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La transculturación en el arte de cuidar al neonato

La transculturación en el arte de cuidar al neonato

El arte del cuidar es tan antiguo como la propia humanidad. Cuidar es aún un fenómeno poco conocido y poco estudiado. Durante más de un siglo se ha asimilado “cuidar” al hospital, hasta el punto de hablar de «cuidado extrahospitalario».
Ana Rosa Zulueta Alejo. MSc. en Enfermería, Diplomada en cuidados intensivos neonatales. Profesora Asistente FCM Julio Trigo López, La Habana Cuba.
Yusimi Vizcaíno Beldarraín. MSc en Enfermería, Especialista en cuidados intensivos pediátricos. Profesora Instructora FCM Julio Trigo López La Habana, Cuba.
Yamilet de la Caridad Hernández López. MSc en Enfermería. Especialista en cuidados intensivos pediátricos. Profesora Instructora FCM Julio Trigo López La Habana, Cuba.
José García García. MSc. en Enfermería, Diplomado en cuidados intensivos neonatales. Profesor Auxiliar FCM Julio Trigo López, La Habana. Cuba.
Miguel Ramírez García. Lic. en Enfermería, Profesor Asistente FCM Julio Trigo López La Habana, Cuba.
Adriana Romero Ramírez. MSc. en Atención Integral a la mujer, Diplomada en Dirección e n salud. Profesora Instructor FCM Julio Trigo López, La Habana. Cuba.

RESUMEN

Se realizó una monografía sobre la transculturación en el arte de cuidar al neonato con el objetivo de describir el proceso del cuidado del neonato desde la perspectiva transcultural. Desde tiempos inmemorables se dice que el cuidar nace de un interés, responsabilidad, preocupación, afecto con dos connotaciones: el maternal y el ayudar a crecer. La cuidadora principal (papel atribuido a la mujer) se dedica a proveer el confort y demás actividades que posibiliten el bienestar, la restauración de la persona. El cuidar es parte de la supervivencia, requiere del conocimiento teniendo en cuenta las culturas, o sea, creencias religiosas, identidad.

Por este motivo se realizó una revisión bibliográfica sobre el tema, análisis documental que incluyó diversos libros de textos, monografías, artículos originales y de revisión de varias revistas actualizadas y se consultó a expertos en esta temática para ampliar los conocimientos relacionados con el cuidado del neonato.

La aplicación de las teorías y modelos de Enfermería en la práctica clínica de esta disciplina es posible; permite una visión más amplia, profunda y abarcadora de la Enfermería que conduce a la excelencia en la atención al paciente. El objetivo que se persigue es describir la transculturación en el arte del cuidar al neonato, por lo que consideramos que a partir de esta monografía se pueden realizar investigaciones para perfeccionar el cuidado de Enfermería en el neonato.

Palabras clave: Enfermería transcultural, Cuidado cultural, Cuidado, Transculturación, Neonato.

Introducción.

El arte del cuidar es tan antiguo como la propia humanidad. Cuidar es aún un fenómeno poco conocido y poco estudiado. Durante más de un siglo se ha asimilado “cuidar” al hospital, hasta el punto de hablar de «cuidado extrahospitalario». Se ha centrado cuidar en actos aprendidos, en técnicas. Esos cuidados aprendidos en la escuela se oponen al cuidar que la humanidad ha inventado desde que la vida existe para que ésta misma se desarrolle. Cuidar empieza por uno mismo y está íntimamente relacionado con las propias y previas experiencias con los cuidados y con la cultura en la que se nace y en la que se vive.

La Enfermería Universal, desde la creación del modelo teórico y la escuela fundada por Florencia Nightingale, hasta la década del 50 del pasado siglo, se mantuvo sin grandes transformaciones en su quehacer y la labor fundamental estaba centrada en los cuidados del paciente y el cumplimiento del tratamiento médico, dándole estas actividades un carácter eminentemente práctico al desempeño de la labor.

