Las bebidas «energizantes» («energéticas») o estimulantes (como deberían ser mejor llamadas) (1) o «funcionales» (como se conocen en la industria) o smart drinks, fueron introducidas en el mercado occidental desde que fueron importadas de Tailandia, para su comercialización en Europa, por Dietrich Mateschitz en la década de 1960s. (1); actualmente, se encuentran a la venta en por lo menos 120 países y, se promocionan con el patrocinio de deportes de alto riesgo; suelen consumirse, principalmente, en discotecas (antros) (2).