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Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Primera parte
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Autor: Dr. Alberto Ochoa Govin
Publicado: 8/10/2009
 

  • Prólogo
  • Índice
  • Introducción
  • Evolución histórica de la hipnosis
  • La hipnosis en el mundo antiguo
  • La hipnosis en la edad media
  • La hipnosis clásica durante el período de esplendor
  • Las escuelas francesas y rusa
  • Escuelas francesas
  • Etapa del magnetismo animal
  • El método de Mesmer
  • Importancia histórica del magnetismo animal
  • Etapa del abate Faria
  • El método del abate Faria
  • Etapa de james Brald
  • El método de Brald


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Primera parte.1

Hipnosis terapéutica. Teoría, métodos y técnicas aplicadas.

 

Dr. Alberto Ochoa Govin.

 

Doctor en Medicina. Especialista en Neurocirugía. Servicio de neurología, neurocirugía y terapia del dolor. Fundación medico preventiva. Clínica médico quirúrgica de Cúcuta. Centro Integral de especialistas de Cúcuta. Colombia. Profesor Universidad de Pamplona. Norte de Santander. Colombia.

 

Colaboradora:

Dra Ana Teresa Govin Cid. Doctora en Medicina. Especialista en Hematología. Master en Ciencias en Medicina Tradicional y Natural. Profesora del Instituto Superior de Ciencias Médicas de Santiago de Cuba. Cuba.

 

Prólogo:

 

En una época de muchos cuestionamientos y de grandes avances tecnológicos y en el saber científico, queremos, mediante la realización de esta obra sobre hipnosis, dar y aclarar las respuestas a las inquietudes, necesidades y al interés creciente que sienten hoy muchos estudiantes, médicos y psicólogos jóvenes e incluso profesionales de experiencia, por conocer y adentrarse en el tema.

 

El contenido que conforma esta obra, invita a un prólogo analítico que haría extenso el propósito y riesgoso para quien lo escribe, de caer en imprecisiones generadas por lo discutido del asunto y la falta de especialización al respecto. Desde tiempos remotos se discute de la hipnosis, sus inicios, desarrollo, confusa trayectoria a través de prácticas oscurantistas, donde magos e ilusionistas hacían su angosto y convertían en leyendas sus habilidades, como aquellas de los traumaturgos que dormían a un grupo de personas a su antojo y realizaban actos inconcebibles. Posteriormente, en el siglo pasado la escuela francesa, bajo la dirección de Charcot, trato y dio explicación al fenómeno, sosteniendo incluso polémicas con otros ilustres científicos del momento. Muchos investigadores estudiaron con profundidad el método ya fuera para estar en su contra o para defenderlo y practicarlo de forma formal e intensivamente, y liderar famosos movimientos de dicho proceder hasta alcanzar un valor terapéutico con fines curativos dando solución a múltiples problemas de salud, entre los que se encuentran los malos hábitos de vida, que constituyen factores de riesgos en la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles.

 

De la manera como se logra la hipnosis en sus mecanismos más íntimos, estamos a penas en el comienzo de su comprensión, sin un consenso general de cómo funcionan y actúan; pero en el mundo de las ciencias de la salud se ha llegado a conocer que los estilos de vida son factores desencadenantes de muchas enfermedades y, que están en relación con la conducta o comportamiento del individuo. La hipnosis permite enfrentar esta polémica, que hoy son causas fundamentales de morbilidad y mortalidad.

 

El autor trata de brindar de una forma escrita al lector interesado una información actualizada sobre la hipnosis, haciendo énfasis en su importancia en la práctica asistencial y social.

 

Es sin dudas, un intento serio de la aplicación clínica de la hipnosis, que se plasma en un libro.

 

Dra. Ana Teresa Govin Cid.

 

 

Índice.

 

  • Prólogo
  • Índice
  • Introducción
  • Evolución histórica de la hipnosis
  • La hipnosis en el mundo antiguo
  • La hipnosis en la edad media
  • La hipnosis clásica durante el período de esplendor
  • Las escuelas francesas y rusa
  • Escuelas francesas
  • Etapa del magnetismo animal
  • El método de Mesmer
  • Importancia histórica del magnetismo animal
  • Etapa del abate Faria
  • El método del abate Faria
  • Etapa de james Brald
  • El método de Brald
  • La hipnosis como anestesia según Braid
  • Importancia histórica de Braid
  • Escuela de hipnosis de parís o de la Salpetriére
  • El método de Charcot
  • Importancia histórica de la escuela de hipnosis de parís
  • Primera escuela de hipnosis de Nancy
  • El método de Bernheim
  • El enfrentamiento entre las dos escuelas de hipnosis. Bernheim contra Charcot
  • Etapas de la hipnosis
  • Importancia histórica de la primera escuela de hipnosis de Nancy
  • Freud y la hipnosis
  • Segunda escuela de hipnosis de Nancy
  • El método de Coué
  • Importancia histórica de la segunda escuela de hipnosis de Nancy
  • Unificación de las escuelas de hipnosis
  • La hipnosis clásica en el contexto de la reflexología rusa
  • La escuela de hipnosis rusa. Pávlov su máximo exponente
  • Etapa pavloviana
  • Los reflejos condicionados
  • Procesos de excitación e inhibición de la corteza cerebral
  • Teoría reflexológica del sueño y los estados intermedios entre éste y la vigilia
  • El periodo de silencio de la hipnosis
  • La nueva hipnosis. Postulados y exponentes más importantes
  • Milton h. Erickson. Un nuevo y revolucionario. Enfoque de la nueva hipnosis
  • La actitud
  • La actitud hipnótica
  • El inconsciente
  • El síntoma
  • La psicoterapia
  • La metáfora
  • El símbolo
  • Aprendizaje inconsciente
  • Otros personajes durante el periodo de la nueva hipnosis
  • Análisis de las concepciones contemporáneas sobre la hipnosis
  • Otras técnicas que emplean los estados alterados de la conciencia
  • La sofrología de Caycedo
  • La enseñanza a reacción
  • La noesiología de escudero
  • El futuro pasa por la unidad mente – cuerpo
  • El periodo del resurgir de la hipnosis
  • El desarrollo de la hipnosis en cuba
  • Definición de hipnosis
  • Diferencias entre hipnotizador e hipnólogo
  • El mecanismo neurofisiológico de la hipnosis
  • La hipnosis y su relación con otras ciencias afines
  • Hipnosis y psicología
  • Hipnosis y sofrología
  • Hipnosis y fisiología
  • Hipnosis y medicina


