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El proyecto de vida y la Enfermería. Tendencia antropológica, histórica, filosófica, epistémica

El proyecto de vida y la Enfermería. Tendencia antropológica, histórica, filosófica, epistémica

El ser humano, como ente teleológico, tiene un sin fin de acciones que realizar en la cotidianidad para poder dinamizar en la vida, como producto de sus esquemas de pensamientos, necesidades, emociones, percepciones, sentimientos…

Nursing and life project. Anthropological historical trend, philosophical, epistemy

Peña R. Carlos A. (1)
De barrios Ani E. (2)

(1) Profesor Agregado; Universidad de Los Andes; Licenciado en Enfermería, Magister Ciencia en Orientación de la Conducta; Urb. Don Luís casa 34, manzana 9, calle 4. Ejido, estado Mérida, Venezuela.

(2) Profesor Titular; Universidad de Carabobo; Licenciada en Enfermería, Doctorado en Enfermería, magister en ciencias de la Enfermería mención perinatología. Universidad de Carabobo, Valencia.

RESUMEN

La intención de este artículo está dirigido a exponer algunos elementos epistémicos, históricos y filosóficos sobre el proyecto de vida y la Enfermería como ese sentido de vivir en algunas personas. Centrar la Enfermería como proyecto de vida es una realidad y necesidad social en el ser humano, considerando, que para existir y coexistir la “persona” que asuma esta profesión, debe aferrarse como un compromiso del vivir, a través de razones, metas, objetivos, sueños que le permitan evolucionar en sus diferentes escenarios, que a su vez exigen constantes cambios y ese interminable proceso de adaptación y reajuste.

En cuanto a la profesión de Enfermería, es avasallante su transformación, producto de las exigencias del contexto social y de salud, trayendo como efecto positivo, nuevas posibilidades para la inclinación y realización en la vida de numerosas personas o jóvenes, sea cual fuese su intensión o motivación inicial para asumirla como proyecto de vida.

Palabras clave: Proyecto de vida, Enfermería, enfermera(o), historia, filosofía.

ABSTRACT

The purpose of this manuscript is to analyze some epistemic, historical and philosophical elements about life project and nursing. Nurses focus their practice as a social reality and necessity of human beings, they consider that exist and coexist must cling to a sense of life, be full of reasons, goals, objectives, dreams that allow you to evolve in different scenarios, which in turn require constant changes and the endless process of adaptation and adjustment.

As for the nursing profession, is overwhelming the processing, the product of the requirements of health and social context, the effect of bringing new possibilities for the inclination and fulfillment in the lives of many people, whatever their initial intention or motivation assume as a life project.
Key words: Life Project, nursing, nurse, history, philosophia.

EL PROYECTO DE VIDA Y LA ENFERMERÍA: TENDENCIA, ANTROPOLÓGICA, HISTÓRICA, FILOSÓFICA.

Introducción

El ser humano, como ente teleológico, tiene un sin fin de acciones que realizar en la cotidianidad para poder dinamizar en la vida, como producto de sus esquemas de pensamientos, necesidades, emociones, percepciones, sentimientos, reacciones, aprendizaje, interacciones, claro está, que obedecemos al contacto directo con todo cuanto existe, ya sea ese medio interno y ese medio que nos rodea objetivo y subjetivo, que enmarca lo que de manera personal; llamamos “experiencias transpersonales”, y que por ende, se convierten en un conjunto de información que se torna en significados individuales y colectivos.

Es así, que al referirnos a la persona teleológica, es que su sentido en la vida debe tener objetivos o esa razón de ser en el mundo, lo que muchos teóricos manifiestan la misión, y que debe ir a la par de la visión (proyectarse en el futuro). En tal sentido, podemos decir que el hombre es un animal de proyectos, haciendo notar, que una de las diferencias entre los hombres y los animales son los proyectos existenciales.

Para justificar esta afirmación, se tienen dos hechos fundamentales de tipo antropológico que son: El ser, es un ser capaz de ser, esto es, un potencial de posibilidades enrolladas y en espera de desarrollo y el ser es un ser inacabado, es decir que se está haciendo y por eso no puede detener su proceso de desarrollo. El ser humano nunca termina de conocerse, porque su misma naturaleza profunda de ser inteligente y libre, lo lanza hacia un mundo de posibilidades prácticamente inagotables, que le brindan su ser y sus circunstancias.

