Efectos del metodo canguro sobre la lactancia materna
Autor: Myriam Martín Castillo | Publicado:  29/05/2012 | Enfermeria , Pediatria y Neonatologia , Articulos | |
Efectos del metodo canguro sobre la lactancia materna .2

Recursos y consideraciones iniciales:

Entre los recursos necesarios para llevar a cabo el Método Canguro y optimizar sus efectos sobre una lactancia exitosa, destacar en primer lugar la conveniencia de disponer de un protocolo consensuado entre los diferentes profesionales encargados de la atención a la madre y al neonato ya que tal como ha quedado reflejado en la evidencia científica, si el Método Madre Canguro no está lo suficientemente estructurado, las madres permanecen menos tiempo en contacto piel con piel con el recién nacido. De la misma forma y por extensión, es fundamental que el personal esté lo suficientemente formado en el Método Canguro así como en lactancia materna (1).

Si nos centramos en la actuación del profesional en el momento del parto, es importante recalcar que en primer lugar, nuestro deber ha de centrarse en ofrecer información a los futuros padres acerca de en qué consiste el Método Canguro, la forma de llevarse a cabo, posibilidades, ventajas e inocuidad del mismo así como consultarles qué tipo de lactancia han decidido. Hay que decir que si bien dicha información puede aportarse en el momento del parto, lo ideal es que sea proporcionada con anterioridad en los grupos de Educación Maternal (13, 17).

Aportar este tipo de información es fundamental para ayudar a los futuros padres a tomar la decisión de poner al recién nacido en contacto piel con piel e iniciar la lactancia en estos primeros momentos siempre y cuando el estado del neonato lo permita.

El momento del parto es un acto íntimo que requiere un entorno que favorezca la confianza, la comodidad y la relajación de la mujer. Se debe procurar un ambiente tranquilo, confortable y seguro a la madre y al padre para facilitar el mejor recibimiento del recién nacido. Es preciso, por tanto reducir en la medida de lo posible los factores estresantes (corrientes, luz intensa, ruido, exceso de personal…); la temperatura del Paritorio debe ser al menos de unos 20 grados. Asimismo es preciso que la madre esté tranquila, en buen estado físico y psíquico y que el padre esté presente en este momento, para así ser un elemento de apoyo a la madre y disfrutar él también de la experiencia (14).

Procedimiento:

Si en el momento del nacimiento, y tras un parto que ha transcurrido con normalidad, el niño tiene un llanto vigoroso, adquiere rápidamente un color sonrosado, tiene buen tono, procede de una gestación a término y el líquido amniótico es claro, puede favorecerse el contacto inmediato madre-hijo limitándonos a ofrecerle unos cuidados de rutina: evitar pérdida de calor, limpiar la vía aérea y secarle.

La capacidad del recién nacido de mantener una temperatura normal y una frecuencia respiratoria y cardiaca normales nos indica que el proceso de adaptación se está realizando en condiciones normales. Para la realización del test de Apgar al minuto y a los 5 minutos del nacimiento no es necesario la separación del recién nacido de su madre, y es un procedimiento que debe realizarse de forma universal en los recién nacido aun cuando estén vigorosos y sanos (13).

Una vez hechas las mencionadas comprobaciones iniciales, se procede a colocar al recién nacido en el primer minuto de vida, desnudo entre los pechos maternos de forma que la pared anterior del tórax del niño entre en contacto con la piel de la madre. La cabeza del niño debe volverse hacia un lado y es aconsejable mantenerla en una posición levemente extendida para que la vía respiratoria quede libre y se permita el contacto visual entre la madre y el niño.

El niño debe ser secado con cuidado con toallas precalentadas, se le coloca un gorro de algodón y opcionalmente un pañal y se aprovecha para realizar la identificación del bebé ante sus padres y pinzar el cordón umbilical (15).

A continuación, dejar que el recién nacido se prenda espontáneamente del pezón no forzando el agarre, ya que forzar al recién nacido a coger el pecho puede abolir los reflejos de arraigo (búsqueda, succión…) y alterar el correcto acople boca-pezón, lo que puede dar lugar a una técnica de succión incorrecta, perdiéndose como consecuencia el efecto beneficioso del contacto piel con piel precoz sobre la lactancia materna (11)

En los casos de cesárea programada, se hace necesaria la coordinación entre obstetras, matronas, anestesistas y pediatras. En este caso se colocan los electrodos para la monitorización de la madre en su espalda, se prepara el campo quirúrgico de tal forma que se pueda llevar a cabo el contacto piel con piel y tras secar, pinzar el cordón umbilical e identificar al recién nacido bajo una fuente de calor radiante se procede a colocar al recién nacido en contacto directo con el tórax de la madre tal como ha sido descrito en líneas anteriores. (11). En los casos de cesárea urgente, si bien puede no ser posible poner en práctica el contacto piel con piel de manera inmediata al nacimiento, resulta de suma importancia acercar al recién nacido a la madre con el fin de favorecer un contacto inicial lo más precoz posible, así como iniciar la lactancia materna tan pronto como su estado general o su nivel de conciencia (en los casos de anestesia general) lo permitan. Si esto no fuera posible, por la situación de la madre o normativa del servicio, se puede ofrecer al padre la posibilidad de tenerle en la habitación, en contacto piel con piel (17).

