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Nuevo paradigma científico. Desde una visión transdisciplinaria

Nuevo paradigma científico. Desde una visión transdisciplinaria

El nuevo paradigma deberá permitirnos superar el realismo ingenuo, salir de la asfixia reduccionista y entrar en la lógica de una coherencia integral, sistémica y ecológica, es decir entrar en una ciencia más universal e integradora, una ciencia verdaderamente interdisciplinaria y transdisciplinaria.
Diomelis Maurera. Hospital Dr. Carlos Sanda. Municipio Carlos Arvelo. Estado Carabobo. Departamento de Salud Pública. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad de Carabobo-Venezuela.
María Gabriela Arteaga M. Departamento de Orientación. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad de Carabobo.

RESUMEN

El nuevo paradigma deberá permitirnos superar el realismo ingenuo, salir de la asfixia reduccionista y entrar en la lógica de una coherencia integral, sistémica y ecológica, es decir entrar en una ciencia más universal e integradora, una ciencia verdaderamente interdisciplinaria y transdisciplinaria. No se trata simplemente de sumar varias disciplinas, agrupando sus esfuerzos para la solución de un determinado problema como se hace frecuentemente asumiendo cierta multidisciplinariedad. La interdisciplinariedad exige respetar la interacción entre los objetos de estudio de las diferentes disciplinas y lograr la integración de sus aportes respectivos en un todo coherente y lógico.

Esto implica para cada disciplina, la revisión, la reformulación y la redefinición de sus propias estructuras lógicas individuales, que fueron establecidas aisladas e independientemente del sistema total con que interactúan, ya que la ciencia no solo crece por acumulaciones de nuevas ideas y conocimientos sino también por revoluciones científicas, es decir, por cambios de paradigmas epistemológicos desde una visión transdisciplinaria.

Palabras clave: Paradigma, Científico, Visión, Transdisciplinaria, Complejidad.

ABSTRACT

The new paradigm will enable us to overcome the naive realism, choking out the reductionist logic into a consistent comprehensive, systemic and ecological, that is entering a more universal and inclusive science, a science truly interdisciplinary and transdisciplinary. It is not simply adding various disciplines, bringing together their efforts to solve a given problem as is often done assuming some multidisciplinarity. Interdisciplinarity requires respecting the interaction between the objects of study of different disciplines and ensure the integration of their respective contributions into a coherent and logical. This implies for each discipline, reviewing, reformulating and redefining their own individual logical structures, which were established independently isolated total system with which they interact, and that science is not only grows by accumulation of new ideas and knowledge but also by scientific revolutions, ie, epistemological paradigm shifts from a transdisciplinary vision.

Keywords: Paradigm, Science, Vision, Transdisciplinary, Complexity.

INTRODUCCIÓN

El mundo que hoy vivimos se caracteriza por sus interconexiones a un nivel global en el que los fenómenos físicos, biológicos, psicológicos, sociales y ambientales son todos recíprocamente interdependientes. Para percibir este mundo de manera adecuada necesitamos una visión más amplia, holística y ecológica que no nos pueden ofrecer las concepciones reduccionistas del mundo ni las diferentes disciplinas aisladamente, necesitamos una nueva visión de la realidad, un nuevo paradigma, es decir una transformación fundamental de nuestro modo de pensar, percibir y valorar. Un nuevo paradigma determina los conceptos fundamentales y rige los discursos y las teorías.

La ciencia occidental avanza cada vez más hacia un cambio de paradigma de proporciones sin precedentes, que cambiara nuestro concepto de la realidad y de la naturaleza humana. En este nuevo paradigma deben tener cabida, ubicación y sistematización todos los conocimientos bien establecidos, ya sea que provengan de la física cuántica y relativista, de la neurociencia, de la parapsicología del estudio de las estructuras disipativas de la holografía o de cualquier otra fuente cognoscitiva, todos gozarían de una verdad parcial (limitada por sus presupuestos, por sus puntos de vista, por su perspectiva), y todos formarían un macrosistema integrado, que reflejarían la armonía del Universo, la cual revela Einstein, le guio hacia el descubrimiento de la Teoría General de la Relatividad.

