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Protocolo de cuidados para pacientes con alteraciones sensoperceptivas
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Autor: Lic. Omaira Ramírez
Publicado: 19/05/2011
 

En el marco de las alteraciones sensoperceptivas las alucinaciones se refieren a un estimulo interno sin que haya un origen en el mundo exterior, pueden ser captada por cualquiera de los sentidos y muy frecuentemente los pacientes actúan de acuerdo a lo percibido. El objetivo del estudio fue implementar un protocolo de cuidados para pacientes con alteraciones sensoperceptivas en el Hospital Psiquiátrico “Dr. José Ortega Durán”, Valencia Edo-Carabobo. Metodológicamente se trata de una investigación de tipo descriptivo proyectivo, experimental y de campo con un diseño de tipo cuantitativa - participativa.


Protocolo de cuidados para pacientes con alteraciones sensoperceptivas .1

Protocolo de cuidados para pacientes con alteraciones sensoperceptivas.

Omaira Ramirez. Lic. en Enfermería. Magister en Administración de los Servicios de Enfermería Universidad de Carabobo. Magíster en Enfermería Gerontológica y Geriátrica Universidad de Carabobo. Diplomatura en Desarrollo Curricular Fundacelac. Universidad de Carabobo. Diplomatura en Entornos virtuales de Aprendizaje. Un enfoque basado en competencias. UCLA. Cursante del Doctorado en Ciencias de la Enfermería. Mención Cuidado Humano. Universidad de Carabobo. Docente Titular de la Escuela de Enfermería. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo. Docente del Programa de Maestría de Gerencia de los Servicios de Salud y Enfermería. Miembro de la Comisión Coordinadora del Programa de Maestría de los Servicios de Salud y Enfermería Universidad de Carabobo.

Dora Aranguren. Lic. en Enfermería. Magister en Enfermería Gerontológica Geriátrica. Profesor Asociado adscrito al Departamento Clínico de Atención Integral al Adulto. Jefe del Departamento Clínico de Atención Integral al Adulto.

Jarajara Milagros. Lic. en Enfermería Universidad de Carabobo. Enfermera Asistencial Hospital Psiquiátrico “Dr. José Ortega Duran”. Valencia

Díaz, Marlín. Lic. en Enfermaría Universidad de Carabobo. Enfermera Asistencial

RESUMEN

En el marco de las alteraciones sensoperceptivas las alucinaciones se refieren a un estimulo interno sin que haya un origen en el mundo exterior, pueden ser captada por cualquiera de los sentidos y muy frecuentemente los pacientes actúan de acuerdo a lo percibido. El objetivo del estudio fue implementar un protocolo de cuidados para pacientes con alteraciones sensoperceptivas en el Hospital Psiquiátrico “Dr. José Ortega Durán”, Valencia Edo-Carabobo. Metodológicamente se trata de una investigación de tipo descriptivo proyectivo, experimental y de campo con un diseño de tipo cuantitativa - participativa.

La población estuvo conformada por 42 enfermeras lo que corresponde al 100% de la población; la muestra la conformaron 21 enfermeras lo que corresponde al 50% de la población total, la recolección de datos se realizo a través de un instrumento de observación de conducta estructurado en dos partes: la I parte comprende los datos demográficos y la II parte comprende la conducta observada que consta de 31 ítems. Para ubicar las respuestas se utilizó una escala tipo Lickert con 3 alternativas: Siempre, Algunas veces, Nunca.

El análisis estadístico se realizó a través de la frecuencia absoluta y relativa de los resultados obtenidos en la ejecución del protocolo de cuidados para pacientes con alteraciones sensoperceptivas en al Hospital Psiquiátrico “Dr. José Ortega Duran”. Los resultados obtenidos establecen que el 41% de las enfermeras establecen relación enfermera paciente, el 28,7% de las enfermeras realizan la valoración, el 62,5% interrumpen el patrón de alucinaciones, el 76,6% de las enfermeras centran al paciente en la realidad, y el 50% de las enfermeras registran diariamente la evolución del paciente, lo que permite determinar que es factible la implementación de dicho protocolo.

Palabras clave: Protocolo, cuidados, alteraciones sensoperceptivas.

