Introducción: Los trastornos neuróticos, reacciones a estrés grave y los trastornos de adaptación, son entidades que aparecen con relativa frecuencia ocupando lugares importantes en los cuadros de morbilidad psiquiátrica de la comunidad.
Objetivo: Describir el comportamiento de los trastornos neuróticos, reacción a estrés grave y trastornos de adaptación en los consultorios Nș 1, 3 y 18 del policlínico docente “Héroes de Girón”, período 2007-2009.
Diseño metodológico: Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal con muestra de 15 pacientes con diagnóstico de Trastorno de adaptación o de Trastorno neurótico, del universo de 1046 habitantes. Consultorios Nș 1, 3 y 18 del policlínico docente “Héroes de Girón”, período 2007-2009.
Comportamiento de los trastornos neuróticos, reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación a nivel comunitario.
Frangel Arias Sánchez*
Herneis Cordero Aranda*
Edward Malcolm Cisneros*
* Alumno Interno de medicina de la Facultad de Ciencias Médicas “Salvador Allende”
Universidad de Ciencias Médicas de la Habana. FCM: “Dr. Salvador Allende”. Ciudad de la Habana, 2009.
Resumen
Introducción: Los trastornos neuróticos, reacciones a estrés grave y los trastornos de adaptación, son entidades que aparecen con relativa frecuencia ocupando lugares importantes en los cuadros de morbilidad psiquiátrica de la comunidad.
Objetivo: Describir el comportamiento de los trastornos neuróticos, reacción a estrés grave y trastornos de adaptación en los consultorios Nș 1, 3 y 18 del policlínico docente “Héroes de Girón”, período 2007-2009.
Diseño metodológico: Se realizó un estudio observacional, descriptivo, transversal con muestra de 15 pacientes con diagnóstico de Trastorno de adaptación o de Trastorno neurótico, del universo de 1046 habitantes. Consultorios Nș 1, 3 y 18 del policlínico docente “Héroes de Girón”, período 2007-2009.
Resultados: Se encontró predominio de los trastornos neuróticos (1.15%), en especial del trastorno de ansiedad generalizada (0.38%), mostrando similitudes en cuanto a la distribución por sexo (masculino 0.57%, femenino 0.86%), siendo el grupo etáreo 31-39 años (46.6%) y los pacientes con grado de escolaridad preuniversitaria los mayormente afectados (53.3%), existiendo desvinculación laboral en 2 casos y disfuncionabilidad familiar en 9 de los 15 casos
Conclusión: Existe poco conocimiento y control por parte del médico de atención del área con respecto a los pacientes con los trastornos en cuestión, cuyas dificultades principales radican en los subregistros estadísticos en la codificación de las patologías psiquiátricas, la evolución y modalidad terapéutica aplicada con estos pacientes.
Palabras Clave: Trastorno, Adaptación, neurosis, estrés.
Introducción
La humanidad, desde tiempos remotos, ha sido afectada por numerosas enfermedades con variedad de síntomas y signos, subsistiendo a la dolencia, el sufrimiento, el padecimiento y la incapacidad que han limitado la evolución estable de la vida de los individuos. (1) Múltiples son las entidades nosológicas definidas que aparecen a diario en los cuadros de morbimortalidad de las diferentes áreas de salud de la comunidad, donde ocupan un lugar cimero las patologías crónicas no transmisibles como la hipertensión arterial, diabetes mellitus, entre otras; sin embargo existen otros trastornos de igual importancia que en ocasiones su diagnóstico pasa inadvertido o simplemente no es registrado en las Historias de Salud Familiar este es el caso de las entidades psiquiátricas.
