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Actualización sobre la influencia del masaje perineal antenatal en la tasa de desgarros perineales y episiotomías

Actualización sobre la influencia del masaje perineal antenatal en la tasa de desgarros perineales y episiotomías

El masaje perineal antenatal es una técnica preventiva que se realiza durante el embarazo y su objetivo es facilitar la distensión de los tejidos del periné.

AUTORES

  • Mireya Tomás Cardiel (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Laura Villalba Cubero (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Beatriz Castellote Colás (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Cristina Montero López  (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Inés Ruiz Salvador (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Lidia Salas Gil (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Diego Sorli Latorre (Graduado en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)

RESUMEN

El  fin de esta técnica es afrontar el periodo del expulsivo en unas condiciones óptimas y reducir el riesgo de traumas perineales y de episiotomía.

El objetivo por el que se plantea este artículo es conocer los tipos de desgarros de la zona perineal y la última evidencia científica sobre el masaje perineal como técnica para prevenirlos.

PALABRAS CLAVE: Masaje, perineo, rosa mosqueta, complicaciones del trabajo de parto, episiotomía.

ABSTRACT

Antenatal perineal massage is a preventive technique that is carried out during pregnancy and its objective is to facilitate the distention of the tissues of the perineum. The purpose of this technique is to face the period of the expulsive in optimal conditions and reduce the risk of perineal trauma and episiotomy.

The objective of this article is to know the types of tears of the perineal area and the latest scientific evidence on perineal massage as a technique to prevent them.

KEY WORDS: Massage, perineum, rosehip, complications of labor, episiotomy.

METODOLOGÍA

El siguiente artículo supone una revisión bibliográfica sobre las últimas tendencias a la hora de realizar el masaje perineal así como la actuación de la matrona, como profesional que atiende normalmente los partos de bajo riesgo.

Para ello, se han revisado las bases de datos: Medline plus, Cochrane, PubMed y Google Académico. Se ha completado la búsqueda con apoyo bibliográfico de entidades como la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) y del Servicio de Medicina Maternofetal del Hospital Clinic de Barcelona.

INTRODUCCIÓN

El área perineal es el conjunto de partes blandas localizadas por debajo del diafragma pélvico de los elevadores del ano. Representa la región en la que se encuentran la parte terminal del recto, los músculos de la continencia ano-rectal, además de los órganos urinarios y genitales externos[1].

El trauma del aparato genital con frecuencia acompaña al parto pudiendo asociarse con morbilidad a corto y a largo plazo. Entorno al 85% de las mujeres que son asistidas en un parto vaginal normal van a presentar de algún modo una lesión perineal[2]. De estas mujeres, el 40% experimenta dolor perineal en las primeras dos semanas después del parto y del 7% al 9% informan de dolor tres meses postparto[3].

Los traumatismos obstétricos pueden ser espontáneos, denominados desgarros, o provocados como en el caso de las episiotomías. A su vez los desgarros se clasifican en[4]:

–           1º grado: Lesión de piel perineal

–           2º grado: Lesión de músculos del periné sin afectar al esfínter anal

–           3er grado: Lesión del esfínter anal

  • 3a Lesión del esfínter externo <50%
  • 3b Lesión del esfínter externo >50%
  • 3c Lesión de esfínter externo e interno

–           4º grado: Lesión del esfínter anal y la mucosa rectal.

La severidad del desgarro y episiotomía parece estar asociada a dolor, incontinencias y dispareunia[5]. Por lo que afecta al bienestar social, psíquico y psicológico de la mujer en su vida posterior.[6]

Una labor importante de la matrona es minimizar las lesiones perineales durante el parto, actualizando sus conocimientos en base a la nueva evidencia. La bibliografía 2,7,8 sobre el tema evidencia distintos factores que influyen en la aparición del trauma perineal, algunos de ellos son susceptibles de intervención por parte de la matrona como son: tono y elasticidad del periné, que pueden modificarse con técnicas de preparación perineal (ejercicios de Kegel, baños de asiento, compresas calientes durante la segunda etapa del parto), así como la postura que la mujer adopta durante el parto (litotomía, cuadrupedia, vertical, decúbito lateral o decúbito supino)[7]. Existen otros factores que influyen en la incidencia de lesiones perineales como las maniobras de protección activa del periné y deflexión controlada de la cabeza fetal en el expulsivo, el ejercicio físico durante el embarazo y el masaje perineal prenatal, pero todavía son necesarios más estudios para evidenciarlo[8].

