Anticoncepción masculina: presente y futuro
La concepción como la anticoncepción está vinculada especialmente al mundo femenino. Son pocos los métodos para evitar la gestación destinados al uso masculino.
AUTORES
Diego Sorli Latorre (Graduado en enfermería y Diplomado en Salud Pública)
Patricia Sorli Latorre (Diplomada en enfermería)
Lorena García Hernández (Diplomada en enfermería)
Cintia Pérez Torrero (Diplomada en enfermería)
María Casamián Cabero (Diplomada en enfermería)
Patricia Sánchez Ferrer (Diplomada en enfermería)
RESUMEN
La concepción como la anticoncepción está vinculada especialmente al mundo femenino. Son pocos los métodos para evitar la gestación destinados al uso masculino.
Desde finales del siglo pasado se ha intentado desarrollar nuevas ofertas destinadas a los varones, la más desarrollada actualmente es la píldora de undecanoato de dimetandrolona. Permite disminuir la espermatogénesis por su función antiandrogénica. Los primeros estudios auguran efectos secundarios de carácter leve y fácilmente asumibles para la mayor parte de la sociedad.
Es una fórmula de laboratorio todavía en desarrollo, por lo que necesita de mayor investigación para su comercialización y distribución con seguridad.
ABSTRACT
The conception as contraception is specifically limited to the female world. There are few methods to avoid pregnancy intended for male use.
Since the end of the last century, attempts have been made to develop new offers for men, the most developed currently being the dimethandrolone undecanoate pill. It allows reducing spermatogenesis due to its antiandrogenic function. The first studies predict mild side effects that are easily assumed for most of society.
It is a laboratory formula still under development, so you need more research for your documentation and distribution safely.
PALABRAS CLAVE
Anticoncepción, Planificación Familiar, Infertilidad Masculina, Anticonceptivos Hormonales Orales
KEY WORDS
Contraception, Family Planning, Male Infertility, Contraceptives, Oral, Hormonal
INTRODUCCIÓN
La anticoncepción se fundamenta en la evitación de la fecundación y gestación mediante el uso de determinados métodos.
Hoy en día concurren una interesante cantidad de métodos anticonceptivos consignados al uso femenino, pero en cuanto a los varones, la cuantía merma señaladamente.
En líneas generales, la población relaciona a la contracepción en hombres únicamente dos alternativas de divulgada seguridad contraceptiva, el preservativo o condón masculino, y la técnica quirúrgica de vasectomía, en la que se seccionan los conductos deferentes. Es decir, o un método reversible, de uso previo y durante la relación sexual en el caso del primero nombrado, o una técnica irreversible en la que una vez realizada el varón no podrá procrear nuevos seres.
Desde finales del siglo pasado se ha intentado desarrollar nuevas ofertas en contracepción masculina a través del conocimiento de otras moléculas de laboratorio capaces de alcanzar dicha finalidad. En este momento aún se continúan desarrollando investigaciones para mejorar las condiciones de efectividad, durabilidad, reversibilidad y efectos adversos previos a la final comercialización de sustancias que permitan al varón controlar su natalidad independientemente de métodos femeninos, todo ello con el objetivo de empoderar a los hombres para una contribución cooperativa y complementaria de la planificación del núcleo familiar.
Cabe destacar que históricamente, el hombre ha tenido poco peso en materia contraceptiva, sin embargo, fueron científicos varones los que iniciaron investigaciones sobre esa cuestión. Al principio se focalizaron en la evitación de la eyaculación masculina dentro de la vagina de la mujer, conociendo esta técnica actualmente con la denominación latina “coitus interruptus” y llevada a cabo desde hace más de dos mil años que ha disputado de controversias en el tiempo, ya que durante el siglo XIV se consideró insana, especialmente dentro de las relaciones conyugales, y siendo más asociada a ejercicios de prostitutas o amantes.
