Cuidados culturales. Una alternativa en la practica de enfermería
Autor: Omaira Ramírez | Publicado:  16/08/2010 | Enfermeria | |
Cuidados culturales. Una alternativa en la practica de enfermeria .2

Para el desarrollo de la Teoría de la Diversidad y Universalidad de los cuidados culturales, Leininger basa su teoría en la enfermería transcultural una rama de aprendizaje de la enfermería que se centra en el estudio comparativo y el análisis de la cultura cuando se aplican en la enfermería y las prácticas, creencias y valores de la salud-enfermedad. El desarrollo de su teoría parte de la diversidad y universalidad de los cuidados culturales basándose en las creencias de que las personas de diferentes culturas podían informar y determinar mejor el tipo de cuidados que deseen o necesitan recibir de sus cuidadores profesionales. Los aspectos fundamentales de la teoría son: cultura/cuidado/cuidados culturales/valores culturales/visión del mundo/sistemas de saludo bienestar tradicional (6).

¿Qué significa enfermería transcultural? La enfermería puede definirse como el conjunto de actividades profesionales destinadas al cuidado, promoción, mantenimiento o restablecimiento de la salud óptima tanto para la persona como para la sociedad, basándose en fundamentos teóricos y metodológicos. La enfermería puede considerarse, por tanto, una disciplina social ya que se ocupa tanto del individuo como de la salud del grupo, se trata de una profesión al servicio de la comunidad.

La teoría indica que así como las personas en todo el mundo tienen características universales y diversas de acuerdo con su cultura, el cuidado de la salud igualmente tienen semejanzas y diferencias de acuerdo con el contexto cultural en que se encuentra. Estas diferencias y semejanzas del cuidado cultural deben ser identificadas y comprendidas para que las enfermeras y los enfermeros sean eficientes al asistir a las personas de diferentes culturas ofreciendo un cuidado culturalmente congruente.

Por tanto que, hoy en día, la cultura necesita estar presente en toda reflexión teórica sobre el cuidado, no se pretende que los cuidados de una cultura sean válidos para todas las demás, cada persona, grupo o subgrupo tiene sus prácticas, sus creencias, sus valores y sus tradiciones.

Actualmente nuestro contexto está caracterizado por valores y estructuras sociales en continuo proceso de cambio a un ritmo vertiginoso generándose requerimientos personales y sociales, nuevas necesidades que en muchas ocasiones no pueden ser autosatisfechas y por lo tanto, necesitan cuidados profesionales con perspectiva cultural.

Los seres humanos de diferentes culturas del mundo han cuidado y siguen cuidando la mayor parte del tiempo sin cuidado el ser humano deja de serlo (6) Por tanto, si la persona no recibe cuidado desde el nacimiento hasta la muerte, se desestructura, pierde el sentido y muere. Si a lo largo de la vida el hombre no hace con cuidado todo lo que emprende, acabará por perjudicarse a sí mismo y por destruir todo lo que está a su alrededor.

Este hecho es el verdadero origen de cuidar, es decir que, cuidar es tan viejo como el mundo y tan cultural como la diversidad que caracteriza la humanidad. Cuidar empieza con uno mismo y está íntimamente relacionado con las propias y previas experiencias con los cuidados y con la cultura en la que se nace y en la que se vive (3)

Cultura es la totalidad compleja que incluye Conocimientos, creencias, arte, ley, moral, costumbres y cualquier otra capacidad y hábitos adquiridos por el hombre como miembro de una sociedad (7).

Así mismo, cultura se define como el conjunto de valores, creencias, normas y estilos de vida aprendidos, compartidos y transmitidos dentro de un grupo determinado, que orientan sus razonamientos, decisiones y acciones según modos de acción predeterminados.