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Primera parte.2
  • La hipnosis y su relación con el sueño y la sugestión
  • Sueño fisiológico
  • Sueño ortodoxo
  • Sueño paradójico
  • Sugestión y sugestionabilidad
  • Sugestión en estado de vigilia
  • Sugestión en estado hipnótico
  • Sugestión en el sueño natural
  • Controversias actuales sobre sueño e hipnosis
  • El sueño paradójico inducido por hipnosis
  • Electroterapia cerebral o electrosueño
  • Categorías básicas en la hipnosis
  • La sugestibilidad
  • La resistencia
  • La simulación
  • El signo señal
  • Pruebas y escalas para medir la sugestibilidad hipnótica del paciente
  • Pruebas de susceptibilidad hipnótica
  • Recomendaciones para el uso de las pruebas de susceptibilidad hipnótica
  • Prueba de la caída hacia adelante o hacia atrás
  • Prueba del cuerpo oscilando o de oscilación lateral
  • Prueba de la caída por pérdida de las fuerzas del cuerpo
  • Prueba de los brazos extendidos
  • Prueba del brazo pegado a la pared
  • Prueba del cuerpo pegado al asiento
  • Prueba de las manos pegadas luego del entrecruzamiento de los dedos
  • Escalas de susceptibilidad hipnótica
  • Aspectos técnicos que se deben tener en cuenta en la aplicación de la hipnosis
  • Características del hipnotizador
  • El tono de la voz
  • La palabra como elemento clave
  • Formas de realizar la sugestión
  • Rasgos de sugestibilidad
  • Preparación del paciente
  • Presencia de terceros
  • Duración de las sesiones
  • Frecuencia y hora de aplicación
  • Las posiciones corporales en la hipnosis. De pie, sentado y acostado
  • Las condiciones ambientales. Iluminación
  • Métodos de inducción hipnótica
  • Período de los pases magnéticos. Método de inducción hipnótica de Mesmer (1778)
  • Método de inducción hipnótica de Deleuze (1820)
  • Método de inducción hipnótica de Esdaile (1845): pases y soplo caliente
  • Métodos de inducción hipnótica basados en la excitación de la mirada
  • Método de inducción hipnótica del abate Faria (1813): fascinación
  • Método de inducción hipnótica de Braid (1842)
  • Método de inducción hipnótica de Philips Durand de Gros (1850): fijación de la mirada y pases con contacto
  • Métodos de inducción hipnótica basados en la excitación sensorial. Método de inducción hipnótica de Charcot (1880): escuela de parís
  • Método de inducción hipnótica de Bérillon (1895): métodos mecánicos verbales
  • Métodos de inducción hipnótica de los estímulos acústicos
  • Métodos de inducción hipnótica con estímulos térmicos. Vestibulares y visuales
  • Métodos de sugestión hipnótica basados en la sugestión verbal. Método de Liébeault (1866)
  • Método de Bernhein (1880). Escuela de Nancy
  • Método de Noiset y Bertrand (1820): del sueño fisiológico al sueño hipnótico
  • Métodos basados en los estímulos químicos. Los estímulos tóxicos. Los estímulos autotóxicos (hiperventilación)
  • Método basado en la estimulación eléctrica: método de Faraday. Método de Birman
  • Método de choque. Método de fraccionado
  • Método de hipnosis ideomotora
  • Métodos hipnóticos utilizados en niños. Métodos para niños de 3 a 7 años. Métodos para niños de 8 a 12 años
  • Método de inducción hipnótica del pestañeo sincronizado
  • Método de inducción oral. Fijación de la mirada. Método de la catalepsia. Método de la rigidez del brazo
  • Métodos de la expectación. El engaño. Del metrónomo con conteo
  • Método de la sensibilidad de la bola. Técnicas 1 y 2
  • Métodos de la bola. Instantáneo. Semirrápido y del índice
  • Método del brazo ligero
  • Métodos de profundización del sueño hipnótico
  • Métodos de la hiperestesia. De la letargia. Del bosque. De la sordera y de la risa
  • Pasos de la hipnosis
  • Agotamiento palpebral
  • Fenómenos corporales durante el proceso de hipnosis
  • El establecimiento del signo señal
  • El despertar y el signo señal
  • La catalepsia braquial
  • Los movimientos automáticos
  • Sueño hipnótico
  • Abrir los ojos
  • Sueño hipnótico profundo
  • Bloqueo del receptor auditivo
  • Anestesia superficial
  • Sonambulismo
  • Sueño sonambúlico
  • Representaciones alucinatorias
  • Catalepsia general
  • Sugerencias posthipnóticas
  • Anestesia
  • Fenómenos de memoria

 

  • Preguntas frecuentes acerca de la hipnosis
  • ¿Que podemos hacer y observar con la hipnosis?
  • ¿Para qué sirve la hipnosis?
  • ¿Cómo aprender a hipnotizar?
  • ¿Cómo se llega al estado hipnótico?
  • ¿Todo el mundo puede ser hipnotizado?
  • ¿Quién puede hipnotizar?
  • ¿Se puede quedar alguien eternamente dormido por la hipnosis?
  • ¿Tiene la hipnosis contraindicaciones?
  • ¿Tiene el hipnotizador algún poder especial?
  • ¿Se puede inducir a alguien a realizar lo que no desea a través de la hipnosis?
  • ¿Cuán real es la pérdida total de la conciencia durante la hipnosis?
  • ¿Nos podemos hipnotizar a nosotros mismos?
  • ¿Nos pueden hipnotizar sin que nos demos cuenta?
  • ¿Existe la hipnosis instantánea?
  • ¿Se puede hipnotizar a distancia?
  • ¿Existe relación entre la hipnosis y la parapsicología?
  • ¿Es peligrosa la hipnosis?
  • ¿Que es la hipnosis regresiva?

 

  • Análisis experimental de los estados de hipnosis
  • Dificultades de la hipnosis
  • Causas de fracaso en la inducción hipnótica
  • Defensas del sujeto contra la hipnosis. Negativismo
  • Depreciación
  • Inquietud
  • Simulación


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Primera parte.3
  • Sueño
  • Reacción de sobresalto
  • Síntomas
  • Despertamiento y pantallas
  • Complicaciones e insuficiencias de la hipnoterapia
  • Contraindicaciones de la hipnosis
  • En las psicosis. Hipocondría
  • Precauciones en los pacientes histéricos
  • Otras causas
  • Recomendaciones prácticas al utilizar la hipnosis
  • Ventajas y principios de la hipnosis
  • Aplicaciones de la hipnosis
  • Nuestras experiencias con la hipnosis
  • Hipnosis en el manejo de la hipertensión arterial esencial y el estrés emocional
  • Hipnosis en el manejo de niños en edad escolar con dificultades en el aprendizaje
  • Hipnosis en el control del asma bronquial
  • Otras experiencias clínicas

 

  • Bibliografía
  • Datos del autor

 

 

Introducción.

 

Aunque existen precedentes históricos del uso de técnicas similares a la hipnosis empleada por los egipcios en los llamados Templos del Sueño, no sería hasta mediados del siglo XVIII cuando se inicia el primer estudio sistemático de lo que suponía un estado psico-fisiológico especial que más tarde se conocería con el término de hipnosis. Franz Anton Mesmer, (1734 -1815) con doctorado en medicina y filosofía a sus 35 años en Viena, escribió su tesis doctoral titulada "De planetarium Influxu", influenciada por las teorías de Paracelso sobre la interrelación entre los cuerpos celestes y el ser humano. Mesmer formuló la famosa Teoría del Magnetismo Animal que nos venía a decir que todo ser vivo irradia un tipo de energía similar o parecida al magnetismo físico de otros cuerpos y que puede transmitirse de unos seres a otros, llegando a tener una aplicación terapéutica. El médico austríaco se instaló en París y con el paso del tiempo, fue tan grande su influencia y tan extendida su fama, que se convirtió en el médico tanto de los pobres y desheredados como de los ricos y poderosos, incluso del mismísimo rey de Francia. El asunto llegaría hasta la Academia de Medicina de Francia, que determinó que no existía ningún tipo de influencia o energía magnética en las curaciones mesméricas. ¿Qué era lo que realmente producía la curación? Serían los discípulos de Mesmer y posteriores investigadores quienes determinarían que las "milagrosas" curaciones en los trances hipnóticos, llamados sueños magnéticos o mesmerismo hasta aquel entonces, se producían por una condición llamada sugestión. Un cirujano escocés llamado James Braid (1795-1861) fue el primero en acuñar el término hipnosis enunciando una de las formas que lo explicaban: "la fijación sostenida de la mirada, paraliza los centros nerviosos de los ojos y sus dependencias que alterando el equilibrio del sistema nervioso, produce el fenómeno”.

 

Tradicionalmente la hipnosis se ha asociado a terrenos más cercanos a la magia y lo espectacular que a la técnica que realmente es. La hipnosis es esencialmente eso: una técnica que debidamente aplicada da unos resultados en muchos casos sorprendentes, porque trabaja con el subconsciente humano. La hipnosis es la forma de "modificar" y "re-programar" el software mental del ser humano y, por tanto del comportamiento. Cosa que se puede hacer a veces de manera instantánea.

 

Aprender el por qué y cómo funciona, es una valiosa herramienta de trabajo para ayudar a los demás y a nosotros mismos. A través de sus técnicas podemos lograr un equilibrio y control de esa maravillosa integración mente-cuerpo, como unidad indisoluble. En este caso el hipnólogo, no es un hipnotizador, es un verdadero cirujano de la mente, quitando, poniendo, modificando, o reconduciendo los contenidos de la misma. En una sola sesión de hipnosis se pueden conseguir resultados que nos llevarían meses de psicoanálisis o de modificaciones cognitivo-conductuales. Pero la dificultad radica en que realmente considero hay pocos especialistas y escasa formación e información sobre esta técnica. Intentamos con esta obra darle la oportunidad al lector de adquirir estos conocimientos y formarse de una manera concisa y práctica. Como me decía un compañero de la universidad, en nuestra época estudiantil, Ochoa quiero saber la esencia del tema, eso y solo eso, sin omitir información, pero solo eso y no más.