El masaje perineal antenatal es una técnica preventiva[9], que se realiza durante el embarazo y su objetivo es facilitar la distensión de los tejidos del periné mediante la estimulación táctil de los mismos. El  fin de esta técnica es afrontar el periodo del expulsivo en unas condiciones óptimas y reducir el riesgo de traumas perineales[10].

RESULTADOS

En los años 90 comenzaron los estudios acerca de la relación entre el masaje perineal antenatal y la prevención de desgarros obstétricos. Labrecque et al.[11],[12] concluyeron que en nulíparas el masaje perineal protege contra el trauma, pero no en mujeres multíparas, además estudiaron la opinión de las mujeres sobre la aplicación del masaje perineal y la participación de su pareja, concluyendo que un 79% de las mujeres tenían intención de utilizarlo en su próximo embarazo y un 87% de ellas se lo recomendarían a otra embarazada.

Beckmann y Garret2 realizaron una revisión sistemática Cochrane incluyendo tres ensayos clínicos con una muestra de 2434 mujeres, el masaje perineal antenatal se asoció con una reducción general en la incidencia del trauma perineal que requiriera sutura, siendo estadísticamente significativa solamente en nulíparas. De esta forma, las nulíparas que se realizaron el masaje tuvieron menos incidencia de episiotomías, no observándose menor incidencia en los desgarros.

Entre 2013 y 2014 se realizó un estudio experimental en Nigeria con 108 primigestas que realizaron masaje perineal y un grupo control que realizó los cuidados habituales sin masaje perineal; los resultaron fueron que las mujeres que habían realizado masaje perineal anteparto eran más propensas a tener un periné intacto tras el parto, la incidencia de episiotomía fue menor en el grupo de intervención y las mujeres del grupo experimental fueron significativamente menos propensas a desarrollar incontinencia de gases. Se estudió también que los efectos adversos como la ruptura prematura de membranas, parto prematuro y asfixia al nacer fueron similares entre los dos grupos[13].

En un estudio[14] de casos-controles en 2016 se concluyó que las mujeres mayores de 30 años que habían realizado masaje perineal prenatal consiguieron estadísticamente tasas más altas de periné integro tras el parto. Además, disminuyeron las tasas de dolor perineal postnatal en el grupo de casos.

Sin embargo, otro estudio[15] de metodología similar no obtuvo diferencias significativas entre las mujeres que realizaron el masaje y las que no, concluyendo que la práctica del masaje perineal prenatal no mostró un efecto protector ni perjudicial sobre la ocurrencia de traumatismo perineal.

Estos mismos resultados ya fueron obtenidos por Shimada[16] aunque se pensó que los resultados se habían visto afectados por la insuficiencia de la muestra. En todo caso, deberían realizarse más estudios sobre la efectividad del auto-masaje, asegurando el número de sujetos requeridos.

Más recientemente, en 2017, se realizó en un hospital de tercer nivel de Sevilla un estudio[17] con una muestra de 466 mujeres nulíparas a las que se asignó a dos grupos: un grupo experimental (en el que se realizaron masaje perineal diariamente) y un grupo control (que realizó los cuidados habituales estándar). El estudio concluyó que el grupo experimental obtuvo un porcentaje mayor de mujeres con el periné intacto, una reducción en las tasas de episiotomía, redujo el dolor perineal post parto y por tanto requirieron menos analgesia en el periodo post parto. Es por todos estos beneficios que concluye que realizar el masaje perineal ayuda a prevenir los desgarros y episiotomías.