En el mismo contexto, cultura ha sido definida como un conjunto de valores, creencias, normas y estilos de vida características de un grupo humano que han sido comprendidos, compartidos y transmitidos y que guían el pensamiento, decisiones y acciones de patrones de comunicación. En tal sentido, Leininger como enfermera antropóloga en su intento de unir los dos mundos donde ella trabajaba la enfermería y la antropología desarrolla la Teoría de la Diversidad y la Universalidad Cultural del cuidado que tiene sus raíces en la teoría funcionalista y en la antropología cultural (8)

Por lo tanto, los cuidados culturales son todos los valores creencias y modos de vida aprendidos y transmitidos de forma de forma objetiva que ayudan, apoyan, facilitan o capacitan a otras personas o grupo a mantener su estado de salud y bienestar o a mejorar su situación y estilo de vida o a afrontar la enfermedad, la discapacidad o la muerte. El ser humano es un ser básicamente cultural, y la cultura es una construcción del ser humano. Cada persona humana ha nacido en una comunidad de vida en la que se ha socializado.

En conclusión, el cuidado de enfermería desde la Teoría de la Enfermería Transcultural significaría el paso de la atención paternalista vertical enfermero–paciente a una relación dialógica comunicativa, reconocer al otro como poseedor de saberes diferentes y con quien compartimos algunos elementos comunes del mundo de la vida.

La cultura determina también la forma como las personas en cada sociedad definen lo que es salud, enfermedad, vida, muerte; además de la necesidad de buscar atención y decidir a quién solicitarla. Para la antropología de la salud, los conceptos de salud y enfermedad son una construcción social que responde a una forma particular de ver y vivir la vida. No hay formas universales de construir y experimentar los conceptos, aunque ellos sean definidos de manera muy específica por diversas ramas del saber. Todo pueblo construye sus conceptos tácita o explícitamente de acuerdo con su cultura y su propio saber (9)

El cuidado cultural es una alternativa interesante para la práctica y la investigación en enfermería. Desde esta perspectiva es imperiosa la necesidad de adquirir las competencias culturales entendidas: como ser sensible a los asuntos relacionados con la cultura, la raza, el género, la orientación sexual, la situación social y económica. Esto significa no sólo comprender las necesidades de los otros, sino tener las habilidades de intervenir apropiadamente en el cuidado de las personas (9). La competencia cultural nos aporta una forma más humana de cuidar e investigar en cuidados, además de aportar una mayor satisfacción y calidad percibida por el usuario ante los cuidados de enfermería.

En enfermería se ha venido trabajando el concepto de ser humano integral indicando que la condición humana es a la vez física, biológica, psíquica, cultural, social, espiritual e histórica. Pero Sin embargo, nuestro trabajo práctico, no es tan integral como nuestro discurso. En la mayoría de las veces se hace énfasis en los aspectos biológicos, o cuando mucho los biopsicológicos. Encontramos pocas tentativas para ampliarnos hacia una dimensión integral. Lo social, por ejemplo, aparece cuando se insertan algunos elementos del ambiente y de la familia. Recientemente, y tal vez como producto de los cambios de legislación y crisis por las que atraviesa nuestra región, los aspectos económicos y políticos comienzan a discutirse más que en el plano paciente/cliente, enfermera(o)/trabajador. La supremacía de un conocimiento fragmentado según las disciplinas impide a menudo operar el vínculo entre las partes y la totalidad de las mismas.

La dimensión transcultural es una alternativa para dar el toque humanístico al cuidado de enfermería, pues fomenta el descubrimiento de las perspectivas culturales de los clientes, de sus prácticas y valores de cuidado, los cuales, cuando son considerados, pueden alcanzar los clientes/pacientes más difíciles y tornar la actividad de enfermería como actividad terapéutica (10). Se sabe, por ejemplo, que explorando las bases lógicas de las historias causales de los pacientes con relación a sus procesos, bien sea de salud o enfermedad, se pueden entender mejor sus expectativas y percepciones con relación a la eficacia de sus prácticas de cuidado (11). Éste conocimiento contribuye para que podamos elaborar herramientas que faciliten, no sólo que las personas tomen decisiones informadas sobre el cuidado que queremos proveer, sino que también ayude en los procesos que desarrollamos de negociación y reestructuración del cuidado.


Revista Electronica de PortalesMedicos.com
INICIO - NOVEDADES - ÚLTIMO NÚMERO - ESPECIALIDADES - INFORMACIÓN AUTORES
© PortalesMedicos, S.L.
PortadaAcerca deAviso LegalPolítica de PrivacidadCookiesPublicidadContactar