Se puede decir que los grandes hallazgos científicos del siglo XX son una aplicación de la Teoría General de la Relatividad a las diferentes manifestaciones de la naturaleza, a las distintas disciplinas y sus variadas áreas del saber. Todo esto nos exige repensar el concepto de ciencia y también, renovar, ampliar y crear nuevos conceptos lingüísticos basados en los procesos psicológicos del conocimiento y en sus procesos neurofisiológicos. La epistemología encaja bien con nuestro conocimiento actual de la fisiología del cerebro, de modo que se apoyan mutuamente. (1) En el presente artículo se realizo una revisión del paradigma científico desde una visión compleja-transdisciplinaria.

UN PARADIGMA CIENTÍFICO

El termino paradigma, aquí no se limita a cada una de las distintas disciplinas científicas, sino que incluye la totalidad de la ciencia y su racionalidad. No están en crisis los paradigmas de las ciencias, sino el paradigma de la ciencia en cuanto al modo de conocer. En el nuevo paradigma emergente, el saber básico adquirido por el hombre, es decir, el cuerpo de conocimientos humanos que se apoyan en una base solida, por ser las conclusiones de una observación sistemática y seguir un razonamiento consistente, debieran poderse integrar en un todo coherente y lógico y en un paradigma universal o teoría global de la racionalidad. La aspiración de un metafísico –dice Popper- es reunir todos los aspectos verdaderos del mundo (y no solamente los científicos) en una imagen unificadora que le ilumine a él y a los demás y pueda un día convertirse en parte de una imagen aun más amplia.

Pero un paradigma de tal naturaleza no podría limitarse a los conocimientos que se logran por deducción (conclusiones derivadas de premisas, axiomas, postulados, principios básicos, entre otros) o por inducción (generalizaciones o interferencias de casos particulares), sino que se apoyaría en una idea matriz: la coherencia lógica y sistémica de un todo integrado. Esa coherencia estructural, sistémica, se bastaría a sí misma como principio de inteligibilidad. En consecuencia un cuerpo de conocimientos gozaría de solidez y firmeza, no por apoyarse en un pilar central (modelo axiomático), sino porque ellos forman un entramado coherente y lógico que se auto sustenta por su gran sentido o significado. A fin de cuentas, eso es lo que somos también cada uno de nosotros mismos: un todo físico-químico-biológico-psicológico-social-cultural-espiritual que funciona maravillosamente y que constituye nuestra vida y nuestro ser. Por esto el ser humano es la estructura dinámica o sistema integrado más complejo de todo cuanto existe en el universo. Y cualquier área que nosotros cultivemos debiera tener en cuenta y ser respaldada por un paradigma que las integre a todas. (2)

Necesitamos un paradigma universal, un metasistema de referencia cuyo objetivo es guiar la interpretación de las interpretaciones y la explicación de las explicaciones. Por tanto sus postulados o principios básicos de apoyo serán amplios; no pueden ser específicos, como cuando se trata de un paradigma disciplinar y particular en un área específica del saber. Todo ello implica un enfoque básicamente gnoseológico, es decir que trata de analizar y evaluar la solidez de las reglas que sigue nuestro propio pensamiento, aunque, en muchos puntos, la actividad gnoseológica no puede desligarse del análisis de la naturaleza de las realidades en cuestión. (3)

Un paradigma científico, precisa Edgar Morin, puede definirse como un principio de distinciones-relaciones-oposiciones fundamentales entre algunas nociones matrices que generan y controlan el pensamiento, es decir, la constitución de teorías y la producción de los discursos de los miembros de una comunidad científica determinada. Por ello detrás de cada paradigma se esconde una matriz epistémica. (4)

La matriz epistémica es, por tanto, el trasfondo existencial y vivencial, el modo de vida y, a su vez, la fuente que origina y rige el modo general de conocer, propio de un determinado periodo histórico-cultural y ubicado también dentro de una geografía especifica, y en su esencia, consiste en el modo propio y peculiar que tiene un grupo humano de asignar significados a las cosas y a los eventos, es decir, en su capacidad y forma de simbolizar la realidad. En el fondo esta es la habilidad especifica del homo sapiens, que en la dialéctica y en el proceso histórico-social de cada grupo étnico, civilización o cultura, ha ido generando o estructurando su matriz epistémica.