Introducción

Las alteraciones sensoperceptivas son producto de la perdida de la realidad, para adoptar una, que solo existe para las personas que la padecen los pacientes que presentan alteraciones sensoperceptivas reciben cuidados de una manera empírica y aunque en muchas ocasiones le ayudan a distinguir lo real de lo irreal, existen ocasiones en las cuales éste proceso se prolonga más, e inclusive la orientación a la familia por parte del profesional de enfermería al momento de integrarse con el paciente se limita por la inexistencia de una guía de acciones específicas para el cuidado de personas con alteraciones sensoperceptivas.

Por otro lado, no todos los pacientes que sufren alteraciones sensoperceptivas lo evidencian externamente, de allí que la enfermera(o) debe estar muy clara en el manejo de información sobre estas alteraciones. Para ser más directo y apuntando a las alucinaciones, los pacientes que la padecen, tienen diferentes formas de manifestarlo, pues muchas veces no verbalizan que están alucinando porque su misma percepción se los prohíbe. Ellos pueden adoptar conductas de aislamiento, de poca comunicación e integración, facies de tristeza, alegría u hostilidad, entre otros, que bien pudieran confundirse con episodios maníacos o depresivos y no son más que signos del sufrimiento interno de los pacientes siendo víctimas de lo que alucinan. De allí que la intuición, la observación y relación de confianza por parte de la enfermera(o) con los pacientes deben ser medidas ejercidas para captar con rapidez que estas personas están padeciendo de alteraciones sensoperceptivas.

El proceso de enfermería se basa en la relación humana entre una persona enferma o que necesita un servicio de salud, y una enfermera preparada especialmente para reconocer y responder a la necesidad de ayuda, es por ello que emerge en estos tiempos el desarrollo de un proceso profundamente terapéutico e interpersonal, brindando los recursos necesarios para resolver frustraciones, conflictos, miedos y ansiedades con el fin de ser esa fuerza maduradora que describe Peplau en su teoría psicodinámica.

La presente investigación fue realizada con el objetivo de Implementar un protocolo de cuidados para pacientes con alteraciones sensoperceptivas en el Hospital Psiquiátrico Dr. “José Ortega Duran”. Valencia – Edo. Carabobo”.

Actualmente existen en el mundo 52 millones de personas que padecen esquizofrenia y 100 millones con trastornos psiquiátricos en general, esta dura realidad llama a la reflexión en cuanto a la necesidad efectiva de implementar medidas terapéuticas que se combinen con un tratamiento psicotrópico y sanitario adecuado además de brindar una atención más especializada, personalizada y específica que puedan plasmarse en un plan de cuidados estándar, los cuales pueden estar orientados por protocolos de cuidados enfermeros.

En tal sentido la elaboración de este protocolo tiene relevancia para el paciente ya que se le brindara una atención especializada y más humana, sustentada legalmente, lo que garantiza un abordaje de la enfermedad mental temprana y progresiva.

Por otra parte, tiene relevancia social ya que al recibir estos pacientes cuidados específicos su recuperación será más efectiva y se logrará así, su incorporación a la familia y a la sociedad.

Así mismo en la organización se contará con una guía clínica que se convertirá en un Standard de cuidados para facilitar la práctica profesional en cuanto al manejo del paciente con alteraciones sensoperceptivas, de este modo los pacientes podrán sentirse más satisfechos y seguros al proveerles de cuidados específicos, por otra parte, el personal de enfermería unificará criterios en cuanto a la atención de estos, lo que permitirá mejorar y mantener la calidad de los cuidados enfermeros en dicha institución, así como también facilitará la evaluación del desempeño del personal de enfermería.

Por esto, el objetivo de enfermería en el contexto psiquiátrico es trazar líneas maestras para ayudar al estudiante o profesional de enfermería para que logre involucrarse y definir y centrar su rol como enfermera(o) que proporciona cuidados psiquiátricos, como punto de partida para lograr una relación enfermera(o)-paciente efectiva.