CONCLUSIÓN

En la actualidad contamos con numerosos estudios científicos sobre la eficacia del masaje perineal como método para prevenir desgarros perineales durante el proceso del parto, pero las conclusiones de dichos trabajos son dispares y no hay evidencias claras de su uso de forma protocolizada. Así mismo, tampoco hay consenso sobre la forma idónea de aplicar el masaje, duración, zona a masajear o qué producto usar. Por lo que se concluye que son necesarios mayor número de investigaciones que describan con exactitud la técnica del masaje perineal, el producto más idóneo para realizarla y sus riesgos asociados. Además se plantea la necesidad de la inclusión de la técnica en programas de educación maternal.

BIBLIOGRAFÍA

[1] Trauma perineal. Padrón J, García R, Londoño E. Trauma perineal. Encolombia;1-8.

[2] Ismail MK, Kettle C, Macdonald SE, Tohill S, Thomas PW, Bick D. Perineal Assessment and Repair Longitudinal Study (PEARLS): a matched-pair cluster randomized trial. BMC Medicine. 2013;11:209.

[3] Beckmann MM, Garrett AJ. Masaje perineal antes del parto para la reducción del trauma perineal (Revisión Cochrane traducida). 2008.

[4] Lesiones Perineales de origen obstétrico: Diagnóstico, tratamiento y seguimiento. Servei de Medicina Maternofetal. Institut Clínic de Ginecologia, Obstetrícia i Neonatologia, Hospital Clínic de Barcelona. 2014.

[5] Moreno V, Moreno E. Masaje perineal antenatal con aceite de rosa mosqueta para prevenir desgarros en el parto. Nure Inv, 2016;13(83).

[6] Lesión obstétrica del esfínter anal. Protocolo asistenciales en obstetricia. SEGO 2010.

[7] Abad A et al. Estudio sobre la efectividad del masaje perineal con aceite de rosa mosqueta durante el embarazo en la disminución del trauma perineal durante el parto. Bardagyn. 2006.

[8] Moreno J, Agea I. ¿Es efectivo el masaje perineal antenatal con aceite de oliva para disminuir la incidencia de desgarros y la necesidad de episiotomía?- Paraninfo Digital. 2015;22.

[9] Hastings-Tolsma, M. (2013). Antenatal perineal massage decreases risk of perineal trauma during birth. Evidence Based Nursing, 17(3), pp.77-77.

[10] Luque M, Ruiz G, Merino I, Hijona RM. ¿Es eficaz el masaje perineal antenatal y en el período expulsivo del parto?. INQUIETUDES. 2008; (33):19-22.

[11] Labrecque M, Eason E, Marcoux S. Randomized controlled trial of prevention of perineal trauma by perineal massage during pregnancy. Am J Obstet Gynecol. 1999;180:593-600.

[12] Labrecque M, Eason E, Marcoux S. Women’s views on the practice of prenatal perineal massage. Br Obstet Gynaecol. 2001.

[13] Ugwu, E., Iferikigwe, E., Obi, S., Eleje, G. and Ozumba, B. (2018). Effectiveness of antenatal perineal massage in reducing perineal trauma and post-partum morbidities: A randomized controlled trial. Journal of Obstetrics and Gynaecology Research.

[14] Eogan M1, Daly L, O’Herlihy C. The effect of regular antenatal perineal massage on postnatal pain and anal sphincter injury: a prospective observational study. J Matern Fetal Neonatal Med. 2006 Apr;19(4):225-9.

[15] Mei-dan E, Walfisch A, Raz I, Levy A, Hallak M. Perineal massage during pregnancy: a prospective controlled trial. IMAJ.2008; 10(7): 499-502.

[16] Shimada M. A randomized controlled trial on evaluating effectiveness of perineal massage during pregnancy in primiparous women. JAPAN ACAD NURS SCI. 2005.

[17] Leon-Larios, F., Corrales-Gutierrez, I., Casado-Mejía, R. and Suarez-Serrano, C. (2017). Influence of a pelvic floor training programme to prevent perineal trauma: A quasi-randomised controlled trial. Midwifery, 50, pp.72-77.