 

Hablar de hipnosis es hablar de un hecho que nos sigue causando asombro e inquietud, pese a que probablemente sea tan antigua como el hombre. Significa enfrentarse a la frontera entre lo conocido y lo desconocido, lo superficial y lo íntimo de la mente humana; de ahí que siempre haya provocado tanta controversia. Polarizada entre el espectáculo o la magia de supuestos poderes prodigiosos y el mundo académico-científico que ha reconocido su indiscutible valor clínico, la hipnosis ha sufrido a lo largo de su historia numerosos eclipses, épocas en que su prestigio creció o cayó en el peor de los descréditos. El hecho es que nunca ha dejado de causarnos perplejidad y hoy incita de nuevo el interés de todos.

 

Desde épocas remotas el hombre ha incursionado en el campo de la hipnosis: primero en prácticas oscurantistas, luego explicándose el fenómeno y más tarde pa­ra dar solución a múltiples problemas sobre todo de salud, entre los que se encuentran los malos hábitos de vida o factores de riesgos para contraer enfermedades, como el estrés, el sedentarismo, la alimentación inadecuada, el alcoholismo, la obesidad, el taba­quismo, el consumo de drogas, entre otros, así como su aplicación en los trastornos psicosomáticos y en los trastornos de origen psíquico o mental, además de las experiencias en la educación y enseñanza de estudiantes, mejorando sus capacidades de asimilación, concentración y memoria, garantizando un mejor rendimiento académico, motivando el estudio, incluso de aquellas asignaturas consideradas como muy difíciles, a la que todos tuvimos cierto grado de temor y el deseo de poder aprender otros idiomas con más facilidad.

 

En los últimos tiempos hay un resurgir de las medicinas tradicionales o alternativas que abarcan una serie de sistemas terapéuticos incluyendo la hipnosis, divergentes a la medicina clásica y cuyo denominador común es la autocuración.

 

La hipnosis actualmente ha adquirido valor, credibilidad y un elevado grado de satisfacción en los pacientes, donde se ha empleado, tanto en países industrializados de diversas regiones de la Comunidad Europea, en los Estados Unidos, así como en algunos países en vías de desarrollo como Cuba.

 

También se ha cobrado conciencia de los elevados costos en recursos de la medicina moderna así como la aparición de efectos o reacciones secundarias adversas dañinas para el ser humano a corto, mediano y largo plazo.

 

Podemos agregar además que se ha comprobado que muchas dolencias o síntomas de las enfermedades crónicas no transmisibles, relacionadas con aspectos psicológicos y sociales, se normalizan o controlan con los elementos más suaves de la medicina tradicional o alternativa entre ellos la hipnosis, un ejemplo de esto es la compensación de la hipertensión arterial esencial y el estrés emocional con relajación autógena.

 

Por todo lo anterior está surgiendo un interés razonable de los profesionales, médicos, psicólogos, psiquiatras, e incluso de otras áreas del saber y en personas comunes, de conocer sobre el tema, de poder aplicar la hipnoterapia en su quehacer diario y formar parte de su desarrollo científico.

 

Ya en la actualidad algunas universidades donde se imparte la maestría en medicina natural y tradicional incluyen a la hipnosis en sus programas y además se han hecho modificaciones en los planes de estudios pregrados tanto de psicología general y psicología médica como de otras disciplinas y materias que debieron ajustar sus contenidos donde se incluyó a la hipnosis como técnica para impartir entre las psicoterapias sugestivas que deben ser conocidas por el médico general y el psicólogo.


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Primera parte.4

Este período de aceptación o momento de auge de la hipnosis ha sido definido por varios autores como “la gran desconocida que renace, o el resurgir de la hipnosis”. Hoy ya no resulta sorprendente encontrar en la literatura o recurrir a términos híbridos e incluso a neologismos tales como hipnoterapeuta o hipnólogo clínico. Es más, la ciencia se expande y emergen nuevas disciplinas que, sin plantearse la necesidad de cuestionar o establecer preguntas acerca de su estatuto, eligen el nombre después.

 

Mi mayor interés por el tema desde que era un estudiante de segundo año de la carrera de medicina fue al conocer su uso para bloquear las sensaciones dolorosas (su efecto anestésico y analgésico). Realmente me pareció bueno, por lo que no escatime en aprender bien la técnica, en aplicarla y en tener mis propias experiencias y conclusiones personales.

 

En un estado de hipnosis apropiado, la piel y hasta los planos anatómicos musculares y corporales en sentido general, incluso los más profundos, de cualquier persona, pueden ser atravesados con un objeto punzante, cortados e incluso quemados sin que sienta dolor, anulando prácticamente las reacciones fisiológicas a la lesión como las hemorragias y la inflamación. De ahí su aplicación y utilidad actual y futura en la odontología, cirugía ginecológica y la cirugía en general, y más recientemente en la neurocirugía.

 

Personalmente tuve la ventaja y oportunidad de tener un profesor de psicología médica, el profesor Alberto Cobián Mena, el cual es un psicólogo por fuera de lo común, doctor en ciencias médicas, quién entendía que un profesor era incapaz de enseñar a resolver adecuadamente problemas de orden clínico sino adquiría esta experiencia de modo cotidiano, que le permitiera elevar los conocimientos, que no bastaba con leer, había que afrontar y comprobar en el laboratorio natural de la vida lo que ya estaba preestablecido dentro del marco teórico, por lo que había desarrollado una consulta de psicología clínica e hipnosis en el hospital clínico quirúrgico docente Saturnino Lora de Santiago de Cuba, Oriente Cuba, institución de cuarto nivel de atención y centro de referencia nacional e internacional, posteriormente forma el grupo de hipnosis y la clínica de hipnosis junto con sus colaboradores que funciona de forma ininterrumpida, además tuvo el empeño de introducir la hipnosis en sus clases tan pronto fue oportuno e incluso la hizo ocupar a veces el lugar de otros temas intranscendentes y hasta innecesarios, hasta que fue conformando un mecanismo que nos dejaba atónitos, sorprendidos, algunos confundidos y virtualmente convencidos de que la hipnosis era real, que era un proceso natural que se daba en el hombre y provocado por él en su propio cerebro; de ahí que había que basarse en algunas premisas neurofisiológicas y de la actividad nerviosa superior planteadas por Pávlov en sus obras escogidas.


Desde que comencé a utilizarla intentando demostrar sus potencialidades, conociendo que en el siglo pasado había tenido éxito en el tratamiento de algunos desórdenes psíquicos, en los trastornos de la personalidad, e incluso de las posibilidades como tratamiento en la actualidad, y en la misma medida en que iba teniendo una mayor experiencia práctica, en mi consultorio me preguntaba por qué ni los psicólogos ni los psiquiatras aplicaban la hipnosis. Por supuesto, sabía la respuesta, pero me negaba a aceptar que la razón fundamental estaba en la ausencia de tan importante y ventajosa técnica en los programas de estudios universitarios o en caso de estar incluida, se realizaba con cierta indiferencia y desacuerdo entre los diversos procederes para la psicoterapia.

 

Creo en la hipnosis terapéutica, no porque quiera creer empecinadamente en ella, sino por mis propias vivencias sostenidas en una práctica constante donde se perfeccionan los métodos empleados y se verifican los resultados teniendo en cuenta sus posibilidades y limitaciones.

 

“La hipnosis es amarga como la cáscara de nuez. Los que persisten y transitan por el amargo camino que es su sabor, son los únicos que finalmente pueden saborear su inefable dulzura”. El asumir esta metafórica frase de nuestro maestro en el tema, nos ha permitido sobrevivir y permanecer trabajando e investigando con la hipnosis con amor, pasión, ética, ganando adeptos, desde estudiantes hasta profesionales reconocidos y de experiencia, los cuales se interesan por ella y comienzan a organizar y desarrollar cursos de postgrado, varios proyectos de investigaciones y semilleros de investigaciones con estudiantes en nuestro medio actual.

 

Desde hace varios años varios colegas, estudiantes, amigos y familiares me han pedido que escriba un libro e imparta cursos sobre mi experiencia en la hipnosis, creo que esto me estimulo para hacer dicho trabajo.