La matriz epistémica es un sistema de condiciones del pensar, prelógico o preconceptual, generalmente inconsciente, que constituye la misma vida y el modo de ser y que da origen a una cosmovisión, a una mentalidad e ideología especifica, a un paradigma científico, a cierto grupo de teorías y en ultimo termino, también a un método y a unas técnicas o estrategias adecuadas para investigar la naturaleza de una realidad natural o social. La toma de conciencia de estas diversas vías por las cuales conducimos nuestros pensamientos y el tratar de considerar el modelo de ciencia que se origino después del Renacimiento sirvió de base para el avance científico y tecnológico de los siglos posteriores.

Sin embargo, la explosión de los conocimientos, de las disciplinas, de las especialidades y de los enfoque que se ha dado en el siglo XX y la reflexión epistemológica encuentran ese modelo tradicional de ciencia no solo insuficiente, sino, sobre todo, inhibidor de lo que podría ser un verdadero progreso, tanto particular como integrado, de las diferentes áreas del saber.

El gran físico Erwin Schrodinger, premio Nobel por su descubrimiento de la ecuación fundamental de la mecánica cuántica (base de la física moderna), considera que la ciencia actual nos ha conducido por un callejón sin salida y que la actitud científica debe ser reconstruida, que la ciencia debe rehacerse. Estamos llegando al final de la ciencia convencional señalaba Prigogine, es decir, de la ciencia determinista, lineal y homogénea; presenciamos el surgimiento de una conciencia de la no linealidad, de la diferencia y de la necesidad del dialogo.

El periodo histórico que nos ha tocado vivir, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, podría ser calificado como de incertidumbre, en las cosas que afectan al ser humano. No solamente estamos ante una crisis de los fundamentos del conocimiento científico, sino también del filosófico y en general estamos ante una crisis de los fundamentos del pensamiento, enfrentamos un momento en que la explosión y el volumen de los conocimientos parecieran no tener límites. El cuestionamiento está dirigido, especialmente hacia el logos científico tradicional , es decir, hacia los criterios que rigen la cientificidad de un proceso lógico y los soportes de su racionalidad, que marcan los limites inclusivos y exclusivos del saber científico. Heisenberg uno de los creadores de la teoría cuántica. Se refería al respecto como lo limitado y estrecho de este ideal de cientificidad de un mundo objetivo, en el cual todo debe desenvolverse en el tiempo y en el espacio según la ley de la causalidad, lo que está en entre dicho. (5)

Por tanto, esta situación no es algo superficial, ni solo coyuntural; el problema es mucho más profundo y serio, su raíz llega hasta las estructuras lógicas de nuestra consciencia, hasta los procesos que sigue nuestra razón en el modo de conceptualizar y dar sentido a las realidades; por ello, este problema desafía nuestro modo de entender, reta nuestra lógica, reclama un alerta, pide mayor sensibilidad intelectual, exige una actitud crítica constante, y todo ello bajo la amenaza de dejar sin rumbo y sin sentido nuestros conocimientos considerados como los más seguros por ser científicos.

Para Edgar Morín, más allá de la inmensa esperanza que ha provocado, el cientificismo nos ha dejado una idea persistente y tenaz: la de la existencia de un único nivel de Realidad, donde la única verticalidad concebible es la de la estación sostenida sobre una tierra regida por la ley de la gravitación universal. Es necesario dar una dimensión ontológica a la noción de Realidad, en la medida en que la Naturaleza participa del ser del mundo. La naturaleza es una inmensa e inagotable fuente de misterio que justifica la existencia misma de la ciencia. La Realidad no solo es una construcción social, consenso de una colectividad, un acuerdo intersubjetivo, también tiene una dimensión tras-subjetiva, en la medida en que un simple hecho experimental puede arruinar la más bella teoría científica. En el mundo de los seres humanos, una teoría sociológica, económica o política sigue existiendo a pesar de los múltiples hechos que la contradicen.

Los niveles de Realidad son radicalmente diferentes de los niveles de organización, tal como están definidos en los enfoques sistémicos. Los niveles de organización corresponden a estructuras diferentes de las leyes fundamentales. Por ejemplo, la economía marxista y la física clásica pertenecen a un único y mismo nivel de Realidad. El surgimiento de al menos dos niveles de Realidad diferentes en el estudio de los sistemas naturales es un acontecimiento capital en la historia del conocimiento. Puede llevarnos a repensar nuestra vida individual y social, a dar una nueva lectura a los conocimientos antiguos, a explorar de otra manera el conocimiento de nosotros mismos aquí y ahora. La existencia de los niveles de Realidad diferentes ha sido afirmada por diversas tradiciones y civilizaciones, pero estaba fundada sobre dogmas religiosos o sobre la exploración del universo interior.