Dentro de ellas los trastornos neuróticos y los trastornos de adaptación, son entidades que aparecen con relativa frecuencia ocupando lugares importantes en los cuadros de morbilidad psiquiátrica de la comunidad. (1) Se estima que en el caso de los trastornos neuróticos la prevalencia varía entre 0,1 al 10 % de la población general, y alrededor de 1/3 de los pacientes que acuden a consulta externa psiquiátrica lo hacen por esta afección. (2) Por otra parte para las reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación incluidas en la categoría F43 de la Décima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades Mentales se ha reportado un prevalencia entre el 40 al 48% de la población en general, considerándose la posibilidad de que exista un subregistro a nivel internacional, por las características particulares en el diagnóstico de estos trastornos. (2; 3)
Los trastornos neuróticos constituyen entidades psiquiátricas funcionales, caracterizadas por el desarrollo endeble de la personalidad que facilita la expresión desproporcionada de manifestaciones psicopatológicas de la constelación ansiosa, fóbica, obsesiva, disociativo-conversiva o asténica ante contingencias ambientales poco trascendentales. Afecta por lo general en forma discreta la adaptación creadora al medio y tiene, casi siempre, un desarrollo crónico con etapas de mejoría y agudización. Importante resulta la presencia de sufrimiento y la conservación de la crítica de la enfermedad. (2; 4)
El término «neurosis» fue introducido por William Cullen (médico escocés) en un tratado de medicina aparecido en 1777 (First Lines of the Practice of Physics), considerando que las enfermedades provenían de exaltaciones o depresiones del sistema nervioso dividiéndolas en cuatro categorías principales fiebres, caquexias, desórdenes locales y neurosis. (5)
En el siglo XIX la definición de neurosis se fue transformando, mostrando la heterogeneidad de los cuadros y en su depuración apartó a ciertas enfermedades con lesión del sistema nervioso como la epilepsia, enfermedad de Parkinson, corea, etc., incluyendo las obsesiones y fobias, clasificadas hasta entonces como delirio. (6)
A partir de ese momento el concepto de neurosis ha sufrido variaciones a lo largo del tiempo por numerosos autores:
Juan Conderch la define como: “El resultado de la incapacidad del yo para resolver adecuadamente los conflictos inconscientes que existen el psiquismo del enfermo”. (7)
Henry Ey Plantea que: “Es una enfermedad menor de la personalidad, cuyos síntomas simbolizan los conflictos inconscientes del individuo y sus defensas contra la angustia, que inhiben las conductas sociales”. (7; 8)
La APA-American Psychiatric Association define la neurosis: “Se caracteriza por una preocupación ansiosa que se extiende hasta el pánico y que frecuentemente se halla asociada con los síntomas somáticos”. (9)
El psicoanálisis plantea que: “La neurosis es un fracaso ante el conflicto interno o externo”. El conflicto interno nos lleva a la dinámica de la personalidad, mientras que el conflicto externo nos induce al trauma psíquico y al estudio de la influencia de lo social y humano. (10)
El concepto de trastorno de adaptación fue descrito por primera vez en 1968 en la Segunda Edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales DSM-II y en la Octava Edición de la Clasificación Internacional de Enfermedades CIE 8. El DSM II definía estos trastornos como “disturbios situacionales transitorios”, mientras que el CIE 8 hacía referencia a “reacciones situacionales transitorias” y los englobaba con los trastornos de personalidad, neurosis y otros trastornos mentales no psicóticos. (11)
El concepto al igual que el de las neurosis también fue variando hasta llegar a las definiciones actuales presentes en el DSM-IV y en la Décima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades Mentales. (2; 4; 11)
Según el DSM IV se definen como reacciones a un factor de estrés psicosocial identificable con un grado de psicopatología menos grave que los trastornos mentales diagnosticables (como trastornos depresivos importantes o es trastorno de ansiedad generalizada y que aún supera las expectativas) o resultan en incapacitación significativa en el funcionamiento social o laboral.
