunda: además de la piel, hay infección en el músculo y tejidos.
Pueden infectarse por:
- Microorganismos que se encuentran en el aire
- Microorganismos que estén dentro del cuerpo del paciente o que proceden del órgano donde se realizó la intervención quirúrgica
- Microorganismos que se encuentren en la piel y se transcienden a la herida quirúrgica.
- Manos de quien realiza la cura se encuentren infectadas con microrganismos y no ha llevado a cabo las protecciones de seguridad.
- Material quirúrgico infectado.
Material necesario para realizar la cura:
- Gasas y compresas estériles.
- Mecha de gasa
- Suero fisiológico y agua oxigenada.
- Antiséptico.
- Pinza estéril.
- Jeringa de 10 ml
- Apósito.
Una vez identificado que existe infección, se procederá a:
- Hablar con su médico para que paute el tratamiento con antibiótico correspondientes.
- Se retirará un punto de sutura o grapa para proceder al drenaje de pus acumulado bajo la herida.
- Introducir agua oxigenada rebajada con suero fisiológico cargada en una jeringa de 10 ml en el interior de la herida.
- Drenar bien, realizando presión tanto en la herida como en su alrededor para ayudar al drenaje de ésta.
- Limpieza del resto de la herida con suero fisiológico, poniendo mucha insistencia entre las grapas o sutura, para así poder retirar restos de pus con el que se hayan manchado tras realizar el drenaje
- Aplicar antiséptico en el resto de los bordes de la herida.
- Con la ayuda de una pinza estéril, introducir mecha de gasa, sin realizar demasiada presión en ella, así evitamos que se cierre la herida y ayudamos a la salida del pus, hasta que drene totalmente.
- Colocar un par de compresas estériles para evitar manchar el apósito cuando drene la herida.
- Colocar un apósito estéril.