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Sexualidad y discapacidad

Sexualidad y discapacidad

Según la OMS la discapacidad “es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Las deficiencias son problemas que afecta…

RESUMEN Y PALABRAS CLAVE

Según la OMS la discapacidad “es un término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y las restricciones de la participación. Las deficiencias son problemas que afectan a una estructura o función corporal; las limitaciones de la actividad son dificultades para ejecutar acciones o tareas, y las restricciones de la participación son problemas para participar en situaciones vitales.

Por consiguiente, la discapacidad es un fenómeno complejo que refleja una interacción entre las características del organismo humano y las características de la sociedad en la que vive.”

Según algunos cálculos, se estima que el 15% de la población mundial sufre algún tipo de discapacidad, unos mil millones de personas.

Por otro lado, según la OMS la sexualidad es «un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida. Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la orientación sexual.”  Por tanto, la sexualidad no hace referencia solamente al acto sexual, sino que es una esfera mucho más amplia de la persona, que incluye su manera de vivir, de sentir, de expresarse.

Dada la envergadura del problema, ya que un 15% de la población mundial tiene alguna discapacidad, y que las personas con discapacidad, como cualquier persona necesitan vivir su sexualidad plenamente, es necesario el abordaje de este tema, no solo por los profesionales sanitarios, sino por toda la sociedad, quien debe apoyarlos, protegerlos, respetarlos y ayudarlos a solventar las diversas dificultades con las que se van a encontrar debido a sus características.

Queda mucho trabajo de la sociedad para conseguir lograr un mundo en el que todos seamos iguales y libres.

Palabras clave: discapacidad, sexualidad.

SUMMARY AND KEYWORDS

According to WHO, disability «is an umbrella term that covers impairments, activity limitations and participation restrictions. Impairments are problems that affect a body structure or function; activity limitations are difficulties in performing actions or tasks; and participation restrictions are problems in participating in life situations.

Consequently, disability is a complex phenomenon that reflects an interaction between the characteristics of the human organism and the characteristics of the society in which it lives».

According to some estimates, it is estimated that 15% of the world’s population suffers from some form of disability.

On the other hand, according to the WHO, sexuality is «a central aspect of human beings, present throughout their lives. It encompasses sex, gender identities and roles, eroticism, pleasure, intimacy, reproduction and sexual orientation”.  Therefore, sexuality does not refer only to the sexual act, but is a much broader sphere of the person, which includes his or her way of living, feeling and expressing himself or herself.

Given the magnitude of the problem, since 15% of the world’s population has some form of disability, and that people with disabilities, like anyone else, need to live their sexuality to the full, it is necessary for this issue to be addressed not only by health professionals, but by society as a whole, which must support, protect and respect them and help them to resolve the various difficulties they will encounter because of their characteristics.

Much work remains to be done by society to achieve a world in which we are all equal and free.

Key words: disability, sexuality.

AUTORA

IRANTZU RIPA AISA. GRADUADA EN ENFERMERIA.

LA SEXUALIDAD EN LA PERSONA DISCAPACITADA

Como he dicho anteriormente haciendo referencia a la OMS, la sexualidad es algo muchísimo más amplio que mantener relaciones sexuales, incluye la identidad sexual, la expresión sexual, la reproducción, el erotismo, la manera de relacionarse con la pareja… Por ello, por ser una esfera tan amplia de la persona, desde la infancia, los niños deben recibir la educación sexual necesaria para poder vivir este ámbito de la vida de manera plena. Existe, en el mundo un amplio porcentaje de personas que sufren una discapacidad, en torno al 15%, por ello hay que tenerlos muy en cuenta, y tener en cuenta el ámbito de su sexualidad, para que la puedan vivir libre y de la manera más plena posible. En concreto, los niños con discapacidad, sobre todo intelectual, ya que las discapacidades físicas pueden no afectar a nivel cognitivo y la educación deberá ser la misma que el niño sin discapacidad, deben recibir de una manera adaptada a sus capacidades esta misma formación, de la que debemos ser conscientes y que es plenamente necesaria, la sociedad debe acabar con ciertos mitos o falsedades sobre estas personas, como que son seres asexuados o sin ningún control sobre la sexualidad. Muchos padres, familiares e incluso educadores niegan que sus hijos o familiares vayan a tener una sexualidad, y esto lleva a que no reciban la formación sexual necesaria y a que les sean reprimidos o no tenidos en cuenta sus deseos. Pero esto es un error ya que, por reprimirlos y negarlos no van a desaparecer, sino que puede causar un efecto totalmente contrario y que se manifiesten de una manera incorrecta o en momentos no adecuados.

En muchas sociedades se tiende a tratar a las personas discapacitadas como seres asexuados o como niños, privándoles de sus derechos sexuales, pero esto es un gran error, todas las personas, incluidas las discapacitadas son seres sexuados y pueden y deben expresar su sexualidad. Por otro lado, la superficialidad de las sociedades actuales que marcan ciertos cánones de belleza, deja de lado a las personas discapacitadas, olvidándose de los valores de la persona, de sus sentimientos… y de que por supuesto, pueden ser deseadas por otras personas, aunque incluso la otra persona no sufra ninguna discapacidad, ya que la sexualidad va mucho más allá del sexo.

Lo que, si se debe conseguir con una persona discapacitada, sobretodo intelectual, es que controle su sexualidad, debe saber que se puede hacer en público, que en privado, en qué lugares, que partes de su cuerpo no debe enseñar en público, como poner límites a una persona que quiere hacer cosas que él o ella no, aprender a respetar al otro…

No hay que olvidarse de que la persona discapacitada, por el hecho de serlo, es más vulnerable a sufrir agresiones a su esfera sexual, ya que según las estadísticas las personas discapacitadas sufren mayor porcentaje de agresiones sexuales, siendo la mayoría en el seno familiar. Además, por sus características, también van a presentar más dificultades para defenderse, por tanto, la sociedad debe protegerlos especialmente en este tema tan delicado.