Según el DSM IV debe tener más de 3 meses con el factor de estrés identificable, y la duración no debe ser mayor de 2 años. En el caso particular de la forma clínica ansiosa el periodo límite para descartar un trastorno de ansiedad es de 6 meses. (12)
En la Décima Revisión de la Clasificación Internacional de Enfermedades Mentales, estos trastornos se agrupan en la categoría F-43 dentro del grupo denominado Reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación. (11)
Las reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación Incluye trastornos que se identifican no sólo por la sintomatología y el curso, sino también por los antecedentes de un acontecimiento biográfico, excepcionalmente estresante capaz de producir una reacción a estrés agudo o la presencia de un cambio vital significativo, que dé lugar a situaciones desagradables persistentes que llevan a un trastorno de adaptación. (11) Estas modalidades nosográficas presentan como características comunes su instalación en sujetos sin evidencia de trastornos psicopatológicos previos, cuya personalidad puede considerarse dentro de límites normales. (4; 6)
Lo que si resulta cierto tanto en los trastornos neuróticos como en los trastornos de adaptación son los beneficios que ofrecen un oportuno diagnóstico y tratamiento precoz donde el papel del médico general es fundamental en la valoración inicial del caso y determinación del cumplimiento o no de los criterios de remisión hacia la atención especializada. (2)
Por la importancia que reviste el tema y el desconocimiento existente acerca del comportamiento de estos trastornos en nuestra comunidad, se realiza el siguiente estudio, el cual contribuirá al conocimiento de la realidad entorno a este problema y a la confección de consideraciones finales acerca de la magnitud del fenómeno que hoy nos ocupa y que resulta la problemática fundamental que motiva la existencia de nuestra investigación.
Objetivos
General:
Describir el comportamiento de los trastornos neuróticos, reacción a estrés grave y trastornos de adaptación en los consultorios Nș. 1, 3 y 18 del policlínico docente “Héroes de Girón”, período 2007-2009.
Específicos:
Diseño metodológico
Se realizó un estudio observacional, descriptivo de corte transversal con muestra de 15 pacientes con diagnóstico de Trastorno de adaptación o de Trastorno neurótico, del universo poblacional de 1046 habitantes pertenecientes a los consultorios Nș 1, 3 y 18 del policlínico docente “Héroes de Girón”, período 2007-2009.
Criterios de inclusión:
Criterios de Exclusión:
Criterios de Salida:
Recolección de la información:
Variables estudiadas:
Se tomaron según la Décima Revisión de la Clasificación Internacional de enfermedades mentales. (2; 11)
F 43 Reacciones a estrés grave y Trastornos de adaptación:
F 43.0 Reacción a estrés agudo
F 43.1 Trastorno de estrés postraumático
F 43.2 Trastorno de adaptación
Reacción depresiva breve
Reacción depresiva prolongada
Reacción mixta de ansiedad y depresión
Con predominio de otras emociones
Con predominio de alteraciones conductuales
Con alteración mixta de las emociones y disociales
F 40-48 Trastornos neuróticos
F 40 Trastorno de ansiedad fóbica
F 41 Trastorno de pánico y ansiedad generalizada
F 42 Trastorno obsesivo-compulsivo
F 44 Trastorno disociativo-conversivo
F 48.0 Neurastenia
F 48.1 Trastorno de despersonalización – desrealización.
Para el estudio de esta variable se consideró:
Procesamiento y análisis de las variables estudiadas:
Los resultados se presentan en forma de tablas de distribución de frecuencias y en texto. Se aplicaron técnicas estadísticas descriptivas (media aritmética, moda y desviación estándar) dadas las características y tipo del estudio. Los valores se expresaron en frecuencia absoluta y relativa porcentual.
Limitaciones del estudio:
Resultados
En la población estudiada se reportaron 3 casos de trastornos pertenecientes a Reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación (F-43) y 12 casos de trastornos neuróticos (F40- F48).
Tabla Nș 1. Distribución de pacientes según sexo y entidad nosográfica presente. Consultorios Nș 1, 3 y 18. Policlínico “Héroes de Girón”, 2007-2009.
