Diagnostico ecografico de la neoplasia vesical
Autor: Dra. Nilda Labrada Silva | Publicado:  29/12/2009 | Radiodiagnostico y Radioterapia , Nefrologia , Oncologia | |
Diagnostico ecografico de la neoplasia vesical .5

En relación con la repercusión sobre el tracto urinario superior, logramos diagnosticar a través de nuestro estudio 4 pacientes con hidronefrosis unilateral para un 9,0% del total e igual número de ectasia de ligera a moderada en ambos riñones, así como 7 pacientes con ectasia unilateral para un 16,0%. Estos resultados estuvieron en relación con el tamaño y localización del tumor detectándose una mayor frecuencia en tumores de gran tamaño, localizados en las caras laterales, cercanos a la desembocadura de los uréteres, cuello y región del trígono. Según estudios realizados donde se destacan Smith, López López y otros, plantean que en dependencia de la localización del tumor se podrán producir síntomas obstructivos miccionales u obstrucción del aparato urinario superior, que suele ser unilateral y silencioso, excepto en los casos de tumor del trígono vesical que pueden llegar a producir anuria por obstrucción bilateral de vía urinaria. 2, 3, 4

 

Es planteable por autores como Kyle, Bedos y otros que la Ecografía debe utilizarse como un elemento más en el diagnóstico de la neoplasia vesical y no como una exploración única, resultando un examen casi indispensable en el estudio y clasificación de esta enfermedad. Siendo necesaria unirla a la cistoscopia que es un estudio casi definitivo que nos permite arribar al resultado final, pues a través del mismo la muestra de tejido puede tomarse y examinarse al microscopio para determinar si están presentes las células cancerosas. En la cistoscopia aparece la imagen clara, nítida e indiscutible en general, y este método permite valorar el grado de fiabilidad de la ultrasonografía, teniendo también como limitante que pueden aparecer tumores pequeños en sectores donde la exploración no resulta fácil. 10, 19, 20

 

Tabla 7: Analizamos la distribución de los pacientes según del tipo histológico del tumor diagnosticado, donde obtuvimos como resultados que 39 de estos pacientes presentaron carcinomas transicionales, correspondiéndose con el 88,7% del total de los casos estudiados. De ellos fueron grado I, par un 41% de los casos, 13 pacientes fueron grado II para un 29,7% y 8 fueron grado III para un 18,1% del total. De igual modo se detectaron 4 pacientes con carcinomas epidermoides para un 90% y solo 1 para un 2,2% con un carcinoma de células indiferenciadas autores como Robbins, Bedos y Mostoffi, así como otros estudios realizados con firman que alrededor de un 85 a un 95% de los tumores vesicales, son histopatológicamente carcinomas transicionales, esto se forman a partir del epitelio que se localiza en la mucosa denominada urotelio, la cual está constituida por células transicionales. Estas células pueden cambiar de forma, dependiendo si la vejiga está llena o vacía y pueden expandirse sin separarse. Mientras los carcinomas epidermoide constituyen alrededor del 8% de todos los canceres vesicales, afectando fundamentalmente la células delgadas y planas de la vejiga y asociándole principalmente con procesos infecciosos que afectan la estructura en estudio, constituyendo los adenocarcinoma así como otros tipos de tumores alrededor del 2% y observándose con frecuencia en pacientes con antecedentes de malformación vesical. Resultados antes expuestos guardan relación con los obtenidos en nuestro estudio. 1, 20, 22, 24

 

Finalmente establecimos una correlación entre los resultados histológicos y los obtenidos en el estudio ecográfico, teniendo en cuanta característica fundamentales como la morfología, la base de implantación y grado del infiltración parietal. Obtuvimos como resultados que los 39 pacientes diagnosticados con carcinomas transaccionales, ecográficamente presentaron aspecto papilar, de ellos los grado I fueron tumores de pequeño tamaño, con una base de implantación estrecha, confinado solo a la mucosa vesical, manteniendo a la vejiga características normales. Los carcinomas grado II presentaron característica similares a los anteriores, solo predominando la base de implantación amplia de la lesión diagnosticada en 11 paciente de los 13 casos incluidos en este grupo. Mientras que en los grado III, independientemente de base amplia resultaron ser tumores de tipo infiltrativo traduciendo en este caso diseminación de las células cancerosas de la mitad interior a la mitad exterior de la vejiga. Traduciéndose desde el punto de vista ultrasonográfico con irregularidad parietal detectada en un paciente, 2 pacientes con disminución de la capacidad vesical y 3 con engrosamiento parietal evidente, siendo un total de 6 pacientes para un 13,6%. Solo 2 de los casos estudiados en este grupo, mantienen características estructurales normales.

 

Los carcinomas epidermoides, así como el de células indiferenciadas se presentaron en el estudio ecográfico como tumores de aspecto sólido, puramente invasivos, con sustitución de tejido muscular por tejido tumoral, manifestándose la presencia de irregularidad parietal en 2 pacientes e igual número con disminución de la capacidad vesical, así como uno con evidente engrosamiento de las paredes de la vejiga, observándose una base de implantación amplia en todos los pacientes incluidos en este grupo.

