Consulta de enfermeria. Un reto en el cuidado humano al usuario y familia. Una vision de la enfermeria
Autor: Lic. Fanny Tamar García Guilarte | Publicado:  29/12/2009 | Enfermeria | |
Consulta de Enfermeria. Un reto en cuidado humano al usuario y familia. Vision de la Enfermeria .2

Lo antes referido pone de manifiesto las intervenciones enfermeras que consisten en un tratamiento basado en el conocimiento y el juicio clínico de la misma para favorecer el resultado esperado en la consulta de Enfermería, y así, dar asistencia a la población sana, con experiencia de salud y enfermedad o a personas de bajo riesgo, catalogados por la mayoría del equipo de salud como “sanos”, quienes sin embargo presentan ciertas condiciones que pudieran ponerlo en riesgo de enfermar. De allí que, en la consulta se valoran los hábitos o las actividades de la vida diaria por medio de los patrones de salud entendidos como configuración de comportamientos que se dan de manera secuencial en el tiempo, más o menos comunes a todas las personas que contribuyen a su salud, calidad de vida y al desarrollo de su potencial humano. Sumado a ello, la exploración física y la interrelación con el entorno exterior. Aquí, el proceso de Enfermería como acciones intencionadas se centra en la valoración de las respuestas humanas, que son la reacción orgánica de las personas a los problemas reales o de riesgo.

 

Permite realizar diagnóstico enfermero, constituyéndose este en la base de las acciones y el plan de cuidados que ayuda a resolver los problemas detectados y se realiza en conjunto con la persona cuidada y su grupo familiar actuando la enfermera como mediadora. Como enfermera, la autora desde su sindéresis considera en todos los tiempos un reto asumir la asistencia de la personas desde la perspectiva de la valoración intra y extramural, donde la acción cuidadora se expande hacia el hogar y la familia, pues la persona interactúa constantemente con su entorno y éste influye también en su salud. Por tanto, el comprender acerca de los factores que rodean e interactúan con la persona, familia y comunidad, proporciona una visión amplia de la experiencia de salud existente. Esto le permite adecuar los planes de cuidado y educativos de acuerdo a las respuestas humanas y las necesidades reales y sentidas, de igual manera planificar intervenciones desde la gente para la gente y con la gente.

 

En esta perspectiva, la consulta de Enfermería rompe con el paradigma del cuidado centrado en la enfermedad y la muerte, donde se proporciona atención fragmentada, perdiéndose oportunidades en la asistencia a las personas de bajo riesgo o enfermedades crónicas y en experiencias de salud, lo cual era uno de los factores de deserción de las personas a sus controles rutinarios para el mantenimiento y conservación de la de salud. Esta consulta facilita dar cuidados ubicando a las persona en el sistema educativo y apoyo, según Orem (2). Asimismo, conocer desde la realidad de las personas la fuente de sus necesidades de cuidados y/ o situaciones de salud, los riesgos a los que están expuestos y la interacción con su ambiente personal, familiar y comunitario, para inculcarles la responsabilidad de su propia salud y ofreciéndole los elementos necesarios para alcanzarla.

 

En países desarrollados, como es el caso de España, la consulta de Enfermería se realiza como estrategia en la Atención primaria y de apoyo a la atención domiciliaria de las personas. (3) Además se aplica a las diversas necesidades que presenten los usuarios como complemento a sus terapias (4).

 

En estos momentos cuando surge un proceso de ruptura de tradiciones y paradigmas políticos y sociales, donde la comunidad tiene un rol protagónico e importante en las decisiones de cualquier índole referidas a su entorno, considero que cobran vigencia todos los conceptos que parten de la salud desde el ser humano y de principios que desde diferentes racionalidades, interpretaciones y posiciones conceptuales han venido siendo aceptados en convenciones internacionales como la Trigésima Asamblea de la Organización Mundial de la Salud, La Carta de Ottawa 1986, la Declaración de Cumbre de Río de Janeiro y la Conferencia y Declaración de Santa Fè 1992, la Conferencia de Adelaida 1998; así como la Declaración de Yakarta y La Estrategia Global de Salud para todos en el año 2000, se analizaron las propuestas de políticas de salud para conseguir el objetivo establecido. Se procura que las gentes de todos los países tengan al menos un nivel de salud tengan un nivel productivo y participar activamente en la vida de la comunidad en la que vive. (5)

 

Sin embargo, ya estamos en el siglo XXI y sigue vigente la necesidad de lograr esa meta propuesta en 1978. Para hacer esto realidad, es necesario reformular las estrategias de salud implementadas hasta ahora y evaluar los logros de las mismas desde el derecho a la salud, según los principios de universalidad, integralidad, equidad, gratuidad, integración social y solidaridad social (6). En la medida que ha cambiado y viene cambiando el papel del Estado, la Política Internacional; la comunidad ahora está más que nunca consciente de su rol participativo y protagónico en la búsqueda de mejores condiciones de vida, ya que siente el compromiso entre el problema y/ o la necesidad sentida y el deseo de solucionarlo. De manera que, está exigiendo a los entes públicos, gubernamentales y en especial al equipo de salud atención acorde con sus necesidades individualizadas de salud.