Los porcentajes se calcularon con respecto al universo poblacional estudiado. N= 1046 pacientes
Fuente: Historia de Salud Familiar, Historia de Salud Individual Registros de Consulta Externa
Tabla Nș 2. Distribución de pacientes según edad y trastorno presente. Consultorios Nș 1, 3 y 18. Policlínico “Héroes de Girón”, 2007-2009.
Los porcentajes fueron calculados con respecto a la muestra estudiada. n= 15 pacientes
Tabla Nș 3. Distribución de pacientes según nivel de escolaridad y trastorno presente. Consultorios Nș 1, 3 y 18. Policlínico “Héroes de Girón”, 2007-2009.
Las categorías sin institucionalización y primaria sin terminar no se incluyen en la tabla por no aparecer casos en esta categoría.
Con respecto al vínculo laboral existen un total de 2 pacientes con trastornos neuróticos sin vínculo laboral actual (tanto estatal como cuenta propista autorizado). Los restantes 13 pacientes están vinculados al sector estatal.
Tabla Nș 4. Distribución de pacientes según antecedentes patológicos psiquiátricos. Consultorios Nș 1, 3 y 18. Policlínico “Héroes de Girón”, 2007-2009.
Los porcentajes fueron calculados por separados para ambos trastornos
Trastornos de adaptación n= 3
Trastornos neuróticos n= 12
No se reportó caso de comorbilidad con otra entidad psiquiátrica.
Tabla Nș 5. Distribución de pacientes según Enfermedades Crónicas no Transmisibles asociadas. Consultorios Nș 1, 3 y 18. Policlínico “Héroes de Girón”, 2007-2009.
Fuente: Historia de Salud Familiar, Historia de Salud Individual
Con respecto al comportamiento de los trastornos en los 2 últimos años las tablas 6 y 7 hacen referencia a los mismos.
Tabla Nș 6. Comportamiento evolutivo de los Trastornos neuróticos. Consultorios Nș 1, 3 y 18. Policlínico “Héroes de Girón”, 2007-2009.
*s: Desviación estándar
En el período evaluado no se produjo caso de intento de suicidio
Tabla Nș 7 Situaciones desencadenantes de reacciones a estrés grave. Consultorios Nș 1, 3 y 18. Policlínico “Héroes de Girón”, 2007-2009.
Tabla Nș 8 Repercusión sobre la dinámica familiar de los trastornos.
Según los resultados de los puntajes obtenidos por el FF-Sil se pudo identificar que las principales esferas afectadas la constituyeron la armonía, afectividad y juego de roles.
Tabla Nș 9 Terapéutica efectuada según trastorno presente.
Fuente: Historia de Salud Familiar, Historia de Salud Individual Registros de Consulta Externa
Con respecto al control por parte del médico de atención del área de salud sobre los pacientes con los trastornos psiquiátricos en cuestión se encontró que:
Discusión de los resultados
Los trastornos neuróticos y los trastornos de adaptación son entidades psiquiátricas que se presentan con frecuencia en la población en general. En un análisis de nuestros resultados observamos que la prevalencia para los trastornos neuróticos fue del 1.15%; comparando estos estudios con los de prevalencia realizados por diferentes autores se reporta según González Méndez que las cifras de morbilidad varían del 0.1 al 10% en la población en general. (2) Se ha informado además que se presenta en proporciones similares en ambos sexos, fenómeno que se encuentra en correspondencia con nuestros resultados donde las proporciones son similares entre hombres y mujeres describiendo un ligero predominio del sexo femenino para los trastornos neuróticos y del sexo masculino para la reacciones a estrés grave, sin encontrarse diferencias significativas.
