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Embolia de líquido amniótico: qué es y cómo actuar

Embolia de líquido amniótico: qué es y cómo actuar

La embolia de líquido amniótico es una complicación durante el trabajo de parto o posparto con altas tasas de mortalidad materna y fetales.

AUTORES

  • Diego Sorli Latorre (Graduado en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Mireya Tomás Cardiel (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Laura Villalba Cubero (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Beatriz Castellote Colás (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Cristina Montero López  (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Inés Ruiz Salvador (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)
  • Lidia Salas Gil (Graduada en Enfermería, Especialista en Enfermería Obstétrico-Ginecológica)

RESUMEN

Su fisiopatología es muy discutida y existen dificultades para la identificación precoz con los métodos y criterios diagnósticos actuales.

El seguimiento del parto es atendido generalmente por la matrona, por lo que es  importante que estas profesionales estén formadas para actuar con brevedad, manejando la situación de la forma más óptima y con la mayor calidad posible.

PALABRAS CLAVE: Embolia de líquido amniótico, Emergencia, Actuaciones enfermeras, Trabajo de parto

ABSTRACT

Amniotic fluid embolism is a complication during labor or postpartum with high rates of maternal and fetal mortality. Its physiopathology is very controversial and there are difficulties for early identification with the current diagnostic methods and criteria.

The follow-up of the delivery is usually attended by the midwife, so it is important that these professionals are trained to act with brevity, managing the situation in the most optimal way and with the highest possible quality.

KEY WORDS: Amniotic fluid embolism, Emergency, Nurses performance, Obstetric labor.

INTRODUCCIÓN

 

La embolia de líquido amniótico (ELA) es una complicación rara pero grave del embarazo. Este fenómeno ocurre se produce por la entrada en la circulación sistémica de un embolo de liquido amniótico (con partículas de lanugo, vérnix caseosa o meconio), que llega a los capilares pulmonares y provoca u bloqueo pulmonar súbito. La incidencia de esta afectación es escasa1.

La primera referencia de esta enfermedad data del 1817, tras la defunción de la Princesa Carlota de Gales.

Según algunos autores, se trata del problema obstétrico más peligroso y de tratamiento más difícil, la ELA representa en torno al 10% de muertes obstétricas en países desarrollados y en el 50% de los casos se acompaña de un desprendimiento de placenta normalmente inserta.1,2

Su baja incidencia y el hecho de que la ELA se diagnostique por exclusión de otros fenómenos o en fase post mortem, hacen de este evento que sea particularmente difícil de estudiar y, por lo tanto, difícil obtener información sobre los factores de riesgo, la gestión,  procedimientos de actuación y los resultados2.

Los estudios a nivel multicéntrico han ayudado a mejorar la robustez, puntualidad y, por lo tanto, la utilidad de los resultados de las medidas de tratamiento.

Una reciente revisión sistemática afirmó diferencias aparentes en la incidencia de ELA en diferentes estudios.

Desde el 1.9% x 100.000 en Reino Unido, 6.1% x 100.000 en Australia y 7.7% x 100.000 en Estados Unidos. Otras investigaciones destacan además que en este último, existe el triple de frecuencia que en Europa2.

Gracias a los diferentes casos clínicos publicados, se han podido identificar un gran número de factores de riesgo, entre los cuales se encuentran: la edad materna avanzada, multiparidad, edad gestacional avanzada, peso fetal elevado y traumatismo abdominal. Sólo la edad materna menor de 19 años parece ser un factor protector. En la actualidad no existe suficiente aporte bibliográfico para determinar relaciones causales entre estos factores de riesgo y la ELA 1,3.

Generalmente, el caso aparece de forma brusca, siendo la detección precoz determinante en los primeros minutos, Además, la inicial sintomatología inespecífica y su clínica no patognomónica hace difícil su diagnostico. Manifestaciones como agitación, vómitos, angustia, escalofríos, o confusión mental suelen ser habituales. Rara vez se determinan apariciones insidiosas. Finalmente, solo es posible la sospecha el episodio de ELA en los primeros instantes, siendo posible su confirmación en pruebas de laboratorio en apenas la mitad de los casos investigados.