A partir de la década del 50 del pasado siglo comienzan a aparecer nuevas teorías, fundamentalmente en Estados Unidos de Norteamérica y Canadá. Evelyn Adam, Patricia Benner, Virginia Henderson, Madelaine Leininger, Dorothea Orem, Pepleau, son algunos ejemplos de creadoras de nuevas teorías, que tomando temas muy específicos de la labor de Enfermería, han elaborado nuevos enfoques que ofrecen conocimientos necesarios los cuales permiten al profesional la profundización en los aspectos teóricos que sirven de base a la práctica diaria.

La enseñanza de la Enfermería en Cuba a partir del triunfo revolucionario ha transitado por complejos y variados cambios. Podemos afirmar sin temor a errar que ha constituido una revolución dentro de la cual el Comandante en Jefe, Fidel Castro, con su clara inteligencia, ha sido el orientador capaz de ver la necesidad de cada momento histórico y buscar la solución precisa en el momento necesario, en cuanto a la formación de los recursos humanos en Enfermería. Con el fervoroso afán de cubrir las necesidades cada vez mayores de los recursos humanos, ha marchado paralelamente al perfeccionamiento constante de los enfermeros en las diferentes especialidades de la profesión. (1)

Los enfermeros cubanos han tenido que insertarse en variadísimas culturas y diversas etnias de forma empírica en cuanto a la Enfermería Transcultural, lo que demuestra su grandeza espiritual y su formación ética y émica, implícita en el concepto de comunidad y en los principios que han regido la formación de Enfermería desde los tiempos de las luchas revolucionarias en la Sierra Maestra a finales de la década del 50.

Esta monografía persigue el objetivo de describir la transculturación en el arte del cuidar al neonato.

Material y Método:

Se realizó una revisión bibliográfica sobre la transculturación en el arte del cuidar al neonato para describir el proceso del cuidado en el mismo y cómo se tienen en cuenta las culturas de las familias, para lo cual se utilizaron algunas búsquedas de información en libros, revistas sitios de Enfermería, análisis documental del Manual y Guías de neonatología. Se realizaron apuntes y se consultó a expertos en el cuidado al neonato.

El análisis documental tuvo como propósito encontrar el eje entre lo normado en los servicios de neonatología en Cuba y los estudios realizados en otros países, así como el desarrollo del cuidado al neonato en estos servicios. La información cualitativa fue analizada a partir de procedimientos lógicos tales como: La inducción, la deducción, la abstracción y la generalización de los mismos.

Desarrollo.

Cuidar se experimenta desde pequeño con el contacto de la madre que cuida. Se crece en un medio donde se cuida de una cierta manera y también se estudia o se trabaja en un ambiente en el que se pone esmero y se desarrolla el cuidado. En ese respecto, la experiencia previa de cuidar influye sobre la capacidad misma de hacerlo. La práctica de cuidar hace realizar los conocimientos necesarios a la ciencia de cuidar con una perspectiva cultural que ya tiene treinta años de experiencia (Leininger, M. 1970). En todo enfoque de cuidar tomando en consideración la cultura y el ser humano, se asocian; y es importante señalar aquí que la mayoría de las enfermeras que han elaborado un modelo teórico de Enfermería (Peplau, Roy, Orem, Henderson) han descrito una concepción del hombre universalista, sin cultura.

Es, desde luego,
importante tener una concepción universal primero, sin embargo, hoy en día la cultura subrayada por la importancia que ha tomado la identidad cultural, necesita estar presente en toda reflexión teórica sobre cuidar. Una razón que puede explicar porque no ha sido el caso, es que la Enfermería es aún una profesión etnocéntrica y esto ha detenido el progreso de los conocimientos sobre la cultura, la posibilidad de realizar experiencias y estudios de campo.