Con respecto a los trastornos de adaptación y reacciones a estrés grave numerosas investigaciones entre las cuales se pueden citar a Solórzano y Aklin (13; 14) la prevalencia descrita varía entre un 40-48% de la población en general; la prevalencia encontrada en nuestro estudio 0.28% evidencia la posibilidad de la existencia de un subregistro en cuanto a la documentación y dispensarización de los pacientes con patologías psiquiátricas. En gran medida estos subregistros se deben a que en ocasiones la valoración inicial del paciente no es realizada por el médico general ya que el paciente acude directamente en busca de atención especializada, así como las deficiencias que existen en cuanto al registro en la documentación establecida acerca de los casos y diagnósticos específicos (muchas entidades psiquiátricas son registradas bajo la denominación de “Trastornos psiquiátrico”, sin especificar la variante o entidad nosológica).
Otro fenómeno que se ve implicado es el periodo evolutivo de los trastornos de adaptación donde se establece un período de duración de 2 años antes de considerar la posibilidad de otro diagnóstico (En el caso de la forma clínica ansiosa el periodo se limita solamente a 6 meses ya que de superar este tiempo debe considerarse la posibilidad de la existencia de un trastorno neurótico: “Trastorno de ansiedad”, adquiriendo la denominación de trastorno de ansiedad generalizada cuando el período evolutivo supera los 2 años. (2; 11; 12)
Lo descrito con anterioridad justifica que no encontráramos registros de trastornos de adaptación propiamente dichos, ello puede ser además ocasionado por un fenómeno que han definido muchos autores y es que en un número no tan significativo de casos los pacientes con estos trastornos no acuden a consulta y por lo tanto no son diagnosticados. (2; 12; 13)
No sucede así con las Reacciones a estrés grave agrupadas también en la categoría F-43 de la Décima Clasificación de Enfermedades Mentales (CIE 10), en las cuales encontramos la existencia en nuestro estudio de casos de Reacción a estrés agudo y Trastornos de estrés postraumático.
En el caso de la reacción a estrés agudo se describe que constituye un trastorno transitorio de una gravedad importante que aparece en un individuo sin otro trastorno mental aparente, como respuesta a un estrés físico o psicológico excepcional y que por lo general remite en horas o días (Esta característica puede influir en la posibilidad de la existencia de subregistros). (2; 11)
El agente estresante puede ser una experiencia traumática devastadora que implica una amenaza seria a la seguridad o integridad física del enfermo o de persona o personas queridas (por ejemplo, catástrofes naturales, accidentes, batallas, atracos, violaciones) o un cambio brusco y amenazador del rango o del entorno social del individuo (por ejemplo, pérdidas de varios seres queridos, incendio de la vivienda, etc.). (12)
También juegan un papel en la aparición y en la gravedad de las reacciones a estrés agudo, la vulnerabilidad y la capacidad de adaptación individuales, como se deduce del hecho de que no todas las personas expuestas a un estrés excepcional presentan este trastorno. Los síntomas tienen una gran variabilidad, pero lo más característico es que entre ellos se incluya, en un período inicial, un estado de "embotamiento" con alguna reducción del campo de la conciencia, estrechamiento de la atención, incapacidad para asimilar estímulos y desorientación. De este estado puede pasarse a un grado mayor de alejamiento de la circunstancia (incluso hasta el grado de estupor disociativo) o a una agitación e hiperactividad (reacción de lucha o de huida). (3; 4) Por lo general, están presentes también los signos vegetativos de las crisis de pánico (taquicardia, sudoración y rubor). Los síntomas suelen aparecer a los pocos minutos de la presentación del acontecimiento o estímulo estresante y desaparecen en dos o tres días (a menudo en el curso de pocas horas). Puede existir amnesia completa o parcial para el episodio. (2)