Por tanto, existen dos fuerzas que sostienen al hombre que son: Su capacidad y su facticidad por un lado y, sus limitaciones y aspiraciones por el otro. En la mitad de esas dos fuerzas existe el proyecto existencial (como el puente que une lo que ya es una persona con lo que puede todavía ser). De tal manera que podríamos expresar que solo en la medida que se proyecta se alcanza la realización humana, que a su vez es alcanzar la felicidad.

Materiales y método

Este artículo es de tipo descriptivo, documental y analítico, por tanto se hizo acopio de una extensa revisión bibliográfica de fuentes como: libros, guías, y algunos sitios académicos de internet, así como la interpretación del autor para aportar inferencias analíticas elaborando algunos constructos de manera personal de acuerdo a la realidad vivenciada.

Desarrollo

La dinámica del vivir, un sentido vital

Filosóficamente parafraseando, el verdadero sentido de vivir en la vida, es tratar de lograr el fin de todos los fines: La felicidad. Es por ello que Aristóteles dijo que la felicidad viene dada por la razón, y esa razón, tiene una connotación ética y de principios, un razonamiento consciente, para poder proyectarnos, dar acabado a nuestras necesidades, y en ese transitar, mantenernos íntegros y apegados a las normas morales y sociales, por tanto, el afirmó que un fin bueno tiene que ser alcanzado por medios buenos.

En tal sentido, es oportuno recordar que las necesidades de las personas pueden dividirse en dos: Unas básicas, que son las necesidades que se requieren mínimamente para mantener un equilibrio psíquico-físico, sin estas necesidades básicas cubiertas las otras necesidades no serán viales, como las establece Maslow: seguridad, pertenencia, entrega, amor, respeto y autoestima.

Y otras, las de desarrollo; estas necesidades conducen a la autorrealización personal, más allá de la satisfacción de las necesidades básica, se orientan posiblemente al cumplimiento de la misión, un conocimiento y aceptación más pleno de la naturaleza intrínseca propia, hacia la unidad e integración dentro de los límites de la misma persona y a la realización creciente de las potencialidades innatas, capacidades, cualidades, tendencias creativas.

Es por eso, que el vivir es una aventura, un reto, una oportunidad, una puerta abierta hacia el futuro y hacia la vida adulta, es decidir lo que seremos en la vida, es recibir la oportunidad de decidir entre lo bueno y lo malo, entre el éxito o el fracaso. Es una oportunidad para forjar metas, soñar, planear objetivos, aprender y arriesgarse, lo cual implica responsabilidad, vigor, entusiasmo, actitudes positivas, visión y más. Todos tenemos una misión en la vida, pero mientras no la descubramos, será difícil encaminar nuestros esfuerzos hacia objetivos definidos, de tal manera, que el planear nuestra vida, no sólo se refiere a ¿qué estudiaremos? o a ¿qué vamos a dedicarnos?, sino implica dar respuesta a lo siguiente:

¿Con quién deseo compartir mi vida? ¿Estoy preparado para el futuro? ¿Dónde estaré en los próximos años? ¿Qué quiero hacer con mi vida? ¿Cómo deseo utilizar mi tiempo? ¿Qué estilo de vida deseo tener? ¿Qué estoy dispuesto a hacer para lograr mis metas? ¿Alcanzaré el éxito o fracasaré en mis actividades? Todo esto conlleva pequeñas y grandes decisiones, es así, que planear es realmente una necesidad, donde cada persona debe aclarar bien sus objetivos, los cuales no son propiamente los ideales. Son más realistas, concretos, aquellos para los cuales se prepara, se trabaja, se le dedica tiempo, esfuerzo, y que están relacionados con nuestra vida familiar, social y laboral. Comentario que al igual que lo mencionado anteriormente hacen su punto de encuentro con aquella(as) persona(as) que en algún momento se plantean y deciden hacer vida en la Enfermería, como profesión, como ciencia, como disciplina, como parte de su proyecto existencial.

