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Errores de medicación en servicios de urgencias hospitalarias

Errores de medicación en servicios de urgencias hospitalarias

Uno de los objetivos más buscados de la calidad asistencial es la seguridad del paciente, incluyendo en ella la reducción de los eventos adversos relacionados con los errores de administración de medicación.

    María Torralba Elia (Graduada en Enfermería)

    Sara Torralba Sánchez  (Máster Universitario en Iniciación a la Investigación en ciencias de la enfermería)

    Marta Villagrasa Alloza (Máster Universitario en Iniciación a la Investigación en ciencias de la enfermería)

    Raquel Valiente Castillo (Máster Universitario en Iniciación a la Investigación en ciencias de la enfermería)

    Jésica Sanz Rosa (Graduada en Enfermería)

RESUMEN

Los servicios de urgencias intrahospitalarias cuentan con un elevado índice de errores de administración de medicación intravenosa debido, sobre todo,  al gran volumen de pacientes que atienden así como el carácter urgente que requieren y  una tendencia al alza de la demanda de la asistencia sanitaria.

La Organización Mundial de la Salud lanzó en marzo del 2017 el Tercer Reto Mundial por la Seguridad del Paciente con el que se busca reducir en un 50% los errores relacionados con la medicación en 5 años.

En esta revisión bibliográfica se busca identificar las causas de estos errores para así poder iniciar programas de prevención y estrategias para la reducción de dichos errores.

PALABRAS CLAVE

Seguridad del paciente, errores de medicación, eventos adversos, estrategias de prevención.

KEY WORDS

Patient safety, medication errors, adverse events, prevention strategies.

INTRODUCCIÓN

Según el National Coordinating Council for Medication Error Reporting and Prevention (NCC MERP) un error de medicación (EM) es: «cualquier incidente prevenible que pueda causar daño al paciente o dé lugar a una utilización inapropiada de los medicamentos, cuando éstos están bajo el control de los profesionales sanitarios o del paciente o consumidor. Estos incidentes pueden estar relacionados con la práctica profesional, con los procedimientos o con los sistemas, incluyendo fallos en la prescripción, comunicación, etiquetado, envasado, denominación, preparación, dispensación, distribución, administración, educación, seguimiento y utilización».

Los EM también están definidos por el Real Decreto 1344/2007 como el «fallo por acción u omisión en el proceso de tratamiento con medicamentos que ocasiona o puede ocasionar daño en el paciente».

Los EM en unidades convencionales de los hospitales son frecuentes, pero se observa una mayor concentración de ellos en unidades con una asistencia especializada como son los servicios de urgencias hospitalarios (SUH), unidades de cuidados intensivos y quirófanos en las que, al ser un proceso interdisciplinar, existe un alto riesgo de cometer algún error en cualquiera de las fases del proceso de administración (prescripción, dispensación, preparación, identificación del paciente, administración, seguimiento y registro).

Los SUH, pese a ser una de las unidades con mayores EM, se encuentran pocos estudios actualizados de la administración errónea de medicamentos en estos servicios, siendo más habituales los estudios sobre las unidades de cuidados intensivos y los EM de anestesia en quirófanos.

Entre los factores que propician los EM en los SUH destacan la masiva demanda de asistencia, no incidir en las alergias que tiene el paciente ante una urgencia, la rápida preparación y administración de los fármacos, la gran variedad de medicamentos utilizados en el servicio, el cambio habitual de personal con incorporaciones en ocasiones de personal sin experiencia en SUH, la falta de acceso a guías de administración intravenosa de medicamentos así como escasos protocolos que regulen la administración de fármacos considerados peligrosos, errores de comunicación o de prescripción y distracciones e interrupciones que son frecuentes en estos servicios.

Estos errores de administración son en ocasiones muy difíciles de interceptar debido a que no siempre se es consciente de que se comete al no producirse siempre  repercusiones en los pacientes, ya que éstas dependen de la vía de administración, de la dosis administrada así como de las propias características del paciente. A esto hay que sumar la escasa conciencia de notificación de errores que se extiende a lo largo del Sistema Nacional de Salud (SNS) por miedo a la toma de medidas disciplinarias.