Por su parte el Trastorno de estrés postraumático surge como respuesta tardía o diferida a un acontecimiento estresante o a una situación (breve o duradera) de naturaleza excepcionalmente amenazante o catastrófica, que causarían por sí mismos malestar generalizado en casi todo el mundo (por ejemplo, catástrofes naturales o producidas por el hombre, combates, accidentes graves, el ser testigo de la muerte violenta de alguien, el ser víctima de tortura, terrorismo, de una violación o de otro crimen). (11; 12) Ciertos rasgos de personalidad (por ejemplo, compulsivos o asténicos) o antecedentes de enfermedad neurótica, si están presentes, pueden ser factores predisponentes y hacer que descienda el umbral para la aparición del síndrome o para agravar su curso, pero estos factores no son necesarios ni suficientes para explicar la aparición del mismo. (11; 12)
Las características típicas del trastorno de estrés post-traumático son: episodios reiterados de volver a vivenciar el trauma en forma de reviviscencias o sueños que tienen lugar sobre un fondo persistente de una sensación de "entumecimiento" y embotamiento emocional, de despego de los demás, de falta de capacidad de respuesta al medio, de anhedonia y de evitación de actividades y situaciones evocadoras del trauma. (2; 12) Suelen temerse, e incluso evitarse, las situaciones que recuerdan o sugieren el trauma. En raras ocasiones pueden presentarse estallidos dramáticos y agudos de miedo, pánico o agresividad, desencadenados por estímulos que evocan un repentino recuerdo, una actualización del trauma o de la reacción original frente a él o ambos a la vez. (11)
Por lo general, hay un estado de hiperactividad vegetativa con hipervigilancia, un incremento de la reacción de sobresalto e insomnio. Los síntomas se acompañan de ansiedad y de depresión y no son raras las ideaciones suicidas. El consumo excesivo de sustancias psicotropas o alcohol puede ser un factor agravante.
Importante resulta que este trastorno no debe ser diagnosticado a menos que no esté totalmente claro que ha aparecido dentro de los seis meses posteriores a un hecho traumático de excepcional intensidad.
En el caso de los trastornos neuróticos las variantes que predominaron se corresponden con las formas más frecuentes descritas en la comunidad siendo los “Trastornos de Ansiedad” (Fóbica y generalizada) las predominantes. (2)
La ansiedad fóbica: Se caracteriza por un miedo irracional, acompañado por conductas de “Evitación” expresadas por comportamientos orientados a atenuar la angustia acompañante de la fobia. Es válido tener siempre presente la frecuencia con la cual estas manifestaciones se reactivan cuando existe un “sustratum depresivo” a veces enmascarado por los propios síntomas fóbicos. (2; 12)
El trastorno de ansiedad generalizada: Se plantea cuando la persistencia del cuadro de ansiedad supera los 2 años y se caracteriza por manifestaciones muy desagradables que a veces llegan al pánico, así como por alteraciones vegetativas de tipo difuso y aumento del tono muscular responsable de la típica “Cefalea de tensión”. Las crisis agudas son cuadros muy aparatosos pese a su buen pronóstico. (2)
Estudios a nivel internacional como los de Gómez y Friedman (15; 16) han mostrado también un predominio de los trastornos de ansiedad generalizada como entidad predominante dentro del cuadro de morbilidad por trastornos neuróticos en la comunidad, con una prevalencia descrita de 4-6,5% de la población.
Las reacciones a estrés grave y los trastornos de adaptación se presentan en todos los grupos de edad, incluyendo adolescentes. En el caso de los trastornos neuróticos existen diferencias en cuanto a la aparición por edades por ejemplo los trastornos obsesivos compulsivos tienden a parecer en edades tempranas, otros tienen una aparición algo más tardía.
En nuestra investigación la precaución de incluir en el estudio los diagnósticos realizados en un período menor de 2 años nos ofrecen la posibilidad de que no exista diferencias significativas en cuanto a la edad de diagnóstico de los pacientes y su edad actual. Autores como Gómez y Friedman (15; 16) han descrito el grupo etáreo entre 30-40 años como predominante afectado.
