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Zoonosis bacteriana: brucelosis

Zoonosis bacteriana: brucelosis

Con el término brucelosis se quiere hacer referencia al “conjunto de enfermedades ocasionadas tanto en el hombre como en animales (zoonosis) por microorganismos del género Brucella”.

AUTORES

            Marta Gasca Carceller. Graduada en Enfermería. Enfermera en Servicio Contra Incendios, de Salvamento y Protección Civil Ayuntamiento de Zaragoza.

            Elsa Mallor López. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio Aragonés de Salud.     

            Mª Mar Sancho García. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio Aragonés de Salud.

            Ana Carmen Valer Pelarda. Graduada en Fisioterapia. Fisioterapeuta en Hospital Universitario Miguel Servet. Servicio Aragonés de Salud.

            Ángela Valer Pelarda. Graduada en Enfermería. Enfermera en Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

PALABRAS CLAVE: Brucelosis, zoonosis, enfermedad en el hombre.

KEYWORDS: Brucellosis, zoonosis, human disease.

RESUMEN

            Con el término brucelosis se quiere hacer referencia al “conjunto de enfermedades ocasionadas tanto en el hombre como en animales (zoonosis) por microorganismos del género Brucella”. Se trata de una enfermedad endémica en España y que ocasiona unos costes económicos muy elevados. Estos costes van derivados del tratamiento farmacológico, fisioterapéutico, rehabilitación e incluso cirugía.

DEFINICIÓN Y EPIDEMIOLOGÍA

            La brucelosis se define como “una zoonosis originada por distintas especies del género Brucella”. Un destacado número de animales son afectados por brucelosis y fundamentalmente se transmite al hombre por exposición ocupacional, accidental, o por el consumo de lácteos y carnes crudas.

            La exposición a animales es la causa por la que deriva directa o indirectamente casi todas las infecciones. Se pueden diferenciar distintas especies de brucelosis con hospederos preferenciales, sin embargo, no existe especificidad huésped-parásito. Existe un número elevado de casos en la zona mediterránea, península arábica, india y América Central y del Sur. En México la brucelosis es ocho veces más prevalente que en el resto de Estados Unidos. Cada año se producen a nivel mundial unos 500.000 casos1.

            Cuando se habla de Brucellas, se refiere a pequeños microorganismos cocobacilos gramnegativos inmóviles y que no forman esporas. Su crecimiento es aeróbico, sin embargo algunas especies necesitan dióxido de carbono (CO2) adicionales para el aislamiento primario2.

            En cuanto a la transmisión de animales a humanos se puede producir por contacto directo con animales infectados o por contacto con sus secreciones ocasionadas por laceraciones o cortes en la piel. También puede producirse mediante aerosoles infecciosos, inhalados o inocauterizados. Por vía digestiva, se produce la infección por el consumo de leche o derivados no pausterizados. Es por ello, que ganaderos, veterinarios y personal que se encuentra en contacto directo con animales tienen un riesgo elevado de padecer brucelosis. La carne y derivados raramente ocasionan infección ya que no se ingieren crudos y la cantidad de microorganismos  en el tejido muscular es baja.

             Se han dado casos de transmisión de brucelosis entre humanos únicamente por transmisión sexual, y por trasplante de órganos1. Se pueden observar casos de esta enfermedad en niños, con clínica similar a los adultos.

            A pesar de que la brucelosis humana fue frecuente en Estados Unidos, la supresión de la brucelosis bovina ha hecho que disminuya la incidencia de infección en humanos a menos de 0’5/100000 casos2.

CLÍNICA

            La brucelosis puede evolucionar de una forma auto limitada o volverse crónica. El período de incubación varía entre 10 y 20 días, aunque las manifestaciones clínicas pueden aparecer varios meses después, y puede presentarse de una forma asintomática3.

            La brucelosis consta de un periodo agudo que cursa con temperatura corporal elevada, escalofríos, sudoración, y dolores generalizados, especialmente musculares y articulares. Anteriormente cursaba con el patrón de fiebre ondulante, sin embargo con el empleo de antibióticos ya no suele presentarse de esta manera.

