Inicio > Enfermería > Papel de enfermería en pacientes sometidos a artroplastia de cadera. Caso práctico

Papel de enfermería en pacientes sometidos a artroplastia de cadera. Caso práctico

Papel de enfermería en pacientes sometidos a artroplastia de cadera. Caso práctico

Manuel tiene 59 años y lleva arrastrando más de 8 años dolores diarios e imposibilidad para llevar a cabo su vida diaria por problemas de funcionalidad.

Autores:

Mazón García, Andrea. Enfermera del Hospital de Barbastro.

Sallan Ferrer, Berta Alegría. Enfermera del Hospital de Barbastro.

Clavero Ara, Lydia. Enfermera del Hospital de Barbastro.

Deyanova Alyosheva, Nyulyufer. Enfermera del Hospital de Barbastro.

Figueres Castel, Sara. Enfermera de Atención Primaria de Graus (Sector Barbastro).

García Hoyo, Gemma. Graduada en enfermería.

Laguna Olmos, Pilar María. Enfermera del Hospital de Barbastro.

Caso:

Manuel tiene 59 años y lleva arrastrando más de 8 años dolores diarios e imposibilidad para llevar a cabo su vida diaria por problemas de funcionalidad. Ha sido intervenido de artroplastia de cadera para la colocación de una prótesis total de cadera en el servicio de cirugía ortopédica y traumatológica en su hospital comarcal de referencia, debido a la artrosis que sufre.

A las 24 h de la intervención, se inicia una movilización temprana, indicando sedestación en primer lugar y a las 48h comenzar a caminar con ayuda de un andador. En los próximos días se prevé el alta de este paciente, por tanto es fundamental el papel de la enfermería para la realización de una educación sanitaria sobre los cuidados a tener en cuenta tras este tipo de intervención.

Palabras clave en español:

“Prótesis Cadera”, “Auto-cuidado”, “Educación en Salud”, “Rehabilitación” y “Complicaciones postoperatorias”.

Palabras clave en ingles:

“Hip Prosthesis”, “Self-care”, “Health education”, “Rehabilitation” and “Postoperative complications”.

Resumen

Las fracturas tras una caída y/o patologías degenerativas de la cadera representan una incidencia elevada de los ingresos hospitalarios de traumatología.  El aumento de la esperanza de vida, hace necesario que se aborde este tipo patologías mediante la artroplastia de cadera, de manera que se reemplace la articulación dañada y el paciente deje de sufrir dolor e impotencia funcional y recobre la movilidad e independencia adecuada para realizar las actividades de la vida diaria y conseguir calidad de vida.

Cobra vital importancia en el trabajo postoperatorio tanto el tipo de cirugía realizada como el trabajo y cuidado posterior de cada enfermo. Por tanto, el papel del personal de enfermería tras esta intervención quirúrgica es fundamental para instruir tanto al paciente como a la familia unas correctas pautas educativas para evitar así complicaciones posteriores propias de la artroplastia de cadera. Esta instrucción es importante ofertarla desde el mismo hospital, en los días previos al alta.

Abstract

Fractures after a fall and / or degenerative hip pathologies represent a high incidence of hospital admissions for traumatology. The increase in life expectancy, it is necessary to address this type of pathologies through hip arthroplasty, so that it replaces the damaged joint and the patient stops suffering pain and functional impotence and regains adequate mobility and independence to perform the activities of daily life and achieve quality of life.
The type of surgery performed as well as the work and subsequent care of each patient becomes vitally important in postoperative work. Therefore, the role of nurses after this surgical intervention is essential to instruct both the patient and the family some educational corrections to avoid subsequent complications of hip arthroplasty. This instruction is important to offer from the same hospital, in the days before discharge.

Introducción

La artroplastia de cadera es una de las intervenciones quirúrgicas más frecuentes y comunes en las unidades de hospitalización traumatológica en la actualidad. Esta cirugía se lleva a cabo para reemplazar parcial o totalmente la articulación de la cadera con un dispositivo artificial, dicha articulación une el fémur con la pelvis y su función principal es soportar el peso del cuerpo en posturas tanto estáticas como dinámicas.

La indicación más frecuente en Cirugía Ortopédica de la Artroplastia es la Artrosis, definida como enfermedad de las articulaciones no inflamatoria que suele ser degenerativa. Aunque también se da tras fracturas, mayoritariamente de ancianos tras caídas accidentales o tumoraciones óseas.

