Inicio > Rehabilitación y Fisioterapia > Tortícolis muscular congénita. Abordaje fisioterapeútico

Tortícolis muscular congénita. Abordaje fisioterapeútico

Tortícolis muscular congénita. Abordaje fisioterapeútico

La tortícolis se trata de una actitud viciosa postural que adoptan de manera permanente el cuello y la cabeza debido a la contracción mantenida o retracción unilateral del músculo esternocleidomastoideo (ECOM).

Resumen

Esta retracción tan frecuente en neonatos, sitúa la cabeza y el cuello en inclinación del mismo lado del músculo ECOM afecto y rotada hacia el lado contrario.

Su aparición es más frecuente en el lado derecho y un abordaje precoz y acertado de fisioterapia obtiene muy buenos resultados de corrección.

Autores

Ana Soria Arbilla. Diplomada en Fisioterapia por la E.U. Gimbernat adscrita a la  Universidad Autónoma de Barcelona.

María Graz Zugasti. Diplomada en Fisioterapia por la la Universidad Pontificia de Salamanca, Salus Infirmorum.

Palabras clave

Tortícolis congénita, fisioterapia, esternocleidomastoideo.

Stiff neck, physiotherapy, congenital, sternocleidomastoid.

Introducción

La tortícolis muscular congénita se hace evidente durante las primeras semanas o meses de vida del niño. Existen varios factores causales de esta alteración posicional como son: la mal posición fetal intrauterina mantenida, sobre todo cuando hay presentación fetal de nalgas, el estiramiento excesivo del ECOM en el momento del parto generando un hematoma que dejará un tejido fibrosos el cual disminuye la flexibilidad muscular, el uso de fórceps o ventosas durante el parto, la alteración de la irrigación sanguínea del ECOM durante el embarazo…entre otras.

Clínica y Diagnóstico

Durante la inspección del niño se apreciará inclinación permanente de la cabeza y cuello hacia un lado con rotación hacia el lado contrario. Los movimientos opuestos estarán disminuidos durante la movilización activa y pasiva.

Encontraremos a la palpación retracción del ECOM y en ocasiones una tumefacción fibrosa en el tercio inferior del vientre muscular con forma ovoidea.

El diagnóstico se realiza por la inspección y palpación de los síntomas descritos previamente reforzados por ecografía de la musculatura la cual nos hará evidente la tumefacción fibrosa del ECOM y radiografía simple que mostrará la posición anatómica adoptada por la columna cervical y cabeza.

 La tortícolis muscular congénita suele asociar signos como asimetría pélvica, inestabilidad o luxación de la cadera que deberán ser buscados en caso de tener ante nosotros un niño con sospecha diagnóstica de tortícolis congénita.

Si el diagnóstico es tardío, puede evolucionar hacia una tortícolis irreductible con acortamiento del muñón del hombro del lado sano, asimetría facial, plagiocefalia, hiperextensión cervical… En algunos casos, cuando no ha habido remisión de la tortícolis tras tratamiento y el niño ya tiene 18 – 24 meses de edad o el diagnóstico ha sido tardío puede derivar en una intervención quirúrgica con el objetivo de alargar el músculo ECOM.

Antes de iniciar el tratamiento de fisioterapia debemos cerciorarnos de que se trata de una tortícolis de origen muscular por lo que el pediatra deberá descartar mediante las pruebas oportunas para cada caso otros orígenes de tortícolis congénitas los cuales tendrán un tratamiento diferente al que describiremos posteriormente. Entre estos tipos de tortícolis están: La tortícolis por malformación congénita cervical de la charnela cervico dorsal, charnela craneo cervical, Síndrome de Klippel Feil. La tortícolis de origen infeccioso. La tortícolis de origen tumoral. La tortícolis traumática por esguince, fractura… La tortícolis ocular por alteración de los pares craneales IV, VI, nistagmo. El Síndrome de Sandifer que es una tortícolis intermitente secundaria a esofagitis o hernia de hiato.

Tratamiento de Fisioterapia

– Movilizaciones de cabeza y cuello en sentido de la corrección de forma lenta, pasiva y suave evitando generar reacciones de defensa.

– Estiramientos del ECOM para devolverle la elasticidad y longitud fisiológica. Evitar compensaciones de tronco estabilizando los hombros durante el estiramiento. Los estiramientos son más eficaces después de aplicar calor local superficial.

– Fortalecimiento de la musculatura de lado contralateral a la lesión con objetivo corrector de la deformidad. Así mismo se fortalecerán los erectores de cabeza y tronco desde distintas posiciones atendiendo al momento del desarrollo psicomotor de cada niño.

– Masoterapia mediante técnicas de vibración, pellizcamiento, amasamiento para disminuir el tono muscular de ECOM, Trapecio Superior, escalenos del lado de la lesión. La masoterapia mejorará la circulación de la zona, ayudará a eliminar residuos tóxicos tisulares y disminuirá la tumefacción.

– Movilizaciones activas en sentido de la corrección, volteos, paso de decúbito supino a sedestación y de decúbito lateral a sedestación en sentido corrector.

– Ultrasonidos con dosis de 0,5 a 1 W/cm2 en la zona de la tumoración.

– Osteopatía para ayudar al desbloqueo de la columna cervical.

– En casos severos, se puede colocar un collarín blando durante cortos periodos de tiempo durante el día.

Actividades para realizar en el entorno domiciliario

– Evitar colocar al niño decúbito prono.

– Estimular el giro y la inclinación hacia el lado de la corrección mediante estímulos sonoros y visuales como juguetes y sonajeros.

– Posicionar la cuna en la habitación de manera que los estímulos que le lleguen de la puerta, ventana, juguetes… le hagan girar la cabeza en el sentido de la corrección postural.

–  Portear al niño colocando la cabeza girada en el sentido correctivo contra nuestro tórax y mantendremos esta posición con nuestro mentón o manos.

– Darle el pecho y el biberón colocando al niño de ambos lados para estimular ambas rotaciones cervicales. Estos niños, suelen rechazar tomar el pecho del lado que les obliga a girar el cuello en sentido contrario a la lesión postural.

 Conclusión

Las tortícolis musculares congénitas suelen tener una evolución favorable sin dejar secuelas, habiendo un porcentaje alto de casos en los que remiten espontáneamente.

Un diagnóstico y tratamiento fisioterapéutico precoz acelerará la recuperación y evitará la cronificación y las complicaciones como son los problemas de amamantamiento en el bebé, la asimetría facial y craneal, la alteración de la capacidad visual, la alteración del equilibrio y del desarrollo psicomotor del niño, la plagiocefalia, la escoliosis…

Es muy importante involucrar a la familia y enseñar pautas de corrección de la tortícolis ya que ellos son los que más horas pasan al día con el niño y por tanto los que más pueden estimularle hacia la corrección en un entorno que da seguridad al niño.

Bibliografía

1Enciclopedia médico-quirúrgica. Kinesiterapia, medicina física. Paris». Editorial Elsevier. 1999

2. L.Macías, J. Fagoaga. «Fisioterapia en pediatría». Editorial Mc Graw Hill Interamericana. 2002

3. Y. Xhardez. «Vademecum de Kinesioterapia y de Reeducación Funcional». Editorial El Ateneo. 2002

4. F. Fajardo. «Tratado integral de osteopatía pediátrica«. Editorial Dilema. 2010