Maduracion cerebral
Autor: Dr. Enrique Moraleda-Barreno | Publicado:  8/06/2012 | Psicologia , Neurologia , Articulos | |
Maduracion cerebral .2

Diferenciación

El proceso mediante el que los neuroblastos se transforman en neuronas de un tipo concreto se denomina diferenciación y comienza justo después de la neurogénesis general. Esta diferenciación está completa en el momento del nacimiento y da lugar a las distintas áreas cerebrales (Kolb y Wishaw, 2006).

Desarrollo axonal y dendrítico

Cuando la célula llega a su destino comienza a producirse el crecimiento de los axones y dendritas. Este proceso está determinado tanto por factores genéticos como ambientales y recibe la influencia de las conexiones con las neuronas con las que conecta. Es decir, la presencia de axones estimula el crecimiento de las dendritas con las que puede conectar y viceversa. Los axones crecen a gran velocidad y alcanzan neuronas que pueden encontrarse en regiones muy lejanas siendo este mecanismo insuficientemente conocido. La comisura anterior aparece a los tres meses, mientras que el cuerpo calloso no se forma totalmente hasta los cinco años (Witelson, 1989).

La arborización es la ramificación de las dendritas a partir del cuerpo celular y se produce de forma más lenta que el desarrollo de los axones. Estas ramas desarrollan las espinas dendríticas, que son el lugar donde se producen las sinapsis al unirse a los axones de otras neuronas. La arborización se sigue produciendo durante la infancia.

Sinaptogénesis

El establecimiento de nuevas conexiones neuronales está sometido a determinantes genéticos y ambientales y se produce durante toda la vida. Al parecer, los factores genéticos son más importantes en las etapas tempranas, sin embargo también se ha demostrado que la presencia de estimulación incrementa o reduce el número de sinapsis en la localización relacionada (Hubel y cols, 1979). El aprendizaje crea nuevas sinapsis y además fortalece las ya existentes. Algunas sinapsis solo se producen en presencia de determinadas experiencias estimulares, por lo que se conocen como sinapsis dependientes de la experiencia (Kolb y Wishaw, 2006). Se ha observado la presencia de sinapsis a partir del quinto mes de gestación (Carlson, 2007).

Poda cerebral

En un principio se generan infinidad de conexiones neuronales, la mayor parte de las cuales desaparece, permaneciendo sólo aquellas que tienen funcionalidad y por tanto se mantienen activas. Es decir, se produce un proceso de selección funcional de las conexiones neuronales (Rains, 2002) en el que las más activas permanecen mientras que las demás desaparecen. Esto ocurre en diferentes áreas corticales y se produce en distintos momentos temporales comenzando durante el periodo prenatal y finalizando en la adolescencia e incluso en algunos casos como el lóbulo frontal hasta la edad adulta.

Mielinización

A los tres meses de la concepción comienza el proceso de mielinización. La mielina es una sustancia (compuesta por lípidos y proteínas) producida por las células gliales para aislar el axón y favorecer la conducción eléctrica, de manera que aumenta su rapidez y disminuye el gasto de energía. La mielinización prosigue durante el desarrollo, teniendo su pico en determinados momentos (Lecours, 1975). El troncoencéfalo está muy mielinizado en el momento del nacimiento, mientras que las fibras de las comisuras cerebrales, las de proyección y de asociación, así como los hemisferios cerebrales se mielinizan posteriormente. Las áreas primarias (motoras y sensoriales) completan su mielinización en etapas tempranas, mientras que las asociativas (sobre todo frontales y parietales) finalizan en la adolescencia, aproximadamente a los 15 años. El proceso actúa en paralelo al desarrollo cognitivo del niño, de manera que conforme se produce la mielinización en determinadas áreas cerebrales el niño va adquiriendo o mejorando las funciones relacionadas, de manera que actúa como marcador del desarrollo madurativo.

Plasticidad neuronal

Este término se refiere a las modificaciones en el sistema nervioso que se producen en respuesta a los cambios en el ambiente, el aprendizaje, las lesiones o los procesos degenerativos. También se puede considerar como la capacidad de recuperación funcional del cerebro tras sufrir una lesión (Portellano, 2005). La plasticidad es mayor a edades más tempranas y se va reduciendo durante la ontogenia.

Desarrollo postnatal

A partir del nacimiento se producen notables cambios en la masa cerebral, de modo que si al nacer el cerebro pesa unos 350 gramos, una vez transcurrido el primer año pesa unos 700 gramos y al llegar a la adultez ha cuadruplicado su tamaño original, pesando entre 1.300 y 1.500 gramos, estando su tamaño relacionado con el de la totalidad del organismo. El aumento de tamaño no se debe a la creación de nuevas neuronas, sino al crecimiento del número y tamaño de las dendritas, al aumento de las conexiones sinápticas y al proceso de mielinización que ocurre durante la niñez y la adolescencia (Gopnik, Meltzoff y Kuhl, 1999), es decir, a la mayor complejidad cortical (Gilles y Gómez, 2005).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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Portellano, J.A. (2005). Introducción a la Neuropsicología. Madrid: McGraw-Hill.
Portellano, J.A. (2007). Neuropsicología Infantil. Madrid:Síntesis.
Posner, M.I. y Raichle, M.E. (1994). Images of Mind. Nueva York: W.H. Freeman and Company.
Rains, D. (2002). Principles of human neuropsychology. Boston: McGraw-Hill.
Witelson, S.F. (1989). Hand and sex differences in the isthmus and genu of the human corpus callosum. Brain, 112, 799-835.


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