En una cadera sana, los huesos están recubiertos de cartílago liso, lo que permite que el fémur se deslice con facilidad y sin dolor. En una cadera con artrosis, el cartílago se encuentra desgastado y los huesos rozan entre sí, de manera que se crean superficies irregulares que provocan rigidez y dolor al caminar. Por tanto, se requiere esta intervención quirúrgica para proporcionar al paciente un alivio del dolor, mejora de la movilidad y una recuperación de la funcionalidad de la articulación. Lo que supone una mayor independencia en las actividades de la vida diaria y una mejora de su calidad de vida (1–3).

Desde 1960 la intervención de artroplastia de cadera, ha representado uno de los mayores logros en cirugía ortopedia, llegando a considerarse la “cirugía del siglo” y se estima que en Estados Unidos se realicen para 2030 alrededor de 572.000 cirugías. Pero, a pesar de que la artroplastia de cadera puede lograr excelentes resultados con una supervivencia a los 10 años mayor de 95%, a los 25 años del implante superior al 80% y beneficios significativos. Este procedimiento quirúrgico presenta complicaciones como coágulos sanguíneos que provoquen embolismos, infección, luxación o dislocación, dismetrías entre piernas y aflojamiento de la prótesis entre otras (4,5).

La mayoría de las complicaciones derivadas de intervenciones sanitarias se pueden prevenir con una información adecuada en el momento adecuado, para así mejorar tanto la salud del paciente, evitar las reintervenciones y disminuir las secuelas (3,6).

A pesar de ser una cirugía cada vez más frecuente, debe considerarse como una cirugía electiva y meditada por un profesional médico especializado, ya que existen variables fisiológicas asociadas con este procedimiento. Por ello, se deben valorar factores como género, edad, talla, peso, índice de masa corporal, concentración pre quirúrgica de hemoglobina y hematocrito, tipo de anestesia, tiempo quirúrgico estimado y patologías y hábitos del paciente como la hipertensión y el tabaquismo. En general, la intervención se realiza habitualmente a pacientes >60 años, suele durar en torno a 90 minutos y está asociada a una pérdida importante de sangre (7).

Objetivos

  • Objetivo general:

Conseguir una recuperación optima tras la intervención de artroplastia de cadera mediante una correcta educación sanitaria por parte del personal de enfermería.

  • Objetivos específicos:

Educar al paciente y familia para la prevención de lesiones post quirúrgicas.

Evitar complicaciones propias del postoperatorio de una artroplastia de cadera.

Reconocer las necesidades de auto cuidados de los pacientes con prótesis de cadera.

Conocer los limites de movilidad en el post operatorio de una artroplastia de cadera.

Metodología

Para la elaboración de este articulo, se ha realizado una búsqueda bibliográfica por las principales bases de datos y fuentes de consulta relacionadas con la salud. De esta manera, se ha consultado “Pubmed”, “Cuiden”, “Cochrane” y “Cinalh Plus”. Además de artículos libres disponibles en “Google Schoolar”.

Para poder realizar una búsqueda más exhaustiva y precisa, se han utilizado las palabras clave citadas con anterioridad, al principio del artículo.

Resultados

Dada que la esperanza de vida de la población española hoy en día es superior a los 80 años, es importante la frecuencia y trascendencia de la actividad quirúrgica en la colocación  de prótesis de caderas y que esta sea exitosa y segura. Sin embargo, el éxito a largo plazo depende también de cómo colabore el paciente en su recuperación (6).

La labor de enfermería, en los cuidados del paciente intervenido quirúrgicamente de cadera es esencial, ya que entre sus funciones se encuentran la prevención de la infección, el control del dolor, la administración de medicación y la enseñanza de una correcta educación sanitaria, aportando nociones de auto-cuidado y sobre las limitaciones de movimiento para conseguir una recuperación normal y optima de la extremidad, evitando así tensiones, posturas incorrectas y luxaciones del miembro operado (1,2).

Por tanto, cuando el médico especialista indique la movilización precoz del paciente intervenido, el personal de enfermería debe previo al alta hospitalaria, educar tanto a pacientes como a familiares sobre la importancia del auto cuidado de la prótesis.

Las recomendaciones más habituales, recogidas tras la búsqueda bibliográfica (2,3,8) y basadas en una práctica clínica para las 6 primeras semanas post intervención quirúrgica son:

  • No sentarse en sillas bajas, por tanto hacer uso de sillas firmes, altas y con brazos, en las que las rodillas queden por encima de la cadera y la cadera no se flexione más de 90º.
  • No cruzar las piernas y evitar rotaciones del miembro intervenido.
  • No inclinarse hacia delante al estar sentado o de pie (Ej: para ponerse un zapato o levantarse de una silla).
  • Utilizar calzado cómodo y cerrado que sujete bien el pie. Se puede hacer uso para calzarse de un calzador de mango largo.
  • Para subir las escaleras, subir apoyando primero la pierna no intervenida y para bajarlas, la pierna intervenida primero.
  • Caminar siempre con el pie dirigido hacia delante y con ayuda de andador y/o muletas hasta que un médico indique abandonar los dispositivos de ayuda. Existen diferentes tipos de marchas con muletas. La marcha en paralelo supone adelantar consecutivamente las dos muletas, la pierna operada y finalmente la sana. La marcha cruzada, trata de adelantar consecutivamente la muleta contraria a la pierna operada, la pierna operada, la otra muleta y finalmente la pierna sana.
  • En la cama, se debe dormir boca arriba con una almohada entre las piernas y evitar ponerse de costado sobre el lado operado.
  • Se recomienda una higiene por partes o en un plato de ducha. Evitar en la medida de lo posible entrar en bañeras.
  • Utilizar alza/elevador de 10-15 cm para el inodoro del baño durante los 3 primeros meses.
  • Se puede empezar a montar en coche en coche a partir del segundo mes, en el lugar del copiloto. Para ello, hay que reclinar el asiento y una vez sentado, introducir con mucho cuidado las piernas en el interior.
  • Cuando esté en la cama, se pueden realizar ejercicios de flexo-extensión del tobillo, llevando los dedos de los pies hacia la cara y posteriormente hacia la cama. También es recomendable hacer ejercicios de flexo-extensión de rodilla y cadera, para estos se debe doblar la rodilla arrastrando el talón por la cama y estirar después la rodilla apoyándola nuevamente en la cama.

Aun así, cabe a destacar que la recuperación también dependerá de factores ajenos a la propia operación como pueden ser el género, la edad, estado físico previo, patologías de base y el estilo de vida que practica cada persona (actividad-sedentarismo) entre otras.

Conclusión

La sustitución de la articulación de la cadera transforma la vida de muchos pacientes, ofreciendo una segunda oportunidad de ser activos y sin dolor.

Es de vital importancia, que el personal sanitario y particularmente el de enfermería, esté dotado de conocimientos para ofrecer pautas y recomendaciones sobre el proceso que deben llevar a cabo estos pacientes tanto en la estancia hospitalaria como en el domicilio posteriormente. De manera que se prevengan así posibles complicaciones, se fomente la independencia y autonomía del paciente y se consiga una recuperación optima y temprana, reanudando su vida lo antes posible y gozando de una calidad de vida.

Además gracias este tipo de intervenciones por parte del personal, se ofrecen una seguridad y satisfacción de la continuidad de cuidados y se crea un vinculo paciente/personal de enfermería de confianza.

Bibliografía

  1. Ten Gil A, Campos A, Casañ A, González E. Cuidados de enfermeríaen los pacientesintervenidos de artroplastia de cadera en el CHGUV. Enferm. Integr. 2007;80:37–40.
  2. Díaz A, Vaz J. Recomendaciones para pacientes intervenidos de prótesis de cadera. Rev enferm CyL. 2015;7(2):3–5.
  3. Ortiz Fernandez S, Villamor Ruiz E, Gómez coca S. Conocimientos del paciente sobre movilización con prótesis de cadera. TRANCES. 2018;10(6):703–10.
  4. Mosquera C, Rueda G, Cabezas C, Tovas L, Rodríguez H. Complicaciones postoperatorias tempranas en reemplazo primario de cadera por artrosis entre 2012-2016. Repert. Med. y cirugía. 2017;26(3):152–7.
  5. Mesa Olán A, Pérez Hernández LM, González de VaronaI C, Merino Martínez E, Prado García O, González Fundora N. Profilaxis antitrombótica en cirugía protésica de cadera. Rev. Cuba. Ortop. y Traumatol. [Internet]. 1999, Editorial Ciencias Médicas; [cited 2014 Oct 8];21(2). Available from: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-215X2007000200011&lng=es&nrm=iso&tlng=es
  6. Sierra R, Cortés E. Programa de educación sanitaria hospitalaria en el servicio de fisioterapia para evitar complicaciones por luxación en el paciente geriátrico intervenido de prótesis de cadera. Salud y Cuid. en el Envejec. Vol III. Asunevep; 2015. p. 105–9.
  7. Mallen Trejo A, Torres Gómez A. Factores perioperatorios que afectan la artroplastía total de cadera. Acta Ortop. Mex. 2013;27(6):358–62.
  8. Sánchez Lorca M., Barceló Martínez A., Garcia Olivo T, Pérez ORtega M, Mulero Tomás E. Recomendaciones al alta tras cirugía ortoprotésica. ICUE [Internet]. 2017;2(1). Available from: http://www.revistaicue.es/revista/ojs/index.php/ICUE/article/view/49/42