Desafios eticos del cuidado enfermero en salud sexual reproductiva del adolescente
Autor: MSc. Alicia Lozada de Vásquez | Publicado:  14/07/2011 | Sexualidad – Sexología , Etica, Bioetica. Etica medica. Etica en Enfermeria , Enfermeria , Articulos | |
Desafios eticos del cuidado enfermero en salud sexual reproductiva del adolescente .2

En el siglo XX emerge la llamada "revolución sexual" disolviendo las conexiones entre sexualidad y reproducción, y consolidó el respeto humano como principio moral para los actos sexuales. Sepultando la ética de la responsabilidad. En el inicio de este siglo fue el principio del movimiento de liberación femenina de gran importancia por apuntar las bases para situar a la mujer en un plano de igualdad con el hombre. Es así como en estos nueve años del siglo XXI, la mujer comienza el conocimiento y desarrollo de su sexualidad de una manera más auténtica. Lentamente pero a paso firme se han empezado a descartar los tabúes sobre el cuerpo y su capacidad sexual. Las palabras de Gracia (7) (Ob. cit.) aseveran que el respeto humano por la sexualidad humana propone trascender la dicotomía entre naturaleza y razón porque ninguna puede dar cuenta completa de lo moral en sexualidad. La ética de la responsabilidad se ubica en un punto intermedio, en un proceso de "ponderación ambivalente".

En el ámbito privado, el respeto a los seres humanos se concreta en los principios éticos de autonomía y beneficencia. Prosigue la autora diciendo que, como la sexualidad es, en esencia, una actividad privada, "un acto será moralmente reprobable cuando viole la autonomía de las personas o éstas no lo consideren beneficioso para ellas". La no maleficencia y la justicia establecen los límites de la autonomía: "por maleficentes o por injustas, consideramos inmorales todas aquellas conductas que agreden, escandalizan, etc. a personas determinadas, sobre todo si son menores de edad o incapaces. La violación, la agresión sexual, el acoso sexual, el exhibicionismo y la provocación sexual, etc., son conductas moralmente negativas precisamente por eso".

Entonces, las conductas sexuales que quebrantan directamente el respeto a la dignidad humana están reguladas, en consecuencia, por los llamados deberes perfectos y generan un derecho correlativo para ser respetado en los demás seres humanos. Estos deberes se deben exigir a todos, incluso con el auxilio de la fuerza. Este es precisamente el ámbito del derecho en la sexualidad, identificar los deberes perfectos y hacerlos cumplir con la ley.

En el campo de la sexualidad, los deberes imperfectos pertenecen a la esfera de lo privado y se cumplen según el sistema de valores y el proyecto de vida particular de la persona. No generan un derecho correlativo ni puede exigirse su cumplimiento por la fuerza. "El derecho no puede ni debe inmiscuirse en el ámbito de los deberes imperfectos, sino que su función es asegurar ese marco mínimo y universal que permita que los seres humanos lleven a cabo, diferencialmente, la gestión de sus propios deberes imperfectos, es decir, sus proyecto de vida, de acuerdo con sus sistemas de valores y con sus ideas de perfección y felicidad".

En la trama social existen diversidad de proyectos vitales: múltiples individuos, con diversos proyectos catalogados como "extraños morales" pero que coexisten en un mismo sitio y en un mismo momento histórico. Cada uno se rige por sus deberes imperfectos engendrados en la privacidad e individualidad de su sexualidad. La propuesta consiste, entonces, en elevar al rango de deber perfecto el respeto al pluralismo y a la libertad de conciencia. Todo individuo tiene derecho a disfrutar de su sexualidad siempre y cuando no atente contra el imperativo de respeto a la dignidad de los seres humanos. Las leyes han de promover entonces el respeto por la diversidad sexual, como expresión del pluralismo, y procurar los medios para el respeto de la opción sexual de todos los miembros de una sociedad.

En correspondencia con el derecho y la ética de la responsabilidad en sexualidad, Gracia (7) (Ob. cit.) caracteriza:

"La sexualidad es un asunto privado, un deber imperfecto, que no puede ni tiene que estar rígidamente reglamentado por el Derecho. Y lo único que puede hacer es prohibir aquellas conductas que atenten contra los derechos y libertades de los demás, es decir, los deberes que sí son perfectos y que, por tanto, generan derechos en los demás, el ejercicio de la sexualidad pertenece a la esfera de lo privado, más aún, de lo íntimo, y por tanto está protegido por el derecho a la privacidad y a la intimidad, el respeto a la diversidad sexual y al ejercicio libre de la sexualidad, por supuesto dentro de ciertos límites que las sociedades tienen que establecer por consenso, es un deber perfecto, generalmente conocido con los nombres de derecho a la intimidad y a la privacidad".

En este sentido, la sexualidad humana y los derechos sexuales están supeditados a la ética de la responsabilidad. Ellos son instrumentos valiosos para la evaluación ética de las conductas sexuales dentro de la sociedad y el Derecho. Sin embargo, en el contexto particular de la atención en salud y en la promoción de los derechos sexuales, es pertinente introducir los elementos de la ética del cuidado, por las condiciones especiales de trato humano y cercanía personal que favorecen las acciones de promoción y prevención de la salud sexual.

Notas bibliográficas

1. Acosta, Marcos. Sanar las heridas del Corazón. Blog Zapatos Fuertes en el Camino blando. Disponible en: [Consultado el 26.6.2007].
2. Robert, Ardrey. La evolución del hombre: La hipótesis del cazador. Madrid: Madrid: Alianza Editorial, 1978; (101-102).
3. Concejo Internacional de Enfermería CIE. La Ética en la práctica de la enfermería – Guía para la toma de decisiones éticas. Código Moral de Enfermería Internacional. Ginebra, 2005. Disponible en: [Consultado el Consulto el 27.6.2009].
4. Carper`s, Bárbara. Fundamental patterns of knowing in nursing. Journal of Advances in Nursing Science. 1978; 1(1):13–24. Traducción al español de texto original PDF por Journal of Advances in Nursing Science en 1998. Disponible en: [Consulto el 27.5.2009].
5. Amezúa, Efigenio. Teoría de los sexos: La letra pequeña de la sexología. La Revista Española de Sexología. 1999; (95-96):17-265.
6. Gracia, Diego. Ética de los confines de la vida. Santa Fe de Bogotá: El Búho, 1998.
7. Tamiano, Elena. La visión cristiana de la sexualidad humana. Ecclesia Revista de cultura católica. 2004;18(4):509-518.


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