 

La realización de esta obra es el resultado de una paciente y esmerada labor de más de tres lustros de estudios y prácticas de ese fasci­nante mundo, donde se abordan los pos­tulados y exponentes más importantes, su relación con otras ciencias, sus categorías y ejemplos de algunas de mis experiencias clínicas con resultados aceptables.

 

En este libro pretendo condensar el conocimiento en un solo texto y dárselo al lector de forma resumida pero exhaustiva, completa pero selectiva, práctica pero simple, atractiva pero con rigor científico.

 

No pretendo brindar un libro diferente; solo quise escribir el libro que durante más de quince años no logre leer, que sirva para personas que no conocen el tema, o con poco dominio de este, aunque sí con cierta preparación y conocimientos científicos, también para aquellos que lo conocen bien y tienen experiencia, espero les pueda servir como guía en su quehacer diario, con este fin se ha realizado este libro.

 

Quiero brindarles a nuestros estudiantes, a médicos, a psicólogos y a otros profesionales afines y en general, conocimientos teóricos prácticos de forma integral sobre las aplicaciones del fenómeno hipnótico y los principales métodos, técnicas y pasos específicos que se utilizan para llevarlo a cabo.

 

Este libro en tus manos te dará la oportunidad de adentrarte en este maravilloso tema, que si lo sabes emplear con fines nobles para la humanidad, podrás hacer mucho por ella y para ella.

 

 

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA HIPNOSIS.

 

LA HIPNOSIS EN EL MUNDO ANTIGUO.

 

Practicada directamente o a través de diversos ritos o cultos los egipcios, caldeos, sumerios y otras antiguas culturas seguían determinadas pautas que eran similares a lo que hoy conocemos como hipnosis. Y en muchos casos se utilizaba con fines terapéuticos.

 

Según refieren varios datos históricos, en el mundo antiguo, la hipnosis como ciencia estaba reservada tan solo a países como Egipto, Caldea y la India, preferentemente a las castas sacerdo­tales, que en aquel entonces eran muy privilegiadas.

Todo el que se iniciaba en la religión debía conocer la técnica hipnótica, lo cual permitió en un proceso continuo que las expe­riencias se transmitieran de una generación a otra.

 

Tal como expresan Braulio Martínez Perigod y Moisés Asís (1), así como Cobián Mena (2), la práctica de la hipnosis data desde tiempos remotos, esta se remonta a unos 4000 años atrás con el -sueño sagrado - de los templos egipcios. Todo parece indicar que los sacerdotes del antiguo Egipto inducían el sueño hipnótico en aquellos desesperados que iban a suplicar alivio para sus padecimientos. En el Museo Británico, en Londres, hay un bajorrelieve de Tebas que representa a un sacerdote haciendo - pases - al estilo de Mesmer. La colo­cación de las manos es mencionada en el papiro de Ebers, del siglo XVI a.C.

 

En Egipto, como en las antiguas regiones de China, India, Grecia. África y otras civilizaciones lejanas, la hipnosis era tanto una experiencia religiosa como método terapéutico, fenómeno que en distintas modalidades es posible observar aún en muchas regiones del mundo, tal es el caso de los cultos sincréticos practicados por los negros afroamericanos descendientes de los esclavos africanos traídos a América por los españoles durante la época colonial.

 

Las técnicas o métodos primitivos de inducción hipnótica tienen como características el uso del canto rítmico al unísono, música, baile y palmadas mo­nótonas, toques de tambor, entre otras formas ideófonas que recuerdan las monodias religiosas y los cantos llanos o gregorianos - y otras expresiones que aún son posibles encontrar en varias comunidades.


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Primera parte.5

Estos métodos son utilizados por algunos pueblos o tribus de tradición primitiva como los samburúes Kenianos, en África, los tántricos tibetanos, en el Tíbet en Asia, los aborígenes australianos (negros), los bones de la India, los tungus o shamanes de la Siberia ártica, los amerindios norteamericanos, los bahías, los subudes, y en los rituales afrorreligiosos des­arrollados en el Caribe y el Brasil.

 

Llama la atención que estas formas concretas de manifestación mágico-religiosas se relacionan con mecanismos especiales de sugestión, que provocan trances capaces de modificar los paráme­tros normales de conducta, rendimiento o ambos de una persona, ante situaciones cotidianas muy parecidas a los efectos que hemos logrado en nuestras prácticas en el plano de la sugestopatía.

 

No olvidemos que el rito es la más común manera que tienen estos pueblos primitivos de hacer práctica religiosa o curativa para expresar momentos significativos del quehacer de los hombres sometidos a tales presiones. Esos momentos se refieren a fenómenos propios del proceso salud-enfermedad o a cambios de vida y nacimiento.

 

No se ha precisado aún cómo la hipnosis pasó al occidente, pero seguramente lo hizo a través de las migraciones cognitivas que ocurrieron, sobre todo a partir de la colonización de África y Asia por las potencias europeas.

 

Se sabe que el abate Faría (1755 - 1819), monje portugués, que vivió durante mucho tiempo en la región de Goa, la India, hacia 1815 abrió un curso público sobre magnetismo hipnótico en París y esta quizás haya sido hasta el momento la expresión más clara del carácter oriental de los métodos de hipnosis en cuanto a su origen.

 

LA HIPNOSIS EN LA EDAD MEDIA.

 

La historia de la civilización (1) recoge en sus crónicas los impases que a modo de afectación han tenido ciertos procesos, donde el hombre ha estado inserto y fue precisamente en la Edad Media cuando se produjo la máxima represión de estas actividades, puesto que el imponerse una doctrina cristiana altamente rígida y conservadora, todo acto ajeno a ella, como es el caso de la inducción hipnótica o una simple referencia a la hipnosis eran considerados como una obra de superchería y brujería, con lo cual desnaturalizaban la esencia de la conducta humana, y de esos oscuros siglos no tenemos referencia de ningún hereje que haya desafiado el anatema eclesiástico contra la hipnosis y otros fenómenos. Por eso, si queremos trazar con cierta continuidad el desarrollo histó­rico de las investigaciones científicas sobre hipnosis, debemos remontar­nos a las postrimerías del siglo XVIII, época del llamado magnetismo animal la cual veremos cuando nos refiramos a la hipnosis clásica durante el periodo de esplendor.

 

El hecho político que caracteriza a esta época de la Edad Media es la penetración e injerencia de la iglesia en todas las esferas, tanto socioe­conómicas como de otra índole, en su forma más cruda de inquisi­ción.

 

En Europa, luego de la caída del imperio grecorromano, se reactiva el fenómeno demonológico, según el cual el hombre se convertía en el campo de batalla donde demonios y espíritus luchaban denodadamente por la posesión de su alma.

 

Son típicos de esta etapa las denominadas crisis colectivas, consistentes en verdaderas epidemias de brincos, danzas, gritos y contorsiones, entre las que se citan como famosas las epidemias de brincos, danzas, gritos y contorsiones, entre las que se citan como famosas las ocurridas en Italia, llamadas "tarantismos", que no eran más que ataques de histeria multitudinarios. Solían producirse generalmente en verano, cuando - según Segeret (3) - una gran parte de la gente dormida saltaba de pronto al sentir una picada de abeja o dolor. Unos veían una araña y otros no, pero se imponía una especie de visión de que el arácnido estaba allí y se desencadenaban frené­ticas carreras hacia la calle para comenzar a danzar con pasos excitantes, que daban lugar a un proceso de sumación. Todos los que estimaban haber sido picados en esa ocasión o en otras ante­riores, bailaban, se contorsionaban e incluso hasta cavaban huecos en la tierra y se revolcaban en el lodo como cerdos para evitar o librarse de la acción de la tarántula. Tal era el nivel de enajenación que muchos buscaban látigos para flagelarse.

 

Lo más importante de este fenómeno estaba dado, sin duda alguna, en el hecho de que ser víctima de esa picadura permitía liberar tendencias reprimidas sin que la persona se considerara o fuera vista por los demás como malvado.