            Un 33% de los pacientes presenta clínica de tos, tanto seca como productiva, así como estreñimiento. Entre el 5 y el 10% puede padecer diarreas. También puede producir lesiones cutáneas en más de un 5% de los pacientes presentándose con erupciones papulonodulares en el tronco y las extremidades. En más de la mitad de los casos puede ocasionar hepatomegalia ligera o moderada y esplenomegalia y en una cuarta parte de los pacientes adenopatías 3, 4

            Tras la administración del tratamiento con una duración de 2 a 3 meses, hasta un 15% de los pacientes pueden presentar recaídas o recidivas. Todo paciente cuya enfermedad sea mayor de seis meses debe ser considerada como brucelosis crónica 3, 4, 5.

DIAGNÓSTICO:

            Es importante recabar información para conseguir una historia clínica detallada, ya que los síntomas de la brucelosis son inespecíficos. Para obtener un diagnóstico con certeza, se deberán aislar Brucellas en sangre, en médula ósea o en otros tejidos. Su aislamiento se realiza preferentemente en sangre y médula ósea. También se observan resultados positivos en orina, líquido cefalorraquídeo, líquido sinovial, y diferentes biopsias (ganglios linfáticos, hígado, y otros tejidos) 2.

            En el momento en que se sospeche en el diagnóstico de brucelosis, se debe realizar una comunicación precoz con el laboratorio de bacteriología con el fin de adoptar las medidas de bioseguridad adecuadas y utilizar medios adecuados para el cultivo de Brucella. Los cultivos deberán permanecer en observación durante un periodo mínimo de 30 días1.

            En caso de que no haya confirmación bacteriológica, podrá hacerse un diagnóstico presuntivo verificando los valores elevados o crecientes de anticuerpos específicos en el suero. Para el diagnóstico se han aplicado diferentes pruebas diagnósticas, siendo la prueba de aglutinación en el suero (SAT) la más utilizada. El ensayo serológico más sensible y específico para la Brucella es la prueba ELISA, y puede tener resultado positivo cuando otras pruebas sean negativas2.

DIAGNOSTICO DIFERENCIAL:

            La Brucelosis, si se presenta de forma aguda y no se evidencian localizaciones, deberá realizarse un diagnóstico diferencial con otras enfermedades infecciosas y no infecciosas que tengan manifestaciones clínicas similares. Estas enfermedades pueden ser leptopirosis, mononucleosis infecciosa, fiebre tifoidea o infección por citomegalovirus entre otras. Además, deberá tenerse en cuenta el diagnóstico de brucelosis en todo paciente febril prolongado o fiebre de origen desconocido1.

TRATAMIENTO

            Para el tratamiento de la infección y prevenir su reaparición, está indicada la administración de antibióticos. El objetivo final del tratamiento es la erradicación de los síntomas, evitar la aparición de complicaciones focales e impedir las recaídas. A día de hoy no existe ningún tratamiento que haya logrado evitar totalmente la aparición de recaídas, ningún antibiótico por sí solo logra una suficiente erradicación bacteriana, por lo que hay que recurrir a la asociación de dos fármacos por vía oral:

  • Tetraciclina más Rifampicina.
  • Doxiciclina más Rifampicina.
  • Cotrimoxazol más Rifampicina6.

            El embarazo, es un periodo crítico y se deberá realizar un análisis de riesgo-beneficio y valorar si es conveniente administrar el tratamiento. El periodo mínimo de tratamiento por Brucelosis deberá ser de 6 semanas, y únicamente en casos excepcionales se utilizan glucocorticoides. La disminución de la sensibilidad de las cepas al tratamiento empleado, no tiene relación con las recaídas por lo que pueden utilizarse las mismas pautas7. Esta enfermedad puede presentarse como artritis periférica, sacroileítis, espondilodiscitis o espondilitis y su tratamiento será llevado a cabo por parte de fisioterapeutas. Las caderas, rodillas, tobillos y muñecas suelen ser las principales articulaciones afectadas por la artritis. El uso de crenoterapia con calor está indicado como tratamiento para este tipo de enfermedades infecciosas8.