Vivir la sexualidad plenamente, hace que cada persona se pueda expresar tal y como es, pueda sentir libremente, vivir libremente, tal como desee, no solo significa mantener relaciones sexuales, sino todo lo que sentimos, expresamos y manifestamos puede estar dentro de la esfera de nuestra sexualidad.

Conocerse, aceptarse y respetarse a través de la sexualidad les va a llevar a integrarse mucho mejor en la sociedad, y si cuentan con la información y limites adecuados no tienen por qué haber ningún problema.

Ellos y ellas se quieren conocer y exploran su cuerpo, sintiendo necesidad de relacionarse con otras personas de su edad, es decir, como cualquier otro adolescente, mientras sepan cómo hacerlo de manera segura, respetándose y respetando al otro, hay que dejar que se manifiesten.

Reprimir sus sentimientos y deseos no va a hacer que desaparezcan, sino que puede provocar que llegado el momento se manifiesten de manera poco adecuada. Por ello, hay que estar alerta a las manifestaciones de la persona discapacitada si no nos las puede transmitir verbalmente y no reprimirlas, dejar que sea libre y consciente de su sexualidad, siempre dentro del marco del respeto personal y hacia los demás. Todos somos seres sexuados y de una manera u otra viviremos nuestra sexualidad.

LA SEXUALIDAD EN LA MUJER DISCAPACITADA

Otro colectivo con peculiaridades es el de la mujer discapacitada. Si ya por el hecho de ser mujer, en muchas culturas o sociedades, se sufre discriminación a distintos niveles, cuando a esto añadimos la discapacidad, la lucha que deben llevar a cabo estas mujeres es mucho mayor, ya que se suman las dos circunstancias.

Nos encontramos con mujeres que han podido ser marginadas de la sociedad en muchos países, que no han tenido el mismo acceso a la educación que otras y eso les lleva a ser mucho más dependientes. Todo ello dificulta la vivencia plena de la sexualidad, ya que pueden ser tratadas como seres asexuados; o incluso sufrir abusos y humillaciones ante las que no pueden actuar por falta de recursos. Se encuentran muchos casos de violación de los derechos de estas mujeres, y los derechos sexuales y reproductivos no son una excepción, se les aboca desde la infancia a ser seres asexuados o sumisos a la merced de sus padres, hermanos y hombres en general, negándoles toda decisión que ellas puedan llegar a tomar, arrebatándoles la libertad que les corresponde.

También, estas mujeres, van a sufrir dificultades para llevar a cabo una de las esferas de la sexualidad, como es la reproducción. La falta de medios, de educación, el sometimiento al hombre…les lleva a vivirla cuando ellas no lo han escogido, aún no están preparadas o directamente no la llevan a cabo. Al carecer de medios y con hijos a su cargo, es mucho más difícil, por no decir imposible, conseguir salir de esa cárcel que puede suponer esa situación, llevándoles a un estado de gran resignación ante el que no pueden hacer nada. Desde las sociedades más avanzadas y organismos para la defensa de los derechos humanos, se debe apostar por la defensa de la mujer y dentro de ellas, la defensa de la mujer discapacitada como ser más vulnerable. No se puede permitir que sean utilizadas como objetos con un fin determinado, son personas, con derecho a vivir su sexualidad de manera libre y plena.

Por todo ello, aunque se ha ido avanzando en los últimos años, se tiene que seguir luchando, luchando por unos derechos sexuales y reproductivos que tenemos todas las mujeres, derecho de elegir con quien estamos, con quien nos expresamos, nos acostamos…cuando tenemos hijos y cuantos hijos queremos tener. Estos derechos deben ser especialmente protegidos en la mujer discapacitada, sobre todo en países subdesarrollados o en vías de desarrollo, en donde no cuentan con tantos recursos como en occidente.

CONCLUSIONES

Cada persona debe decidir cómo quiere vivir su sexualidad, y las personas con discapacidad también, deben decidir con quién quieren estar, cuándo quieren estar, cómo quieren estar, dónde quieren estar… deben mostrar cuáles son sus intereses, necesidades, deseos y fantasías, siempre teniendo en cuenta que son personas sexuadas y eligiendo de qué manera quieren expresar su sexualidad, que como he dicho anteriormente engloba muchos aspectos de la vida y no solo el acto sexual.

No hay que protegerles o negarles esta realidad, sino educarles y darles las herramientas necesarias para que vivan su sexualidad de manera plena y libre. Deben tener toda la información posible.

Un colectivo especialmente desprotegido es el de la mujer discapacitada, necesitando un marco de protección mucho más amplio, ya que por el hecho de ser mujer la discriminación ya existe. Con la discapacidad esta discriminación se ha demostrado que aumenta de manera exponencial, sobre todo en países subdesarrollados donde la mujer, y en concreto la mujer discapacitada carece de los derechos más básicos, y entre ellos las derechos sexuales y reproductivos, estando a merced de sociedades patriarcales que no respetan los tratados internacionales en cuanto a derechos humanos.

Hay que seguir luchando desde organismos internacionales y países desarrollados por conseguir la igualdad de derechos sexuales y reproductivos en todo el mundo y para todas las personas, integrando estos derechos en las personas discapacitadas, y que así, puedan, vivir su sexualidad y todo lo que incluye la misma de una manera libre y satisfactoria.

BIBLIOGRAFIA

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  • Rodríguez Mayoral J.M; López; Morentín R; Arias B. Afectividad y sexualidad en personas con discapacidad intelectual. Revista siglo cero. Vol 37. Número 237. 2006. Pag 23-40.