Al mismo tiempo que el surgimiento de los diferentes niveles de Realidad y de las nuevas lógicas en el estudio de los sistemas naturales un tercer factor se agrega para dar el golpe de gracia a la visión clásica del mundo: la complejidad.

En el transcurso del siglo XX, la complejidad se instala como un desafío para nuestra propia existencia. La complejidad se nutre de la explosión de la investigación disciplinaria y a su vez, determina la aceleración de la multiplicación de las disciplinas.

La complejidad se muestra en todas las ciencias exactas o humanas, duras o blandas. En biología y en neurociencias, invade todos los campos del conocimiento. La necesidad indispensable de vínculos entre las diferentes disciplinas se traduce por medio del surgimiento, de la multidisciplinariedad y de la interdisciplinariedad.

La multidisciplinariedad comprende el estudio de un objeto de una sola disciplina por varias disciplinas a la vez. Por ejemplo, la filosofía marxista puede estudiarse a través de una mirada cruzada de la filosofía con la física, la economía, el psicoanálisis o la literatura. El objeto sale enriquecido con el cruce de varias disciplinas. El conocimiento del objeto de estudio en su propia disciplina se profundiza por medio de un aporte multidisciplinario fecundo. Dicho de otra manera, el proceso multidisciplinario desborda las disciplinas pero su finalidad, sigue inscrita en el marco de la investigación disciplinaria.

La interdisciplinariedad tiene una pretensión diferente a la de la multidisciplinariedad, se refiere a la transferencia de los métodos de una disciplina a otra. Se pueden distinguir tres grados de interdisciplinariedad: a) un grado de aplicación; por ejemplo, los métodos de la física nuclear transferidos a la medicina conducen a la aparición de nuevos tratamientos del cáncer; b) un grado epistemológico; por ejemplo, la transferencia de los métodos de la lógica formal en el campo del derecho genera análisis interesantes en la epistemología del derecho; c) un grado de generación de nuevas disciplinas; por ejemplo, la transferencia de los métodos de la matemática al campo de la física, ha generado la física- matemática; de la física de las partículas a la astrofísica ha generado la cosmología cuántica; de la matemática a los fenómenos meteorológicos; o los de la bolsa ha generado la teoría del caos; de la informática al arte, el arte informático. Al igual que la multidisciplinariedad, la interdisciplinariedad desborda las disciplinas, pero su finalidad sigue inscrita en la investigación disciplinaria.

La transdisciplinariedad comprende, el prefijo trans indica, lo que esta, a la vez, entre las disciplinas, a través de las diferentes disciplinas y más allá de toda disciplina. Su finalidad es la comprensión del mundo presente, y uno de sus imperativos es la unidad de cocimiento. Para el pensamiento clásico, la transdisciplinariedad es un absurdo porque no tiene objeto. En cambio, para la transdisciplinariedad, el pensamiento clásico no es un absurdo, pero su campo de aplicación se reconoce como restringido.

La estructura discontinua de los niveles de Realidad determina la estructura discontinua del espacio transdisciplinario que a su vez, explica porque la investigación transdisciplinaria es radicalmente diferente de la investigación disciplinaria, siendo a su vez complementarias. La investigación disciplinaria concierne, a un solo y mismo nivel de Realidad, en la mayoría de los casos, solo comprende fragmentos de un solo nivel de Realidad. En cambio la transdisciplinariedad se interesa por la dinámica generada por la acción de varios niveles de Realidad a la vez. El descubrimiento de esta dinámica tiene que pasar por el conocimiento disciplinario. La transdisciplinariedad, sin ser una nueva disciplina o una hiperdisciplina, se nutre de la investigación disciplinaria que a su vez, se explica de una manera nueva y fecunda por medio del conocimiento transdisciplinario.