CUIDADOS TRAS DIAGNÓSTICO

            Tras el diagnóstico de brucelosis y una vez pautado el tratamiento antibiótico específico, el personal sanitario deberá asegurarse de su correcta administración y seguimiento conforme a las indicaciones de seguridad del paciente. La educación sanitaria es una pieza clave de todos los profesionales sanitarios. Al tratarse de una enfermedad contagiosa evitable, la prevención será el pilar fundamental para este tipo de pacientes.

            En cuanto a la prevención de la brucelosis, puede ser enfocada desde dos perspectivas: prevención animal (más orientada al profesional veterinario) y prevención humana, que puede ser o bien individual, o bien colectiva. La prevención individual se centra en la utilización de Equipos de Protección Individual (EPI) en profesionales especialmente expuestos con el fin de evitar el contagio. Los EPI’s altamente recomendados para este tipo de profesionales son:

  • Guantes con cobertura hasta el antebrazo.
  • Botas altas de goma.
  • Monos.
  • Mandiles.
  • Mascarillas.
  • Gafas antisalpicaduras.

            Será conveniente incidir en la relevancia de la utilización de los EPIS como medios de prevención, así como la utilización de estrictas normas de higiene y aseo personal como medida de prevención y propagación.

            En cuanto a la prevención colectiva, suele conseguir mejores resultados que la prevención individual. De esta manera, nos referimos a la educación sanitaria a la población general referente a la brucelosis, especialmente a los grupos de riesgo que suele ser la población rural o aquellas personas relacionadas directamente con el problema.

Podríamos dividir la educación sanitaria en tres pilares básicos:

  • Erradicación de las brucellas de la leche por medio de procesos que aseguren la eliminación de dichas bacterias.
  • Desechar los restos de partos e incluso de abortos para evitar que los perros u otros animales puedan comerlos. De esta manera podríamos romper la cadena de transmisión de las brucellas.
  • No almacenar estiércol y excrementos cerca de las viviendas evitando así que el polvo y el viento vehiculicen las brucellas transmitiendo la enfermedad9.

            Se deberá prestar especial atención a la prevención primaria con una educación al paciente con las medidas de prevención anteriormente citadas para evitar así una recontaminación por Brucella. Además se deberá realizar un feedback para comprobar que toda la información suministrada ha sido comprendida y todas las dudas acerca de la enfermedad hayan sido resueltas.

BIBLIOGRAFÍA

  1. JC et al. Enfermedades infecciosas. Mc Graw Hill; Santiago de Chile, 2001.
  2. Mandell GL, Bennet JE, Dolor R. Enfermedades infecciosas principios y práctica. Elsevier. Vol.3; Madrid, 2006.
  3. Castro HA, González SR y  Prat MI. Brucelosis: una revisión práctica.Acta bioquímica clínica latinoamérica [online]. 2005, vol.39, n.2 [citado  2013-11-09], pp. 203-216.
  4. Pérez RF et al. Estudio clínico de la brucelosis humana. Revista Médica del Uruguay, 1997, vol. 13, no 2.
  5. Gotuzzo E et al. Características Epidemiológicas y Clínicas de la Brucelosis en 50 grupos familiares.Rev Med Hered, 1990, vol. 1, no 2, p. 8-13.
  6. Ausina, V Moreno, S. Tratado de enfermedades infecciosas y microbiología clínica. Buenos Aires: Médica Panamericana S.A; 2005
  7. Temple, A. Simposium. Brucelosis. Aspectos terapéuticos. Rev. Viernes Med.2005. 2 (2): 132 – 135
  8. Moral, M., Diagnóstico de brucelosis: Guía para el equipo de salud N°12, D.d.E.-M.d.S.d.l.N. Argentina, Editor. 2013: Buenos Aires.
  9. Muñoz Simarro D. Actualización y revisión de la brucelosis en nuestro país. Enfermedades Infecciosas, Medicina Preventiva y Salud Pública.