Áreas que involucra el proyecto de vida

En esta secuencia de ideas, según Bertomeu (3), existen áreas que direccionan el establecimiento de un proyecto de vida y en las cuales debemos ir sufragando para poder lograr nuestros logros, entre las que se destacan las siguientes: El área afectiva, es la manera en que deseamos satisfacer nuestras necesidades de afecto y pertenencia, nuestras relaciones íntimas y personales, tiene que ver con dar y recibir amor, tener familia y una pareja. El área profesional, es la planeación de la carrera o actividad laboral donde deseamos desarrollarnos en un futuro, aquí figuran objetivos como tener una ocupación, tener una carrera profesional, una ocupación y desarrollar ciertas habilidades en el trabajo, recibir capacitación y adiestramiento, obtener un estatus como trabajador, tener un negocio propio o ser gerente de una empresa. El área social, se refiere a la forma en que nos relacionamos y proyectamos con los demás, tiene que ver con los amigos, la aprobación social y con hacer nuevas amistades.

El área espiritual comprende la forma en que proyectamos nuestra vida interior, valores, ideales, creencias religiosas y la forma en que manifestamos nuestra religiosidad. El área material, son los bienes materiales y físicos que deseamos lograr en un futuro, los cuales pueden ser uno de los motivos por los cuales trabajamos y nos esforzamos, tales como, una casa, automóvil, ropa, calzado, viajes, diversiones, dinero. El área física, se refiere a lo que queremos lograr con nuestro bienestar físico y personal, como lo es la salud y hacer ejercicio.

Si nos detenemos a reflexionar, cada una de estas áreas, podemos vernos reflejados en sus dimensiones y contexto, siendo un conjunto de posibilidades a las cuales iremos dando orden y reorden, forma, ubicación, según nuestros logros, exigencias y necesidades. Como profesional de la Enfermería que somos, hemos venido previendo, asumiendo, descubriendo, y logrando cada una de ellas a lo largo de la vida. Sin duda alguna, ese proyecto de vida, se vive replanteando, readjudicando de acuerdo a los alcances obtenidos en determinados momentos y circunstancias.

Ganancias de plantearse un proyecto de vida.

En tal sentido, Patiño (4) establece que un proyecto de vida persigue: Lograr independencia y autonomía total como persona, forjar una filosofía propia de la vida, conocerse a sí mismo, jerarquizar necesidades y establecer prioridades en su vida, conocer habilidades innatas y desarrollar otras, lograr la autodisciplina y el autoaprendizaje, lograr un equilibrio entre la vida familiar, personal, laboral y social, adquisición de un estatus y una posición socioeconómica estable, renovación constante y logro de nuevos objetivos, mantener un espíritu de superación, lograr una auto-imagen integral y equilibrada de la persona y sus diversos roles. También quisiera considerar como base referencial la teoría del modelo del ritmo de la perspectiva de vida, de Fitzpatrick citado por Marriner (5), quien menciona que es un modelo evolutivo que sugiere que el proceso de desarrollo humano se caracteriza por unos ritmos, la persona se considera como un sistema holístico y rítmico, que puede describirse óptimamente en función de patrones de temporalidad, moción, consciencia y percepción.

El proyecto de vida

En atención a estas citas y reflexiones de apertura sobre el proyecto de vida, podríamos aproximarnos a una definición al respecto, a título personal diría que es “la posición de la persona sobre lo que desea ver realizado a través de sus capacidades transpersonales, subjetivas y objetivas, a fin de sentirse feliz, pleno y exitoso ante la vida”. Por consiguiente, el proyecto de vida, es un camino para alcanzar la meta, es el plan que una persona se traza a fin de conseguir un objetivo, el proyecto de vida da coherencia a la vida de una persona en sus diversas facetas y marca un determinado estilo, en el obrar, en las relaciones, en el modo de ver la vida. (6)

El proyecto de vida y la profesión de Enfermería

Entonces, hablar del proyecto de vida implica muchas vertientes contextuales y situacionales, por tanto, ampliaría o desvirtuaría la intención temática del presente artículo, y por ende, la inquietud que atañe al mismo, que no es más que ese posicionamiento de la Enfermería como proyecto de vida para las personas que deciden por ella. Cuántas veces en la vida de estudios de pre grado y profesional nos hemos enfrentado a elementos teóricos que parecieran ser claves, rigurosos y necesarios, como la identidad profesional, la vocación, el sentido del servicio, el autoconcepto, el auto-reconocimiento de la disciplina, el perfil que se requiere para ser una enfermera(o) y otros elementos más.