El tiempo de contacto piel con piel debería ser de al menos 50 minutos sin ninguna interrupción, siendo deseable que se prolongue hasta 120 minutos. A pesar de la escasa información con respecto al tiempo ideal de contacto piel con piel, con este intervalo de tiempo (50-110 minutos) la probabilidad de hacer una toma de forma espontánea es 8 veces mayor que si el tiempo es inferior a 50 minutos (18)

El resto de las intervenciones (profilaxis de la enfermedad hemorrágica del recién nacido, profilaxis oftalmía neonatal, toma de huellas digitales…) se posponen hasta al menos una hora después del nacimiento. (19)

Técnica de la lactancia materna: (7, 11, 12)

Una vez que el recién nacido se prende espontáneamente del pecho sin ningún tipo de intervención por parte del profesional, es el momento de observar la toma para corregir posibles mal posiciones. Es el momento idóneo también para aportar unas pinceladas de información a los nuevos padres sobre la técnica de lactancia materna y el concepto de lactancia a demanda. La información deberá ser sencilla, clara, en lenguaje comprensible y centrada en la técnica y en la importancia de la lactancia a demanda como elemento regulador de la producción láctea.

El éxito de la lactancia materna depende de que la técnica de amamantamiento sea correcta así como de un inicio precoz de la misma ya que un elevado porcentaje de problemas precoces (grietas, ingurgitación…) se producen por errores al poner al recién nacido al pecho.

Cobra especial importancia que las primeras tomas al pecho tengan lugar en un ambiente tranquilo, íntimo, que el recién nacido no esté irritable y que la postura de la madre sea cómoda. El cuerpo del niño debe estar próximo al de la madre, con su boca a la altura del pezón y la cabeza y cuerpo bien alineados, evitando flexiones; la cabeza y la espalda del niño se colocan reposando en el antebrazo y la madre sujeta el pecho desde la base.

El niño debe tomar el pecho de frente; puede estimularse las comisuras de los labios de éste con el fin de provocar el reflejo de búsqueda y aprovechando el momento en el que abre la boca, introducir el pezón y la areola. De esta forma, la lengua del recién nacido envuelve el pezón y la areola y los presiona contra la encía superior y el paladar iniciando unos movimientos peristálticos, de barrido, que consiguen extraer la leche de los senos galactóforos consiguiéndose de esta forma, un correcto acoplamiento funcional.

Como prueba de que la postura al pecho es la correcta, debemos comprobar:

- Boca del recién nacido queda completamente abierta, con los labios superior e inferior en eversión.
- La boca queda colocada de manera asimétrica, de tal forma que el labio inferior abarca más pecho que el superior.
- La nariz, mejillas y mentón quedan en contacto con el pecho.
- El recién nacido mueve la mandíbula, las sienes y las orejas rítmicamente.
- El ritmo de succión-deglución es muy variable entre los recién nacidos; siendo normal que realicen pausas.

BENEFICIOS DEL MÉTODO CANGURO SOBRE LA LACTANCIA MATERNA

En 2008, El Grupo Cochrane, publicó una exhaustiva revisión en la que se incluyeron un total de 30 estudios basados en ensayos clínicos aleatorios y cuasialeatorios con un total de 1925 participantes (díadas de madre y neonato).

Los resultados de esta revisión pusieron de manifiesto efectos positivos estadísticamente significativos sobre el éxito de la primera lactancia materna, el estado de la lactancia al tercer día después del nacimiento, la lactancia materna uno a cuatro meses después del nacimiento, la duración de la misma, el dolor por ingurgitación mamaria, el estado de ansiedad materna y reconocimiento del neonato del olor de la leche de su madre

No se encontraron diferencias significativas entre los grupos en el estado de la lactancia 28 días a un mes después del nacimiento, maduración de la leche materna, percepción materna sobre lo adecuado de su aportación de leche o cambios en el peso del neonato (3).

No se han descrito efectos adversos perjudiciales del contacto piel con piel temprano en ningún ensayo clínico ni metaanálisis publicado hasta la fecha (1).


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