 

Algunos investigadores como Burgos, Harnel, Seguras Cabral, han referido en sus estudios que estas características especialmente la morfología de la lesión, permiten establecer una estrecha relación entre la histología y la ultrasonografía, refiriendo que esta correlación es del orden de un 80 a un 90% al parecer más fiable en los tumores grado II y III que en estadios más avanzados. Debemos resaltar que los tumores de aspecto papilar, por lo general se encuentran en la superficie del epitelio urinario, es decir en el recubrimiento interno de la vejiga, sitio donde también se desarrollan las células transicionales, mientras que los tumores de aspecto sólido generalmente son infiltrativos detectándose más sumergidos en el epitelio urinario, propagados a la capa muscular e incluso a tejidos adyacentes, asociándose con procesos infecciosos a nivel de la vejiga, guardando relación con los carcinomas epidermoide e indiferenciados que histológicamente se consideran tumores agresivos y avanzados desde el inicio de su diagnóstico. 10, 12, 13, 14, 15

 

Conclusiones

 

  1. Comprobamos la utilidad del ultrasonido convencional en el diagnóstico precoz de la neoplasia vesical en el paciente adulto mayor.
  2. La neoplasia vesical fue más frecuente en pacientes masculinos de la raza blanca.
  3. El consumo de cigarrillos y la ingestión de café se comportaron como factor predisponente importante en la aparición de esta enfermedad.
  4. La hematuria fue el síntoma principal en el mayor número de los casos diagnosticados.
  5. Las características sonográficas más frecuentes resultaron la presencia de lesiones únicas, de aspecto papilar, mayores de 1 cm, con base de implantación estrecha y localizada en las paredes laterales de la vejiga.
  6. La ectasia unilateral resulto la traducción más frecuente de repercusión sobre el tracto urinario superior.
  7. Desde el punto de vista histológico, los carcinomas transicionales fueron diagnosticados con mayor frecuencia.
  8. Los carcinomas transicionales se corresponden con lesiones tumorales de aspecto papilar generalmente superficiales y con base de implantación estrecha, mientras que los carcinomas epidermoides y de células indiferenciadas estuvieron en relación con tumores de aspecto sólido, infiltrativo y con base de implantación amplia.

 

Bibliografía

 

1.     López L. R. Análisis clínicos. Diagnóstico analítico del cáncer de vejiga. Offarn 2001; 20: 144-9.

2.     Valls. P.O. Tumores vesicales en Atlas de ultrasonido Diagnóstico. La Habana: Editorial Científico Técnica; 1983.

3.     Alcalde M. M.: Incidencia y mortalidad por cáncer de vejiga en España. Boll Epidemiol Sem 2003; 11(1); 1-4.

4.     Gelabert Mas A, Arango Toro O, Bielsa O, D'ado Carbonelli O. Estudio prospectivo y randomizado de la respuesta completa, índice de recidivas y progresión en el carcinoma vesical superficial tratado con mitomicyna G sola versus mitomycina G y BCG alternos. Arch Esp Urol 1993;46-5:379-82.

5.     Satinisic T H. Surveillance of superficial cancer- traditions and innovations. J. Urol 2001, 162: 1957-8

6.     Hasui M, Osada Y, Kitada S, Nishi B. Significance of invasion to the mascularis mucosas on the progressión of superficial bladder cancer. Urology 1994;42:782-6.

7.     Martínez E; Morotte J: Marcadores Tumorales del cancer vesical. Med Clin Bar 2000; 114: 378-9..

8.     Beno AV, Benvenati G, Damiano G, Levi Solo J. Results of transurethral resection and intravesical dexorubicin prophylaxis in patient with Tl bladder cancer. Urology 1994;44:329-35.

9.     Page B H, Levisen VB, Curwen MP. The site of recurrence of non-infiltrating bladder tumors. Br J Urol 1978;50:237-42.

10.   Steimans C, Yuan Y, Bates M N, Smith A H. Case control study of bladder cancer and drinking water arsenic in the western United States. Am J Epidemiol 2003; 158: 1193-2001.

11.   Mungan N. A. Urinary bladder cancer the follow up of the supperfitial blazer cancer. Urol, 2001, 56: 787-792.

12.   Gómez Sampera A. Estudio diagnóstico del cáncer de la vejiga. Acta Médica 1989;170-86.

13.   Fitzpatritc JM, Goda M. Bladder Carcinoma in patients 40 year old or less. J Urol 1985;135:4.

14.   Ogawa H, Yangisawa Y, Nolconate T, Majiki M. Treatment of bladder carcinoma in patients more than 80 years old. J Urol 1985;134:889-91.

15.   Studer NE, Bioderm C, Chollet D, Karner R, Togenburhl H, Venbank F. Prevention of recurrent superficial bladder tumors by oral etretinate, preliminary results. J Urol 1984; 131:47-9.

16.   Kanat MR, Kullcarni JN, Tongaenkar HB, Dalal AV. Intravesical bacillus Calnette for superficial bladder cancer: experience with Danish 113. Strain. Urol 1994;15 2:1524-28.

17.   Bohle A, Friedrich B, Wietershein J, Jochom D. The quality of during intravesical bacillus Calnette. Guerin Therapy. Urol 1996;155:1225-6.

18.   Maffezzini M, Simanete A, Zanen M, Raber M, Carnignani G. Up front intravesical chemotherapy for low stage, low grade, recurrent bladder cancer. J Urol 1996;155:91-3.

19.   Busto Castañón L. Estudios de factores pronósticos del cáncer superficial de vejiga. Arch. Esp: De Urol. 2001; 54(2): 131-38.

20.   Gómez Sampera A. Cáncer de Vejiga II. Resultados del Tratamiento. Rev Cubana Cir 1985;24:415-23.


Revista Electronica de PortalesMedicos.com
INICIO - NOVEDADES - ÚLTIMO NÚMERO - ESPECIALIDADES - INFORMACIÓN AUTORES
© PortalesMedicos, S.L.
PortadaAcerca deAviso LegalPolítica de PrivacidadCookiesPublicidadContactar