También se conocen datos desde Egipto de hace más de tres mil años de los primeros esbozos del actual preservativo, ya que posiblemente su uso iba más destinado a la decoración que a la contracepción. Posteriores inventos como el de Gabriel Falopio que consistía en una pieza de lino o de tripa de bovino o porcino engrasada, la cual se acomodaba y anudaba a la parte media o distal del pene, aunque su finalidad volvía a no ser la planificación familiar, sino la protección frente a la terrible sífilis que asoló Europa en el siglo XVI. Posteriormente se perfeccionaron con la mejora de la industria, utilizando materiales como caucho, silicona, hidrogel, látex, he incluso modernizándolos para las épocas actuales, con materiales aptos para celiacos (sin gluten), vegetarianos (sin caseína), o para alergias al látex (de poliuretano, nitrilo o resina sintética).
Junto con la evolución del rol paternal en el núcleo familiar, la sociedad masculina también ha ido reclamando su lugar con mayor relevancia en las medidas de planificación familiar y por lo cual cada vez recela con más presión para obtener mayores opciones de elegibilidad entre métodos contraceptivos.
Es por ello que está en boga un nuevo método anticonceptivo, la píldora masculina.
METODOLOGÍA
Químicamente se denomina undecanoato de dimetandrolona (11β-dimetil-19-nortestosterona), en algunas publicaciones se abrevia como DMAU, que se basa en una modificación de la testosterona la cual realiza una actividad dual, es decir, como dos hormonas simultaneas, por un lado, como andrógeno, y por otro como progesterona. Al coincidir ambos dinamismos, el fármaco es capaz de realizar su fin contraceptivo mediante la reducción de elaboración celular a nivel testicular y en principio sin trastornar muy notoriamente funciones psicosociales como el apetito sexual.
DESARROLLO Y RESULTADOS
Esta píldora todavía se encuentra en fase de desarrollo. Continúa pasando pruebas de seguridad y eficacia en humanos, siendo muy esperanzadores los resultados en animales de laboratorio, en los que con 2-3 meses de tratamiento, se veía una disminución significativa de la producción espermática. En cuanto a los desarrollos llevados a cabo por estudios en fase inicial en varones sin patologías, la píldora fue administrada durante un mes en dosis regular diaria. Esta objetivó resultados hormonales conformes para una anulación de la capacidad reproductiva de los hombres. Como controles de los casos se administró dosis placebo.
A pesar de que los resultados fueron acertados, todavía queda una importante línea de desarrollo, como realizar estudios con muestras poblacionales más grandes, objetivar los resultados en periodos de tiempo más perdurables, conocer las complicaciones y efectos adversos derivados de su administración a corto y largo plazo, su eficacia, eficiencia y efectividad, así como su condición de reversibilidad reproductiva como en el caso de la anticoncepción oral femenina.
Las últimas tendencias en investigación desde hace unos meses para potenciar la anticoncepción masculina son el uso de geles aplicados de manera tópica para disminuir la espermatogénesis. Otras líneas giran en torno a soluciones inyectables con el mismo objetivo sobre la producción espermática, pero que, a pesar de sus resultados altamente eficaces, no parece ser un método altamente aceptado entre la población masculina.
CONCLUSIONES
La anticoncepción está avanzando. Los avances de las últimas décadas se habían centrado en la población femenina, pero en la actualidad se está haciendo mayor ahínco en el desarrollo de productos destinados a la elegibilidad de los varones.
La idea contraceptiva más floreciente en la actualidad es la píldora masculina. Aunque su seguridad parece ser adecuada, se advierten de efectos indeseables como dolor de cabeza, cansancio, incremento ponderal, cambios emocionales, presentación de acné, y otros reseñados a su actividad antiandrogénica como reducción del apetito sexual o incluso falta o disminución de la erección del pene.
Se debe conocer los efectos de este futuro fármaco con más precisión tanto en el tiempo como en una mayor población, así como conocer la posibilidad de reversibilidad en caso de interrupciones temporales y deseos reproductivos.
Iniciar investigaciones en este campo ya es un éxito, no solo para la ciencia ya que se capacita de la posibilidad de administrar medicación hormonal a toda la población, sino también para la sociedad ya que supone un avance en planificación familiar y en un posible mayor empoderamiento de la anticoncepción por parte del hombre. Hasta el momento, los únicos métodos de elección posibles eran el preservativo o la vasectomía.
El tiempo y su desarrollo posterior manifestará la aceptabilidad de la sociedad masculina con la introducción de este nuevo fármaco, el cual se tendrá que abrir paso entre la cultura y tabúes, y pensamientos más clásicos arraigados en la sociedad general.
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