Si hablamos en términos económicos, estos efectos adversos producidos por los EM  aumentan de manera significativa el gasto sanitario al provocar en algunos casos el ingreso hospitalario del paciente y, en otros, un gasto extraordinario en aquellos que ya se encuentran ingresados al prolongarse la estancia hospitalaria.

Actualmente, la seguridad del paciente es uno de los pilares más esenciales de la calidad de la atención sanitaria y, en estos casos de eventos adversos, la calidad de vida del paciente y su seguridad se ven mermadas, ya que aumentan la estancia hospitalaria, pueden provocar intervenciones adicionales y causar incluso la muerte del paciente. Por todo esto, además de las consecuencias sufridas por el paciente, provocan un aumento muy significativo del gasto económico del SNS.

En 2016 un estudio realizado por la Johns Hopkins University atestiguó que los errores médicos, entre los que se encuentran mayoritariamente los EM, han llegado a ser la tercera causa de muerte en Estados Unidos con 250.000 muertes al año.

En nuestro país, el Estudio Nacional de Efectos Adversos (ENEAS) realizado en 2005 destacó que un 10% de los usuarios del hospital presentan un efecto adverso, siendo los EM la causa más frecuente de los mismos. De estos EM hubieran sido prevenibles el 38%.

En el caso de la atención en atención primaria, visto en el Estudio sobre los Sucesos Adversos en Atención Primaria (APEAS), solamente el 1,8% de los usuarios atendidos sufren un efecto adverso con la prescripción errónea como principal factor de dichos efectos. El 42% de los mismos se consideraron evitables.

Los EM han llegado a considerarse un problema de salud pública debido a su elevada incidencia.

Por todo ello, la búsqueda de estrategias y programas de prevención son una necesidad urgente en el sistema sanitario, debiendo ser una prioridad en los programas de calidad asistencial, siendo consideradas de especial importante ya que se considera que más de la mitad de los EM son altamente prevenibles.

MÉTODO

Se plantea una revisión bibliográfica que permitirá realizar una actualización del tema.

Para la elaboración de la misma se ha realizado una búsqueda exhaustiva en las bases de datos de Cuiden, Scielo, CSIC, Pubmed, Dialnet y ScienceDirect, siendo la última la que más resultados ha devuelto.

El objetivo de esta revisión es hallar las causas principales de los EA derivados de los EM para así poder iniciar estrategias de prevención adecuadas.

RESULTADOS

Se ha detectado en diversos estudios revisados, que el mayor número de EM viene de la prescripción (incluyendo la doble prescripción), la administración y la omisión, sin llegar en ellos a un acuerdo sobre en cuál de ellas se propician mayor tasa de errores.

En aquellos SUH que poseen soporte informático para la realización prescripción electrónica, se ha observado una caída importante de los EM cometidos, llegando a disminuirse cerca del 50%.

Se ha detectado, también, que los pacientes tienen un mayor riesgo de sufrir un efecto adverso en los SUH que se encuentran más saturados, con una mayor carga asistencial.

Las interrupciones sufridas a la hora de la administración aumentan significativamente los errores que se comenten, ya que en más de la mitad de las administraciones de medicaciones se producen interrupciones por parte de los usuarios o de otros profesionales, siendo especialmente numerosas estas interrupciones en los SUH.

Respecto a las consecuencias sufridas por los pacientes se observa que cerca del 90% de los EM no causaron daño alguno y tan solo en aproximadamente un 5% se produjo daño.

En el ámbito extrahospitalario la prescripción continúa siendo la causa más importante de EM notificados seguida por la dispensación.

No debemos olvidar también los errores que se cometen en la identificación de los pacientes que propician EM, siendo la relación de ambos factores la menos estudiada actualmente.

CONCLUSIONES

La administración de medicación es un trabajo interdisciplinar que requiere la colaboración de todo el personal para conseguir disminuir el número de EM que se cometen y así poder aumentar la calidad asistencial.

En los SUH la urgencia de algunas actuaciones no permite realizar esta serie de comprobaciones, lo que aumenta significativamente los EM cometidos. Se utiliza frecuentemente la prescripción verbal, lo que supone un mayor riesgo para el paciente de sufrir efectos adversos relacionados con la medicación.