En este sentido, los investigadores disciplinarios y transdisciplinarios no son antagónicos sino complementarios. Los tres pilares de la transdisciplinariedad: los niveles de Realidad, la lógica del tercero incluido (el sujeto mismo) y la complejidad determinan la metodología de la investigación transdisciplinaria. Existe un paralelismo entre los tres pilares de la transdisciplinariedad y los tres postulados de la ciencia moderna. Los tres postulados metodológicos de la ciencia moderna permanecieron estables desde Galileo hasta nuestros días, a pesar de la infinita diversidad de los métodos, teorías y modelos que han atravesado la historia de las diferentes disciplinas científicas. Pero una sola ciencia satisface entera e integralmente los tres postulados: la física. Las otras disciplinas científicas solo satisfacen, de manera parcial, los tres postulados metodológicos de la ciencia moderna. Sin embargo, la ausencia de una formalización matemática rigurosa de psicología, de la historia de las religiones y de otras múltiples disciplinas no conduce a la eliminación de estas disciplinas del campo de la ciencia, incluso las ciencias de punta, como la biología molecular, no pueden pretender, por lo menos por el momento, una formalización matemática tan rigurosa como la de la física.

La disciplinariedad, la multidisciplinariedad, la interdisciplinariedad y la transdisciplinariedad son las cuatro flechas de un único y mismo arco: el del conocimiento. El carácter complementario de estos enfoques se evidencia por ejemplo, en el acompañamiento a los moribundos. Este proceso relativamente nuevo de nuestra civilización es de extrema importancia, porque, al reconocer el rol de la muerte en nuestra vida, descubrimos dimensiones insospechadas de la vida misma. El acompañamiento a los moribundos no puede ahorrarse una investigación transdisciplinaria en la medida, en la comprensión del mundo actual pasa por la comprensión del sentido de la vida y de la muerte en este mundo.

En la visión transdisciplinaria, la pluralidad compleja y la unidad abierta son dos facetas de una única y misma Realidad. Un nuevo principio de Relatividad emerge de la coexistencia entre la pluralidad compleja y la unidad abierta: ningún nivel de Realidad constituye un lazo privilegiado de donde se puedan comprender todos los otros niveles de Realidad. Un nivel de realidad es lo que es porque todos los demás niveles existen a la vez. Este principio de Relatividad es fundador de una nueva mirada sobre la religión, la política, el arte, la educación, la vida social. Y cuando nuestra mirada sobre el mundo cambia, el mundo cambia. En la visión transdisciplinaria, la realidad no es solo multidimensional sino también multirreferencial.

Los diferentes niveles de Realidad son accesibles al conocimiento humano gracias a la existencia de diferentes niveles de percepción, que se encuentran en correspondencia con los niveles de Realidad. La coherencia de niveles de percepción presupone, como en el caso de los niveles de Realidad, una zona de no-resistencia a la percepción.

El conjunto de los niveles de Realidad y su zona complementaria de no-resistencia constituye el Objeto transdisciplinario.

El conjunto de los niveles de percepción y su zona complementaria de no resistencia constituyen el Sujeto transdisciplinario. Las dos zonas de no- resistencia del Objeto y del Sujeto transdisciplinarios deben ser idénticos para que puedan comunicarse. A los flujos de información que atraviesan, de una manera coherente, los diferentes niveles de Realidad corresponden un flujo de conciencia que atraviesa, los diferentes niveles de percepción. Los dos flujos se encuentran en una relación de isomorfismo gracias a la existencia de una única y misma zona de no-resistencia, juega el papel del tercer secretamente incluido que permite la unificación, en su diferencia, del Sujeto y Objeto transdisciplinario.

El papel del tercer explícitamente o secretamente incluido en el nuevo modelo transdisciplinario de Realidad no es, después de todo, tan sorprendente. Las palabras tres y trans tienen la misma raíz etimológica: el tres significa la transgresión del dos, lo que va mas allá del dos . La transdisciplinariedad es la transgresión de la dualidad que opone los pares binarios: sujeto-objeto, subjetividad-objetividad, materia-consciencia, natural-divino, simplicidad-complejidad, reduccionismo-holismo, diversidad-unidad. Esta dualidad es transgredida por la unidad abierta que abarca el Universo y ser humano. La visión transdisciplinaria propone la verticalidad consciente y cósmica de la travesía de diferentes niveles de Realidad. Es esta verticalidad la que constituye en la visión transdisciplinaria, el fundamento de todo proyecto social viable.

El sujeto no es una esencia, no es una sustancia, sino una ilusión. El reconocimiento del sujeto precisa de una reorganización conceptual que rompa con el principio determinista clásico tal como se utiliza todavía en las ciencias humanas y, especialmente, en las sociológicas. En el marco de una psicología conductista es imposible concebir un sujeto. Por lo tanto es necesaria una reconstrucción, son necesarias las nociones de autonomía/dependencia, la noción de individualidad, la noción de auto-producción, la concepción de un bucle recursivo en la que somos, al mismo tiempo, el producto y el productor. Es necesario asociar nociones antagónicas como el principio de inclusión y el principio de exclusión.

Tenemos que concebir al sujeto como lo que le proporciona unidad de invariancia a una pluralidad de personajes, de caracteres, de potencialidades. Y si estamos bajo el paradigma científico que prevalece en el mundo científico, el sujeto es invisible y se niega su existencia. A la inversa en el mundo filosófico, el sujeto se vuelve trascendental, escapa a la experiencia, pertenece al puro espíritu y no podemos concebir al sujeto en sus dependencias, en sus debilidades, en sus incertidumbres.

En uno y en otro caso no podemos pensar en sus ambivalencias, sus contradicciones, en su carácter central e insuficiente, su sentido y su insignificancia, su carácter de todo y de nada a la vez. Necesitamos una concepción compleja del sujeto, en este nuevo paradigma emergente. Ejemplos de ello lo tenemos a diario en todas las disciplinas, pero quizá una de las que más nos afecta personalmente es nuestra medicina actual que siendo básicamente biológica, ignora la etiología no -biológica de muchas enfermedades y su correspondiente terapéutica, igualmente no-biológica. Cada disciplina debería buscar y seguir los principios de inteligibilidad que se derivan de una racionalidad más respetuosa de los diversos aspectos del pensamiento, una racionalidad múltiple que a su vez es engendrada en un paradigma de la complejidad. (6)

REFLEXIÓN:

Debemos repensar el concepto de ciencia, si queremos abarcar ese amplio panorama de intereses, ese vasto radio de lo cognoscible, tenemos que extender el concepto de ciencia, y también su lógica, hasta comprender todo lo que nuestra mente logra a través de un procedimiento riguroso, sistemático y crítico, que constituyen, los criterios básicos de toda cientificidad.

Nuestro esfuerzo por repensar la ciencia nos dará un conocimiento superior emergente, el cual será fruto de un movimiento dialógico de retro y pro alimentación del pensamiento, que nos permitirá cruzar los linderos de diferentes aéreas del conocimiento disciplinar y crear imágenes de la realidad más completas, más integradas y por consiguiente también más verdaderas.

No se trata de desechar los conocimientos científicos que hemos ido acumulando a lo largo de los siglos por cualquiera de las vías metodológicas por las cuales se hayan logrado, sino de reorganizarlos y reestructurarlos con una adecuada arquitectura semántica para darles mayor sentido y vigencia, ya que la ciencia no solo crece por acumulaciones de nuevas ideas conocimientos sino también por revoluciones científicas, es decir, por cambios de paradigmas epistemológicos desde una visión transdisciplinaria.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1- Martínez M., Epistemología y Metodología Cualitativa de las Ciencias Sociales . Trillas, pp.29-30 México. 2008.
2- Moreno A., El Aro y la Trama: Episteme, Modernidad y Pueblo . Ediciones del Centro de Investigaciones Popular (2a Ed).pp.41-70. Caracas- Venezuela. 1995.
3- Martínez M., Hacia una Epistemología de la Complejidad y Transdisciplinariedad . Rev. Utopía y Praxis Latinoamericana Vol.14, n.46, Maracaibo Venezuela. 2009. Disponible:
http:www.Scielo.org.ve/scielo,php?script=sci_pdf pid. Revisado: 19-10-2012
4- Morin E. La Cabeza Bien Puesta. Repensar la Reforma- Reformar el Pensamiento . 1a ed.4 a reimp. Buenos Aires. 2002.
5- Martínez M., Ciencia y Arte en la Metodología Cualitativa . 2a ed.-México: Trillas, 2006 (reim. 2009).
6- Morin E., La Transdisciplinariedad- Manifiesto . Multiversidad Mundo Real Edgar Morin, A.C. México 2009.