El cuadro clínico clásico suele ser en orden secuencial: insuficiencia respiratoria, cianosis, shock cardiogénico, hemorragia y coma, desencadenando el fallecimiento de la gestante en aproximadamente el 50-60% de eventos de ELA1-3.

Como se puede observar, las manifestaciones clínicas son comunes a otras enfermedades, como el Tromboembolismo Pulmonar (TEP), el Desprendimiento Parcial de Placenta Normalmente Inserta (DPPNI) o la rotura uterina, siendo necesario un diagnostico diferencial de las mismas, que en la mayoría de ocasiones, solo es posible mediante necropsia.

Se ha observado que la mortalidad fetal es de entre 8 y 44% según bibliografías3-5, y en cuanto a la tasa de supervivientes, se observan secuelas neurológicas en más del 25% de ocasiones.

El diagnostico y la actuación precoz debe ser lo antes posible, ya pueda ser esta en la sala de dilatación, partos, o recuperación posterior, ya que la ELA no es exclusiva del periodo previo al nacimiento o durante este.

ACTUACION ANTE LA ELA 5-7

El  embolismo  de L.A. constituye una grave  emergencia  que requiere  de  tratamiento rápido y eficaz en unidades especializadas. Las actuaciones irán encaminadas a:

  • Medidas generales:

Canalización de acceso venoso con fluidoterapia.

Reservar glóbulos rojos, plasma fresco (congelado o crioprecipitado).

  • Soporte y monitoreo de órganos y sistemas:

 En caso de hipoxia, desaturación significativa o paciente inconsciente se debe de intubar y ventilar con oxígeno al 100%.

En la realización de las maniobras de RCP y los preparativos del material para la realización del parto, desplazar el útero hacia el lado izquierdo mejorará el gasto cardiaco y el retorno venoso de la madre. Si no existe mejoría del registro cardiaco fetal ni de la clínica materna, se procederá a extracción fetal urgente.

  • Tratamiento médico:

El tratamiento irá encaminado a revertir situaciones de insuficiencia respiratoria, shock cardiogénico y eventos hematológicos secundarios (como Coagulación Intravascular Diseminada).

En la actualidad, algunos autores abogan por las terapias con vasodilatadores pulmonares selectivos y factor VIIa activado recombinante, siendo líneas de interés para futuras investigaciones2.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Castan Mateo S, Tobajas Homs J. Obstetricia para matronas: Guía práctica. Editorial médica Panamericana. 2013. Madrid.
  2. Berg C, Brocklehurst P, Kramer M, Lewis G, Oats J, Roberts CL, et al. Amniotic fluid embolism incidence, risk factors and outcomes: a review and recommendations. BMC Pregnancy and Childbirth2012. 12(7)
  3. Kramer MS, Rouleau J, Baskett TF, Joseph KS. Amniotic-fluid embolism and medical induction of labour: a retrospective, population-based cohort study. Lancet. Oct 2006. 368(9545), , Pag1444-8
  4. Conde-Agudelo A, Romero R. Amniotic fluid embolism: an evidence-based review. Am J Obstet Gynecol. 2009 Nov;201(5):445.e1-13
  5. Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad. Estudio sobre una emergencia obstétrica: el embolismo de líquido amniótico. 2015.Madrid. Instituto Nacional de gestión sanitaria.
  6. Argelio  Jimérez N, Pérez Buchillón R, Herrera  Collado RA, Carmenate Alvarez L. Embolismo del líquido amniótico. Trabajo de revisión. Rev Cubana de Obst y Ginecolog. 1996. 2 (1)
  7. Clark, S. L Embolia de líquido amniótico. ObstetGynecol 2014; 123: 337-48