 

Véase aquí importantes elementos de sugestión, que conducían a un sujeto o grupo de ellos a situaciones de éxtasis rompiendo con su conducta normal, pero también a la liberación de energías comúnmente refrenadas. Este es el contexto preciso para hacer alusión a una escuela psicológica que por medio de la hipnosis trataba de eximir tendencias que energéticamente provocaban conflictos generadores de neurosis (La hipnocatarsis de Breuer y Freud).

 

Durante la última parte del siglo XV, las creencias sobre la acción del Demonio tomaron un mayor auge, lo cual trajo aparejado consecuencias tristes y dolorosas para la historia de la humanidad, pues se conoce perfectamente que invocar al Diablo como dueño y señor del alma en plena Edad Media, significaba condenar a los más terribles sufrimientos a aquellos seres humanos que no pasaban de ser, por lo general, simples enfermos mentales.

 

Por fortuna, dignas voces como las de Paracelso, John Weyer, Reginal Scarlet y San Vicente de Paul se alzaron desde valientes posiciones para mostrar lo dogmático de las doctrinas demonológicas, que incluso habían sido inspiradas y oficializa­das por el Papa Inocencio VII, quien en su bula "Sumnis desiderantes" (3) exhortó en 1238 al clero a identificar a todos los brujos.

 

Estos ilustres personajes trillaron el camino hacia nuevas concepciones, que socavaron el orden medieval y en cuya empresa se vieron apoyados por fuertes movimientos como el racionalismo y humanismo, el desenvolvimiento de las ciencias naturales y el proceso de la Reforma religiosa.

 

Todo ello propició que la psicología y la Medicina experimentaran no sólo un desarrollo creciente, sino que modificaran sus postu­lados en pro de un conocimiento más integral de los fenómenos que abordaban.

 

La hipnosis como objeto de estudio de ambas ciencias, no escapó a esta suerte de progreso y pudo avanzar considerablemente como teoría y método desde finales del siglo XVIII hasta imponerse con todo su esplendor a partir de la siguiente centuria.

 

LA HIPNOSIS CLÁSICA DURANTE EL PERÍODO DE ESPLENDOR.

LAS ESCUELAS FRANCESAS Y RUSA.

 

ESCUELAS FRANCESAS.

 

Ya a finales del siglo XVIII, el hipnotismo que hasta entonces se conocía como un fenómeno rodeado de misterio, comenzó a ser visto como un proceso distinto, y en ello intervino decisivamente el Doctor Mesmer, médico austriaco que con el uso de la hipnosis como método terapéutico, obtuvo reconocidos éxitos en la cura­ción de diversas enfermedades de carácter psíquico, primero en Viena y luego en Francia. Con este proceder, denominado "Magne­tismo animal" (2) por su propio autor - a pesar de que tuvo acérrimos opositores, sobre todo entre altos dignatarios de la Academia Francesa de Ciencias, profesores de la Escuela de Medicina y autoridades de la Real Sociedad de Medicina, quienes cuestionaron severamente sus procedimientos y los conceptuaron como anticientíficos - logró espectaculares demostraciones que sirvieron para estimular las prácticas del hipnotismo y su extensión a otras muchas regiones europeas, donde cautivó y asombró a numerosos investigadores de las Ciencias Médicas.

Un ejemplo concreto es el del cirujano escocés James Braid (1795 - 1861), quien apoyado en elementos estructurados con mayor cientificidad, empleó por primera vez el término hipnotismo como sistema; aunque ya Henin de Curvilliers se había referido a ello, aunque muy vagamente (4). Para Braid, la hipnosis representaba un sueño particular, es decir nervioso, de naturaleza neurofisiológica y ligado en gran parte a la fijación de la mirada y al factor psicológico. Según él se trataba de un estado de concentración mental o de abstrac­ción psicológica, en el cual las facultades espirituales eran completamente absorbidas por una única idea o por una serie de pensamientos que en el momento mismo del trance hipnótico se tornaban estables e inconmovibles y, por ende se independizaban o se hacían indiferentes a otras influencias externas.


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Primera parte.6


Su gran mérito, además de haber concebido la hipnosis como se considera actualmente, fue mostrar que los conceptos de Mesmer seguían siendo válidos a la luz de nuevas interpretacio­nes, tales como su explicación por medios fisiológicos. Con estos elementos, sus limitaciones quedaban superadas.

 

Mesmer se convirtió en el pionero de un movimiento científico que ganaría muchos adeptos y que a partir de entonces entraría a formar parte del sistema de las Ciencias Médicas.

 

Según Mesmer era preciso establecer una relación médico paciente sobre la base de una espera cuidadosamente organizada, preconceptualizada y pensada, en la que el tacto revestía suma importancia, pues a través de ese contacto se producía el magne­tismo, dado que el ser humano emitía un fluido muy peculiar que generaba las manifestaciones aparecidas en ese contexto (crisis psicomotoras, estadios de sueño y pérdida de la conciencia).

 

Primero Mesmer, luego Braid y más tarde una avalancha de connotadas personalidades, entre ellas Charcot y Berheim, desarrollaron interesantes controversias para inter­pretar, conceptuar y aplicar la hipnosis; Ellos serían los factores exponenciales supremos de las dos escuelas de hipnosis clásica más famosas en Francia: la de Salpetriére y Nancy, respectivamente.

 


ETAPA DEL MAGNETISMO ANIMAL.

 

El fenómeno de la hipnosis aunque es conocido desde la Antigüedad, como se refiere anteriormente, donde su explicación estuvo siempre envuelta en un halo de misterio permeado por las prácticas místicas y mágicas de los pueblos antiguos. Se puede precisar que el primer antecedente que abre a la hipnosis como objeto de estudio e investigación científica es la aparición a mediados del siglo XVIII de Mesmer quien formula su “Teoría del Magnetismo Animal”.

 

Este conocido médico vienés Franz Anton Mesmer (1734-1815) quien introdujo esta teoría, también llamada técnica del magnetismo animal la cual tiene sus antecedentes y surge por la influencia de las curaciones magnéticas de Paracelso y de Van Helmont, la filosofía de Fludd sobre el magnetismo y los planteamientos de Digby sobre magia y astrología.

 

Uno de los precursores de la teoría mesmeriana fue Empédocles (483-422 a.C.), quien consideraba que dos fuerzas opuestas, la de atrac­ción y la de repulsión (el amor y el odio) constituyen la fuerza de sostén del universo. Existe también la posibilidad de cierta influencia del fraile Atanasio Kircher, contemporáneo de Mesmer, que expone la importancia de las fuerzas de atracción y repulsión que emanan de la piedra imán.

 

Pudieran tener valor como influencia indirecta los planteamientos del médico inglés Sydenham, el cual consideraba que las convulsiones y alte­raciones de las funciones orgánicas se debían a -espíritus animales- que se acumulaban en cierta parte del cuerpo y que se desplazaban por el mismo, según fuera la naturaleza de la enfermedad existente.

 

En general, Mesmer tenía una visión permeada por los aspectos román­ticos y extravagantes de la cultura de su época. Consideraba al universo formado por un principio cósmico y constituido por una fuerza de unión que influía en todo lo existente del cielo y la tierra. Es decir, que mante­nía el criterio de que el flujo y reflujo de las mareas eran gobernados por los cuerpos celestes y que al mismo tiempo tenían gran peso sobre los seres humanos y sobre todo lo que existía en el mundo, fuera vi­viente o no.

 

Mesmer recibió una comunicación de un jesuita, el sacerdote Hell donde éste le escribía acerca de ciertos efectos curativos que había lo­grado por medio de la piedra imán. Esto creó marcado interés en Mesmer y rápidamente se puso a realizar investigaciones, comprobando que HeIl estaba equivocado, pues el principio no se limitaba sólo a la piedra imán, sino que dichos fluidos tenían la propiedad de poder ser trasladados desde el imán a cualquier otro objeto animado o no, con sólo ser tocado por el magnetizador. De aquí surge su fluido misterioso al que llamó «mag­netismo animal y que emanaba de todo ser vivo. Él consideraba este fluido muy similar al eléctrico.

 

La modificación que realizó Mesmer de los planteamientos del padre Hell no superó en nada el verdadero origen del problema y se convirtió en un mito, como los supuestos poderes sobrehumanos de los sacerdotes­-brujos.

 

Mesmer comenzó sus investigaciones en la Universidad de Viena y se acompañaba de las limitaciones dadas por la falta de recursos y por el pobre desarrollo científico de la época, de las cuales Mesmer no se apartó, pues siguió la línea del pensamiento de sus contemporáneos.