Los seres humanos de diferentes culturas del mundo han cuidado y siguen cuidando la mayor parte del tiempo la vida desde que ésta nace. Este hecho es el verdadero origen de cuidar, ya que cuidar es tan viejo como el mundo y tan cultural como la diversidad que caracteriza a la humanidad. Esa realidad acentúa la necesidad de estudiar y de enseñar las ciencias humanas en toda formación de Enfermería y particularmente la antropología. Además de los cursos de antropología se necesita formarse en la ciencia de los cuidados y la cultura que es diferente de la antropología. El trabajo de Leininger es ejemplar en ese sentido. Estudiar los cuidados de otras culturas pertenece a nuestra profesión porque la humanidad es diversa y no podemos pretender que los cuidados de una cultura sean válidos para todas las demás. Esto sería prueba de etnocentrismo. Cada cultura tiene sus prácticas, sus creencias, sus valores, sus tradiciones y éstas son tan válidas e importantes como las occidentales.

Descubrir una cultura diferente de la propia implica una reflexión filosófica sobre los valores que guían el estudio. La ética aprendida en la escuela de Enfermería es frecuentemente insuficiente cuando se trata de costumbres que generalmente son repudiadas por nuestra sociedad.

Dos principios filosóficos guían

1. Respetar la igualdad de las culturas.
2. Reconocer las diferencias culturales (Rohrbach, 1997

Cuidar es un fenómeno social y cultural, una ciencia social y humana que necesita preparación y conocimientos y sobretodo experiencia de trabajo de campo. Para cuidar a pacientes de otras culturas hay que desarrollar el esmero de cuidar universalmente, de sentirse capaz de identificarse a cualquier ser humano porque es humano. Se cuida el patrimonio de la humanidad cuando se aprende à cuidar, a respetar y a reconocer a los seres humanos de cada cultura incluyendo la propia. Los pacientes de la propia cultura son cuidados de manera uniforme, como se ha enseñado durante la formación y esta mirada cambia cuando descubre uno la importancia de la cultura del otro, el neonato desprovisto de todo al llegar al mundo requiere de cuidados especiales, teniendo presente el consentimiento de la familia y respetando las creencias religiosas de esta.

La teoría del autocuidado de Orem asegura que todos los individuos necesitan satisfacer una serie de requisitos para mantener la vida, la salud y el bienestar. En el modelo presentado por Dorotea E. Orem, en 1971, se evalúa la capacidad de las personas para atender dichos requisitos. Según esta teórica los infantes poseen limitadas capacidades para atender sus requisitos de autocuidados, lo cual obliga a sus padres o sustitutos a asumir la satisfacción de los mismos. Cuando la capacidad del menor y de sus padres está limitada frente a la demanda, es necesaria la intervención de un profesional de Enfermería (2).

La Enfermería transcultural es una de las grandes ciencias que se centra en el estudio y en el análisis comparado de las diferentes culturas y subculturas del mundo, siempre con el propósito de desarrollar una base de conocimientos científicos y humanístico (3).

El MSc. en Enfermería Juan Rojas en su tesis de Maestría. Propuesta de Material Didáctico. El cuidado enfermero menciona que el antropólogo Sr. Edwart Tylor en 1871 definió por primera vez el término cultura” como la inclusión de conocimientos, creencias, arte, moralidad, leyes, costumbres así como cualquier otra destreza o hábitos que adquieren los seres humanos”. (4).

De acuerdo con la Dra. Madeleine Leininger fundadora de la especialidad” la cultura es el conocimiento que se adquiere y se transmite con sus valores, creencias, reglas de comportamiento y práctica en el pensamiento y la actividad”. (5) En la década de 1960 desarrolló métodos de etnoenfermería concebidos para estudiar de forma específica y sistemática los fenómenos de Enfermería transcultural.

