La artritis reactiva se caracteriza por una afectación inflamatoria articular en pacientes predispuestos que presentan una infección bacteriana en un órgano distante. La duración media de la enfermedad es de 3 a 6 meses, sin embargo, un 20% puede desarrollar un curso crónico definido por un tiempo de evolución superior a 6 meses. Se presenta el caso de un paciente que acude a la consulta por presentar dolor e inflamación articular en rodilla derecha. El cuadro se repite periódicamente desde que presentara una gastroenteritis infecciosa por Salmonella no typhi contraída en un viaje a Paraguay hace 4 años. Se realiza un diagnóstico diferencial del proceso y se procede a su tratamiento.
Artritis reactiva, a propósito de un caso clínico
1- Edurne Morea Colmenares,
2- Sofía Vega García.
Diplomadas Universitarias en Enfermería; Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea
PALABRAS CLAVE: Artritis reactiva, diagnóstico, tratamiento
RESUMEN:
La artritis reactiva se caracteriza por una afectación inflamatoria articular en pacientes predispuestos que presentan una infección bacteriana en un órgano distante. La duración media de la enfermedad es de 3 a 6 meses, sin embargo, un 20% puede desarrollar un curso crónico definido por un tiempo de evolución superior a 6 meses. Se presenta el caso de un paciente que acude a la consulta por presentar dolor e inflamación articular en rodilla derecha. El cuadro se repite periódicamente desde que presentara una gastroenteritis infecciosa por Salmonella no typhi contraída en un viaje a Paraguay hace 4 años. Se realiza un diagnóstico diferencial del proceso y se procede a su tratamiento.
ARTRITIS REACTIVA, A PROPÓSITO DE UN CASO
INTRODUCCIÓN
La artritis reactiva se caracteriza por una afectación inflamatoria articular en pacientes predispuestos que presentan una infección bacteriana en un órgano distante. Diversos estudios señalan una fuerte asociación con el sistema HLA-B27 hasta en un 80% de los casos registrados. En pacientes sanos, no obstante, las complicaciones osteoarticulares secundarias son excepcionales. La afectación articular por Salmonella no typhi más frecuente es la artritis reactiva representando de un 1.6 a un 3.9% del total. La duración media de la enfermedad es de 3 a 6 meses, sin embargo, un 20% puede desarrollar un curso crónico definido por un tiempo de evolución superior a 6 meses. Tanto la evolución crónica como las recidivas de artritis agudas se han asociado a la presencia de HLA-B27, factor con el cual se asocian la duración y severidad de los síntomas. En contraposición, la intensidad del proceso infeccioso no guarda correlación con la gravedad de la artritis.
CASO CLÍNICO:
Anamnesis
Varón de 64 años que acude a la consulta por presentar dolor e inflamación articular en rodilla derecha acompañado de rubor y calor local con movilidad limitada. El paciente refiere haber estado afebril y sin otra sintomatología añadida. El cuadro se repite periódicamente 3 ó 4 veces al año desde que presentara una gastroenteritis infecciosa por Salmonella no typhi contraída en un viaje a Paraguay hace 4 años con presentación monoarticular siempre localizada en rodillas. Entre brotes permanece asintomático.
Antecedentes personales
Sin alergias medicamentosas conocidas. No hiperuricemia ni psoriasis diagnosticadas. No fumador.
Exploración física
El paciente presenta buen estado general con maniobras lumbares y radiculares negativas. Constantes vitales y pulsos pedios en la normalidad.
Exploraciones complementarias
Se realiza analítica de sangre con hemograma y bioquímica sin hallazgos significativos, a los que se asocia una ligera elevación de reactantes de fase aguda.
Diagnóstico diferencial
Debe establecerse entre los siguientes grupos: artritis reactivas; artritis por microcristales (gota, condrocalcinosis, hidroxiapatita); artritis infecciosas (piógena, brucelar, tuberculosa); enfermedades inflamatorias del tejido conectivo; espondiloartropatías.
Tratamiento
Se inicia tratamiento con naproxeno y reposo funcional con el que cede el cuadro en pocos días. Se deriva a Reumatología para filiar la artritis, donde se solicita una nueva analítica y radiografía simple de rodilla.
DISCUSIÓN
El concepto de artritis reactiva engloba gran cantidad de procesos diferentes, por lo que en la actualidad se tiende a ser más restrictivo, quedando reservado según diversos autores para referirnos al Síndrome de Reiter. Éste tiene dos formas de presentación: la venérea o genitourinaria, más frecuente en Norteamérica y la disentérica o secundaria a gastroenteritis que predomina en Europa.
En la artritis postdisentérica los microorganismos involucrados más frecuentemente son: Salmonella, Shigella, Yersinia y campylobacter .Su identificación precisa métodos indirectos desde el inicio del cuadro infeccioso dada la imposibilidad de aislar el germen en las articulaciones afectas. Sin embargo, actualmente pueden detectarse antígenos microbianos en líquido sinovial mediante el uso de anticuerpos monoclonales y la técnica de la PCR.
El diagnóstico se basa en la sintomatología (en ocasiones con manifestaciones extraarticulares (como afecciones inflamatorias oculares, uretrales, dérmicas...); determinaciones analíticas( reactantes de fase aguda elevados, leucocitosis, anemia, hipergammaglobulinemia e incremento de inmunocomplejos circulantes); coprocultivo y urocultivo para determinar la presencia de microorganismos desencadenantes; analítica del líquido articular de tipo inflamatorio con predominio de polimorfonucleares; y finalmente radiografía que podría poner de manifiesto un aumento de partes blandas, erosiones o pinzamiento de la interlínea articular.
El objetivo del tratamiento es aliviar la sintomatología y tratar cualquier infección subyacente. Durante la fase aguda se aconseja reposo con ejercicios isométricos y movilización pasiva. Los antiinflamatorios no esteroideos constituyen la base del tratamiento y se deben usar a dosis plenas para lograr el máximo efecto. Clásicamente se han empleado indometacina, piroxicam y naproxeno. Los glucocorticoides pueden ser beneficiosos en los casos agresivos. En pacientes con evolución crónica, la sulfasalazina ha demostrado su utilidad comparada con placebo. En los casos más graves se pueden usar inmunomoduladores como metotrexato o azatioprina, siempre tras descartar infección por VIH. Por su parte, en caso de aislar cualquier microorganismo, se añadiría tratamiento antibiótico.
BIBLIOGRAFÍA
1.- Centelles Sales, I; Quiles Durá, J.L; Vargas Torcal, F; Andreu Viladrich, R; Artritis séptica por Salmonella no typhi. Anales españoles de pediatría. 1997. Vol.46 nē1. pág. 60-62
2.- Quirós, F.J; Zarco, P; Carmona, L; Collantes, E; Simón, F; Artritis reactiva por Salmonella hadar en la epidemia de gastroenteritis asociada al consumo de pollo precocinado en España. Reumatología Clínica. 2007;3 Supl.2. pág 36-38
3.- García Carballo, MĒ M; Miraflores Carpio, J.L; García Parejo, Y; Artritis reactiva. A propósito de un caso. Rev Medifam. 2001. Vol. 11. pág. 486-488
4.- Pila Pérez, R; Holguín Prieto, V; López Peláez, L; Síndrome de Reiter: una observación infrecuente. Rev. Archivo Médico de Camagüey. 2009. Vol.13.nē 3 versión online. Disponible en
http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=S1025-02552009000300016&script=sci_arttext
(consultado 3 de febrero 2011)