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Revisión bibliográfica: ¿Es la lactancia materna prolongada un factor de riesgo para la caries precoz infantil?

Revisión bibliográfica: ¿Es la lactancia materna prolongada un factor de riesgo para la caries precoz infantil?

La caries de la primera infancia o caries precoz infantil (CPI) es una enfermedad con alta prevalencia en nuestra sociedad e importantes consecuencias para la salud del niño.

Autores/as:

Lucía Ruiz de Galarreta Martínez (Matrona, hospital Sant Joan de Déu, Esplugas de Llobregat)/ Iris Codina Aróztegui (Matrona, Hospital Sant Joan de Déu, Esplugas de Llobregat)/ Patricia Prieto Álvarez (Matrona, Hospital Valle Hebrón, Barcelona)/ Tania Navarro Gutiérrez (Matrona, Hospital Sant Joan de Déu, Esplugas de Llobregat)/ Teresa Almudí Alonso (Matrona, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza)/ Leyre Nagore González (Matrona, Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, Zaragoza)/ Laura Moreno Buendía (Matrona, ASSIR Dreta, Barcelona).

Entidad: Hospital Sant Joan de Déu, Esplugas de Llobregat, Barcelona.

Palabras clave: Lactancia materna, caries precoz infantil, alimentación infantil, breastfeeding, early childhood caries, infant feeding.

Resumen: La caries de la primera infancia o caries precoz infantil (CPI) es una enfermedad con alta prevalencia en nuestra sociedad e importantes consecuencias para la salud del niño.

Existe mucha controversia con respecto a la lactancia materna y su papel como factor de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad, especialmente cuando se prolonga más allá del primer año de vida.

Tras la revisión realizada, no queda claro que la lactancia materna por sí misma pueda desencadenar esta complicación. La evidencia disponible afirma que se trata de un proceso multifactorial y apunta como factores de riesgo el consumo de azúcar, la higiene oral inadecuada, y la frecuencia y nocturnidad de las tomas, entre otros.

Parece prudente mantener las recomendaciones de la OMS sobre alimentación infantil y lactancia materna, e incidir en reforzar los factores protectores para la prevención de la CPI.

No obstante, creemos necesario realizar más estudios al respecto.

Abstract: Early Childhood Caries (ECC) is a very common disease in our society, with important consequences for children´s health.

There are many different opinions about how breastfeeding may affect the ECC developing, especially when is lasts up to 12 months.

After our review, we cannot say that breastfeeding by itself is able to produce ECC. Scientific evidence suggests that ECC is a multifactorial disease, due to factors like sugar intake, inadequate oral hygiene practices, high frequency and nocturnal feeding, among others.

Therefore we could support the WHO infant feeding recommendations and breastfeeding recommendations, and pay more attention in encouraging protective factors for ECC.

However, further research is needed.

Introducción: La caries dental es actualmente la enfermedad crónica más frecuente en la infancia, con una alta prevalencia en la población infantil española.

La Asociación Americana de Dentistas (ADA) define la Caries Precoz Infantil (CPI) como “la presencia de una o más lesiones cariosas (cavitadas o no cavitadas), dientes ausentes por caries o empastes en cualquier diente temporal en niños menores de 71 meses de edad” [21].

El primer síntoma y el más típico es la lesión de “mancha blanca” en forma de “media luna” o semicircular en los incisivos primarios.

La CPI es una enfermedad infecciosa que afecta a la dentición temporal de niños (incidencia más elevada entre los 13 y los 24 meses de vida), suele debutar en las superficies lisas del diente y evoluciona de forma muy rápida.

El mecanismo por el que se produce la caries es la fermentación de los azúcares presentes en boca por parte de bacterias, especialmente Streptococcus Mutans y lactobacilos, cuyo producto son ácidos que desmineralizan el esmalte de los dientes Si tenemos en cuenta que por la noche el pH de la saliva se acidifica, resulta el período del día más favorable para el desarrollo de caries.

La CPI presenta consecuencias de gran impacto para la salud de los niños, como dolor e infecciones, que en muchos de los casos requieren atención de urgencia, hospitalización e incluso sedación para su tratamiento adecuado, alteraciones de su desarrollo físico y de la capacidad de aprendizaje. Cuanto más precoz sea la aparición de la caries en el niño, peores consecuencias tendrá para su salud bucal como adulto.

Aunque como hemos comentado anteriormente, el agente principal de esta patología es el Streptococcus Mutans, en realidad se trata de un proceso multifactorial en el que participan diferentes elementos:

  1. Higiene oral inadecuada o insuficiente

Este es uno de los factores clave en la prevención de las caries y solo es efectiva si la realiza o es supervisada por un adulto, siendo los padres quienes deben realizarla hasta que el niño sea autónomo (7-10 años de edad).

Ha de iniciarse con la erupción del primer diente (alrededor de seis meses de vida), con una frecuencia de dos veces al día, con especial énfasis a la noche. Se puede realizar con  una gasa, un dedal de silicona o incluso un cepillo de cerdas suaves, y siempre con pasta dental de 1000 ppm (partes por millón) de flúor.

Además, es recomendable que se realice la primera revisión por un odontopediatra  durante el primer año de vida. Así se valorará el riesgo de caries y se podrá ofrecer a los padres un plan de cuidados individualizado para la prevención o el tratamiento de la CPI.

  1. Alimentación rica en azúcares

La CPI es una patología azúcar-dependiente (20), ya que como hemos dicho las bacterias fermentan los azúcares presentes en la boca tras la ingesta. De forma que se recomienda evitar el consumo de azúcares refinados especialmente en los dos primeros años de vida.