El profesional de enfermería debe poseer un profundo conocimiento de sí mismo, pues de lo contrario, sus percepciones acerca del enfermo corren el riesgo de ser incorrectas. De allí la complejidad y el compromiso de la enfermera(o) que proporciona cuidados psiquiátricos, servir como ente de madurez y logro de controlar la alteración mental que presenta el enfermo, entrando en una disciplina de salud por motivos especiales, puesto que en el momento en que se encuentran ambas partes, se ven envueltas dentro de un sistema de valores y principios de índole económico, cultural, de salud, religioso, educativos y hasta laboral. Por lo que la enfermera(o) debe bien delimitar esta condición, pues no puede esperar que se establezca una relación terapéutica aplicando sólo sus creencias como una norma. De ésta manera surge la necesidad de clarificar en parte, el término de una enfermería psiquiátrica que debe brindar cuidados holísticos y transcultural.

Alteraciones sensoperceptivas.

La percepción es un hecho psíquico en contraposición con la sensación que es un hecho físico. Se describe como una operación psicológica compleja que implica un ensamble orgánico de sensaciones y en virtud de la cual tomamos conciencia de un objeto o situaciones reales. (1). Por otra parte, las alteraciones sensoperceptivas son un proceso psicológico mediante el cual tenemos conocimiento actual de un objeto exterior a través de las modificaciones que dicho objeto origina en nuestros órganos sensoriales. (1).

Por lo antes indicado podemos señalar que la percepción requiere de la existencia de los órganos sensoperceptivos y la presencia de un estímulo. Del mismo modo se describen las alucinaciones dentro de las alteraciones sensoperceptivas como un estímulo externo sin que haya un origen en el mundo exterior. Pueden captarse por cualquiera de los sentidos, a menudo los pacientes actúan con base en estas percepciones internas, lo cual puede crear un efecto más compulsivo que la realidad externa, pueden estar presentes en cualquiera de las siguientes situaciones: abstinencia de alcohol, barbitúricos, meprobamato y otras sustancias, privación del sueño, privación sensorial, enfermedad cerebral orgánica, desequilibrio endocrino, esquizofrenia, psicosis maniacodepresivas, manía grave, alucinosis alcohólica, consumo de drogas alucinógenas tales como mezcalina, LDS e intoxicación por fármacos como anfetamina y digitalices.

Es preciso recordar que las alucinaciones aparecen con mucha convicción de la realidad para los pacientes, quienes pueden percibirla como real y anteponerla en rango a la realidad o bien pueden percatarse de que están alucinando cuando son conducidos, tratados y educados para esto.


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Desde el punto de vista de la calidad de las percepciones, las alteraciones sensoperceptivas se clasifican en: ilusiones, alucinaciones y pseudoalucinaciones. Aunque sin base en la realidad, la percepción no surge de un estímulo periférico presente, las alucinaciones constituyen una parte innegable de la vida mental del paciente considerándose éstas como productos mentales que surgen del interior y por eso no se relaciona con ningún estímulo externo, además de ello poseen una certeza idiosincrática que sin embargo pueden no alcanzar la vividez que habitualmente se asocia a las impresiones que derivan del mundo exterior; existen dos tipos de alucinaciones que son: las alucinaciones verdaderas y las seudoalucinaciones o alucinaciones psíquicas. Por lo antes expuesto debemos diferenciar bien las ilusiones de las alucinaciones, siendo las ilusiones una percepción real pero distorsionada del ambiente y que el mismo paciente es capaz de rectificar y las alucinaciones son percepciones sin estímulo real.

Las ilusiones forman parte de la actividad funcional mental del ser humano, de su imaginación y creatividad, y está sujeto a su condición de vida, a lo que sueña, quiere o necesita.

En otro orden de ideas se mencionan las seudoalucinaciones o alucinaciones psíquicas que son las localizadas por el paciente en su propio pensamiento, es decir, que le faltan atributos completos de la percepción de los sentidos, como un estímulo externo, entre ellos: voces, visiones, contactos, o fenómenos impuestos, y le son totalmente extraños. El enfermo declara oír una “voz sin sonido”, sin exterioridad; es una voz, según su forma de expresarse, “telepática”, “mnemotécnica”, una “transmisión de pensamiento”, “una voz de alma a alma”, como si “me hablaran dentro de la cabeza”.

En lo descrito anteriormente se pueden distinguir: las seudoalucinaciones verbales, donde el sujeto oye su propio pensamiento, pero para él se trata de voces interiores, de “murmullos intrapsíquicos”, de “eco del pensamiento” o de la lectura, e incluso de la voz de alguien presente (por ejemplo el cónyuge), oídas siempre en su propio pensamiento o espacio imaginario.