Planteaba que el magnetismo animal era una fuerza misteriosa que podía emplearse para propósitos curativos y que permitía almacenarse, aunque no era posible medirla, y que sólo se demostraba a través de sus efectos.

 

Como base de su teoría consideraba que no eran solamente los planetas, estrellas y astros los que podían ejercer influencia sobre los seres vivos (magnetismo planetario), sino que existían una serie de poderes que se encontraban en el éter que podían ser trasladados en forma de fluidos y tenían una importancia vital para los hombres y animales. Admitía la posibilidad de trasmitir el fluido por la vía animal-animal, hombre-hombre, hombre- animal y viceversa.

 

Mesmer estableció en sus investigaciones una serie de principios y pro­posiciones para fundamentar sus teorías, algunos de los cuales expone­mos a continuación; Mesmer escribió:

 

-       Existe una influencia mutua entre los cuerpos celestes, la tierra y los cuerpos animales.

-       El medio de esta influencia es un fluido continuo y universalmente distribuido, exento por completo de vacío y con una naturaleza incom­parablemente enrarecida, y que por sus características es capaz de reci­bir, trasmitir y comunicar todas las impresiones de movimiento.

-       La acción recíproca viene subordinada a leyes mecánicas que hasta este momento se desconocían.

-       Las propiedades de la materia y del cuerpo orgánico dependen de su operación.

-       Según se manifiestan en el cuerpo humano, existen propiedades si­milares a las del imán; en analogía con esto, son distinguibles polos dife­rentes y opuestos que pueden intercambiarse, comunicarse, destruirse y reforzarse, incluso se observa el fenómeno de la inclinación.

-       La propiedad del cuerpo animal que se halla bajo la influencia de los cuerpos celestes y la acción recíproca de los que le rodean, como demuestra su analogía con el imán, es lo que se ha denominado mag­netismo animal.

-       La acción y propiedades del magnetismo animal así definido, pue­den ser comunicadas a otros cuerpos animados o inanimados. Ambas clases de cuerpos son más o menos sensibles al mismo.

-       Esta acción y propiedades pueden ser reforzadas y propagadas por los mismos cuerpos.

-       Los experimentos muestran el paso de una sustancia, cuya natura­leza enrarecida le posibilita penetrar en todos los cuerpos, sin una pérdida apreciable de actividad.

-       Su acción se ejerce a distancia, sin la ayuda de un cuerpo inter­mediario.

-       No todos los cuerpos animados son igualmente sensibles; existen algunos, aunque muy pocos, cuyas propiedades son tan opuestas que su simple presencia destruye todos los efectos del magnetismo en otros cuerpos.

-       Dando a conocer este método, mostraré, mediante una nueva teoría de las enfermedades, la utilidad universal del principio que empleo en ella.

-       En resumen, esta doctrina permitirá al médico determinar el estado de salud de cada individuo y librarlo de las enfermedades. El arte de curar alcanza así su estado final de perfección.

-       Los estudios realizados durante doce años me han proporcionado la seguridad absoluta de todas estas afirmaciones. Me doy cuenta per­fectamente de que, comparado con los principios y conocimientos esta­blecidos desde la Antigüedad, mi sistema puede tener tanta parte de ilu­sión como de verdad.

 

Éstos son algunos de los principios y proposiciones establecidos por Mesmer en su libro Mémoire sur la découverte du magnétisme animal (1774), que reflejan las influencias de estudios anteriores y que lo lleva­ron a construir su teoría del magnetismo animal.


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Primera parte.7

EL MÉTODO DE MESMER.

 

El método consistía en pases magnéticos que, según su creador, se formaban por movimientos de las manos prescritos cuidadosamente, que se unían a la sugestión (aunque él no utilizaba este término), dominaban al sujeto y producían las crisis magnéticas, que a la luz de los cono­cimientos actuales, constituyen solamente estados especiales de la hipnosis.

 

Mesmer disertó en la Universidad de Viena en 1766 acerca de su teo­ría y esto creó cierto interés científico en ella.

 

Es famoso el caso de la primera paciente atendida por Mesmer, una joven de 29 años que se registra con el nombre de Oesterline en los años 1773 y 1774.

 

Mesmer aplicó imanes en el estómago y en las piernas de la paciente y se refiere que ésta sintió automáticamente en su interior corrientes dolorosas de una materia sutil, que después de varios intentos por adop­tar una dirección, se dirigieron hacia la parte baja, es decir, hacia los genitales.

 

La paciente padecía desde hacía varios años de crisis convulsivas, con dolores de cabeza, muelas y oídos, precedidos de delirios, con agre­sividad, vómitos y desmayos, que mejoraron considerablemente con el tratamiento.

 

A partir de este caso, Mesmer consideró efectivo su método y co­menzó su campaña para publicarlo y oficializarlo.

 

En 1775 lo visita un médico inglés para testimoniar la efectividad de su tratamiento, pero no queda convencido del mismo y trata de persuadirlo para que no publicara su método ni los resultados obtenidos. Esto provocó una discusión que trajo como consecuencia la acusación por parte del inglés, de que Mesmer cometía un fraude deliberado.

 

Posteriormente la joven Oesterline fue informada del ataque que el médico inglés hacía al doctor Mesmer y se vio comprometida, por lo que recayó en su anterior estado, pero complicado y agravado por una fiebre nerviosa.

 

Mesmer continuó tratando a la paciente y en un par de semanas, según refiere se recuperó totalmente y hasta llegó a casarse y tener varios hijos.

 

El segundo caso de Mesmer también le trajo complicaciones por las controversias y discusiones con sus críticos, las cuales culminaron con su salida de Austria en busca de un clima científico más favorable.

 

Después que regresa a Viena, sus amigos le convencen y lleva a cabo el tratamiento de María Teresa de Paradis, de 18 años de edad, cuyos padres eran personas de mucho prestigio, incluso ella misma era muy conocida de la Emperatriz, quien le había asignado una pensión por encontrarse totalmente ciega desde que tenía cuatro años. Su diagnóstico era amaurosis completa, con convulsiones oculares (ceguera por neu­rosis histérica de conversión) acompañado de un cuadro melancólico, con obstrucciones en el bazo y el hígado, y en ocasiones presentaba crisis de excitación psicomotriz y delirios (crisis disociativa histérica).

 

El tratamiento de la paciente fue un éxito, pues rápidamente mejoró en el uso de la vista y desaparecieron las crisis de agresividad. Los padres, en agradecimiento, difundieron la noticia, y esto provoco que lo visitaran muchos personajes para convencerse de los resultados obte­nidos; entre ellos se incluían los dos directores de la facultad de medicina y el Doctor Stoerk, quien había atendido durante 10 años a la paciente sin éxito alguno.

 

El señor Paradis expresó su gratitud mediante escritos que se difundieron por toda Europa en los principales periódicos.

 

Sin embargo, los enemigos no tardaron mucho en convencer a Para­dis, por medio de las intrigas características del siglo XVIII, y éste le planteó a Mesmer retirar a su hija del tratamiento. Fue tanta la insistencia, que Mesmer se vio en la necesidad de aceptar la situación, pero durante una discusión con el padre le planteó la responsabilidad que implicaba llevarse a la muchacha, quien aún no estaba curada, y dijo que no contaran con él si ocurría algún problema.

 

Coincidentemente la paciente estaba escuchando la conversación y recayó rápidamente en su cuadro psicopatológico, pero unido a crisis de vómitos y de excitación, desencadenadas por el sonido de campanas o cualquier otro ruido.

 

Mesmer aceptó tratar de nuevo a la paciente poniendo como condición que los padres no podían visitar su casa. Al cabo de 15 días declaró que la paciente ya había recuperado su salud, pero los padres negaron esto, diciendo que estaba en iguales condiciones.

 

De nuevo Mesmer abandona el país y se traslada a París, donde aumentó considerablemente su fama y comenzó con aplicaciones colec­tivas de magnetismo. Sentaba a los pacientes alrededor de una cubeta de madera llena de agua que él había magnetizado, y se acompañaba la sesión de música suave como fondo. Los ayudantes de Mesmer se situaban al lado de cada enfermo con unas varillas de hierro, que pasaban por el cuerpo de los pacientes, principalmente por las partes enfermas; esto provocaba fuertes crisis de temblores, sudoración, palpitaciones y convulsiones, espasmos de la región epigástrica, entre otros.