La OMS recomienda “lactancia materna exclusiva y a demanda hasta el sexto mes de vida del niño, y lactancia materna complementada con otros alimentos hasta los 2 años de vida o hasta que la madre y el niño lo deseen, acompañados de unos hábitos de higiene oral adecuados”.

Un problema muy generalizado son los alimentos con “azúcares ocultos”(zumos procesados, bollería y galletas, yogures líquidos, pan de molde, patatas fritas, refrescos azucarados…etc). Son productos que en nuestra sociedad se dan de forma habitual a los niños por desconocimiento del peligro que suponen para su salud y hay que erradicar su consumo o disminuirlo al mínimo posible.

  1. Lactancia materna/biberón de forma prolongada, nocturna, a demanda

No es preciso ahondar en los múltiples y más que documentados beneficios que tiene la lactancia materna a diferentes niveles tanto para el niño, como para la madre y la sociedad en general, por ello está recomendada hasta los 2 años de forma complementada [22].

La Organización Mundial de la Salud y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia señalan asimismo que la lactancia “es una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo correcto de los niños”.

A pesar de todos sus beneficios, se ha relacionado con la aparición de CPI especialmente por la forma de administración en niños “mayores”, puesto que cuando se da de forma complementada con otros alimentos, el pecho se utiliza con una frecuencia y horarios erráticos, en su mayor parte en horario nocturno (bien porque sirve como consuelo, calmante, vínculo con el niño, o bien por los horarios laborales de la mayoría de madres) y que una vez el niño se ha dormido al pecho no se realiza la higiene dental correspondiente para no despertarlo.

En el caso de alimentación con biberón en niños mayores de 6-12 meses, el problema es el mismo, se trata de un alimento que contiene azúcar y que da de forma frecuente y en horario predominantemente nocturno.

Muchos estudios apuntan a que tanto la lactancia materna, como la fórmula artificial en biberón, prolongada más allá de 12 meses se relaciona con una mayor incidencia de CPI. [9][11][13][14][15][16]

  1. Colonización oral bacteriana precoz

Las bacterias cariogénicas, concretamente Streptococcus Mutans (SM), se transmiten a los niños exclusivamente de forma vertical de la saliva de sus padres o cuidadores, por lo que hay que enfatizar la relevancia de las revisiones bucales en los mismos, y tratamiento de las caries si es preciso, así como evitar el contacto del niño con su saliva.

Se ha demostrado que niveles elevados de SM  están relacionados con contaminación más temprana de los niños, y como se ha señalado anteriormente, cuanto más precoz es la caries, más serias pueden ser sus repercusiones.

  1. Flujo de saliva bajo
  2. Bajo nivel socio económico de los padres
  3. Bajo nivel cultural

Hay que tener en cuenta también los factores protectores que remineralizan los dientes y previenen el desarrollo de caries, como cepillado efectivo, el uso de dentífricos y colutorios con flúor, uso de antibacterianos como clorhexidina y xilitol en enjuagues o chicles…etc.

Objetivos:

El objetivo principal de esta revisión es comprobar si la evidencia científica disponible desaconseja la lactancia materna prolongada durante más de 12 meses por su posible relación con el desarrollo de caries precoz infantil.

Los objetivos secundarios

-Analizar si la lactancia materna en sí misma supone un riesgo cariogénico

-Puntualizar cuánto tiempo se considera lactancia materna prolongada desde el punto de vista cariogénico

-Examinar las recomendaciones para prevenir la caries precoz en niños alimentados con lactancia materna.

Metodología:

Se realizó una búsqueda bibliográfica en las diferentes bases de datos: COCHRANE, PUBMED, UPTODATE, CUIDEN. Se revisaron artículos en idiomas inglés y castellano, con publicación entre los años 2009-2019.

También se revisaron las últimas guías de atención y cuidados en la infancia de organizaciones como la OMS (Organización Mundial de la Salud), la Asociación Española de Odontopediatría, la ADA (Asociación Americana de Dentistas), y el Ministerio de Sanidad y Política Social de España.

Se realizó una selección de los descriptores de salud más apropiados y la combinación de los mismos con operadores boleanos (AND, NOT y OR). El método de revisión utilizado es una lectura de títulos y de resúmenes de los documentos con posterior reflexión crítica en base al objetivo del trabajo.

Resultados:

Se han encontrado resultados muy diversos en cuanto a la relación o no de la lactancia materna con la CPI, y la mayoría de estudios coinciden en que se trata de un proceso multifactorial.

De los documentos revisados se seleccionaron 18 artículos, 6 de ellos señalan la lactancia materna prolongada durante más de 12 meses como un factor de riesgo de CPI [9] [11] [13] [14] [15].

Por el contrario, 4 de los artículos revisados sugieren que la lactancia materna actúa como factor protector de la CPI [1] [2] [3] [8]. Algunos de ellos señalan como posible explicación que la biomecánica de la lactancia es distinta de la alimentación en biberón, ya que eyecta la leche al paladar blando del niño e inmediatamente es ingerida, de forma que entra menos en contacto con los dientes [1].

Otros estudios no encontraron evidencia de que aumente el riesgo de CPI ni de que sea un factor protector [7] [10]. En el estudio de Neves PA. et Al concluyeron que la leche materna no alteraba el pH oral, sin embargo una solución de sacarosa al 10% sí lo disminuyó tanto en niños con CPI como en niños sanos. [7]