A su vez estas seudoalucinaciones se dividen en seudoalucinaciones psicomotrices verbales representadas por el lenguaje del interior y extraídas por Séglas de las alucinaciones psíquicas, sea que nazcan de la misma articulación de las palabras denominadas alucinaciones verbales motrices completas o que acompañen a la reciente formulación de palabras en el pensamiento; según Séglas se pueden distinguir tres grados: a) Cuando el enfermo tiene la sensación de que los movimientos articulatorios le son impuestos. b) Cuando el enfermo esboza los movimientos de la palabra con sus labios y lengua. c) Cuando el enfermo puede tener conciencia de hablar sin quererlo o de que obedece a una voluntad ajena a la suya.

Por último tenemos, las seudoalucinaciones psíquicas visuales, como representaciones mentales en forma de ensueños o de escenas, donde el enfermo puede ver con los ojos cerrados, letras, palabras, frases y otras veces se trata de ideas o de contenidos de la conciencia. El alucinado tiene la experiencia de vivir escenas imaginarias, visiones interiores, recuerdos sobre los cuales no tiene poder de evocación. No tiene actitud de contemplación ni de escucha, sino que por el contrario, concentra su atención y se abstrae.

Por todo lo anteriormente señalado los cuidados de pacientes con alteraciones sensoperceptivas se basan en el establecimiento de una eficaz relación enfermera(o)-paciente, derivando una correcta y exitosa recogida de datos para proporcionar cuidados terapéuticos.

Basado en la relación enfermera(o)-paciente lo cual comprende una etapa inicial fundamental para el conocimiento y asistencia del mismo se desarrolló el proceso interpersonal como la base de la enfermería psicodinámica describiendo cuatro fases comprendidas en: Orientación donde el individuo tiene una necesidad insatisfecha y precisa ayuda profesional. Identificación del paciente con aquel que puede ayudarle. Explotación en la cual el paciente intenta obtener todo lo que se le ofrece a través de la relación. Resolución, aquí los antiguos objetivos van siendo desplazados por nuevos objetivos y el paciente se libera de su identificación con el enfermero. (2)

Dentro de este proceso surgen diversos papeles de enfermería que describen a la enfermera como una persona capaz de comprender su propia conducta y así poder ayudar a otras personas a conocer sus dificultades por lo tanto, la enfermera psiquiátrica debe: Presentarse ante el paciente con su nombre y apellido, demostrando interés y preocupación al hablarle, asumiendo así el papel de extraño, donde el enfermo es tratado con la cortesía normal y sin prejuicios de ninguna índole.

Tratarle con interés, consideración y respeto, esto a la larga proporciona un efecto notable resultando beneficioso, aunque en el presente pareciera que el paciente no se da cuenta de lo que está sucediendo. Interrumpirle el patrón de alucinaciones del enfermo, centrando los intereses de éste en la realidad, disminuir los estímulos externos como golpes en las puertas, gritos o conversaciones, no se debe reforzar las creencias del paciente conversando con voces que no existen ya que puede llegar a creer que las alucinaciones son parte de la realidad, la comunicación con éste debe ser en forma verbal en términos concretos y precisos evitando la gesticulación. En la ejecución de estas acciones la enfermera(o) asume el papel de asesor y de conductor; el de asesor porque la enfermera(o) está respondiendo a las necesidades del paciente y lo ayuda a comprender lo que ocurre en la realidad, y el de conductor se evidencia porque las mismas necesidades son satisfechas a través de una relación de cooperación participación.

Animarle a que tenga contacto con personas reales y que interactúe con las mismas, también debe estimularlo a que desempeñe actividades brindándole la posibilidad de ejecutar actividades fáciles y con cumplimiento real como: tejidos, bordados, manualidades, jardinería, cocina, etc. También es importante mantener conversaciones sobre temas sencillos, fáciles y actuales fomentándole respuestas reales, cumpliendo así con el papel de persona a quien recurrir y el papel de docente. Establecerle medidas para evitar que se dañe así mismo, a los objetos o a los demás, supervisándole pero sin estar tan cerca de él para evitar desconfianza y molestia, también se deben buscar datos que indiquen que el paciente está alucinando, entre ellos: intentos de escuchar sin motivo, mutismo, facies fuera del contexto real como: tristes, alegres, hostiles etc. Proporcionarle orientaciones continuas de modo que, disminuya su miedo, la ansiedad o la agitación, fomentando una relación de confianza, explicarle cuando haya un cambio inesperado, como un traslado para evitar que se angustie, estar alerta en búsqueda de signos de miedo, ansiedad o agitación sin que el paciente se sienta acorralado, y así, poder intervenir oportunamente evitando que se lesione así mismo a otros o dañe objetos. Otra forma de disminuir estos sentimientos es permitiéndole que los exprese bien sea en forma personal o en pequeños grupos, la enfermera(o) ayuda al enfermo a que reconozca y logre estrategias para verbalizar y aliviar dichos sentimientos.

Por todo este contexto y salvo a la necesidad de garantizar una atención especializada y oportuna, es de gran importancia que el profesional de enfermería cuente con una guía fundamentada para su actuación. De ello, parte que, los protocolos de cuidados enfermeros son de gran relevancia ya que representan una recopilación específica de fuentes bibliográficas para la práctica profesional, sirven como fuente de apoyo para la planificación y ejecución de los cuidados, pues orientan al Enfermero(a) a brindar una atención específica y especializada garantizando la calidad de atención.

Un protocolo de cuidado es una guía de atención escrita, organizada en el proceso de atención de enfermería, que presenta problemas reales frecuentes, potenciales y probables de acuerdo a la patología común o más frecuente del servicio (3).

Además de dirigir una práctica fundamentada, los protocolos de cuidados representan un documento legal, ya que son presentados como una guía de acciones estándares que contribuyen a satisfacer las necesidades del paciente respaldando sus derechos, siendo beneficiarios de una atención personalizada, respaldada legalmente por la constitución del país donde se elabora, la ley de ejercicio profesional, y el código deontológico de enfermería, entre otros.

Materiales y métodos.

La investigación que aquí se presenta es de tipo Descriptiva, Proyectiva, Experimental y de Campo, se describe una problemática y se plantea un proyecto factible el cual consiste en la elaboración de una propuesta. La población la conforman 42 enfermeras correspondiendo al 100% de las enfermeras que laboran en el hospital psiquiátrico “Dr. José Ortega Duran” en los diferentes turnos de trabajo y servicios. La muestra estuvo conformada por 21 enfermeras que corresponde al 50% de la población en total. El instrumento utilizado fue un cuestionario de observación de conducta estructurado en dos partes, la primera referente a los datos demográficos y la segunda a la conducta observada que consta de 32 ítems. La validación del instrumento fue dada por expertos en el área de enfermería psiquiátrica, y en relación al índice de confiabilidad se determino a través del coeficiente Alfa de Cronbach arrojando como resultado 0.77 lo que indica que cada vez más que apliquemos el mismo instrumento a un grupo de personas en un 77% se obtendrán los mismos resultados.

Análisis y discusión de los resultados

En este capítulo se presentan el análisis e interpretación de los resultados de la investigación, así como también las conclusiones Para la presentación de los resultados y el análisis de los datos estadísticos se utilizaron los cuadros de distribución de frecuencia absoluta y relativa; el análisis e interpretación de los cuadros y gráficos se realizan simultáneamente con la presentación de los mismos.

Tabla Nº 1: DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LAS CONDUCTAS OBSERVADAS EN LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA REFERIDO A LA INTERRELACIÓN ENFERMERA PACIENTE EN LA EJECUCIÓN DEL PROTOCOLO DE CUIDADO PARA PACIENTES CON ALTERACIONES SENSOPERCEPTIVAS - 

protocolo_alteraciones_sensoperceptivas/distribucion_porcentual_conductas

Fuente: Instrumento Aplicado.


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En el ítems 1,3 y 4, el personal de enfermería realiza las funciones en un 40%, evidenciándose que a pesar de ser un porcentaje alto, es necesario mejorar la ejecución de acciones tan básicas y relevantes como son: presentarse ante el paciente, tratarlo con atención y respeto y preguntarle si escucha alguna voz; se espera que con la aplicación de este protocolo, se fomente esta práctica de enfermería y la calidad del cuidado que debe ser brindado a los pacientes con alteraciones sensoperceptivas.

Tabla Nº 2: DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA REFERIDO A LA VALORACIÓN EN LA EJECUCIÓN DEL PROTOCOLO DE CUIDADO PARA PACIENTES CON ALTERACIONES SENSOPERCEPTIVAS 

protocolo_alteraciones_sensoperceptivas/Valoracion_ejecucion_protocolo

Fuente: Instrumento Aplicado.

Los resultados arrojados en este cuadro, correspondientes a la valoración, evidencian que es un área que el personal de enfermería debe reforzar.

En el ítems 9 el mayor porcentaje se destaca en la escala de nunca y esto es debido a que diariamente esta acción no se realiza, en especial en los pacientes que alucinan. Por lo que muchas veces se realiza una valoración mental obviándose la física.

En el ítems 12 el menor porcentaje se destaca en la escala de siempre y esto puede deberse a que en muchas ocasiones cuando el paciente está conversando o participando en alguna actividad y se queda repentinamente en silencio, no se identifica que pudiese estar alucinando, por tanto deben establecerse acciones que conduzcan al paciente a referir al menos lo que le está pasando para descartar o confirmar que está sufriendo una alucinación.

En el ítems 13 el mayor porcentaje se refleja en la escala de nunca pues esta actitud muchas veces pasa desapercibida, por lo que se debe reforzar la observación frecuente y constante en el paciente.

En el ítem 18 la escala de siempre obtiene el menor porcentaje, esto es debido a que esta actitud no es tomada en consideración en algunas ocasiones como signo de alucinación táctil a menos que sea muy evidente, por lo que la enfermera(o) debe, no solo ser muy observadora (or) sino también intuitiva para descartar o confirmar si el paciente está siendo víctima de una alucinación.

En el ítem 20 la escala de algunas veces refleja el mayor porcentaje, esto se debe porque esta valoración se hace cuando el paciente está plenamente agitado, producto casi siempre de sufrir alucinaciones; esto índica que la enfermera(o) debe anticiparse en esta parte de la valoración en el momento que el paciente presente retracciones leves y poco frecuentes y, establecer acciones que lo estimulen y lo ubiquen en la realidad para evitar la agitación más severa, y daño físico del mismo.

En general, y en cuanto al valor ponderado de los ítems 6 al 21, la categoría de algunas veces representa el mayor porcentaje, siguiéndole nunca y por último siempre en el menor porcentaje, esto indica de modo global que la valoración no es una gran debilidad, pero si es un área que los enfermeros y enfermaras deben reforzar para ser más eficaces en sus acciones y obtener resultados más fructíferos y a corto plazo, ya que de una completa valoración, podemos establecer diagnósticos enfermeros oportunos y ejecutar acciones precisas y puntuales para lograr con mayor prontitud la ubicación en la realidad del paciente que alucina.

Tabla Nº 3: DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LAS CONDUCTAS OBSERVADAS EN LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA REFERIDO A INTERRUMPIR EL PATRÓN DE ALUCINACIONES EN LA EJECUCIÓN DEL PROTOCOLO DE CUIDADO PARA PACIENTES CON ALTERACIONES SENSOPERCEPTIVAS 

protocolo_alteraciones_sensoperceptivas/Conductas_interrumpir_alucinaciones

Fuente: Instrumento Aplicado.

En este cuadro se observa que, en los ítems 22 y 23, el 33% de las enfermeras centran al paciente en la realidad y establecen una rutina coherente al momento que éste presenta una alucinación, es importante destacar que durante ese momento el paciente se encuentra en una lucha interna entre lo real e irreal, y la intervención de enfermería es fundamental para solventar esa situación.

En cuanto a los ítems 24,25 y 27 el personal de enfermería ejecutó las funciones en más de un 55% lo que indica que el personal conoce acerca de estas funciones.

Por otra parte el ítems 26 destaca su aplicación en un 100% certificando que enfermería conoce de la importancia de la administración de tratamiento y la verificación de su ingesta en los pacientes que presentan alucinaciones.

Tabla Nº 4: DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LAS CONDUCTAS OBSERVADAS EN LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA REFERIDO A LA PREVENCIÓN DE DAÑO A SI MISMO Y A SU ENTORNO EN LA EJECUCIÓN DEL PROTOCOLO DE CUIDADO PARA PACIENTES CON ALTERACIONES SENSOPERCEPTIVAS 

protocolo_alteraciones_sensoperceptivas/Prevencion_mismo_entorno

Fuente: Instrumento Aplicado.

En el ítems 28 las enfermeras observan al paciente sin estar cerca de él en un 87,5% brindándoles confianza para realizar ciertas actividades y no sentirse invadidos en su intimidad, esto sin que ellos a su vez se sientas solos y sin nadie que los atienda.

Así mismo en el ítems 29 los enfermeros(as) retiran los objetos que puedan causarle daño al paciente en un 100%, resguardando la integridad física y mental de los mismos y obedeciendo al código deontológico de enfermería.

En el ítems 30, el 40,2% de las enfermeras aplican medidas de contención según protocolo y el 57,5% algunas veces lo aplican, por lo que se hace necesario la unificación de criterios para esta medida en los pacientes que están alucinando ya que beneficia la integridad física del paciente y de la enfermera.

Tabla Nº 5: DISTRIBUCION PORCENTUAL DE LAS CONDUCTAS OBSERVADAS EN LOS PROFESIONALES DE ENFERMERÍA REFERIDO A LA EVALUACIÓN DE LOS CUIDADOS PROPORCIONADOS EN LA EJECUCIÓN DEL PROTOCOLO DE CUIDADO PARA PACIENTES CON ALTERACIONES SENSOPERCEPTIVAS 

protocolo_alteraciones_sensoperceptivas/Evaluacion_cuidados_proporcionados

Fuente: Instrumento Aplicado

En este ítem, solo el 50% de las enfermeras registran la evolución diaria del paciente que está alucinando, el 32,5% algunas veces lo registran y un 17,5% no lo hacen; a pesar de que en la institución existe un registro diario de enfermería y se lleva a cabalidad en todos los turnos, no siempre enfermería registra cuando el paciente está alucinando, con que frecuencia lo hace, si han disminuido o aumentando las alucinaciones.

Conclusiones

El 41% de las enfermeras realizan la interacción enfermera-paciente; el 40,5% algunas veces lo hacen y un 18,5% no lo hacen, lo que significa que la mayoría del personal de enfermería conoce la importancia de la relación enfermera-paciente, sin embargo existe un porcentaje pequeño que no lo está aplicando.

El 28,7% de las enfermeras no realizan la valoración del paciente, el 42,1% algunas veces lo hace y el 29,2% no lo hace, observándose que el más alto porcentaje lo obtiene la categoría de algunas veces, por lo que se amerita de una jornada de concientización acerca de la relevancia de la valoración, ya que en los pacientes con alteraciones sensoperceptivas esta acción es fundamental.


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El 28,7% de las enfermeras no realizan la valoración del paciente, el 42,1% algunas veces lo hace y el 29,2% no lo hace, observándose que el más alto porcentaje lo obtiene la categoría de algunas veces, por lo que se amerita de una jornada de concientización acerca de la relevancia de la valoración, ya que en los pacientes con alteraciones sensoperceptivas esta acción es fundamental.

El 62,5% del personal interrumpe el patrón de alucinaciones, el 23,7% algunas veces lo hace y el 13,7% no lo hacen, cumpliendo el personal de enfermería en más de un 50% con el papel de asesoramiento mencionado por Hidelgarde Peplau donde se ayuda a comprender al paciente lo que le ocurre y se orienta en todos los aspectos.

Para finalizar en la evaluación de los cuidados proporcionados, el 50% del personal lo realiza, el 32,5% algunas veces lo hace y el 17,5% nunca lo hace, sorprendiendo estos resultados debido a que en la institución se lleva un registro de enfermería por cada turno, sólo que en oportunidades no se registra la evolución de las alteraciones sensoperceptivas.

Referencias bibliográficas

1. Olaizola R, Félix M. (1995). Principios de Psicopatología. Primera Edición. Editorial Universidad de Carabobo. Valencia – Venezuela.
2. Marriner Tomey, A (1995).Modelos y Teorías en Enfermería. Cuarta Edición. Editorial Diorky, Servicios Integrales de Edición. España.
3. López, Nelson (2002). Guía para la Construcción de Protocolo. Primera Edición. Editorial S. Suniaga. Caracas Venezuela.