Con respecto a la escolaridad de los pacientes si bien es cierto que no se han descrito relaciones significativas entre el grado de escolaridad y los trastornos en cuestión, este dato es de obligado conocimiento ya que en las estrategias de intervención el lenguaje con el cual se dirige al paciente y la profundidad con la cual se aborda la semántica y teorías del tema depende de la capacidad de comprensión que tenga el paciente y que en gran medida está determinada por su cultura y escolaridad. (2)
Otro aspecto de vital importancia es la presencia del vínculo laboral ya que se ha descrito que aunque estas patologías en cuestión no afectan en forma intensa la adaptación creadora al medio, son habitualmente determinantes de una alta inconsistencia laboral, pudiendo incluso los casos más severos de trastornos neuróticos sobre todo en los trastornos obsesivos compulsivos necesitar de ayuda rehabilitatoria y excepcionalmente hasta jubilación. (2; 11)
Existen algunos indicadores que nos permiten diferenciar los trastornos neuróticos de las reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación: (las mismas han sido descritas en el cuadro que incluimos a continuación en apoyo a la discusión de nuestros resultados) (2).
Cuadro Nș 1: Indicadores de diferenciación de trastornos neuróticos de las reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación
Con respecto a la comorbilidad con otras patologías crónicas no psiquiátricas encontramos el predominio de entidades cuya compensación requiere de un control estricto de la medicación y de las tensiones emocionales, a su vez que la descompensación de las mismas puede repercutir inadecuadamente sobre las patologías preexistentes.
Las agudizaciones de estas patologías en especial de los trastornos neuróticos condicionan manifestaciones psicopatológicas de la constelación ansiosa, fóbica, obsesiva, disociativo-conversiva o asténica ante contingencias ambientales poco trascendentales los cuales pueden convertirse en detonantes psicosociales de la descompensación de estas enfermedades crónicas. (2; 17; 18)
La Salud Familiar puede expresarse en términos de su funcionamiento efectivo, en la dinámica relacional interna, en el cumplimiento de sus funciones para el desarrollo de sus integrantes, en la capacidad de interactuar y enfrentar los cambios del medio social y del grupo para propiciar el crecimiento y desarrollo individual según las exigencias de cada etapa de la vida. Desde que el individuo nace hasta que muere requiere del apoyo de este grupo primario.
Es en el seno de la familia que enfrentan problemas de salud, y de éste depende una evolución mejor y más rápida en tanto se valora la enfermedad, se toman decisiones y se coopera en el tratamiento. Por ello consideramos que la funcionabilidad familiar es un fenómeno importante a la hora de enfrentar la enfermedad, en especial en las reacciones a estrés grave. (4; 5)
Es válido plantear que analizando la esencia de los trastornos neuróticos, y considerando que el cuadro se instaura sobre un desarrollo endeble de la personalidad que facilita la expresión desproporcionada de ansiedad ante contingencias ambientales poco trascendentales, entonces se podría establecer que depende el fenómeno más de lo personal que de lo familiar, sin embargo lo que sí es cierto es que el paciente con este trastorno puede afectar la dinámica familiar con los cambios y detrimentos de funciones familiares tales como la afectividad, los roles, la armonía, así como a su vez la disfuncionabilidad familiar puede afectarlo de cierta manera aunque no sea en gran medida.
Con respecto a la terapéutica existen numerosos recursos en los distintos niveles de atención. La valoración inicial por el médico general es fundamental así como la aplicación de un tratamiento inicial y valoración de las necesidades de remisión sobre todo en las reacciones a estrés grave y trastornos de adaptación.
En el caso de las neurosis el tratamiento de elección lo constituye la psicoterapia a nivel especializado, sin embargo hay autores que refieren la importancia del tratamiento por parte del médico general, reservando en su criterio de remisión solo los casos que: (2; 19)
Ello le permitirá al médico general establecer un control de sus pacientes con las patologías en cuestión en su área incluso llevar con exactitud el control de los pacientes que reciben tratamiento en la atención especializada. Fenómeno que al parecer ha fallado en las áreas estudiadas.
Conclusiones
Recomendaciones:
Referencias bibliográficas: