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El horario de verano y sus repercusiones

El horario de verano y sus repercusiones

El horario de verano (1) u horario de ahorro de luz diurna (DST, por sus siglas en inglés (2)), implica adelantar el reloj una hora (de abril a octubre), o sea, durante este horario se vive bajo un conteo falso del tiempo.

Autor:

Guillermo Murillo-Godínez. Medicina Interna

Early to bed and early to rise, makes a man healthy, wealthy, and wise
Benjamín Franklin (1706-1790)

Introducción

El horario de verano (1) u horario de ahorro de luz diurna (DST, por sus siglas en inglés (2)), implica adelantar el reloj una hora (de abril a octubre), o sea, durante este horario se vive bajo un conteo falso del tiempo. La idea de adelantar los relojes fue del empresario inglés William Willett (1856-1915) (3), que en 1905, paseando a caballo mucho antes de la hora del desayuno, se le ocurrió que esa era la mejor parte de un día de verano y que los ingleses no debían estar dormidos sino que había que hacer una ley para obligarlos a levantarse más temprano.

En 1907, publicó un folleto titulado El derroche de luz solar, proponiendo que los relojes debían ser adelantados 80 minutos desde abril hasta septiembre, lo cual, según él, generaría un ahorro de 2.5 millones de libras en gastos de iluminación e incrementaría las oportunidades de practicar actividades de ocio al aire libre durante las horas de luz vespertina (1).

A nivel mundial, el adelanto de una hora se convirtió en ley a partir del 30 de abril de 1916 (1) y la medida se aplica ahora en 82 países. En Méjico el horario de verano ha tenido una aplicación irregular: un Decreto Presidencial del 24 de abril de 1942, lo estableció en cuatro estados del noreste del país (Baja California – Norte -, Baja California Sur, Sinaloa y Nayarit), posteriormente, se instituyó en más entidades transitoriamente y finalmente (1996) a nivel nacional (4) en forma permanente, con excepción del Estado de Sonora (5) (2,3,6).

1) Al horario habitual (de octubre a abril) se le llama horario de invierno
2) Daylight Saving Time
3) Algunos dicen que la atribución de la idea a W. Willett es errónea, que la idea original fue del entomólogo neozelandés George Vernon Hudson (1867-1946)
(http://en.wikipedia.org/wiki/George_Vernon_Hudson)
4) En Chihuahua, Sinaloa, Nayarit y Baja California adoptan el uso de 90° o tiempo central -seis horas menos que el GMT -, el resto del país adopta el uso de 75° o tiempo del este -cinco horas menos que el GMT -, y el estado de Quintana Roo adopta el uso de 60° o tiempo del Atlántico -cuatro horas menos que el GMT (Aguilar RA. Geografía General. Pearson Educación, México, 2004:36). Se han presentado rechazos aislados al horario de verano como en Oaxaca (Vélez O. La sección 22 rechaza el horario de verano. La Jornada (Méjico, D.F.) 2011 abr. 3, pág. 32)
5) En el Estado mejicano de Sonora, se aplicó el horario de verano en 1997 y se rechazó en 1998. Según un grupo de médicos entrevistados, hubo múltiples repercusiones negativas en el bienestar de la población (2) (en otra parte del mundo también, por ejemplo, se encontraron repercusiones negativas en Kasajistán, por lo que también se suprimió); sin embargo, otros concluyen que en el caso de Sonora: «no existe evidencia científica que apoye la posibilidad de cambios en la salud por adelantar una hora los relojes» (6).

Repercusiones

Pfaff reportó que los accidentes debidos al cambio de horario se incrementaron en la República Federal de Alemania entre 1979 y 1980. Meyerhoff en cambio reportó que en 1978, también en Alemania, los accidentes fatales en vehículos automotores se habían reducido en 1%. En Francia, según Reiberg y col. (1990) la salud no se alteró por el cambio de horario.

En Inglaterra, según Ferguson y cols., los accidentes fatales se redujeron, entre 1987 y 1991, por el cambio de horario (2). Hicks y cols. (1983) reportaron un aumento en la incidencia de accidentes de tráfico durante la primera semana después de cambiar el horario, tanto al introducir el horario de verano, como al regresar al horario estándar; los autores sugieren que este aumento en los accidentes puede deberse a las alteraciones en el sueño, dato también reportado por otros autores.

Carpentier y col. (1977) y Smith y cols. (1982) refieren trastornos resultantes del insomnio, somnolencia excesiva y durante las horas de trabajo, fatiga, irritabilidad, depresión (*), falta de hambre en el día y aumento por la noche, secreción excesiva de jugo gástrico, aumento en la duración de la etapa cuatro del sueño (**) y trastornos psicosomáticos entre muchos otros (6). En cuanto a Méjico, un estudio sobre el número de casos reportados de hipertensión arterial no mostró incremento durante ni después del cambio de horario en ninguno de los años de 1993 a 1999. La mortalidad por accidentes de tránsito, una de las causas de muerte que se supone está más asociada al cambio de horario, no se modificó entre 1996 y 1999.

(*) Los efectos sobre la depresión han sido contradictorios (Olders H. Average sunrise time predicts depression prevalence. J Psychosomatic Research 2003;55(2):99–105; Roan S. Change in daylight saving time may affect moods. The Angeles Times 03-05-2007).

(**) Se ha encontrado reducción de la duración y la eficiencia del sueño (Lahti TA, Leppämäkia S, Lönnqvista J, Partonen T. Transition to daylight saving time reduces sleep duration plus sleep efficiency of the deprived sleep. Neuroscience Letters 2006;406 (3):174–177).

En un estudio en 43 estudiantes de Licenciatura y de Maestría en Psicología en el Distrito Federal (Álvarez, 2000) casi la mitad (48.7%) señaló que los principales problemas que percibieron por el cambio de horario fueron gripes, somnolencia, trastornos alimenticios y digestivos, desorganización de su ritmo biológico, dolor de cabeza, nerviosismo y, falta de descanso reparador (2).

El argumento esgrimido en Méjico inicialmente para implantar el horario de verano, de que habría un ahorro de energía eléctrica y que las familias lo comprobarían en sus recibos de luz, resultó ser absolutamente falso según algunos (*)(1), aunque otros dicen lo contrario (**)(4,16). La afirmación de que se incrementan las oportunidades de practicar actividades de ocio al aire libre durante las horas de luz vespertina, es un argumento que aún se utiliza en Méjico para continuar la implantación legal forzosa del horario de verano; sin embargo, en éste país y en otros similares, la exposición a altos índices de luz ultravioleta (UV) puede ser peligrosa.

(*) Por ejemplo, grupos disidentes (Gómez MC. Inapropiado, el horario de verano para ahorro de energía, dice CNE. La Jornada (Méjico, D.F.) 2002 mar. 24)
(**)
Sin que sea de gran magnitud la diferencia (Redacción. Baja ahorro energético por horario de verano: Sener. El Universal (Méjico, D.F.) 2011 oct. 29

El índice de luz ultravioleta (UV) implica un mayor o menor riesgo de contraer cáncer de piel: de 0-2, el riesgo es bajo; de 3-5, es moderado; de 6-7, es alto; de 8-10, es muy alto y de 11 o más es extremadamente alto, tanto que no es bueno asolearse más de 15 minutos. En la mayor parte del territorio mejicano, el índice de luz ultravioleta (UV) es muy alto, por ejemplo, en los Estados de San Luis Potosí y de Querétaro, el índice promedio es mayor de 14, y en Estados del norte, llega a 16 (1). Nicholson y col. (1978) registraron el dormir de tres hombres adultos, dos noches antes, una durante y tres noches después de la introducción del horario de verano; se encontró que el cambiar el horario aumento la latencia del dormir, se redujo el tiempo de vigilia durante el dormir y, se aumento la duración promedio de la fase cuatro (Similar a lo reportado por Carpentier y col. (1977) y Smith y cols. (1982), vide supra ) (6).

En trabajadores, se encontró que la eliminación del horario de verano, produce menos problemas sobre el sistema circadiano (3), aunque otros dicen que aun son muy pocas las variables circadianas que se han estudiado a la fecha, por lo que no conocemos con precisión el curso temporal de todo el sistema circadiano humano al horario de verano (Valdéz y cols., 1991; Chiesa y col., 1999) (6).

Según algunos, dado que los ciclos circadianos por definición implican oscilaciones de 24 a 25.5 hrs., este margen de una hora ya existe biológicamente, por lo que no hay mayor problema con adelantar o retrasar nuestros hábitos una hora y las molestias físicas no deben tardar más de un día en desaparecer y, por ello, idealmente los cambios de horario no debieran rebasar, las tres horas, en cuyo caso el 80% de los individuos experimentará los trastornos conocidos como desfase horario (jet lag) (Perusquia E. Efectos del Horario de Verano. hospitalesangeles.com ).

En estudiantes de bachillerato, la entrada del horario de verano produce un aumento en las dificultades para dormir, la somnolencia diurna y los problemas para concentrarse, al quinto día de la entrada en vigor de dicho horario (5).

Lo anterior es concordante con el hecho de que suelen requerirse por lo menos dos meses en los niños para adaptarse al cambio y en los adultos en promedio 15 días (*)(1,2); Monk y col. (1976) realizaron un estudio donde evaluaron el regreso al horario estándar en un grupo de 65 personas, tanto una semana antes, como una semana después del cambio de horario; en este trabajo se encontró que las personas tardaban un promedio de cinco días en adaptar su hora de despertar al nuevo horario. Monk y col. (1980) no encontraron alteraciones en la hora de inicio del dormir, ante ninguno de los cambios de horario, la hora de despertar tardó de dos a cinco días en ajustarse al nuevo horario, tanto en la introducción al horario de verano como en el regreso al horario estándar.

Ante la introducción del horario de verano aumentó el porcentaje de despertamiento por despertador, mientras que ante el regreso al horario estándar aumentó el porcentaje de despertamientos espontáneos; reportaron sentir que durmieron peor después de la transición al horario de verano, y mejor después de la transición al horario estándar (6).

(*) Algunos opinan que, cuando mucho, 7 días (Martínez RAE. Admiten desajustes por horario de verano. El Universal (Méjico, D.F.) 2004 abr. 7)

Conclusiones

Llama la atención que, aunque es un tema que tiene relación directa con la salud, no aparece en los textos habituales de medicina. Las repercusiones de la implantación legal del horario de verano en el mundo y en Méjico, son complejas, tanto a nivel socioeconómico como sanitario y los estudios realizados han dado resultados a veces contradictorios; sin embargo, parece haber consenso general, en cuanto a que, aunque pueden obtenerse beneficios económico-energéticos globales (11) (que la población no percibe en su economía personal), hay por contraparte repercusiones negativas en su salud y en su bienestar (7,8,9,10,12), aunque otros difieren (13) o las mencionan como mínimas (por ejemplo, la ansiedad) (17).

Dados los resultados obtenidos con estos cambios artificiales de horario, en algunos países como Gran Bretaña y Rusia, se pidió a los políticos que consideraran elaborar leyes parlamentarias para cambiar la práctica del cambio de hora (14), habiéndose logrado en Rusia la anulación del cambio de horario (15), o como han dicho en Méjico, el mantenimiento del horario rebelde (18).

Iconografía

repercusiones_horario_verano/William_Willet_George_Hudson

Referencias bibliográficas

1. Anónimo. Por culpa de un inglés madrugador. A propósito del cambio de horario. El observador de la actualidad (Querétaro, Qro., Méjico) 2012 mar. 18;(871):6
2. Collado-Ardón R, Aguilar R, Álvarez-Gayou JL, Campillo SC, Kuri P, Martín del C A. y cols. El cambio de horario y la salud. Rev Fac Med UNAM 2001 sept.-oct.;44(5):216-220
3. Ramírez C, Nevárez C, Valdéz P. Efectos psicofisiológicos de la eliminación del horario de verano en una población nunca antes expuesta a éste. Salud Ment 1994 dic.;17(4):25-30
4. Ramos G, Díaz R, Fiscal R, Alquicira C, Martínez S, Maqueda M. El cambio de horario de verano: ahorros en consumo y demanda, y reducción de contaminantes. Boletín IIE 1997 mar.-abr.
5. Nenclares PA, Jiménez GA. Efectos al 5to. día de la entrada del horario de verano sobre las percepciones subjetivas de insomnio, somnolencia y el estado de ánimo en estudiantes de bachillerato. Arch Neurocien Mex 2006; 11(4):252-257
6. Vera NJA, Peña RMO, Laborin AJF, Domínguez ISE. Salud mental y el horario de verano en Sonora. Una visión retrospectiva. Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A. C.
7. Mulás del P C. El impacto social del horario de verano. Ciencias 2001 abr.-jun.;(62):45-49
8. Torres TF. El cambio de horario: su impacto en la economía de los hogares urbanos de México. Rev Momento Económico 2000;(112):44-51
9. Pattini AE. Los husos horarios y el cambio de hora en verano para ahorrro de energía eléctrica. Contexto mundial y local. Avances en Energías Renovables y Medio Ambiente 2008;12(07):87-93
10. Anónimo. El horario de verano causa molestias físicas y sicológicas. La Jornada (Méjico, D.F.) 2003 abr. 6
11. Ruiz JL, Herrera J. “El horario de verano evita cortes de energía”. El Universal (Méjico, D.F.) 2002 abr. 7
12. Barnes CM, Wagner DT. Changing to daylight saving time cuts into sleep and increases workplace injuries. J Appl Physiol 2009 sept.;94(5):1305-1317
13. Redacción. Cambio de horario no tiene implicaciones: Expertos. El Universal (Méjico, D.F.) 2007 oct. 25
14. Reuters. El horario de invierno puede perjudicar a la salud y el planeta. 2010 oct. 31
15. Duch JP. Desecha Rusia el cambio de horario; causa más daños que beneficios, según el Kremlin. La Jornada (Méjico, D.F.) 2011 oct. 30, pág. 23
16. Lagunas I. Niega GDF beneficios del horario de verano. El Universal (Méjico, D.F.) 2003 abr. 6
17. González N. El horario de verano un factor de producción de ansiedad. monografias.com
18. Briseño CR. Desacatará municipio de QR el Horario de Verano. El Universal (Méjico, D.F.) 2002 abr. 4