 

Mesmer comenzaba entonces sus rituales. Se presentaba vestido con una túnica de color lila y le daba a sus sesiones un matiz de poderío sobrenatural.

 

Es importante señalar que aquellas sesiones colectivas traían como consecuencia un aumento considerable de la sugestión; tanto es así, que un simple cambio de la tonalidad de la música interpretada al piano provocaba el desarrollo de fuertes crisis colectivas que de forma individual presentaba cada paciente; unos comenzaban a reír hasta caer totalmente relajados y extenuados, otros lloraban, algunos saltaban, pero siempre el final era un desplome total con manifestaciones de relajación profunda.

 

Eran diversas las enfermedades que presentaban los sujetos atendidos por Mesmer, quien incluía en estas sesiones a pacientes que padecían de asma, cólicos, fiebres, corea, entre otras.

 

Mesmer solicitó la creación de una comisión científica para darle validez al magnetismo animal. Esta comisión fue nombrada por la Aca­demia Francesa de Ciencias y por mandato directo de Luis XVI, en marzo de 1784. Los integrantes eran miembros de la Academia de Ciencias y de la Facultad de Medicina, y se reforzó con cinco miembros de la Real Sociedad de Medicina. Entre los participantes estaban: Guillotin Lavoisier, Benjamín Franklin y otras famosas figuras de la época.

Los resultados fueron desfavorables para Mesmer, pues la comisión declaró que lo que allí ocurría no tenía nada que ver con fluidos mag­néticos, sino que era la imaginación y la fantasía de los pacientes lo que provocaba aquellas crisis.

 

Vuelven de nuevo a caer en una situación crítica los métodos de Mesmer, que mostraban un fenómeno hasta entonces desconocido, pero argumentado con una teoría seudocientífica que reflejaba conceptos mágicos y astrológicos de la época precedente, lo que trajo como con­secuencia la prohibición absoluta del mesmerismo, incluso con penas de perder las licencias para ejercer, a toda persona que se relacionara, discutiera o practicara las teorías de Mesmer.

 

El médico austriaco continuó sus investigaciones y creó una sociedad secreta, que llamó Sociedad de Armonía. Uno de sus miembros, Armand M. Chastenet, Marqués de Puységur (1751-1825), pone, énfasis en la inducción del sueño y lo considera como un sonambulismo artificial.

El Marqués de Puységur es quien descubre el fenómeno del sonam­bulismo provocado y de la amnesia posthipnótica, y fue el primero en sugerir a sus pacientes paz, reposo, ausencia de dolor y sensación de bienestar.

 

Los pacientes de Puységur no presentaban las crisis espectaculares y convulsivas de los pacientes de Mesmer, sino que pasaban a un estado de sonambulismo donde las sugestiones del magnetizador creaban gran efecto.

 

En su método también se utilizaban pases pero en realidad le dio un impulso científico al hipnotismo.


Hipnosis terapeutica. Teoria, metodos y tecnicas aplicadas. Primera parte.8

Los casos estudiados por el Marqués de Puységur manifestaban la posibilidad de realizar telepatía y clarividencia durante la hipnosis,

 

Diagnosticaban sus enfermedades, las de otros y decían el momento exacto de su curación. Se atribuían al estado sonambúlico capacidades para responder a distancia a la voluntad del hipnotizador y de poder ver con los dedos de las manos y de los pies.

           

Como es lógico suponer, estos planteamientos escandalizaron a los científicos y desprestigiaron el magnetismo animal.

 

Puységur se apartó de su profesor Mesmer, negó la existencia de los factores magnéticos y dijo que eran la fe y la voluntad las que provo­caban los estados de trance hipnótico.

Después de hacer estos planteamientos, Puységur entró abiertamente en contradicción con el creador de] magnetismo animal, quien consideraba lo declarado por el Marqués de Puységur como el descubrimiento de una modalidad de magnetismo animal a la que llamó sonambulismo artificial.

 

Mesmer planteó indignado que el magnetismo animal es independiente del mediumnismo, que da la posibilidad de ser explotados por charlatanes.

 

IMPORTANCIA HISTÓRICA DEL MAGNETISMO ANIMAL.

 

La importancia histórica que tiene la famosa teoría del magnetismo animal es que con ella aparece la sugestión como recurso psicoterapéutico, la cual es hoy una de las formas más importantes de tratamiento, principalmente para las neurosis.

 

Mesmer abrió con sus estudios el camino de la psicoterapia y apar­tándonos de los errores de su teoría de los flujos magnéticos, se le debe reconocer el mérito de ser el primero que trabajó con las técnicas su­gestivas, aunque realmente él mismo desconocía que la sugestión era la explicación de lo que llamaba magnetismo animal.

 

El resultado del informe de la Comisión de la Academia Francesa de Ciencias frenó en parte las investigaciones que se efectuaban, no se les dio importancia ni se tomaron en consideración los fenómenos bioló­gicos y psicológicos que podían obtenerse en 60% de las personas por medio del magnetismo animal.

 

A Mesmer le corresponde el honor de haber contribuido, aunque con bases teóricas erróneas, al desarrollo del psicoanálisis y de la terapia psicosomática.

 

ETAPA DEL ABATE FARÍA.

 

En el año 1814, el abate José Custodio de Faría (1755-1819), portu­gués que vivió mucho tiempo en Goa, colonia lusitana en la India, trajo a París alguna información sobre hipnotismo, tal como se practicaba en el Oriente. Sus escritos aparecieron publicados a partir del año 1819 bajo el título (De la cause du sommeil lucide ou étude de la natura de l' homme).

 

Faría no aceptaba la concepción de Mesmer sobre el magnetismo animal y desechó el valor de los fluidos, por lo tanto, explicó estos fenómenos como efectos provocados por causas psíquicas y no como consecuencias de un fluido magnético.

 

El abate Faría estaba matizado por su preparación teológica, así como por ideas tomistas y neoplatónicas, pues consideraba que el des­pliegue de memoria que hacían sus pacientes se debía a que se hallaban libres de las percepciones ordinarias y engañosas de los sentidos, desa­rrollando una capacidad compensatoria para recobrar lo que él llamaba (las facultades perdidas del alma). Sus concepciones implicaban un retorno a la antigua y clásica tradición religiosa, que tenia gran importancia en aquella época.

 

Puede ser considerado como el precursor de la moderna técnica hipnótica, por haber sido el primero en intentar una interpretación de los fenómenos hipnológicos, lo que motivó el abandono de las prácticas mágicas.

 

Faría rechazó las teorías en boga, no creía en el fluido ni en el poder de la voluntad. Proclamó la naturaleza subjetiva de los fenómenos mag­néticos, a la que adjudicó la causa del sueño lúcido (la hipnosis).

 

Enfatizó que el sonambulismo dependía del propio individuo y no del operador. Introdujo el empleo de lo que hoy conocemos por signo­-señal que permite repetir de manera instantánea, sin necesidad de pasar por todos los pasos de la hipnosis, un estado hipnótico especifico en toda persona que ya hubiera sido hipnotizada. También observó los fenómenos de las sugestiones posthipnóticas, la autosugestión y las alte­raciones de la personalidad.

 

Faría llamó al hipnotizador concentrateur y al estado hipnótico concentration o sommeil Iucide.

 

EL MÉTODO DEL ABATE FARÍA.

 

Su método hipnótico, que aún es usado por muchos especialistas, con­sistía en sentarse frente al sujeto, mirándolo fijamente o haciendo que éste fijara su mirada sobre su propia mano, con posterioridad, le gri­taba enérgicamente una orden heterosugestiva: ¡Duerma!. Fue el pre­cursor de los ulteriores métodos de fascinación y de sugestión verbal.

 

Según se constata en los datos reportados, el 40% de los sujetos en­traban en sueño hipnótico después de la orden.

 

Faría empleaba esta técnica terapéutica en demostraciones teatrales. Esto constituye una yatrogenia, pues creaba angustia en los pacientes y mucho más cuando se enteraban de que habían sido observados por el público. Realizaba infinidad de actos teatrales, podemos citar un ejemplo: en oportunidades le daba de beber agua a un paciente hip­notizado y le sugería que era vino; esto embriagaba al sujeto.

