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La formación es el afán humano más humanizado

La formación es el afán humano más humanizado

La implicación del tutor es la clave de saber enseñar en las técnicas y conocimientos profesionales, el tener recursos y conocimientos de la materia  en la formación y el aprendizaje es por ello el modelo referente más cercano que puede tener un alumno en prácticas.

  1. Cinta Balart Aixendri; Técnico en cuidados auxiliares de enfermería – Hospital de Tortosa Verge de la Cinta
  2. Carmen Balart Aixendri; Técnico en cuidados auxiliares de enfermería – Hospital de Tortosa Verge de la Cinta
  3. Joana Ponce Muñoz; Técnico en cuidados auxiliares de enfermería – Hospital de Tortosa Verge de la Cinta
  4. Cinta Fabra Navarro; Técnico en cuidados auxiliares de enfermería – Hospital de Tortosa Verge de la Cinta
  5. Asunción Nuñez Gonzalez; Graduada en enfermería – Hospital Univ. de Tarragona Joan XXIII
  6. Jordi Mendoza Saera; Técnico en cuidados auxiliares de enfermería – Hospital de Tortosa Verge de la Cinta
  7. Susana Casadó Roig; Técnico en cuidados auxiliares de enfermería
  8. Dolores Besalduch Marzal; Técnico en cuidados auxiliares de enfermería

RESUMEN

Introducción:

La implicación del tutor es la clave de saber enseñar en las técnicas y conocimientos profesionales, el tener recursos y conocimientos de la materia  en la formación y el aprendizaje es por ello el modelo referente más cercano que puede tener un alumno en prácticas. La formación es planificar, preparar e informar al alumno, es el afán humano del docente más humanizado, es decir, se basa en que lo principal de la enseñanza es aprender a mejorar como persona y dar un buen ejemplo. Partiendo de los cuatro conceptos del metaparadigma de enfermería, se encuentran:

  • La persona
  • El entorno
  • La salud
  • Enfermería / cuidados

De la unión de los cuatro, conseguimos proporcionar a la persona un mejor proceso de enseñanza y aprendizaje del entorno ordenado, motivar, orientar, y evaluar en la práctica de salud todos los cuidados en enfermería.

Objetivo:    

El objetivo de este artículo es hacer hincapié en la importancia que tiene el docente de dar a comprender los valores que se utilizan en la práctica de la enfermería, así como formar parte de un sistema en valores humanístico y altruista desarrollado en la enseñanza hacia la asistencia humana de ayuda y confianza. Para ello, promover y aceptar la expresión de sentimientos tanto positivos como negativos ayuda en la satisfacción de las personas y en sus necesidades básicas. No obstante, también debemos tener en cuenta los aspectos fenomenológicos – espirituales ya que son valores muy importantes dentro del concepto de la formación de la profesionalidad de enfermería.

Metodología:

  • Los valores universales éticos deben estar presentes en los procesos tutoriales de aprendizaje, estos son:

  • Reconocimiento por parte del estudiante para ser reconocido como persona en formación con capacidad y aptitudes de aportar elementos positivos a su aprendizaje.

  • Reciprocidad, crearse un ambiente de respeto mutuo, tanto por el estudiante como por el profesional de enfermería que le acompaña en su etapa de aprendizaje.

  • Guiar al alumno en la formación continuada en las técnicas y conocimientos, dar buen ejemplo en la motivación y compromiso en la futura etapa en que le permita un pleno desarrollo personal y profesional.

  • Ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace, compartir y comunicarse con el equipo también es muy importante en las situaciones ante alguna duda.

  • Hacer las cosas dentro de la dignidad y excelencia, acercándose a las personas de manera adecuada y respetarlas como tal.
  • El saber y el deber utilizar los recursos del entorno materiales y equipos que son necesarios para su formación en el sitio donde ejecute su trabajo.

Resultado:

El tutor del alumno es una persona clave ya que es el referente más próximo a él y por ello se convierte en su modelo de aprendizaje. El objetivo de la persona que tutoriza es acompañar al alumno durante el proceso de motivar, orientar y evaluar su aprendizaje para facilitarle las técnicas, recursos y conocimientos profesionales de esto se comprende la competencia tutorial. Una buena formación es el resultado de un buen alumno.

Conclusión:

Educar es formar a las personas a ser aptas a conducirse a si mismas. El alumno durante su proceso en las prácticas clínicas se convierte en el protagonista activo de su propia formación, pero el aprendizaje no lo hace el alumno en solitario, sino en diálogo entre ambos; Alumnado y tutor de referencia.

La meta de la vida no es solo la perfección, si no el saber ser humanos en el proceso de la enseñanza, el tener unos conocimientos y unos valores en la vida y en la práctica, esta es la que de verdad nos da una gran excelencia en el trabajo.

Todas las actividades del estudiante son desarrolladas bajo la supervisión y guía de un tutor que se caracteriza por establecer y fomentar el diálogo reflexivo. El tutor es el encargado de ayudar y orientar al alumno a ver las relaciones que existen entre los métodos y medios empleados y los resultados conseguidos tras realizar una acción dentro una práctica clínica.

Por último, cabe añadir que no se puede enseñar al alumno todo lo que necesita saber, pero se le puede guiar en su autonomía y búsqueda del liderazgo y compromiso del saber y poner en práctica la formación aprendida para adaptarse en el futuro de su nueva profesión.

Bibliografía

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