Pero, más allá de estos planteamientos académicos, éticos, institucionales, profesionales ¿qué hay?, quiénes en realidad se identifican con la Enfermería a: edades tempranas, por referencias sociales, históricas, por modelamientos, cuántas personas realmente por circunstancias imprevistas, por presión familiar, y que por algunas de estas situaciones han hecho vida en esta digna profesión convirtiéndose en excelentes enfermeras (os).

La Enfermería hoy día, es una profesión, en tal sentido, Colliere (7) expresa que actualmente se considera como profesión a un grupo de personas que han conseguido un título, un estatus, a través de una formación, para ejercer una actividad como fin. Y estas personas reconocen pertenecer a un mismo conjunto, formar parte de un mismo grupo, pero se pregunta ¿qué relación las une? será ¿por lo que hacen? ó ¿por una misma formación que se basa, generalmente, en una misma ideología, con objeto de ejercer una actividad que supuestamente tiene algunas características comunes, si no algún interés común?

Para ella, en la Enfermería, pareciera que el grupo de pertenencia profesional se crea mucho más por la formación que por la naturaleza de su actividad y que esta formación muestra en sí misma, desde su principio una ideología común. En este sentido, la Enfermería siempre ha asegurado ser una profesión y ha negado ser un oficio. Tiene los cimientos de una profesión mucho antes del movimiento de profesionalización. Recordando como interpretadores de la historia, que esa evolución en el tiempo de la Enfermería en el mundo, si se quiere, se ha venido presentando históricamente como una actividad ligada al ser humano, que proporciona ayuda a las personas enfermas, y que ese cuidado del enfermo antes de la era cristiana era asumido por las mujeres en sus hogares, y que, posteriormente fueron organizados por las órdenes monacales y hospitales de la iglesia. Y ese cambio de perspectiva se presenta con el trabajo de Florence Nightingale por allá en la guerra de Crimea, a través, de sus investigaciones sobre los enfermos, logrando que a la Enfermería se empezara a considerar como una profesión respetable, y que le es necesario un conocimiento para poder intervenir en la salud y la enfermedad, así lo manifiesta Kozier (8).

Algunos cambios históricos de la Enfermería como profesión

Entonces, esa modernización de la Enfermería, ha pasado por diferentes etapas en su proceso de profesionalización, llegando a fortalecerse como una disciplina que demanda su formación a nivel superior y Universitaria. Como consecuencia de estos cambios surgieron las primeras escuelas de Enfermería para la formación de licenciadas (os) en Enfermería, y sus respectivas ofertas de estudios de cuarto y quinto nivel: especialidades, maestrías, doctorados, post doctorados, y otros. Al revisar parte de la historia contemporánea, encontramos que para 1909 la Universidad de Minnesota creó un programa de Enfermería de tres años dentro de la Facultad de Medicina, y durante los años siguientes el patrón más frecuente en las universidades consistía en un curso académico y profesional combinado de cuatro o cinco años de duración, obteniéndose un diploma de Enfermería y un título de licenciatura en ciencias.

En tanto los estudios de Enfermería eran independientes en facultades de ciencias liberales y en hospitales y que hoy día este sistema se por innovador. Y la primera escuela universitaria independiente, con su propio decano, financiamiento, y sus estudiantes se abrió en Yale University en 1923 así lo refieren Dock y Stewart (9). En 1929 se solicitaba un título de licenciatura para ser admitido. Aunque se crearon verdaderas escuelas universitarias en Western Reserve University (1923), University of Chicago (1925) y Vanderbilt University (1930). Los médicos de la época se pronunciaron desfavorablemente argumentando que la inteligencia y el conocimiento profundo de la teoría eran innecesario y podrían resultar perjudiciales para la futura enfermera Kalisch y Kalisch (10), fuerte, egoísta y en sintonía con ese pensamiento positivista del momento.

En la mente de las personas la educación en Enfermería se siguió asociando con el diploma conferido por las escuelas de los hospitales y el número de enfermeras que se graduaban en programas a nivel de licenciaturas continuó siendo pequeño del total de graduaciones, situación muy a tono con la de muchas partes, y en especial Venezuela, con las enfermeras profesionales y los bachilleres asistenciales, y que ha costado trabajo, cambiar esa perspectiva social de concebir a Enfermería como una ciencia formal y por ende una profesión y disciplina. El crecimiento y desarrollo real de la educación de Enfermería a nivel de licenciatura se produjo a partir de 1950, incrementándose después de 1967 gracias a la evolución de la Enfermería como disciplina científica. El informe Brown (11) y el estudio Bridgman (12), las normas de acreditación formuladas por la liga nacional de Enfermería (NLN) y las subvenciones federales destinadas a incrementar el número de enfermeras que podían aspirar a una educación superior, contribuyeron al crecimiento del sector licenciatura de la educación de Enfermería.

En fin, el documento de posición de la Asociación Americana de Enfermería (ANA)13 y la aceptación de los colegios tecnológicos de enseñanza superior por parte de la sociedad son dos elementos que han ayudado a acelerar la desaparición de las escuelas que confieren diplomas. De tal manera, que considerar a la Enfermería como una disciplina, se centra en que la enfermera (o) tiene una finalidad práctica, un cuerpo de conocimientos específicos, un sistema de valores y hace uso del método científico para investigar, por tanto requiere de espacios académico para su aprendizaje y enseñanza. Diríamos que no podemos ser profesionales de la Enfermería, sin tener la experiencia práctica que comprende la clínica y la enseñanza.

Es prudente resaltar que una disciplina se define por su relevancia social, por la naturaleza de su servicio y por el área de dominio. Como refieren Leddy y Pepper (14), que en los últimos 25 años, la Enfermería ha avanzado con decisión para convertirse en una disciplina científica, la cual comenzó a crear y a someter a prueba sus propias bases teóricas, a fomentar el desarrollo académico de las personas que la ejercían a nivel profesional y a aplicar su propia teoría a la práctica. Continuamos así, que toda esta nueva posibilidad ilimitada, ha abierto las puertas a temas de intereses personales y colectivos para la intención y consolidación de aspiraciones en la vida, en mujeres y hombres, nuevas tendencias existenciales en lo que respecta el proyecto de vida, un resurgir social, un contexto cognitivo y práctico formal en el campo de la salud, una nueva realidad pandimensional de la Enfermería, que está trayendo como consecuencia positiva, un volumen de adolescentes de ambos géneros (muy notable en varones), que consideran la Enfermería en sus opciones de carrera universitaria, sea cual fuese su razón o motivación inicial y que cada día va en crecimiento, pese a que la realidad actual es otra, donde existe un déficit de profesionales de la Enfermería a escala nacional e internacional magnificando una crisis en el sector salud público y privado.

Por otra parte, la situación socio económica de la actualidad en los países sur americano y del mundo, al que no escapa la república Bolivariana de Venezuela, con uno de los índices inflacionarios más altos de la historia, una baja remuneración, un bajo poder adquisitivo, una tasa de desempleo elevada, un bajo índice de desarrollo, un marcado deterioro familiar, esos dilemas en los valores y principios morales, las crisis hospitalarias, la falta de presupuesto en sus diferentes escenarios donde hacen vida docentes, profesionales y estudiantes relacionados a la Enfermería, la percepción social sobre la enfermera (o); hacen que se genere un suelo fértil para investigar subjetivamente y cualitativamente las causas y efectos que estos fenómenos generan y poder dar nuevos aportes y sustentos teóricos a nuestro campo de acción, así como lo expresa Coffey (15) que pensar en la teoría en términos de tener ideas y usarlas pareciera menos asustador, ya que todo el mundo puede usar, desarrollar y generar ideas, y que tener ideas y teorizar sobre nuestros datos, es esencial a la investigación.

Reflexiones finales

La Enfermería nos ha permitido establecer un sin fin de inquietudes, producto de la lectura, el análisis, la interpretación, los dilemas, la reflexión, entendido de que su paradigma tetradimensional: persona, entorno, cuidado y salud incida en asumir, que siendo una profesión, una disciplina científica, un arte, una ciencia formal, es sencillamente maravillosa y nos da un carácter inconmensurable en nuestra expresión de vivir; ser un enfermero como una condición de vida.