 

En nuestro país, en el año 2000, se estableció dentro de la Política de Salud el Modelo de Atención Integral, para profundizar, consolidar y fortalecer los Programas de Salud Pública, teniendo como aspecto vital disminuir las oportunidades perdidas en la prestación de servicios de salud públicos a la población venezolana.

Esta política pública es la cristalización de un Sistema Sanitario con Cobertura Universal, con Cohesión Social, Eficiente y Accesible, que ofrezca respuestas oportunas y satisfactorias a los problemas de salud de la gente.”(7). Con lo que quiere indicar una profunda reflexión respecto a la atención que el sector Salud estaba proporcionando durante años y que solo sumo más enfermedad y pobreza. Pareciera que era necesario un despertar y una reflexión profunda respecto a lo que nuestra realidad nos exigía y lo que le ofrecíamos. Pues, la congruencia estaba ausente entre el decir, el hacer y los resultados esperados en la salud de las comunidades.

 

El enfoque integral de la persona, familia, entorno comunitario y la relación con el equipo de salud debe servir para reforzar las actividades de promoción de la salud y permitirnos aproximarnos a la prevención clínica. Esto implica aspectos éticos, respeto a la autonomía del individuo, la intervención preventiva no puede ser una decisión unilateral de nuestros servicios de salud, tendremos mayores probabilidades de éxito en una decisión conjunta. La mayor aspiración del Ministerio de la Salud y Desarrollo Social es brindar el máximo de oportunidades al usuario en la conservación de la salud, fomentando un encuentro entre el equipo de salud, el individuo y la comunidad, promoviendo los factores protectores de vida con actividades, hábitos y comportamientos saludables, donde la participación de la sociedad organizada será la herramienta esencial. (7)

 

La situación de cuidar no es abstracta, es concreta, enlazada en el contexto donde se desarrolla la vida. Cuidar es la esencia de Enfermería, es su participación con la persona, es la determinación del sentido único que para él tiene la salud, la enfermedad y la muerte. Es fundamental re-significar y reconstruir el cuidado en la cotidianidad de la práctica, solo así tendrá una verdadera expresión en su quehacer. Los cuidados proporcionados por las enfermeras en la consulta de Enfermería permiten el seguimiento de casos desde el ámbito clínico hasta las acciones en la comunidad y en el hogar, y lograr se asimilen hábitos protectores de la vida, disminuyendo el riesgo de enfermar y morir por afecciones prevenibles o controlables, alargando la vida útil del individuo. (8)

 

Esta reflexión indica la importancia de los cuidados de la salud desde una visión holística de la persona y su entorno, acción que el equipo de salud y en especial la enfermera puede aplicar en la búsqueda de una mejor calidad de vida y salud. No obstante, pude observar como los mecanismos restrictivos que se establecieron dificultaron la implementación y consolidación de la consulta de Enfermería en forma definitiva en el Estado Aragua. Pues la resistencia, de parte del personal de Enfermería, que no comprendía porque asumir otras actividades además de las que ya desempeñaba, exceso de actividades y tareas, apatía, conformismo; así como de los otros miembros del equipo de salud, quienes no veían a la enfermera con autonomía y calificada para llevar adelante una consulta.

 

Al realizar las visitas de acompañamiento en la red ambulatoria del estado se observa con tristeza que en su mayoría los ambulatorios no habían asumido la consulta de Enfermería según los lineamientos establecidos con las enfermeras. Sin embargo, en otros las enfermeras habían continuado prestando cuidados a las personas y familias de bajo riesgo, con enfermedades crónicas para su control y mantenimiento de la salud, con énfasis en la búsqueda de soluciones a sus necesidades de cuidado sentidas y la mediación en la adopción de hábitos saludables.

 

Disponen de un espacio humanizado, donde realizan la valoración, de días específicos para la consulta y visitas domiciliarias para el seguimiento a las familias atendidas. Se vive como las personas acogen con beneplácito los beneficios de esta consulta, asistiendo a cada cita programada.

En consecuencia, otros profesionales de la salud refieren los casos de bajo riesgo o de control a la consulta de Enfermería para el seguimiento del caso. La experiencia de asumir y mantener la consulta de Enfermería, haber conseguido el apoyo y la confianza de las personas a una consulta considerada poco tradicional, llama a la reflexión a la investigadora pues la esencia de Enfermería es el cuidado y, este se traduce en una transacción terapéutica, interpersonal, multidimensional, contextual, que refuerza patrones de experiencia que se resumen en crecimiento de la persona cuidada y el del cuidador, aumentando el potencial para el autocuidado.


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