 

Otro de sus métodos consistía en la fijación de la mirada con mo­vimientos similares a los utilizados por Mesmer con su mano.

 

Faría lograba un control absoluto sobre los hipnotizados y decía que podía hacer sentir enfermos a los sujetos sanos y a los enfermos, sa­ludables.

 

Murió en 1819, a consecuencia de una enfermedad tropical.

 

Partiendo de los trabajos de Faría, sus amigos el general Noiset y el eminente galeno Alexandre J. F. Bertrand crearon las bases de lo que hoy se conoce como narcohipnosis.

 

El método de Noiset y Bertrand consistía en trabajar al paciente en una fase de sueño natural, comenzaban a impartirle órdenes a cierta distancia, se acercaban cautelosamente y dándole pases magnéticos, lo llevaban al sueño magnético.­

 

En este método existía un error teórico práctico y es que los llamados pases magnéticos eran decorativos, pues solamente con el uso de la palabra se puede hacer que un sujeto pase del sueño fisiológico al sueño hipnótico.

 

Los trabajos experimentales de Noiset y Bertrand basados en el mag­netismo animal estimularon a otros científicos de prestigio y gran experiencia, entre ellos el Barón de Potet de Sennevu, Récamier, Cloquet, Oudet y el médico parisiense Foissac, el cual logró que se nombrase una comisión de la Sección Médica de la Real Academia Francesa de Ciencias, en 1826, para que examinara el fenómeno del magnetismo animal.

 

La comisión trabajó con intensidad durante seis años, llegando a conclusión de que efectivamente, los seres humanos y los animales podían ser magnetizados. El informe fue brindado por Henri M. Husson, quien se manifestó favorable al magnetismo.


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En años posteriores existían todavía opositores al magnetismo y aprovecharon que un joven hipnotizador llamado Berna propuso a la Sección Médica de la Academia nuevas pruebas para consolidar lo verdadero del magnetismo. Berna aseguraba que era capaz de producir mediante el magnetismo fenómenos de clarividencia, telepatía, precognición, entre otros, y el interés de la comisión se dirigió ante todo a comprobar la existencia de percepción extrasensorial en el sonambulismo.

 

La Academia Francesa se reunió y llegó a la conclusión desfavorable de que el magnetismo humano y animal era un procedimiento sobrenatural y declaró indigno interesarse en este asunto.

La situación empeoró cuando un médico ofreció 3 000 francos a quien pudiera leer sin el auxilio de sus ojos o de la luz, hecho que Berna había declarado posible e incuestionable.

 

Esto trajo como consecuencia que, en 1840, se anunciara oficialmente por la Academia Francesa de Ciencias la prohibición de utilizar el magnetismo por los miembros de la misma, así como los comentario y experimentos al respecto, lo cual estancó extraordinariamente las investigaciones sobre el llamado magnetismo y frenó su desarrollo, no sólo en Francia, sino también en gran parte de Europa.

 

Otros investigadores continuaron trabajando, principalmente en Alemania, Dinamarca, Rusia, Hungría, Italia y Norteamérica.

 

Aparecen publicaciones de la Universidad de Leipzig en 1816 y 1826, así como de la Universidad de Berlín, también en 1826. Esto facilitó que se continuara estudiando la hipnosis en países que no se vieron afectados por la resolución de la Real Academia Francesa de Ciencias.

 

ETAPA DE JAMES BRAlD.

           

En la Inglaterra de 1841 James Braid (1795-1860), médico educado en Edimburgo y que trabajaba en una compañía minera como cirujano­-oftalmólogo, asiste a las sesiones de magnetismo realizadas por el famoso magnetizador Charles Lafontaine, quien realizó exhibiciones del 13 al 18 de noviembre de ese año con una conceptualización más aproxi­mada a una base científica.

 

Al principio Braid afirmaba que los hechos reportados por el mag­netismo eran falsos, pero, persuadido por las prácticas que presenció, desarrolla una teoría que plantea que los fenómenos observados depen­den exclusivamente del propio paciente, es decir, del resultado de la fijación prolongada de la mirada.

 

Braid tiene el mérito de ser el primero en utilizar en sus trabajos la terminología técnica de la hipnosis tal como se emplea actualmente, es decir, con una significación neurofisiológica; habló de la neurohipnología y del neurohipnotismo, aunque el prefijo de ambos términos cayó rápidamente en desuso.

 

Su aporte facilitó que reapareciera en Francia el antiguo mesmerismo, cubierto con una nueva concepción y una base racional más fácilmente aceptable para los científicos. ­

 

Los trabajos de Braid demostraron de modo concluyente la inexisten­cia del magnetismo animal de Mesmer y su método permitió establecer que todos los fenómenos espectaculares del mesmerismo se podían pro­ducir por muchos fisiológicos, tales como la fatiga de los músculos ocu­lares y de los párpados.

 

Dentro de sus objetivos estaba demostrar que la incapacidad del paciente para abrir los ojos se debía a una parálisis producida por el agota­miento del músculo elevador del párpado, cuando se fijaba la mirada.

 

En las investigaciones de Braid, éste constató que durante la fase de inducción del sueño aparecía un pequeño temblor en los párpados, que culminaba con un giro en los globos oculares hacia arriba, acompañado de una relajación total de la musculatura estriada.

           

El aporte fundamental de Braid fue la agrupación, bajo el término de hipnosis de los sueños magnéticos inducidos de los tiempos de Mesmer.

           

Braid llamó hipnosis al estado de sueño artificial que se obtiene por medio de la fijación de la mirada sobre un punto brillante.

 

Sus primeros experimentos consistieron en solicitar a los pacientes que miraran fijamente el extremo superior de una botella de vino colocada frente a ellos, en una posición tal que los obligaba a realizar gran esfuerzo con los párpados. Esto le permitió observar que en un intervalo aproximado de tres minutos los párpados se cerraban y aparecían lá­grimas, la cabeza se inclinaba y los pacientes caían en un sueño pro­fundo, al mismo tiempo que la respiración se volvía cada vez más lenta y profunda, apareciendo en los brazos ligeros movimientos convulsivos.

 

Braid explicaba que, en este experimento no sólo demuestra lo que es­peraba, sino que además le llamó la atención el estado espas­módico de los músculos de la cara y de los brazos, así como el estado peculiar de la respiración y el estado mental según se evidencia al despertar el paciente, lo cual tiende a demostrarle que había encon­trado la clave para la solución del mesmerismo.­

 

Sus descubrimientos desplazaron rápidamente la teoría del fluido magnético, pues la suya permitió desarrollar un método técnico y cien­tífico simple que facilitaba inducir la hipnosis.

 

EL MÉTODO DE BRAID.

 

El método de Braid se perfeccionó y consistía en presentar un objeto brillante luminoso que podía ser un prisma, una bola de cristal, entre otros, ante los ojos del sujeto, un poco por arriba de la base de la nariz, al nivel de la frente.

 

La fijación de la mirada en estos objetos traía como consecuencia can­sancio en los músculos elevadores de los párpados, en un tiempo.más o menos corto, que obligaba a cerrar los ojos por el parpadeo y la fatiga ocular y que inducía el sueño.

 

Los resultados a que se llegaba por este método aportaban una ex­plicación científica y racional, que despojaba las suposiciones magné­ticas de Mesmer, del porqué se alcanzaba el trance hipnótico, apoyán­dose en la orientación fisiológica de los colegas médicos de Braid.

 

Sin embargo, se seguía desconfiando del hipnotismo a consecuencia de la trascendencia histórica de la época de Mesmer. Esto obligó a Braid a introducirse en el campo de la frenología, pues los frenólogos pretendían modificar características y conductas de los pacientes manipu­lando las pequeñas y grandes protuberancias del cráneo.

 

Fueron tan importantes los descubrimientos de Braid y tan efectiva su técnica, que actualmente todos los métodos para hipnotizar que se basan en la fijación de la mirada se conocen como método de Braid.

 

En Rusia, el eminente científico Iván Pávlov trabajó sobre los me­canismos fisiológicos de la hipnosis y sus investigaciones confirmaron la teoría de Braid.