Al respecto y para cerrar por el momento este paseo hermenéutico, hacemos mención a cuatro formas de aproximarse a la reflexión de la epistemología de una disciplina según de Sena (16), las cuales se diferencian entre si, en primer lugar, en algunos casos se piensa que la reflexión epistemológica sobre una disciplina, para el caso específico de la Enfermería, es la indagatoria juiciosa y sistemática sobre las metodologías y procedimientos a través de los cuales ésa disciplina construye su conocimiento, lo que se llama una epistemología de frontera, totalmente endógena, en segundo término, ya que el conocimiento científico está integrado a un orden universal, no es la única forma de saber el mundo, exigiendo otra aproximación a las disciplinas científicas cuyo objetivo sea realizar una indagación crítica de estas desde otros contextos, en cuanto al tercer posicionamiento, igualmente se puede privilegiar el orden de la episteme y de esta forma mirar la disciplina (la Enfermería) dentro del concierto de las otras ciencias en la búsqueda de identidad con respecto a las disciplinas de frontera que están cercanas a ella misma y cuarto señalamiento, la reflexión epistemológica también puede ir encaminada a la lectura crítica de la disciplina con respecto a las condiciones reales de transformación de la sociedad en que se inserta. Por tanto, ninguna de las cuatro son suficientes en sí mismas ni siquiera su sumatoria, permitiría el acceso de un objeto que queremos estudiar, lo que nos ubica ante una exigencia práctica sobre cuál es el énfasis o privilegio que vamos a dar a nuestro ejercicio reflexivo.

En fin, la Enfermería parte de una reflexión sobre quehaceres cotidianos, que desde tiempos inmemoriales constituyen el compromiso de la especie en el cuidado de la vida. Ahora bien, por esencia todo ser vivo está necesariamente implicado en el cuidado de la vida, consciente o inconscientemente y no podemos salirnos de la vida para poder llegar a comprenderla o estudiarla, sino que somos parte consustancial a ella, en este sentido, cualquier reflexión que hagamos sobre el cuidado de la vida se refiere a la práctica cotidiana de estar vivos. Esto conlleva a asumir la Enfermería como un proceso de interacción social y por tanto como un acto comunicativo cultural y antropológicamente mediado.

De tal manera, que debemos abrirnos a las situaciones emergentes de una realidad social exigente y cambiante cada día, siendo el caso de esas personas que optan por asirse de un proyecto de vida en la Enfermería, asumiéndolos sin cuestionamientos, brindándoles la orientación respectiva, despertando en ellos esa sensibilidad humana del ser y hacer en esta profesión, a fin de obtener profesionales con competencias y gratamente autorrealizados.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

3. Bertomeu, O, La conquista de la felicidad. Claves para disfrutar la vida. México: Planeta de Agostini, 1996.
4. Patiño, N. Material mimeografiado. Sobre las necesidades básicas y de desarrollo del hombre, 2002.
5. Marriner, A. y Raile, M. Modelos y teorías en Enfermería (4a. ed.). España: Harcourt Brace, 1998.
6. http://www.redjoven.org/tuparticipas/dinamicas/ProyectoVida.htm
7. Colliere, MF. Promover La Vida. De la práctica de las mujeres cuidadoras a los cuidados de Enfermería. España. Editorial McGrawHill Interamericana de España. 1993
8. Kozier, B y Erb, G. Enfermería Fundamental, Conceptos, Procesos y Prácticas, España. Editorial Interamericana McGraw Hill. 1989.
9. Dock, LL Stewart, IM: A Short History of Nursing Schools, ed 4. Nueva York, GP Putnam´s sons, 1938.
10. Kalisch, PA y Kalisch BJ. The Advance of American Nursing. Boston, Little, Brow. 1978.
11. Brown EL: Nursing for the Future. Nueva York, Rusell Sage Foundatión, 1948.
12. Bridgman M: Collegiate Education for Nursing. Nueva York. Rusell Sage Foundation, 1953.
13. American Nurse´s Association´s First Position on education for Nursing. Am J Nurs 66, marzo 1966.
14. Leddy, S y Pepper, M. Bases Conceptuales de la Enfermería Profesional. 1984.
15. Coffey, A y Atkinson, P. Encontrar el sentido a los datos cualitativos. Estrategias complementarias de investigación. Facultad de Enfermería de la Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia, 1996.
16. de Sena R, Educación: De Enfermería en América Latina, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Enfermería, Colombia, 2000.