La finalidad de la teoría de la Enfermería transcultural consiste en descubrir los puntos de vista émicos, personales o culturales relativos a los cuidados. Su meta es la de suministrar cuidados responsables y coherentes culturalmente que se ajusten de modo razonable a las necesidades, los valores, las creencias y los modos de vida de los pacientes.

Leininger definió la Enfermería transcultural como una de las grandes áreas de la Enfermería que se centra en el estudio del análisis comparado de las diferentes culturas y subculturas del mundo, desde el punto de vista de sus valores asistenciales, de las expresiones y la convicción sobre la salud y la enfermedad y de los modelos de conducta.

A través de esta teoría también podemos encontrar las tres formas de guiar las decisiones y acciones en la atención cultural siendo las siguientes:

• La preservación o negociación de la atención cultural.
• La complacencia o negociación de la atención cultural.
• La estructuración o replanteamiento de patrones de la atención cultural.

La teoría de Leininger procede de la antropología y de la Enfermería. La Enfermería transcultural trasciende el mero estado de los conocimientos para aplicarlos a la práctica de la asistencia, de forma responsable y coherente con los parámetros culturales. Leininger ha afirmado que, con el tiempo, esta área se convertirá en un nuevo dominio del ejercicio de la Enfermería, que se reflejará en un ejercicio profesional diferente, definido y fundamentado en principios culturales y diseñados específicamente para orientar los cuidados de la Enfermería a los individuos, las familias, los grupos y las instituciones. Sostiene también que, como la cultura y la asistencia son los medios más generales y holísticos que permiten conceptualizar y comprender a las personas, este conocimiento es básico tanto en la formación como en el ejercicio de la Enfermería. (6)

Los recién nacidos son totalmente dependientes de los cuidados que les ofrece el personal de Enfermería desde su protección, bienestar y nutrición; pero incluso los hospitalizados en las unidades de cuidados intensivos neonatales que son entubados con frecuencia, medicados e inmovilizados, restringiendo su capacidad de respuesta verbal (llanto), son capaces de motivar acciones que el que brinda el cuidado debe ejecutar en su favor. En este servicio el recién nacido de alto riesgo consigue sobrevivir, la atención, frecuentemente, está dirigida a los aspectos fisiológicos sin tener en cuenta el papel de la familia. A pesar del conocimiento teórico que los profesionales tienen acerca de la importancia de involucrar a la familia en los cuidados del bebé, son pocos los servicios que permiten la participación de los padres en la asistencia, solamente para garantizar la alimentación del neonato. Se hace necesario enseñar a la familia sobre los cuidados que se le deben brindar a este recién nacido durante su estancia en el servicio como en la comunidad.

Hasta hace un tiempo, la mayoría de los recién nacidos (RN) antes de las 27 semanas no sobrevivían. El límite de la viabilidad fue cambiando en los últimos años; en la década de 1970 se hallaba en la semana 28, años después, en la semana 26 y en la década de 1990, en la 24. La mayor parte de las Sociedades Científicas considera que el límite de la viabilidad se encuentra entre las 23-25 semanas (7).

Actualmente, algunos centros de países desarrollados alcanzan una supervivencia cercana al 30% a las 23 semanas y de alrededor del 10% en la semana 22.

El incremento en la supervivencia se debe fundamentalmente a los avances en el cuidado prenatal y a los enormes progresos de la Neonatología en los últimos 25 años. No obstante, la disminución de la mortalidad en prematuros extremos ha traído nuevas dificultades, tanto para los profesionales como, en especial, para los padres y las familias.

Los neonatólogos se enfrentan con la difícil decisión de iniciar, continuar o suspender el sostén vital de los que nacen en el límite de la viabilidad. De no aplicar cuidados intensivos, la mayoría moriría en pocas horas (8). De ahí que el tratamiento intensivo implique dificultades éticas muy complejas para médicos, enfermeras, padres y la sociedad toda.

Es fundamental señalar la imperiosa necesidad de que los padres se involucren de manera progresiva en los cuidados de su hijo y puedan expresar abiertamente sus sentimientos, dudas y temores. El trato que se les brinda en muchas unidades neonatales está basado en la creencia, por cierto errónea, de que los cuidados del bebé dependen casi exclusivamente de los profesionales. Una conducta honesta hacia los padres favorece su mejor integración y facilita la relación con los profesionales. Esto fortalecerá la confianza entre las partes, elemento esencial en toda comunicación humana.

Las teorías éticas que respaldan los principios suelen ser fáciles de argumentar, pero difíciles de aplicar. El principio de beneficencia y de no maleficencia implica que los médicos deben hacer el bien y evitar el mal. La realidad de los resultados neonatales muestra que, por lo menos en los primeros días, la neonatología es incapaz de establecer con precisión el pronóstico de estos niños, lo que constituye, sin duda, un desafío extremo. Dicho de otra manera, en muchas ocasiones los neonatólogos no pueden saber, en forma acertada, cuándo están haciendo el bien (beneficencia) y cuándo atraviesan el terreno de la futilidad (no maleficencia), (9,10).

La enfermera como comunicadora puede ayudar a la familia conjuntamente con el equipo de salud a involucrase ene este proceso pues es el momento en el que los padres necesitan el apoyo.
Consideraciones finales.

El cuidado es considerado un arte por lo que se hace necesario que la profesión de Enfermería continúe desarrollándose para facilitar a su personal las herramientas necesarias que ofrezcan el cuidado con calidad, en el caso de los neonatos el propósito consiste en elevar su supervivencia, aportar nuevos cuidados centrados en la búsqueda de información tanto en el ámbito nacional como internacional y aplicarlo al contexto cubano es tarea esencial del personal de Enfermería, al cual se le atribuye dicho arte . Los enfermeros cubanos que se desarrollan en la especialidad de neonatología tienen el reto de cuidar con ciencia por lo que investigar acerca de este tema se hace imprescindible teniendo en cuenta que la identidad cultural cubana está basada en el sincretismo religioso algo que debemos respetar en todo momento lo cual debe formar parte de la ética de la Enfermería cubana.

Referencias Bibliográficas

1- Material de apoyo para la enseñanza de Enfermería Transcultural. http:// www. Seapremur.com/ Revista. Junio 2004/ Enfermería inmigración.htm.
2- Guerrero Gamboa Nidia Sandra, Aplicación de la teoría del déficit del autocuidado de Orem en la atención al recién nacido. Medellin: 2000 Marzo.
3- Modelos y teorías. Cuarta Edición. Madrid, Editorial Harcourt, 2000. 439-462.
4- Rojas Msc. J. Propuesta de Material Didáctico: El cuidado cultural enfermero. Tesis de Maestría en Enfermería. Facultad de Ciencias Médicas Julio Trigo López. Cuba; 2003.
5- Mirando el cuidado cultural desde la óptica de Leininger
http://colombiamedica.univalle.edu.co/Vol38No4sup2/html%20v38n4s2/v38n4s2a11.pdf
6- Zubizarreta Estévez Magdalena, Introducción a los modelos de cuidados de Enfermería. Bases conceptuales de Enfermería. Colectivo de autores. La habana: Editorial ciencias Médicas, 2008.
7- Pignotti MS, Donzelli G. Perinatal care at the threshold of viability: an international comparison of practical guidelines for the treatment of extremely preterm births. Pediatrics 2008; 121:e193.
8- Levene M. Is intensive care for extremely immature babies justified? Acta Paediatr 2004; 93:149-152.
9- Chiswick M. Infants of borderline viability: Ethical and clinical considerations. Semin Fetal Neonatal Med 2008; 13:8-15.
10- Meadow W, Lagarta J, Andrews B, Caldarelli L, et al. Just, in time: ethical implications of serial predictions of death and morbidity for ventilated premature infants. Pediatrics 2008; 121:732-740.